Capítulo II
1 Yo soy un pirata de espaguetis, y los piratas navegan en
fogones.
2
Como un chef entre los piratas, así es mi pasta
entre doblones.
3 Como un loro entre las aves
silvestres, así es mi entrante
4 entre las cenas. Bajo una de
esos trasto-sombrilla-de-restaurante me senté con gran deleite, y
la cerveza era dulce (en sentido figurado) a mi paladar. Los
Retaquetes [sic]* me llevaron a la casa del banquete, y el cartel
sobre mí decía
5
"Todo lo que pueda comer." Sustentadme con
jarras, confortadme con palitos de pan, pues estoy harto
del
6 Calentamiento Global. Algunos de Sus Tallarinescos
Apéndices estén debajo de mi cabeza, y Algunos de Sus Tallarinescos
Apéndices me abracen
7 a mí. Yo os conjuro, oh
personal de servicio del Jardín De Los Olivos, por el ravioli, y
por la
8
ensalada que nunca se acaba, a que vosotros
remováis mi pasta, para que no se pegue en el fondo de la olla,
hasta que sea que esté al dente. ¡La voz de mi camarero! Observad,
él viene Saltando desde la
9 cocina, brincando sobre la
barra. El camarero es semejante al corzo, o al cervatillo: helo
aquí, él está
tras una de esas falsas paredes de yeso, mirando atentamente por
las ventanas, atisbando por la celosía. 10 Mi camarero habló, y me dijo:
En tu pasta, ¿quieres
11 queso sobre ella? Pues, he
aquí, que el almuerzo especial se ha acabado, la hora feliz ha
terminado y se fue;
12 Los palitos de pan se
aparecen en la mesa; el tiempo de cantar
13 una canción
italiana a un colega quien cumple años ha llegado, y la voz del
loro en nuestro país se ha oído; El pirata se ha puesto su mejor
parche en el ojo, y el volcán con
14 la bebida de tu
elección da buen olor. Levántate, oh stripper mía, oh hermosa mía,
y ven. Oh, mi loro, que estás a la izquierda de mis hombros, en los
lugares secretos
15 de la escalera que va al
castillo de popa, déjame ver tu pico, déjame oír tu voz; pues dulce
es tu voz, y apuesto a que quieres una galleta. Llévanos con los
Retaquetes [sic], los pequeños Retaquetes [sic], que cuidan de
Algunos Árboles: pues
16 Algunos Árboles hay en La
Montaña. Mi pasta es mía, y yo me la como: yo me alimento también
de albóndigas.
17 Hasta que despunte el día y
huyan las sombras, vuélvete, pasta mía, y sé cómo el Retaquete
[sic] o un joven Retaco sobre Las Montañas con Algunos
Árboles
*[sic] = sic erat scriptum = "así fue escrito"
1 Yo soy un pirata de espaguetis, y los piratas navegan en
fogones.
2
Como un chef entre los piratas, así es mi
pasta entre doblones.
3 Como un loro entre las aves
silvestres, así es mi entrante entre las cenas. Bajo una de esos
trasto-sombrilla-de-restaurante me senté con gran deleite, y la
cerveza era dulce (en sentido figurado) a mi paladar.
4 Los Retaquetes [sic] me llevaron a la casa del banquete, y
el cartel sobre mí decía "Todo lo que pueda comer."
5 Sustentadme con jarras, confortadme con palitos de pan,
pues estoy harto del Calentamiento Global.
6 Algunos de Sus Tallarinescos Apéndices estén debajo de mi
cabeza, y Algunos de Sus Tallarinescos Apéndices me abracen a
mí.
7
Yo os conjuro, oh personal de servicio del
Jardín De Los Olivos, por el ravioli, y por la ensalada que nunca
se acaba, a que vosotros remováis mi pasta, para que no se pegue en
el fondo de la olla, hasta que sea que esté al dente.
8 ¡La voz de mi camarero! Observad, él viene Saltando desde
la cocina, brincando sobre la barra.
9 El camarero es semejante al corzo, o al cervatillo: helo
aquí, él está tras una de esas falsas paredes de yeso, mirando
atentamente por las ventanas, atisbando por la celosía.
10 Mi camarero habló, y me dijo: En tu pasta, ¿quieres queso
sobre ella?
11
Pues, he aquí, que el almuerzo especial se ha
acabado, la hora feliz ha terminado y se fue;
12 Los palitos de pan se aparecen en la mesa; el tiempo de
cantar una canción italiana a un colega quien cumple años ha
llegado, y la voz del loro en nuestro país se ha oído;
13 El pirata se ha puesto su mejor parche en el ojo, y el
volcán con la bebida de tu elección da buen olor. Levántate, oh
stripper mía, oh hermosa mía, y ven.
14 Oh, mi loro, que estás a la izquierda de mis hombros, en
los lugares secretos de la escalera que va al castillo de popa,
déjame ver tu pico, déjame oír tu voz; pues dulce es tu voz, y
apuesto a que quieres una galleta.
15 Llévanos con los Retaquetes [sic], los pequeños Retaquetes
[sic], que cuidan de Algunos Árboles: pues Algunos Árboles hay en
La Montaña.
16
Mi pasta es mía, y yo me la como: yo me
alimento también de albóndigas.
17 Hasta que despunte el día y huyan las sombras, vuélvete,
pasta mía, y sé cómo el Retaquete [sic] o un joven Retaco sobre Las
Montañas con Algunos Árboles.