CALCA 3: Protismo Complejo frente a Protismo Simple

Un suplemento para Anatema de Neal Stephenson

—Aquí está el diagrama de dos cajas que hemos visto todos:

—La flecha indica que las entidades del Mundo Teorético de Hylaea provocan efectos en el dominio causal de Arbre, pero no viceversa. Y si uno se molesta en analizar lo que la gente afirma al dibujar uno de ésos en la pizarra, todo se reduce a un conjunto mínimo de premisas que definen lo que llamamos Protismo. Y sé que los dos las conocéis muy bien, pero con vuestra indulgencia las voy a repasar brevemente para garantizar que partimos del mismo punto.

—Por favor, adelante —respondí.

—Gracias —dijo Lio.

—Bien. La primera afirmación es la siguiente: las entidades que forman el objeto de la teorética existen independientemente de las percepciones, definiciones y construcciones humanas. Los teores no las crean; los teores simplemente las descubren. Y la segunda premisa es que la mente humana es capaz de percibir tales entidades; que es precisamente lo que hacen los teores al descubrirlas.

—Hasta ahora te seguimos —dije.

—Muy bien —dijo Criscan—. Ahora, si queremos hacer algo más que afirmar esas dos premisas, debemos dar una explicación de cómo es que la mente humana tiene la capacidad de obtener conocimiento sobre entidades teoréticas, que, según la primera premisa, no son espaciotemporales ni tienen una relación causal normal con las entidades que componen el cosmos que conocemos. Los metateoréticos han propuesto a lo largo de los milenios varios argumentos para explicarlo. Por ejemplo, Halikaarn recibió muchos ataques de los procianos por pensar que nuestro cerebro contenía un órgano responsable de ese proceso.

—¿Un órgano? ¿Una glándula o algo así? —preguntó Lio.

—Algunos lo interpretaron de esa forma, lo que ayuda a explicar los ataques. Pero probablemente se tratase de un error de traducción. Halikaarn vivió antes de la Reconstitución, evidentemente, por lo que no escribía en orto sino en una de las lenguas menores de la época. La persona que tradujo su obra al flújico le hizo un flaco favor escogiendo la palabra errónea. Halikaarn no pensaba en una glándula. Pensaba en una facultad, una habilidad inherente del cerebro, que no estaba localizada en un conjunto concreto de tejidos.

—Eso es un poco más fácil de aceptar —dije—. Vale. —Porque me dio la impresión de que Criscan estaba a punto de lanzarse a una larga y tediosa defensa de Halikaarn—. Bien, ¿cómo le ayudaba esa facultad a explicar lo que sucede en el diagrama?

—Hay otro tipo de hecho, diferente a los que podemos detectar con ojos, oídos y demás, que de alguna forma llega al dominio causal de Arbre y el órgano de Halikaarn lo detecta —dijo Criscan.

—Eso casi plantea más preguntas de las que responde —comentó Lio.

—No responde a ninguna pregunta —contestó Criscan—. No se trata en realidad de un intento de responder a la pregunta, sino de una forma de disponer las fichas sobre el tablero, de ponerse de acuerdo en la terminología y demás. Bien. Las entidades teoréticas del MTH, triángulos, teoremas y otros conceptos puros, se llaman «Cnoönes».

—¡Cnoönes, vale! —dijo Lio.

—Entre nosotros y el MTH hay una relación, cuyos detalles son objeto de debate y que Halikaarn no nombró, pero que la flecha simboliza y, por tanto, la gente ha acabado llamándola la Flecha de Halikaarn.

—¡Flecha de Halikaarn, vale!

—Una Flecha de Halikaarn es un canal de un solo sentido para datos sobre los Cnoönes. Dichos datos llegan al dominio causal de Arbre por medio de un proceso muy mal entendido que se llama Flujo Hylaeano y alcanzan el órgano de Halikaarn, por medio del cual somos conscientes de ellos.

—¡Flujo Hylaeano, vale!

