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La majestad del buitre ante su presa
es el premio al segundo
Al día de mañana
La primera es la dentellada de la iera
que derriba al alce y lo desvientra
de un solo carajazo
El buitre espera y baja
en perfectos círculos
sus alas tensas y su aguda mirada
no la pierde del costillar
He allí la perfección
del sentido del sueño.
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