Antes de que huyan las palomas

 

Una llamada,

un grito incoloro,

la sorda caída de la risa.

 

La vida en venta,

los mercaderes, en la madrugada,

marcan las puertas con navaja.

 

Urgencia...

Deseos de apagar una a una, deprisa,

la parcela del firmamento que responde a los poetas.

 

Antes,

desnudo de prólogos y preámbulos.

Hacia tu pecho.

 

Apresúrate,

abanica con tu brisa mis ojos llorosos.

Escóndeme de sus imágenes.

Quiero enfrentarme

desde tu paz, a este hielo moderno del terror

que avanza por la senda de los escorpiones.

 

Los pasos se oyen aún lejanos.

Bésame despacio, con la madrugada entre los labios.

Antes de que huyan las palomas. 

Antes de que alguien se olvide de guardarlas.