9. CHANCHULLO N.° 18.736
Cuando acudo a recoger el correo matinal de la alfombrilla de la puerta, la entrada huele a meados de gato, pero la buena nueva me consuela un tanto. ¡Ya es oficial! Soy legal. Hostia puta, por fin, Simon David Williamson, empresario local, regresa a sus raíces en Leith por cortesía del ayuntamiento de Edimburgo. Siempre he dicho que Leith era el sitio donde había que estar, y SDW puede desempeñar un papel relevante en la regeneración de la zona portuaria.
Ya veo los titulares del Evening News: Williamson, uno de los miembros de la nueva estirpe de dinámicos empresarios de Edimburgo, habla con el mismísimo John Gibson, del News, también compatriota de Leith.
JG: Simon, ¿qué tiene Leith para que gente como usted y Terence Conran, triunfadores arquetípicos de la escena londinense, quieran invertir tan a fondo en esta zona?
SDW: Vaya, John, es curioso, pero da la casualidad de que hace poco estuve hablando con Terry sobre ese tema durante una comida benéfica y ambos llegamos a la misma conclusión: Leith está en alza y nosotros queremos ser parte integral de su éxito. Para mí, que soy un muchacho local, resulta especialmente conmovedor. Mi meta es mantener el Port Sunshine como pub tradicional, pero listo para elevarlo a la categoría de restaurante cuando la zona por fin despegue. No es algo que vaya a suceder de un día para otro, pero yo considero mis actividades como un acto de fe en Leith. No sería ninguna hipérbole declarar que adoro este viejo puerto. Me gusta pensar que Leith se ha portado bien conmigo y que yo me estoy portando bien con Leith.
JG: ¿De modo que esa es la fórmula para que Leith salga adelante?
SDW: John, Leith lleva demasiado tiempo en calidad de venerable anciana. Por supuesto que la queremos, porque es cálida y maternal; resulta un regazo generoso y suave en el que cobijarse durante esas frías y oscuras noches invernales. Pero yo quiero reinventarla como pequeña zorra sexy y calentorra y chulear a esa putilla todo lo que sea capaz de dar de sí. En una palabra: negocios. Quiero que Leith sea sinónimo de negocios. Cuando la gente escuche la palabra «Leith», quiero que piense «negocios». Puerto de Leith, Puerto de los Negocios.
Escruto la carta del concejal Tom Masón, que preside la comisión de licencias del ayuntamiento.
Comité de Licencias de la
Municipalidad de Edimburgo
17 de enero
Estimado señor Williamson:
Me complace informarle de que su solicitud de autorización para la venta de bebidas alcohólicas en el establecimiento del 56 Murray Street, Edimburgo EH6 7ED, conocido como el Port Sunshine Arms, ha sido aprobada. Esta licencia está sujeta a la condición de que se acepten los términos y condiciones detallados en el contrato adjunto.
Le ruego se sirva firmar ambas copias de este contrato y remitírnoslo antes del lunes 8 de febrero. Atentamente,
Concejal T. J. Masón
Presidente del Comité de Licencias
Tom y yo deberíamos reunimos pronto para jugar una partida de golf en Gleneagles, quishá con Sean la próxima vesh que eshté en la shiudad.[7] Puede que nos entretengamos y nos demoremos un rato en el decimonoveno hoyo, donde le daré la lata a Tom con mish planesh para abrir un shegundo café-bar, algo más arriba del Walk. Quizá también pueda persuadirse a Sean para que invierta y ayude a sacar a su ciudad de la puta mediocridad en la que lleva décadas sumida.
Shí Shimon, exishte un indishcutible potenshial invershor. Pero primero hemosh de deshacernosh de losh marginadosh que conshtituyen la clientela actual de eshepub.
Exashto, Shean. Eshta gente no tiene cabida en el nuevo Leish.