31. NIÑOS

No siento ninguna necesidad de tener más hijos. He visto que los pingüinos, cuando les sucede algo a su huevo, roban otro y lo incuban. Lo entiendo. Son bonitos los pingüinos. Pero pingüinos, en cualquier caso.

Se tiene nostalgia de las personas, no de las categorías. De tu abuela, exactamente de ella, no de las abuelas. De tu padre, no de un padre. Alessia y Livia no son niñas: son Alessia y Livia. No echo de menos los hijos: las echo de menos a ellas. La ausencia es una presencia constante: te desafía en un cuerpo a cuerpo cotidiano, te asedia. Te quiere en la lucha, mide tu respiración. La nostalgia es además física. Es absolutamente imposible colmar la falta de un cuerpo vivo: aquel olor, aquella suavidad de la piel, aquella voz cuando te llama. Aquella especie de resistencia dócil al abrazo, aquella forma de torcer el cuello. No hay nada, nadie, que pueda reemplazar la ausencia de alguien. Sólo el sueño. Cuando vuelven perfumadas y vivas en los sueños, con sus cuerpos y con sus voces. Soy feliz cuando sueño con ellas. Me despierto feliz.

Me encuentro muy bien con los niños. Ahora que ellas no están, quiero decir. Me gustan muchísimo los hijos de los amigos, me divierto con ellos, me hacen reír y me enamoran. Me paro por la calle a ver jugar a los niños. Nunca, pero nunca, pienso que quisiera que fueran míos. Los atributos de posesión deberían estar prohibidos para las personas. Cuando oigo decir «mi mujer», «mi hijo», me siento siempre incómoda. También Mathias lo hacía. Hay algo de embustero y de ligeramente violento en ese «mi». Como una imperceptible vejación. Un robo de identidad. Nadie es de nadie, pienso. En cambio todos, si queremos, somos de cada uno.

Hay algo en mí de la bailarina irlandesa que deja a sus hijos para ir a América.

Hay algo en mí de la madre americana a quien le roban la hija, Mayme.

La remota raíz de una planta que crece. Una planta dentro de ti, tus raíces. Por otra parte, me llamo Mayme.

Soy madre, lo seré siempre. Sin hijos pero madre. No hacen falta hijos para ser madres.