8 - Swatopluk
8:1 Desde lo alto del Cielo sonó una voz llena de especias, sabrosa pero terrible
8:2 "¡Es tu turno, mi Exigua Imagen Reflejada!"
8:3 "Síí, Maeshhtro!", fue la amortiguada respuesta, "Shólo bushcaba el botón correzzto."
8:4 Un gran silencio cayó sobre todos los reinos que duró aproximadamente 3,14159 segundos
8:5 Entonces los cimientos de la tierra temblaron, el suelo se abrió en brechas y un espeso vapor se elevó desde las profundidades
8:6 El olor emitido por el vapor, era tan pútrido como nada que hubiera imaginado nunca
8:7 "Limburger Jahrgang 1850", gritó el Primer Santo Pirata, el significado de aquello estaba por encima de mí
8:8 "¡Alarma de Gas!", gritó El Segundo
8:9 "¡A cubierto!", El Tercero
8:10 El Cuarto cogió el candelabro que había tomado de la segunda iglesia y se lo entregó al Quinto, quien lo encendió
8:11 Las cuatro bestias saltaron detrás de la volcada mesa del altar cuando el Sexto Santo Pirata hizo oscilar la vela encendida y la arrojó dentro del vapor
8:12 "¡A Cubierto, idiota!", Escuché al Séptimo Pirata decir, quien me empujó detrás de la barrera justo a tiempo
8:13 Una lengua de fuego salió disparada desde el vapor subiendo al cielo y bajando dentro del abismo desde donde una nube de hongo comenzó a surgir
8:14 "¡Guau!", los Santos Piratas gritaron y "¡Por fín!", las cuatro bestias. 8:15 "¡Qué derroche!", todos al unísono
8:16 "Allá parten diez años de suministros para pizza fungi.", graznó el Fiero Loro
8:17 Entonces las setas llovieron sobre nosotros, sólo un tercio de ellas aún comestibles, el resto o bien quemadas o rotas en pedazos
8:18 "¡Lo siento, gentes!", dijo la voz desde el cielo ", pero ese queso estaba ya muy pasado y creía que la despensa de arriba estaba vacía. No debería haber delegado la gestión del almacenamiento a Mepastófeles. Siempre haciendo de las suyas, ¡qué tipo! "
8:19 "¡Hágase comida fresca!", sonó la voz de nuevo
8:20 La mesa del altar se levantó otra vez sobre sus pies y se llenó con buena comida en un instante
8:21 Los Siete Santos Piratas, las cuatro bestias y el Fiero Loro tomaron sus asientos y empezaron a darse un festín
8:22 "¡Tú también!", Dijo la voz hacia mí y una silla me fue dada en la mesa donde participé del festín con ellos hasta que el sol emergió rojo del mar