Criscan había decidido que Lio no le caía muy bien, pero era evidente que hacía el máximo esfuerzo por soportarlo. Yo ocupé el puesto de interlocutor, apartando a Lio.

Lio reaccionó melodramáticamente, tirándose en la cuneta del camino como si un transbor a toda velocidad le hubiese arrollado.

—Bien —le dije a Criscan—, ahora que tenemos la terminología, ¿adonde vamos?

—Ahora vamos a saltar milenio y medio —dijo Criscan—, y hablaremos de la jugada de Erasmas y Uthentine, cuando decidieron comprobar qué pasaba si consideraban este diagrama como un ejemplo especialmente simple de un Grafo Acíclico Dirigido o GAD. En este caso «dirigido» significa de «flechas unidireccionales». El adjetivo «acíclico» indica que las flechas no pueden ir en círculo, es decir, que si tenemos una flecha de A a B no podemos tener una flecha de B a A.

—¿Por qué estipular tal cosa?

—La propiedad de ser acíclico es necesaria para preservar la doctrina fundamental del Protismo: que los Cnoönes no cambian. Si fuese posible hacer ciclos de flechas, entonces los sucesos de nuestro universo podrían alterar la situación en el Mundo Teorético de Hylaea.

—Efectivamente —dije—, disculpa, es evidente ahora que lo has dicho.

—Este diagrama le parece erróneo a un metateorético —dijo Criscan, indicándome el esquema de las dos cajas.

—¿Qué quieres decir con eso de que parece erróneo? ¿Cómo se puede afirmar algo así?

—Es un proceso legítimo en metateorética. Tienes que estar preguntándote continuamente por qué son las cosas así y no de alguna otra forma. Y si aplicas esa pregunta a este diagrama, de inmediato ves el problema: hay exactamente dos mundos. No uno, ni muchos, sino dos. Uno podría dibujar ese diagrama con sólo un mundo, el dominio causal de Arbre, y ninguna flecha. Lo que provocaría muy pocas objeciones de los metateoréticos (al menos, de los que no son protistas). Por otra parte, uno podría afirmar que hay muchos mundos y defender por qué es plausible que sea así. Pero decir que hay dos mundos… ¡y sólo dos!, no parece más defendible que afirmar que hay exactamente 173 mundos y que todos los que afirman que hay 172 son unos lunáticos.

—Vale, expresado así, admito que parece una locura. Como cuando los deólatras afirman que sus escrituras están compuestas por treinta y siete libros y que cualquiera que diga otro número debe morir.

—Sí, y eso explica, al menos en parte, las suspicacias que en algunos despierta el Protismo. Así que la jugada de Erasmas/Uthentine fue simplemente afirmar que lo que vale para un GAD debe valer para otro y considerar otros Grafos Acíclicos Dirigidos con distintos números de mundos.

Criscan volvió a tomar el palo y esbozó un diagrama como éste:

—Lo llamaron Tren de Carga —anunció Criscan—. En la topología del Tren de Carga hay una pluralidad (posiblemente infinita) de Mundos Teoréticos de Hylaea dispuestos en relación jerárquica, cada uno «más protano» que el anterior y «menos protano» que el siguiente. Lo que introduce la idea de Protismo Analógico. En el Protismo Simple, ser protano es una propiedad binaria, digital.

—Un mundo es protano o no lo es —traduje.

—Sí. Aquí, sin embargo, son posibles las gradaciones de protaneidad.

—No sólo posibles —dije—, sino necesarias.

—Sí —dijo Criscan, algo distraído, porque ya estaba ocupado con otro diagrama.

—Éste es el Pelotón de Ejecución —dijo—. En la topología de Pelotón de Ejecución, cierto número de Mundos Teoréticos de Hylaea están conectados directamente con el dominio causal de Arbre. Lo que introduce la idea de dominios protanos separados que no tienen ninguna relación entre sí. En el Protismo Simple, todas las entidades teoréticas posibles acaban en la misma caja, etiquetada como «Mundo Teorético de Hylaea», lo que parece dar a entender que dentro de esa caja pueden mantener relaciones causales entre sí. Pero quizá no sea así, y cada entidad matemática debería estar separada en un mundo diferente, como pasa arriba.

