Al principio pensó que era el agarre del león sobre la pierna lo que la despertó, lo cual era bastante malo. Pero cuando lucho para abrirse paso por la superficie del sueño, de dio cuenta que su comunicador emitía un sonido agudo, insistente.
—Joder. Solo joder—
La mano de Roarke recorría su brazo con tranquilidad de arriba abajo mientras ella se levantaba de la cama. Ordenó luces a un diez por ciento.
—Bloquear video—, dijo mientras cogía el comunicador de la mesilla de noche. —Dallas, teniente Eve—
En el despacho le ordenaban presentarse en una casa del Upper East Side, y le transmitieron los hechos básicos, ella se dejó caer en el borde de la cama y puso la cabeza entre las manos. Sintiéndose culpable
—Antes de que te dejes llevar por la culpabilidad, dime qué otra cosa podrías haber hecho—
—No lo sé. Ese es el problema. Si hubiera sabido que más hacer, lo habría hecho. Así no tendría que ir a ver otro cuerpo.— Se frotó el rostro con las manos antes de levantar la cabeza. —Y supongo que debería de haberlo sabido—
—Estás cansada y cabreada. Yo también. No hemos tenido una noche de sueño decente desde que volvimos de vacaciones.— Se pasó una mano por el pelo mientras se incorporaba para sentarse. —Estaba soñando que un jodido león pululaba por la casa buscando llevarse un tentempié a la boca.—
Ella volvió la cabeza para mirarle. —Lo encontró. Tuve un sueño en el que el bicho estaba comiéndome la pierna.— Y por alguna extraña razón la solidaridad entre sus subconscientes la hizo sentirse mejor. —Tengo que tomar una ducha rápida y aclararme las ideas. Jodidos leones—
—Yo también quiero. La ducha, no el jodido león—
Ella le miró con los ojos entrecerrados
—Por favor, creo que puedo resistirme a tirarme sobre ti, esta vez. Iré contigo, la escena no está lejos—
—Apenas hemos dormido tres horas, señaló. Puedes volver a dormir. No…—
Pero él ya se estaba deslizando fuera de la cama. —Voy a ser tu Peabody hasta que llegue la real. Ella está bastante más lejos que nosotros—
Ella se pasó la mano por el pelo, considerándolo. —Me vendría bien una Peabody hasta que Peabody aparezca. Y también algo de café—
—Entonces empecemos a movernos—
Cuando bajaron quince minutos después, Summerset estaba en pie vestido con su habitual e impecable traje negro. Eve se preguntó si dormía con él, como un vampiro en su ataúd. Pero se abstuvo de decirlo mientras sostuviera una bandeja con tazas para llevar llenas de café y una bolsa que olía como a bollos de canela.
—Quizá en algún momento del futuro ambos podrían considerar que actualmente viven aquí.
—¿En este basurero?— Eve se agenció un café antes de que pudiera cambiar de opinión.
Roarke tomó el otro café y la bolsa. —Gracias. Si puedes ponerte en contacto con Caro. Ella deberá manejar el holo de las ocho. Me pondré en contacto con ella si hay alguna otra modificación.
—Por supuesto. Tal vez pueda sugerirle que ponga asistente de policía en su biografía oficial.
—Bien, eso es justo lo que pensaba.
