Diálogos de cortesanas seguido de Manual de urbanidad para jovencitas
Diálogos de cortesanas y Manual de urbanidad para jovencitas suponen el mayor descubrimiento del deseo erótico femenino, hasta entonces mera comparsa del masculino, cuando no sometido a este: por vez primera mujeres y muchachas adolescentes tienen voz para expresar sin tapujos, con desvergüenza incluso, sus propios y exclusivos deseos. Pierre Louÿs pinta en rápidas escenas el erotismo en su momento más álgido, sin arredrarse ante los términos del amor que, empleados por todos, nunca figuran en los diccionarios.