AGRADECIMIENTOS

Mi más sincero y entrañable agradecimiento a las siguientes personas por la ayuda que me han prestado en esta nueva aventura literaria. Sin su presencia y cercanía, esta novela jamás hubiese visto la luz.

Rosa Sahuquillo, mi querida asesora, correctora de la novela, magnífica traductora y bellísima amiga, que dedicó parte de su valioso tiempo a colaborar conmigo y amenazó con darme de capones si no seguía adelante con este proyecto. Sin su valiosa profesionalidad e imprescindible ayuda, La guerrera del valle seguiría guardada en un cajón olvidado.

Celia Arenas, quien, además de su cariño y ánimo constante, me expresó su entusiasmo al leer por primera vez la historia, aportando ideas y sugerencias con infinita paciencia, y poniendo a mi disposición su incomparable talento para realizar la cubierta de esta novela.

Noelia Parra, una artista maravillosa que, con una infinita capacidad y destreza, consiguió recrear el escenario donde transcurre La guerrera del valle dibujando un precioso mapa con la escasa información que poseía sobre el mismo.

Susanna González, quien, con la bondad que la caracteriza, y a pesar de estar inmersa en su fantástico proyecto, la Editorial dÉpoca, me ayudó con tecnicismos que yo me veía incapaz de comprender referentes a la edición e inserción de ilustraciones en una novela.

Don José María Manuel Rodríguez-Osuna, por la amabilidad con que atendió mis consultas sobre el rey Aurelio, compartiendo conmigo sus estudios sobre este histórico personaje, y evitando así, gracias a su generosidad, que las tinieblas históricas sobre un período tan lejano en el tiempo pusiesen freno a mis intenciones de escribir esta novela.

Me gustaría expresaros cuánto os admiro y valoro, y cuán grande es el cariño que os profeso, amigos.

 

 

Beatriz Alonso, marzo de 2015