Pero Eve sonrió ampliamente mientras caminaba hacia la puerta, y miró a Summerset con el gato acurrucado a sus pies —Gracias—
Su vehículo se encontraba, como era de esperar, aguardándoles. —¿Cómo lo hace?, se preguntó. Tal vez realmente necesite un Summerset. Dios ¿acabo de decir eso?—
—No me atrevo a señalar que ya tienes un Summerset. Nos ha proporcionado café y bollos.—
—No quiero pensar en ello. Voy a conducir. Tú puedes comenzar a ser Peabody y descubrir quién es el propietario de la casa a la que vamos, y cuál es la conexión con Dudley. Esta vez la conexión debe de ser con Dudley—
Ella masticaba la mitad de un bollo mientras conducía y lo pasaba regándolo con café
—Esta vez es en una casa. No es particularmente público. Tiene que haber una razón para ello. Tal vez había gente alrededor cuando lo mataron o...—
—La casa pertenece a Garret Frost y Meryle Simpson. Simpson es la directora general de marketing de Dudley.—
—Bueno, todavía siguen las reglas del juego. La víctima es un varón, por lo que no es la mujer. Podría ser su compañero de piso.—
—El esposo—, corrigió Roarke, —casados durante nueve años—
—Probablemente no sea él, aunque pueden haber cambiado el patrón un poco. ¿A qué se dedica?—
—Derecho corporativo. Es una empresa sólida y ha estado con ellos durante doce años. Socio de pleno derecho, pero no sobresale por nada en especial, actúa según las reglas.—
—Así que probablemente sigue respirando, y no tiene conexión con la víctima. Apuesto a que Dudley ha pasado bastante tiempo en esa casa. Conocería la distribución.—
—Pero crees que es Morirarity el que llevó a cabo el asesinato—
—Es su turno para batear.— Rodeó a un pesado, maxibús con su carga de pasajeros somnolientos, en su camino al este. —Y eso significa que Dudley tendría que pasarle los planos. Ellos desean la muerte tanto como la victoria o más—, se corrigió ella, —por lo que tienen que mantener el tanteo igualado. Es lógico a su muy jodida manera—
Mientras Eve se abría paso por la ciudad, Roarke continuó actuando de Peabody, a su manera. —Frost y Simpson han sido propietarios y han vivido en la casa desde hace seis años. También tienen otra casa en Jekyll Island, en Georgia. Y dos hijos, uno de cada sexo, de tres y seis años. Simpson también tiene una relación familiar lejana con el lado materno de Dudley. Una sobrina del segundo marido de su madre—
—Interesante. Aumenta la conexión, añade otro enlace. Y aumenta la probabilidad de que él conocíera la casa—
—Más interesante es que Frost y Simpson le compraron la casa a Moriarity—
Ella le echó una mirada mientras pasaba un semáforo en ámbar —¿Estás de broma?—
—No, no lo estoy. Fue suya antes, durante cinco años. Diría que ya conocía la distribución básica sin ayuda de su amigo—
—En realidad no les importa una mierda que les relacionen con los asesinatos. No, realmente quieren que lo hagamos—
—Se agregan niveles y capas para el concurso—, comentó Roarke. —Le da una estructura más compleja.—
—Sí, le añade un riesgo más elevado. Todo forma parte de las reglas del concurso, tienen que seleccionar una ubicación con la que tengan alguna conexión y deben de tener también alguna relación con la víctima. Eso sube las apuestas. ¿Cuáles son los retos? ¿Quién es el ganador?—
Se detuvo ante una puerta y observó la casa que había tras ella mientras enseñaba su identificación a los policías de guardia
Mansión, se corrigió. No llegaba al nivel de la de Roake, Pero ¿que lo hacía? Aún así, contaba con tres pisos, ocupaba toda una esquina y se asentaba graciosamente tras un muro bajo.
Cuando los patrulleros les dieron paso, avanzó por la puerta y se detuvo detrás de unos coches patrulla
—Hay buena seguridad.—
Cuando Eve salió del coche localizó las cámaras y los sensores. —Tal vez sigan manteniendo el mismo sistema que tenía Moriarity. El solo tuvo que romper sus códigos—
—El cuerpo está en la parte posterior, teniente—, le dijo un patrullero. —Hay un gran patio trasero. El jardinero fue quien lo encontró.— Hizo un gesto hacia el camión de trabajo. —Me dijo que vino para trabajo de mantenimiento y que las personas que viven aquí, estaban lejos, en Georgia. Llevan allí toda la semana.
