A PEDRO EL GUAPO

13 de julio de 2014: por primera vez en su

larga historia, y sumido en una fuerte crisis,

el PSOE elige a su secretario general por

sufragio directo entre sus militantes. Gana

Pedro Sánchez, un joven diputado muy poco

conocido, de ideario político difuso y buena

planta.

Te conocían muy pocos,

nadie en ti ponía focos,

mas ha bastado que digas

que quieres ser el que manda

para que toda una banda

te obsequie con sus ortigas,

y te ponga esta etiqueta:

Que si más alto que sólido.

Que si te falta un hervor.

Que si vacío y estólido.

Que eres Susimarioneta,

o de Alfredo, que es peor.

Que bonito continente

para poco contenido.

Que eres bambi y de derechas,

que hundirás en breves fechas

al conjunto del partido

por una nueva pendiente.

Que contigo, bien se ve,

el PSOE evita el shock

de acabar como el PASOK...

y acaba como UCD.

Hay, en fin, quien te ve tan

con un aire de galán

que te pone como a un trapo

y te llama Pedro el Guapo.

Qué razones tenga tanto

panegirista ferviente

para que así te sacuda

la badana y hasta el manto

se me escapa, ciertamente,

y en el fondo me la suda.

Yo sólo voy a la mía,

sólo te doy un recado,

un consejo y reflexión,

Pedro Sánchez Castejón.

A los que ahora te han votado

y a los que lo hagan un día

no defraudes, no traiciones,

no frustres, no decepciones...

pues en un visto y no visto

te hacen del galán un cristo

y tras subirte, te tiran,

te derrumban, te acoquinan,

te dejan hecho un guiñapo,

te retornan a mindundi

y sic tansit gloria mundi.

En resumen, Pedro Guapo

(y ya no más te mareo):

No nos salgas rana y feo.