La mar
Para mí
Tuve un amigo grato que amaba hasta
la mar de los ajenos
Era un hombre de apuesto y señorío
que hablaba en un idioma
que no le entendí nunca
pero en sus carcajadas
sabía que la última palabra dicha
era húmeda y salada
era la mar
Cuando se fue a morir vino a la casa
y me habló en el idioma que entiendo y palabreo
más sólo le entendí
miedo
y supuse que se iba a la mar
En tanto río
y en tanta penitencia
me acosté al lado de él
él levantó sus velas
y me dejó dormir
por eso miento
de la manera opuesta
él aún vive
yo me cambié de sitio
y me entendió
Mi amigo era un gran caballero de la mar
Se sonreía.
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