La casa estaba cerrada con llave, continuó mientras la atravesaban. No hay señales de robo, ni signos de lucha. Tienen un montón de objetos de valor justo ahí, a la vista de todos, pero no parece que se hayan llevado nada.—
—¿Ha peinado la casa?—
—Si señor, hicimos un recorrido. El lugar está vacío, y en orden. A excepción de la cocina.— Hizo un gesto al entrar. —Alguien estaba cocinando. Hay un pollo asado en su mayor parte en el horno, y todas estas otras cosas— ensaladas y verduras cocidas— sobre los mostradores—
—¿El horno estaba encendido o apagado cuando llegaste?—
—Apagado, teniente. Las luces y la música estaban encendidas, igual que ahora. La víctima lleva un delantal y tengo que decir que es algo digno de ver—
—¿Dónde está el jardinero?—
—Le tenemos a él y a su hijo, mal día para traerse el chico al trabajo, allí.— Hizo un gesto señalando. —A mi me parece que debe ser el cuarto de la criada o de la suegra.—
—Empieza a hacer el puerta a puerta. Si alguien vio algo quiero saberlo. Mantenga a los testigos asegurados hasta que vaya a por ellos.—
—De acuerdo—
Ella salió y tuvo que estar de acuerdo, era un espectáculo digno de ver
Se selló y tiró la lata a Raorke, pero continuó parada donde estaba durante un momento. Tomando el pulso a la escena
—Área de jardín. Rodeado de muros, seguro, pero está al aire libre. La gente camina o conduce fuera de los muros. También hay edificios. La gente puede estar mirando por la ventana. Por lo tanto se ajusta a las reglas—
Volvió su atención a la víctima. —Tiene que ser un cocinero ¿verdad? Un cocinero importante—
—Chef. Si no me equivoco es Delaflote de París. Y sí.— Confirmó Roarke. —Es importante. Uno de los mejores chefs del mundo. Es dueño de un restaurante que lleva su nombre en París, y ocasionalmente cocina allí. Principalmente atiende a clientes privados. A un gran número de jefes de estado.—
—Se ajusta. Así que Moriarity le atrae aquí, probablemente usando la tarjeta de identificación de Frost o de Simpson. Tenemos que saber cómo llegó aquí y...—
—Viaja en su propio transporte. Es algo bastante fácil de confirmar—
Ella solo asintió con la cabeza. —Llegó aquí, incluso cocinó o comenzó a hacerlo. Lo atrajeron o lo obligaron a salir aquí, entonces...El chef en el jardín con el— ¿con que demonios atraparon a ese pobre infeliz a ese árbol?—
—¿Una especie de lanza?—
Ella frunció el ceño. —¿Qué tipo de lanza? Tú eres el tipo de las armas—
—Bueno por el amor de Cristo, lo que lo impulsara ya no está aquí ¿verdad?— Pero aún así se acercó y estudió lo que podía ver con la primera luz de la mañana. —Tendría que llevar una cierta velocidad para atravesarle y clavarle en el árbol manteniendo todo el peso. Creo que puede estar hecha a mano. Es de metal, no de madera y recubierta. Delgada y lisa y ...creo que es un arpón—
—¿Como lo que usan para cazar ballenas?—
—Mamíferos más pequeños en este caso, y diseñado para la pesca deportiva con arpón, creo. No ha sido arrojada sino impulsada por algún tipo de arma de fuego. Eso es lo mejor que puedo darte.—
—El chef de cocina en el jardín con el arpón. Se ajusta así que se trata del truco del sombrero—
Ella se acercó y abrió su equipo de campo. —Sé Peabody.—
—Peabody no habría reconocido la lanza como un arpón—
Tenía que concederle eso, pero simplemente le señaló el kit. —Huellas e identificación—
Se lo había visto hacer muchas veces y había sido él quien se había ofrecido a sustituir a Peabody. Así que se puso a trabajar mientras ella estudiaba el cuerpo.
—No hay otras marcas visibles. No hay heridas defensivas.— Miró hacia abajo, a la colilla de cigarrillo marcada por los barrenderos. —Probablemente suya. Incluso Moriarity no sería tan arrogante como para darme su ADN en una colilla. Que tendrá ¿unos cincuenta y siete? La lanza está en el lado derecho del pecho otro disparo al corazón. Si quieres contarlo, no puedes dejar que la víctima grite. Si, unos cincuenta y siete con la lanza en el lado derecho del pecho y jodidamente muerto en el centro del tronco de este árbol. Como si hubiera llevado una diana en el pecho—
—Es Delaflote—, confirmó Roarke. —Luc, de cincuenta y dos años. Doble nacionalidad, francesa y americana, residencia principal en Paris. Soltero por el momento aunque con tres hijos de relaciones anteriores.—
—Todavía no necesito todo eso—
—Estoy siendo Peabody y si algo es nuestra chica es concienzuda. Hora de la muerte parece ser que a las veintidós y dieciocho más o menos. Es mi primer día de trabajo así que se me permite un poco de holgura, teniente—, le señaló cuando Eve le frunció el ceño.
