Ethan
Ella fingia, pero podria ver que estava com miedo, me di cuenta con nuestra rutina de pasajeros y conductor. No tuve un momento desde que me habló de la enfermedad que no pensaba na ideia de perderla y me obligé a fingir que todo estaba bien, pero no lo estaba. Me pasé los dias leyendo sobre tumores, acerca de Centros Médicos y curas alternativas. Sé que ella debe haber investigado todo, pero no puedo dejar de hacer lo mismo.
Fuera de la casa, esperé que ella llegara, mi aprensión aumentando. Ella estaba pálida y frágil, pero sigue adelante com las sesiones agotadoras de ballet. Hoy es día de más inyecciones, y los gritos de dolor que ella dio a la primera vez que la acompanhe aun me perturba la memoria, era un proceso terrible.
- Buen día, flor del día.
- Estamos en un buen estado de ánimo hoy?
- Aprovechando mi próxima media hora sin dolor.
- He estado leyendo... - dijo mientras entraba en el coche - hay otros tipos de tratamiento ...
- Me enteré de varias cosas, Ethan. Quiero confiar en ello ahora, em Dr Murray. Necesito. Así que no voy a discutir otras cosas porque mi tiempo es crítico, ¿de acuerdo?
- Es que ...
- Sé Ethan. Gracias por cuidarme.
Ella sonrió, pero no dijo nada más hasta llegar al hospital. Sophie entró, saludó las enfermeras por sus nombres. Estaban en la misma habitación cuando vine aquí por primera vez.
- Necesito que te sientes a mi lado, ¿de acuerdo?
- Si.
- Así que has vuelto, ¿verdad? - Dije la enfermera.
- Sí, ella me quiere aquí, lo que puedo hacer.
- Muy bien, ustedes dos conocen los procedimientos.
Esta vez Sophie no gritar de dolor, pero terminó tensa y agotada de todos modos. Al igual que la última vez, la tomé em mis brazos e la lleve a casa. No la Wanda, pero mi cama. Ella no se despertó como antes, lo que me permitió sostenerla toda la noche hasta que ya no pude controlarme y salí de la cama en busca de un lugar que no se oía. Entonces lloré.
Nada de esto era justo.
Tendo miedo.
Demasiado.