Verónika estaba lista para decir adiós a todas las personas que amaba. Sentía tristeza por sus padres, sabía que sufrirían mucho cuando se marchase, pero estaba feliz de haberles evitado años de angustia a su lado. Tyra, su hermana quizá la echaría de menos pero Brad, él era un asunto aparte, ella sabía que su hermano jamás la perdonaría. Durante dos años ella se había preparado para ese momento y se sentía lista para irse, pero el destino arruinó sus planes una mañana de marzo cuando puso en su camino a un hombre dulce, inteligente y muy seductor capaz de hacerla estremecer con una mirada y dándole con su llegada… Una razón para sonreír.