¿Duermes?...
(El silencio guarda la partitura de tu ausencia)
Las cenizas han brotado del borde mismo de tu vida.
El espíritu del aire engalana los senderos de la vega.
Flores frescas, pétalos de mi sangre en la serranía.
¿Sonríes?...
(El tiempo persigue una gacela disfrazada de premura)
De ese viento mío.
Sé cómo es la savia que alienta sus remolinos.
El murmullo jocoso que agita frutales, aromas andaluces.
Sobre el enlosado de la ermita el azar echa sus dados.
¿Juegas?...
(Los pícaros de buen corazón ganan el hilo del retorno)
¡Buena suerte papá!