Una historia corriente
Aleksandr, un joven idealista y cultivado, inclinado alas «efusiones sinceras» y a las «señales tangibles» del amor y la amistad,decide dejar su aldea y probar fortuna en San Petersburgo. Allí vive un tíosuyo, Piotr, copropietario de una fábrica y funcionario de altos vuelos, unhombre pragmático con cierta tendencia al «análisis implacable» y a encontrarlotodo «ridículo», que se presta de mala gana a tutelar la «sed de actividadesnobles» de su sobrino. Las dosis de «sangre fría, paciencia y habilidad» queintenta inculcarle caen en principio en saco roto; pero de la confrontación,tan desigual, entre los dos personajes acaba derivándose no sólo la lenta peroprevisible destrucción de las ilusiones románticas, sino la revelacióninesperada de los tristes efectos de un «método» confiado al cálculo y a lafrialdad. Acaba imponiéndose, en fin, con todas sus imponderables marañas, lavida. Una historia corriente (1847) fue la primera novela deGoncharov, y fue saludada como la introducción del realismo en las letrasrusas. Pero no hay sólo realismo en esta pieza maestra de vibrante y sonoradialéctica, sino una penetración, un humor y una sutileza que parecen abarcarlo inabarcable, y donde reconocemos sin esfuerzo el inefable talento delcelebrado autor de Oblómov.