PRÓLOGO

Las conferencias en memoria de Alix G. Mautner fueron concebidas en honor de mi esposa Alix, que murió en 1982. Aunque realizó su carrera en literatura inglesa, Alix tenía un interés grande y permanente en muchos campos científicos. De modo que parecía adecuado crear una fundación, en su nombre, que patrocinase una serie de conferencias anuales con objeto de comunicar a un público inteligente e interesado el espíritu y los logros de la ciencia.

Estoy encantado de que Richard Feynman haya aceptado dar las primeras conferencias. Nuestra amistad se remonta a cincuenta años atrás, a nuestra niñez en Far Rockaway, Nueva York. Richard conoció a Alix a lo largo de veintidós años, y durante mucho tiempo deseó que desarrollara una explicación de la física de las partículas pequeñas que fuese inteligible para ella y otras personas que no fuesen físicos.

Como nota suplementaria, me gustaría expresar mi aprecio a todos los que contribuyeron a la Fundación Alix G. Mautner y que de esta forma ayudaron a hacer posible estas conferencias.

Leonard Mautner

Los Angeles, California.

Mayo 1983