Prefacio

Prefacio

Muchos libros se han escrito a propósito de los misterios y los enigmas que se esconden en los oscuros recovecos de la peripecia hispánica, libros que han explorado el pasado lejano y el variopinto presente, proporcionando explicaciones a acontecimientos y fenómenos que, en su momento y ahora, resultan difícilmente explicables. El lector siente una inevitable atracción hacia los misterios irresolubles, aunque, en realidad, tanto el misterio como sus explicaciones con frecuencia resultan ficticios o vulgares. La búsqueda de respuestas a los acontecimientos misteriosos a menudo se lleva a cabo con una deficiente investigación seria, y las respuestas con frecuencia son poco convincentes.

Por esa razón, los temas que se abordan en este pequeño libro se limitan a acontecimientos en los que se dispone de pruebas históricas. Los acontecimientos y personas de los que se trata en estas páginas no son ficticios, sino que pertenecen a la historia documentada del pasado, y merecen nuestra atención porque afectan a momentos cruciales de la historia de una nación. El presente libro pretende invitar al lector a adentrarse en una perspectiva más amplia de algunos acontecimientos del pasado, observándolos desde una posición atemporal que, sin embargo, hunda sus raíces en los hechos históricos reales.

Este libro es un entretenimiento más que un ensayo documentado del tipo que habitualmente escribimos los historiadores. No pretende dar a conocer nuevas revelaciones, sino más bien explorar asuntos conocidos y revisitarlos desde la perspectiva de la información que actualmente tenemos a nuestra disposición. La investigación histórica intenta basarse en hechos documentados, mientras que este libro tiene que enfrentarse a la circunstancia cierta de que muchos de los hechos de los que trata no lo están. En consecuencia, la mayoría de los capítulos plantean la gran pregunta que inspira toda investigación —¿por qué?— y todos los temas giran en torno a asuntos que afectaron al destino de España durante la época dorada del Imperio. ¿Por qué —por ejemplo— la Inquisición adquirió esa fama de institución aterradora cuando sus actividades en ningún modo fueron tan terribles como la Inquisición en otros países? ¿Por qué un país que tenía acceso a las casi ilimitadas riquezas de América acabó en la miseria? ¿Por qué el último rey Habsburgo de España acabó teniendo fama de «hechizado» cuando los hechos históricos de los que disponemos no ofrecen ninguna prueba creíble en este sentido?

Cuando observamos con detalle algunos de estos misterios, podemos intuir que la historia de España no es en absoluto lo que suponen muchos españoles —e incluso muchos extranjeros—. Los misterios que se describen aquí no tratan, por tanto, de la magia y el ocultismo, sino más bien de nuestros propios errores a la hora de comprender algunos pasajes significativos del pasado.