epilogo
Dos semanas más tarde, Spike y Mad dijeron sus votos en una ceremonia civil en el juzgado de Saranac Lake. Los anillos eran de platino, sencillos. Pasaron la luna de miel en un barco velero. Mad le enseñó a marcar y mantener el rumbo. Spike a cocinar risotto.
Por desgracia, terminaron en el sitio equivocado. Y el risotto sabía a rayos. Sin embargo, los dos estaban muy contentos con el resultado. Porque, una vez más, el amor verdadero no entiende de los pequeños detalles de la vida, como el tiempo empleado en recuperar el rumbo. Y se alimenta de otras cosas que no se preparan en la cocina.
El amor crece allí donde hay calor para el corazón de otra persona. Y después de encontrarse el uno al otro, Spike y Mad, nunca tuvieron frío.
Fin