Ella le hizo un gesto con la mano desde la distancia mientras entraba en la cocina, volvía a salir y repetía la misma acción de nuevo
—Alguien tenía que traerlo a casa, o darle los códigos para que pudiera entrar. ¿Qué tipo de cliente le daría a alguien los códigos de su casa? Lo más probable es que alguien le dejara entrar. Hay toda clase de alimentos, así que o la víctima los traía o el asesino se los proporcionó.—
—Por lo que se Delaflote insistía en llevar sus propios suministros—
—Está bien así que no hay posibilidad de seguir los ingredientes de lujo y clavarle a Moriarity su compra. Si Moriarity lo dejó entrar, ¿Lo reconocería él? ¿Era quién esperaba? ¿No comprobaría igual que cualquier otro proveedor de servicios el cliente? Pero entró en la casa, así que alguien le dejó entrar. Si fue Moariarty ¿Por qué tardó tanto en matarlo? ¿Cuánto tiempo se tarda en asar un pollo?—, preguntó
El simplemente la miró fijamente. —¿Cómo demonios voy a saber eso?—
Ella le lanzó una leve sonrisa. —Apuesto a que Peabody lo sabría—
—Maldita sea espera. ¿Cuánto pesa?—
—Yo que sé.— Ella frunció el ceño, le tendió las manos, es más o menos así
—Mmm—, él jugueteó con su PPC. —Unas dos horas de acuerdo con esto—
—Eres muy buena Peabody. El asesinó apagó el horno antes de irse, no quiso que el humo dispara la alarma de incendios. Se ve bien hecho para mí, como creo que debería estar la carne después de que el horno se apaga. Y debe llevar un tiempo prepararlo, así que es probable que la víctima estuviera aquí un par de horas. Cocinara, mezclara y cortara de inmediato. Hay un montón de cuchillos, cuchillas y mierdas muy caras aquí.—
—Me imagino que esos serían de Delaflote—
—Moriarity no permitiría que ese tipo estuviera libre por aquí mientras cocinaba durante dos horas. Era una pérdida de tiempo y demasiado arriesgado.— Ella dio la vuelta al jardín observando todos los ángulos. —Tal vez lo dejó entrar, se fue y volvió. Comprobaremos la seguridad, pero no sé porque dejaría nada en ella. Tenía que haber luz todavía en la calle cuando la víctima llegó—
Ella entró otra vez, viéndola Roarke penso que seguía diferentes caminos hasta que algo hiciera click.
—Una cena tardía. No hay suficiente comida para una fiesta. Se parece a una cena de lujo para dos personas. Hay una botella de vino abierta y un vaso. Serán de la víctima también. Entonces ¿dónde está el vino para la cena? ¿Dónde está el champan? No hay nada en la nevera. Los propietarios tienen probablemente una bodega de vinos o un par de botellas en algún lugar pero...—
—Delaflote probablemente seleccionó y llevó los vinos que quería para la comida.— Decidió Roarke
Ella asintió con la cabeza. —Así que el tipo está haciendo de chef privado y tomando una copa de vino mientras estaba en ello. Trae algo preparado. Hay algo con olor a pescado en la nevera, está sellado. Y no me creo que los propietarios dejen cosas con olor a pescado en la nevera y se vayan de vacaciones. Hasta yo sé que eso no se debe hacer. Así que tiene hechas algunas cosas, el pollo en el horno tiene una ensalada lavada y un aliño preparado. Se toma un descanso, viene a fuera, al jardín para fumar un cigarrillo. Espera ¿Dónde está el personal? No, los cocineros de lujo como él necesitan ayudantes de cocina para todo el trabajo sucio para pelar, cortar y esas cosas.—
Roarke miró hacia el desafortunado Delaflote.
