Ethan
Malika y yo éramos una pareja que deveria ser para siempre, pero no fue lo que pasó. La conocí un día, cuando tenía 15 años y quedé completamente enamorado de la chica. Hija del sócio de mi padre, James, nos vimos obligados a pasar mucho tiempo juntos. Amistad volvió cita y después matrimonio. Fue mi primer beso, mi primera, mi primer amor.
Vivíamos el dulce sueño de familias con dinero: dos herederos que pronto se enamoron y se casaron a los 18 años, con toda la vida por delante. Entre la universidad y nuestra vida juntos, Malika se rompió. Ella siempre me decía que yo, como hombre, nunca entenderia lo que pasava por ser una mujer negra tratando de ser una doctora en una universidad privilegiada llena de prejuicios.
Cuando llegó a la escuela de medicina, Malika se esforzò más tratando de demostrar a los colegas y maestros. Ella quería ser la primera del grupo y la persona que lo haría mejor, pero eso no es lo que pasó. Mientras trabajaba con mi padre y me fui a la universidad, casi no podía ver a mi esposa que vivía base de estimulantes.
No me perdono por no darme cuenta antes. Malika tomaba píldoras para aumentar el rendimiento y la noche, tomaba tranquilizantes para dormir. Ella me dijo que estaba cansada y me creía, porque no quería quejarse de la falta de atención a nuestro matrimonio cuando sabía que iba a ser asi. Entonces un día me la encontré atontada en el sofá en casa y ella me confesó que había tomado tranquilizantes, pero que sólo habia sucedido aquel dia.
No voy a mentir, Como um adolescente de familia rica, tenía fácil acceso a todo tipo de cosas, experimenté drogas y bebí hasta desmaiar antes de cumplir los 18 años, por lo que creia ser normal Malika tratar de resolver su problema con las píldoras. Esto sucedió de nuevo tres veces hasta que la puse contra la pared y descobri que ella era adicta. Yo era un esposo de mierda que dejó a su esposa convertirse en una adicta sin notar y incluso viendo ella, a cada día convirtiéndose en el caparazón de la mujer a la que conocía, no hice mucho. Malika comenzó con estimulantes, tranquilizantes y los mezclaba con bebida y la cocaína. Ya no hiba más a sus clases y esperaba yo salir para empezar su "ritual". Esto aseguró que para el momento en que llegaba, ella no estaba tan dopada a punto de que cualquiera pueda darse cuenta.
Es por eso que estoy en estos corredores ese momento. Después de un período de tres meses en una clínica de rehabilitación, Malika estaba de vuelta. Algo en ella parecía roto y me sentía atrapado, sobre todo después de tanto tiempo fuera. Yo amaba a esta mujer con locura, pero no quería estar con ella, no era la persona que conocí y me sentí culpable por sentirse de esta manera.
Así que después de dos semanas en casa vagando como un fantasma y mal hablar tres palabras, desapareció. Tanto yo como James sabíamos lo que estaba buscando fuera de la casa, pero no sabía exactamente dónde encontrar Malika. Se necesitaron dos días para obtener una pista de donde estaba, y en contra de todos los consejos, me fui hasta alla.
En este lado de California, hay muchos clubes, pero nunca imagine que encontraria mi niña sonriente en el interior de uno de ellos. Ella había ido a buscar la cocaína y no salir allí, que sospecho, era la forma de pagar por el producto, ya que no tenía dinero. Yo estaba aterrorizado de lo que podrían haber hecho con ella.
- Usted no puede entrar ahí - dijo un gran hombre en la puerta del lugar de mala muerte. Las paredes estaban amarillentas en las partes brillantes con una grasa marrón extraña en todo lo demás.
- Preciso encontrar una persona. Recojo y me voy.
- No. Usted sale solo o con un agujero en su cerebro, ¿de acuerdo? - Después me mostró un arma y no tuve reacción. Era la primera vez que vi una de cerca, pero yo era un hombre con una misión y no quería renunciar tan fácil.
- Ayúdame. Recogió a la niña y salir ... - dije levantando los brazos en señal de rendición. Mi plan B era llamar a la policía, pero no sería agradable.
- Te lo dije, chico. Sigue su curso. Si la chica está aquí, es porque ella quiere - se ladeó y señaló a mí - Tengo que hablar de nuevo ...
- Cannon! Ayuda aquí, la maldita chica esta suciando todo.
Cannon corrió y me fui junto porque tenía un sexto sentido acerca de quién era "la chica". Cuando entré en la habitación, el hombre tenía su polla fuera de sus pantalones y Malika yacía frente a él, luchando en el suelo y tratando de respirar. Tenía espuma em su boca y su vómito estaba en todas partes, incluyendo em el hombre que trataba de limpiarse, ignorando por completo a la mujer a sus pies.
- Esa mierda Riley era demasiado fuerte, advirti a la perra y ella quería de todos modos ... - dijo el hombre a Cannon.
Vi la escena y haciendo caso omiso de ellos, tomé Malika en su regazo y fui directamente al hospital. A pesar de los gritos del gorila, tenía una meta. No sabía exactamente qué hacer, pero era mejor que llamar uma ambulância y esperar em esse lugar.
Los espasmos se habían detenido cuando llegué a mi coche y recé en silencio em quanto ella yacía en el asiento trasero. Me detuve en el primer hospital que vi y fui como un loco a emergencia. Se la llevaron. En la siguiente media hora, me convertí en un viudo a los 23, y todo lo que tenía para apaciguar mi enojo era un nombre: "Riley".