Dolores, Lolita, Lola
¡Hola!... ¿Hay alguien ahí?… Ehhh… ¿Se me escucha?…
Bien, estoy a punto de mandaros un mensaje. Es importante, prestad mucha atención. Se trata de un mensaje de esperanza, ilusión y fe para todas las maravillosas cuarentañeras. Para aquellas que están a punto de serlo y para quienes ya pasaron esta edad.
Un empujoncito con cariño para seguir luchando, amando, sintiendo, viviendo… Quiero decirles que la vida no termina en ese punto en el que todo se hunde a nuestros pies y se desmorona en todos los sentidos, cuando sucumbimos a los cambios hormonales, nos sorprende un divorcio y descubrimos que la mitad de nuestra existencia ha transcurrido con nosotras trabajando y volcadas en una relación que al final ha resultado no ser lo que esperábamos. Solas, porque los hijos nunca llegaron, bien por ese inexplicable misterio de la naturaleza, la infertilidad, o simplemente porque nunca consideramos llegado el momento de hacerlos. Quiero deciros que todo puede volver a empezar, que hay un mundo paralelo y otro universo por explorar.
En esta nueva etapa dejo atrás veinte años que pasaron sin pena ni gloria. Dos décadas que acabaron en papel mojado. Es en esta nueva vida cuando me doy cuenta de todo lo que me he perdido y todo lo que no he percibido de mi entorno familiar, y es desde ese preciso momento cuando, realmente, comienzo a vivir.
Veo que sigues ahí, no te arrepentirás. A través de las aventuras y desventuras que relato, basadas en mi propia experiencia, trataré de arrancaros una sonrisa y proporcionaros una bocanada de aire fresco y esperanza.
¿Preparados?… ¿Listos?...