—Es un poco tarde para preguntarle—
—Bien, comprobaremos eso. De cualquier forma aquí está él tomándose un descanso. Moriarity le sigue. Tiene el arma escondida en algún lugar. No….sale porque tiene el arma con él. Si la hubiera escondido alguien, quizá el jardinero si viene un día antes lo hubiera podido encontrar. Hace que la víctima se pare frente a ese árbol. Da un paso atrás, se prepara debe de ser rápido para que la víctima no pueda correr. No hay forma de matar a alguien de un disparo así, a través de la mitad de un árbol, cuando el blanco está moviéndose.—
Eve se acercó, poniéndose en ángulo con la puerta de la cocina y levantó una mano como si estuviera sosteniendo un arma. Se movió un par de pulgadas y asintió. Haría la comprobación con la simulación por ordenador pero el disparo se había producido desde donde ella estaba.
—Luego lo comprueba, solo para asegurarse de que se anotado su punto y que ha ganado la ronda. ¿Llama a Dudley para confirmarlo? Toma una foto, un video algo que le permita a su amigo ser partícipe del momento. Entra, apaga el horno, decide que demonios y se lleva la botella de vino sin abrir y se va.—
—Entra y sale por las puertas sin que nadie lo vea. Eso es también un riesgo—
—Dudley llevaba un disfraz en el parque de atracciones Moriarity tendría otro. Algo que le haga parecerse a alguien que no es. Al menos que sea un idiota no trae su propio trasporte hasta esta zona. Tomará un servicio de taxis. Tendrá que caminar un rato, poner algo de distancia. Tiene que llevarse la cosa con la que disparó y tiene que llevar también una bolsa o caja con el vino. Podemos usar eso.
Eso podía ser un punto de partida, un hombre caminando con un maletín y una bolsa, era una pista.—
—Parecería un tipo que lleva algo a casa desde el mercado, pero podemos partir de ahí. Debería de haber dejado el vino, hijo de puta engreído y ambicioso—
—Hay una puerta en el jardín—, señaló Roarke. —Sería más inteligente salir por ella hacia la esquina que usar la entrada principal y salir por las puertas—
—Sí. Buena idea—
—Siento haber tardo tanto—, Peabody se apresuró a salir resoplando un poco. —El metro estaba…Ah, hola Roarke—
—Tu puedes ser tú—, le dijo Eve a Peabody —y tú puedes ser tú le dijo a Roarke—
—Mientras sea yo te concederé algunos minutos más. Buscaré el sistema de seguridad y miraré si hay algo de interés para ti.—
—Podrías hacerlo sí. La víctima es Delaflote, Luc.— Eve comenzó a poner a Peabody al día. —Chef de lujo privado. Uno de los más importantes en su campo.—
—El mismo patrón. ¿Qué es lo que le fija al árbol?—
—Creemos que es un arpón—
—¿Como el que se usa con las ballenas?—
Eve no pudo evitarlo. —¿Es que se ve lo bastante grande como para preocupar a una ballena?—
—Pero es un arpón para ballenas ¿verdad? Como en ese libro de ese tío loco con el arpón y la ballena y ese otro chico llamado Isaac o Istak o…espera un minuto. Cerró los ojos concentrándose. Ismael puedes llamarme Ismael—
—Cualquier tipo que va en una barca con un arpón a matar una ballena automáticamente sufre algún tipo de locura y voy a seguir llamándote Peabody . De acuerdo, lo más probable es que el arpón fuera propulsado con algo que se utiliza para la pesca deportiva de lujo y para matar a chef franceses—
Peabody, con los labios fruncidos, estudió a Delaflote. —Pues funciona—
—Hora de la muerte—, comenzó Eve y lo repasó todo de nuevo
—Que frío—, fue la opinión de Peabody. —Traes a la víctima desde París, le dejas comenzar a cocinar y a continuación, zas, lo empalas antes de que el pollo esté hecho.—
