CAPÍTULO 40
Pensamiento de sombrero verde
¿QUÉ SUCEDE A LAS IDEAS?
¿Qué ocurre luego?
La conformación y adaptación de las ideas.
El gerente de conceptos.
Uno de los aspectos más débiles de la creatividad es la "cosecha" de ideas. He presenciado varias reuniones en las que surgían muchas ideas interesantes. Sin embargo, al momento de presentar el informe, la mayoría de aquellas ideas no eran rescatadas o advertidas por quienes habían participado en la reunión.
Tendemos a buscar únicamente la sagaz solución final. Ignoramos todo lo demás. Aparte de esta solución inteligente, puede haber mucho más de valor. Pueden existir ciertas direcciones conceptuales, aun cuando no haya modos específicos de moverse en esas direcciones. Pueden existir ideas semi-formadas, que todavía no son utilizables porque necesitan más elaboración. Pueden haber surgido nuevos principios aun cuando no se hayan revestido de practicidad. Puede haber un cambio en el aroma de la idea (el tipo de idea generado) Puede haber un cambio en el campo de soluciones percibidas (donde la gente busca soluciones). Puede haber "áreas sensibles a las ideas" recién determinadas (áreas donde un concepto nuevo podría implicar una gran diferencia). Todas estas cosas deberían tenerse en cuenta.
Parte del proceso creativo debería ser la formación y adaptación de una idea a fin de acercarla a la satisfacción de dos tipos de necesidades. La primera de ellas es la de la situación, Se intenta ajustar una idea para hacerla útil. Esto se lleva a cabo mediante la aportación de restricciones que luego se utilizan como ajustes.
...Es una gran idea, pero en su forma actual resultaría demasiado onerosa. ¿Podemos ajustaría de modo que no sea tan cara?
...Las normas de edificación no nos permitirían hacer eso de momento. ¿Podemos ajustar la idea de modo que no contravenga las normas? ¿Es posible?
...Es el producto adecuado para una gran empresa. Pero nosotros no somos una gran empresa. ¿Hay alguna "forma de utilizar la idea?
Adviértase que las restricciones se presentan como ajustes y no como grillas de rechazo.
El segundo grupo de necesidades que se debe satisfacer son las de las personas que actuarán sobre la idea. Lamentablemente, el mundo no es perfecto. Seria agradable que todos pudieran ver en una idea la brillantez y potencial que aprecia quien la crea. Pero no suele ser el caso. Por ende, es parte del proceso creativo el ajuste de la idea a fin de que se adapte mejor al perfil de necesidades de quienes la compran.
...Actualmente sólo interesan las ideas que ahorren dinero. ¿Existe alguna forma de considerar que esta idea puede ahorrar dinero? ¿Ahora o después?
...Una idea no debe ser demasiado novedosa si se quiere que se acepte. Debe semejarse a una idea anterior cuya efectividad haya sido probada. ¿Qué comparaciones se pueden hacer?
...Se pone mucho énfasis en la capacidad de poner a prueba las ideas en forma de planes-piloto ¿Como podemos probar esta idea?
...La tecnología de punta es la nueva moda. ¿Podría la tecnología electrónica mejorar esta idea?
A veces puede parecer que este proceso linda con lo deshonesto. Sin embargo, no hay nada de deshonesto en diseñar un producto para el comprador. Por lo tanto, las ideas deben ajustarse a las necesidades del comprador (dentro de la organización).
En algunos de mis libros he esbozado el rol del gerente de conceptos. Es la persona responsable de estimular, recopilar y alimentar ideas. Es quien se encargaría de organizar reuniones para generar ideas. Es quien pondría los problemas frente a quienes corresponde que los resuelvan. Es la persona que cuidaría de las ideas del mismo modo en que un gerente financiero cuida de las finanzas.
Si esta persona existe, se encarga de recopilar el producido del pensamiento de sombrero verde. Si no, dicho producido permanece en quienes lo generaron y para su uso personal.
El próximo paso es la etapa del sombrero amarillo. Este incluye el desarrollo constructivo de la idea. Incluye también la evaluación positiva y la búsqueda de beneficios y valores respaldados. Este tema ya ha sido tratado en el pensamiento de sombrero amarillo.
Le sigue el pensamiento de sombrero negro. En cualquiera de las etapas puede requerirse sombrero blanco, a fin de que suministre los datos necesarios para evaluar si la idea funciona o si resultará valiosa una vez puesta en funcionamiento.
La última etapa es el sombrero rojo: ¿nos gusta la idea como para seguirla? Puede parecer extraño que al final del proceso se la haga depender de un juicio emocional. Se espera que este juicio emocional se base en el resultado de los escrutinios de los sombreros negro y amarillo. En definitiva, si no hay entusiasmo por una idea, difícilmente prospere o tenga éxito por más buena que pueda ser.