A. Por el ladrón profano
«encuartetado» y con «despedida»
SE ROBÓ EL CÁLIZ BENDITO
SE ROBÓ LA COMUNIÓN.
LE ROBÓ A NUESTRO SEÑOR.
LA PASIÓN DE JESUCRISTO.
Un reo siendo variable
lo tienen por criminal
en una cárcel fatal
por robar a nuestra madre;
se ha robado un santo grande
junto con un chiquitito,
se ha robado un santo Cristo,
lo contaré como ejemplo;
y en lo profundo de un templo
SE ROBÓ EL CALIZ BENDITO.
El juez lo llama a condena
p’a poderlo sentenciar;
lo acercaron al altar,
se robó las vinajeras,
también se robó unas velas
que alumbraban al Señor,
se robó un santo mayor,
como la ley lo decía,
y adentro la sacristía
SE ROBÓ LA COMUNIÓN.
El preso de buena gana,
porque el saber lo precisa,
al sacerdote en la misa
le ha robado las sotanas,
y a San Francisco a la mala
le ha robado el corazón,
se ha robado un San Ramón
porque no teme el morir
y una rosa de un jardín
LE ROBÓ A NUESTRO SEÑOR.
El reo sufre la pena
en la más honda cabaña,
penetró en la cabaña
de María Magdalena;
se robó allí una candela
que cuida un serafincito
ha insultado a los ministros,
después de estar sentenciado,
y a San Pedro le ha robado
LA PASIÓN DE JESUCRISTO.
Despedida
Por fin se fue a confesar
porque se hallaba en pecado,
muy triste y acongojado
para poderse salvar,
«hincado te persinai»
le dijo Nuestro Señor,
«no he de persinarme yo,
porque es arrepentimiento»,
y por robarse otro templo
a Jerusalén entró.