—Creo que el pollo es el menor de los problemas de la víctima en este momento. Es probable que trajera los suministros con él. Probablemente los compró en París porque es un chef francés y preferiría sus propios proveedores. Haz una búsqueda sobre él. Quiero identificar los vinos que trajo con él. De ninguna manera pudo solo traer la botella que está abierta. Investiga también su viaje. ¿Vino solo? ¿Cómo llego aquí desde el transbordador? Quiero los tiempos. Necesitamos al EDD para investigar la seguridad, llamaremos a los barrenderos y al ME (equipo forense). Los propietarios deben ser notificados. Bien…—
Se interrumpió cuando Roarke salio
—Teniente, debes de ver esto.—
—¿Está en el sistema de mierda?—
—No, pero hay algo ahí—
Lo siguió hacia una estación de seguridad bien equipada
—No hay ninguna actividad hasta este momento. Diecisiete treinta horas. Como ya lo había preparado simplemente pulsó reproducir—
Eve vio el coche que se detenía en la puerta. —Último modelo Sedan, matrícula de Nueva York. Peabody rastréalo—
Las puertas se abrieron sin problemas. —Tenía el código o hizo un bypass al sistema, todo recto hacia dentro. La seguridad de la casa captó al coche deteniéndose en la parte delantera. El conductor salió y se dirigió a la puerta de entrada e introdujo el código.—
—Ese no es Dudley ni Moriarity. Haz copias de seguridad. Mejora la imagen. Quiero una visión mejor…— Ella se calló de nuevo, se acercó a la pantalla. —Es un maldito androide. Muy bien, eso es muy inteligente. No son idiotas. Usan un droide, le programan con los códigos. Entra, espera a que la puerta se cierre. Está programado para estar allí, para ser quien o lo que quieran que sea. Parte del personal, lo más probable.—
—No hay más actividad hasta que llega Delaflote a las ocho en punto, con un conductor.— Una vez más Roarke dio a reproducir. —Se puede ver al droide que le permite entrar y quince minutos después la seguridad se apaga. Cámaras, alarmas, cerraduras. Esto debería de haber alertado a la empresa de seguridad si hubieran sido informados de que la familia estaba de vacaciones. Voy a asumir que los dueños tuvieron el buen sentido de hacerlo, luego tuvieron que hacer un bypass o una copia del sistema que se ejecutaría como si no hubiera habido una interrupción del servicio.—
—Intelicore está en el negocio de los datos y la seguridad—, comentó Peabody. —Moriarity podría haber conseguido una copia.—
—Y con el sistema apagado, Moriarity puede caminar hasta las puertas sin ser captado por las cámaras. Ni siquiera tiene que introducir ningún código porque la puerta está abierta.—
Eve se paseaba de un lado a otro. —Y se iría en el vehículo, no a pie. ¿Por qué caminar cuando puedes ir en el asiento trasero y tienes un droide que te lleva a donde quieras?. Estamos jodidos, pero aún es posible pillarlo.—
—El vehículo pertenece a una tal Willow Gantry—, dijo Peabody. —Estoy haciendo una búsqueda sobre ella.—
—Va a ser robado.— Eve notó como se le cerraban las puertas. —Solo lo necesitaban durante unas pocas horas y disponían de un droide para coger el vehículo por ellos. Ni siquiera intentaron borrar el disco de seguridad o llevárselo. No necesitan preocuparse por si damos con el coche o el droide. El vehículo está de nuevo de donde vino o abandonado en algún sitio y el droide estará desmantelado y reciclado.—
—Puedo realizar un diagnóstico del sistema, ver si puedo encontrar el bypass—
Eve miró a Roarke y sacudió la cabeza. —Pondré al EDD en ello.—
—Bien, entonces me voy. Un minuto primero, Teniente. Buena suerte Peabody.—
—Te veo mañana—
—¿Qué es mañana?— Exigió Eve cuando Roarke la sacó de la habitación.
—Sábado—
—¿Cómo puede ser sábado ya?—
—La culpa es del viernes.— Le puso las manos sobre los hombros dejándolos allí hasta que sus ojos se encontraron. —No podrías haberlo salvado—
—En mi cabeza lo sé. Estoy trabajando para que el resto sea consciente de ello—
—Trabaja duro para conseguirlo.— Le alzó la cara y la besó
Sabía lo que estaba dentro de ella, en su cabeza y en el resto de ella. Porque sabía que parte de esa tristeza se había aliviado.
Eve le enmarcó la cara y le devolvió el beso.