Invirtió un rato en dibujar un diagrama mucho más complicado:

—El Delta Invertido —dijo Criscan—. Tiene la topología de un delta fluvial, pero las flechas fluyen a la inversa, de ahí el nombre. El Delta Invertido se resume con facilidad diciendo que combina las propiedades de la topología del Tren de Carga con las del Pelotón de Ejecución.

—Entiendo —dije, después de pensar un momento, porque tenía la impresión de que Criscan me estaba probando—. Incluye Protismo Analógico, muchas gradaciones de protaneidad, y la idea, adoptada del Pelotón de Ejecución, de que Cnoönes diferentes podrían estar completamente separados… podrían proceder de Mundos Teoréticos diferentes.

Criscan no respondió. Estaba ocupado con el palo.

—El Tranco —proclamó.

—¿Tranco? ¿Por qué? —pregunté.

—Recibe su nombre de una especie de árbol… una especie tropical que se conecta al suelo con múltiples sistemas de raíces. Como puedes ver, es similar a la topología del Delta Invertido. La única diferencia es que el Tranco contiene más de un cosmos habitado. Te habrás dado cuenta de que le he cambiado el nombre.

—Sí. Hasta ahora siempre terminaba con flechas dirigiéndose al dominio causal de Arbre. Pero ahora estás dando por sentada una situación policósmica: muchos cosmos habitados, separados causalmente unos de otros.

—Así es. Separados causalmente, pero, y esto es importante, correlacionados acausalmente, ya que comparten el conocimiento de los mismos Cnoönes. Los habitantes de esos otros cosmos recibieron el Flujo Hylaeano de las mismas fuentes que nosotros. Y como resultado, por ejemplo, podrían tener el Teorema Adrakhónico por la misma razón que nosotros.

»Y finalmente llegamos a la Mecha:

—La Mecha es un GAD general —dijo Criscan—. El Flujo Hylaeano va de izquierda a derecha, de mundos más protanos a mundos menos protanos, pero en este caso llevamos el Protismo Analógico a su extremo lógico al no hacer ninguna distinción entre tipos de mundos.

—Veo el nuestro —dije, señalando el llamado «dominio causal de Arbre».

—Sí —respondió Criscan—. Lo he escrito para distinguirlo de los demás. Pero no es diferente en principio ni forma de los otros cosmos del diagrama; en este caso todos los mundos son cosmos potencialmente habitables que tendrían un aspecto similar al que ocupamos nosotros.

—Vale, así que te has deshecho por completo de la idea de un MTH especial lleno de ideas puras —dije.

Criscan se encogió de hombros.

—Quizás haya algo así en algún lugar, muy a la izquierda, pero básicamente tienes razón. Esto es una red de cosmos como el nuestro. Y tiene una característica que no aparecía en las otras topologías que he dibujado, a saber…

—Creo que lo veo —dije, y toqué con el pie la caja de «dominio causal de Arbre»—. En la Mecha aparecemos como fuente de Flujo Hylaeano para otros mundos.

—Exacto —dijo Criscan—. La Mecha representa la idea de que nuestro mundo podría ser, a todos los efectos, el MTH de algún otro mundo.

—O podría parecerlo —le corrigió Lio—, si todavía no hubiese en ese mundo alguien que hubiese considerado la idea del Protismo Complejo.

—Sí —dijo Criscan, un tanto sorprendido de oír una corrección tan acertada de boca de alguien a quien había considerado un payaso aburrido.

—Hace que uno se pregunte por el caso de los primos —dije, pensando de nuevo en la idea descabellada que Arsibalt había expresado la noche anterior: que los primos no viniesen de otro Sistema Solar, sino de otro cosmos.

—Sí —dijo Criscan—, hace que uno se pregunte por el caso de los primos.