Ojos de circo
Desde niño, los ojos de Nicholas Campbell se esfuerzan en teñir de color circo el insípido planeta que forma su mundo, y que termina al final de su calle en Alabama. A la sombra de unas habilidades mentales poco comunes, y con una fascinación innata por la magia y el espectáculo, crecerá incomprendido en el seno de una familia de estricto corte militar. Esta lucha de contrastes que marca su infancia, y su inevitable participación en la Segunda Guerra Mundial, conseguirá que desarrolle una desequilibrada escala de valores, en la que el circo pasará a ocupar un indiscutible primer plano entre sus prioridades, hasta llegar a convertirse en la más oscura e insana de las obsesiones. Poco a poco irá rodeándose de personas extrañas de todo el planeta que caminan sobre una línea que separa lo sobrenatural del simple capricho de la naturaleza. De un modo grotesco, y buscando la felicidad que de niño le fue arrebatada, cada vez le exigirá más al concepto de espectáculo, llegando incluso a rebasar cualquier frontera de moralidad, legalidad y alimento para el espíritu. Una historia de circo, en la que no tiene límite alguno la frase «más difícil todavía», donde Nicholas tendrá que elegir entre la familia y la obsesión, entre el amor y la nada, entre vida y muerte.