—Gracias por la ayuda.—
Caminó de regreso y se encontró a Peabody en la cocina estudiando el pollo en el horno
—Sabes, parece que hubiera estado muy bueno. Willow Gantry, sesenta y tres años. No tiene ningún registro. Seguí adelante y comprobé la guardería para la que trabaja. Ella y su marido desde hace treinta y ocho años se fueron hace un par de días a visitar a su hija y a su marido porque están esperando a su segundo hijo en cualquier momento. Condujeron ellos mismos hasta la estación.—
—Busca el aparcamiento de larga estancia. Probablemente lo hayan abandonado en la calle en cualquier lugar. Comprueba si la seguridad del aeropuerto puede localizarlo—, le dijo Eve. —Si no pueden. informaremos a los Gantry.—
—Sería una putada volver a casa y encontrarte que te han robado el coche—
—Cosas perores suceden. Vallamos a hablar con el jardinero y su hijo.—
—¿Hay un niño?— El disgusto saltó a los ojos de Peabody. —¿Un niño ha visto esto?—
—Sí hay un niño.— ¿Cómo lo había podido olvidar? Afortunadamente Peabody estaba allí para lidiar con el factor niño, Eve abrió la puerta. Etiquetó la habitación como un cuarto para el servicio. Quizá para un ama de llaves o un tipo Summerset. Bonito atractivo comedor, espaciosa, bien equipada.
Un policía estaba sentado en una silla de gran tamaño hablando con el niño de béisbol. Un buen enfoque pensó Eve y noto un segundo de alivio cuando vio que el chico tendría unos dieciséis años
Estaba sentado en un sofá junto a su padre discutiendo con el policía de una entrada en tercera base de la noche anterior.
El chico era muy bien parecido, con la piel del color del cacao rico y cremoso, solo a muy poco de verse espectacular. Se imaginaba los corazones de las chicas revoloteando si dirigía esos ojos marrones hacia ellas
El padre también muy bien parecido daba vueltas a una gorra de béisbol entre sus manos con dedos nerviosos. No tenía la belleza del chico. Pero no salía mal parado, cara esculpida, pelo oscuro y brillante que surgía en pequeños rizos.
Miró hacia arriba cuando entró Eve y se le veía tanto dolido como esperanzado.
—Oficial, necesitaré la habitación—
—Si señor. Un fanático de los Mets—, el oficial sacudió la cabeza. —Te encuentras con todo tipo de gente—
—Ah, vamos—, el chico se echó a reír pero su vista se dirigió hacia Eve también y se acercó un poco más a su padre.
—Soy la teniente Dallas.— Eve les hizo un gesto de que se sentaran cuando ambos comenzaron a aponerse en pie. —Esta es la detective Peabody.—
—Soy James Manuel y mi hijo Chaz—
—Un día difícil para usted— dijo Eve y se sentó en la silla que había dejado libre el oficial. —Trabaja para el Señor Frost y para la señora Simpson—
—Si mantengo los jardines, cuido el estanque. Tengo varios clientes en este barrio. No están aquí. Ellos no estaban aquí cuando sucedió esto.—
—Ya lo sé. ¿Por qué han venido usted y su hijo esta mañana?—
—Íbamos a echar de comer a los peces koi. Los peces koi necesitan ser alimentados en agua caliente. También íbamos a refrescar el mantillo, quitar las cabezas muertas.—
—Lo siento ¿El qué?—
—Hay que cortar las flores muertas de las plantas, podar los arbustos. No queremos que se puedan esparcir. Esto es…—
—Está bien, lo entiendo—
—También íbamos a añadir abono al suelo. Mi hijo me acompañaba para ayudarme. Tenemos — teníamos— un trabajo cerca. Algo de siembra y una pequeña construcción. Vinimos temprano para este trabajo ya que los dueños no están y así no molestaríamos a nadie. Llegamos justo antes del amanecer. La señora me dio el código para la puerta. He tenido el código desde hace cinco años, cuando comencé a trabajar para ellos. Eso también nos permite entrar por la puerta del jardín. No en la casa—, dijo rápidamente. —En la casa no podemos entrar.—
