No me importa
No me importa que te enarques, que te dobles, que
te tuerzas.
No me importa....
porque estás atada a la cama, balando como un cordero
amarrado.
No me importa que jales, que te combes, que te arquees,
o que ahondes gemidos en la noche.
No me importa...
porque estás abierta como una cruz, ceñidas tus muñecas, ajustados
tus tobillos.
Me aparto y te observo,
tendida como una equis desnuda.
Me acerco y te beso,
muerdo tus labios de fruta herida.
Vibras, cimbras, te conmueves,
y el centro impaciente de tu equis
perla plieges de rocío.
Se dilatan, palpitan, sucumben,
se despliegan sus vértices como la corola de una flor.
Me alejo y te miro,
pareces una estrella encendida y temblorosa,
y penden tus ojos ebrios como uvas nuevas.
No me importa que rueges, que supliques, que implores
No me importa....
porque estás ansiosa y frágil y volátil,
vulnerable como una ave de alas recortadas.
No me importa que desees, que ardas, que desfallezcas
o que mi cuerpo te parezca inalcanzable.
No me importa....
porque la noche apenas nace y alza sus confines negros y
crece....