—Entiendo. Así que vino a hacer su trabajo, pasó por la puerta aparcó el camión y usted y su hijo entraron por el jardín.—
—Sí. El tomó un largo suspiro. Si señora, eso es precisamente lo que hicimos—
—Nos estábamos riendo—, dijo el chico. —Le hice una broma, y nos reíamos. Yo iba primero. No lo vimos, no al principio. Nos estábamos riendo y Papa se volvió a cerrar la puerta, y lo vi. Vi al hombre, el hombre muerto.—
—Debes de haber tenido miedo—, dijo Peabody sentándose en el brazo del sofá y quedando a la misma altura que el chico
—Grite.— Chaz miró hacia abajo. —Creo que grite como una niña. Entonces me eché a reír de nuevo porque pensé que no era real. No creía que pudiera serlo.—
—¿Qué hiciste entonces?—, preguntó Eve
—Dejé caer mis herramientas—, James se estremeció. Sonó como una explosión, aunque creo que fue solo en mi cabeza. Corrí hacia el hombre. Creo que estaba gritando. Chaz me agarró. Intentó apartarme.—
—Fueron las herramientas. Sonaron tan fuertes cuando Papa las soltó. Igual que una bofetada, me imagino. El intentaba quitar al hombre del árbol. Dios, el chico se llevó una mano al vientre.—
—¿Necesitas un minuto?— Peabody puso una mano sobre su hombro. —¿Quieres un vaso de agua?—
—No, no gracias. Sé que no debes de tocar nada. Siempre se dice eso en las series policíacas. Veo un montón de tele y siempre lo dicen. No sé cómo lo recordé. Tal vez no lo hice. Tal vez no quería que mi padre lo tocara. Era…horrible—
—Nos fuimos. Quiero decir que no nos quedamos en el jardín. Tenía miedo de que todavía hubiera alguien allí, y mi hijo…mi hijo.—
—Lo hizo bien. Está bien.— Dijo Eve
—Cogimos las herramientas. No sé porque, salvo que siempre recojo mis herramientas. Corrimos a la camioneta. Llamamos al nueve—uno—uno y contamos lo que habíamos visto y donde estábamos. Bloqueamos las puertas y allí nos quedamos hasta que llegó la policía
—¿Había visto antes al hombre?—
—No señora—, James negó con la cabeza. —No lo creo. La señora Simpson y el Señor Frost son buenas personas. He trabajado para ellos durante cinco años. Tienen hijos. Esto no es algo que pegue con ellos. Ellos no lo hicieron. Ni siquiera estaban aquí—
—Lo sé, no se preocupe por ellos. ¿Dónde está el resto del personal? ¿Dónde está la persona que vive en estas habitaciones?—
—Oh, es Hanah, la señora Wender. Está con ellos en Georgia. Ayuda a Lillian con los niños. Pasan un mes del verano en la otra casa.—
—¿Tienen un droide?—
—No, no lo creo. Nunca he visto ninguno aquí. Tiene a Hanah y a Lillian, la gente de la limpieza que viene dos veces por semana y a mí.—
—¿Los demás tienen el código para acceder al jardín y a las puertas?—
—No lo sé. Creo que Hanah y Lillian sí. Lillian lleva los niños al parque así que tiene que entrar y salir, y Hanah va al mercado y a otros sitios, así que tiene que entrar y salir también. Pero no están aquí. Esta era otra persona. No sé porque estaba ese hombre ahí, ni cómo llegó. ¿Por qué lo mataron aquí? Este es un buen lugar, un buen hogar. Son buenas personas.—
—Eso es lo que voy a averiguar. Lo ha hecho bien. Ambos. Seguiremos a partir de aquí.—
—¿Nos podemos ir?—
—Sí. ¿Les ha tomado el oficial los datos de contacto, en caso de que tengamos que hablar con usted de nuevo?—
—Si, lo tiene todo. ¿Debo informar al señor Frost y a la señora Simpson? ¿Debo informarles de lo que vimos?—
—Nosotros nos encargaremos de ello.—
Se levantaron cuando Eve lo hizo y Peabody los siguió cuando salieron.
El muchacho se volvió y miró a Eve a los ojos. —No es como en la pantalla. No es así en absoluto.—
Ella pensó en Sean de pie sobre el cuerpo de una joven en los bosques irlandeses. —La gente siempre dice eso.—