Una vida degradante e inhumana: la de los largos confinamientos en la celda subterránea llamada «guillotina seca» porque mata sin hacer brotar la sangre.

He aquí un libro sencillamente escalofriante. Más aún si tenemos en cuenta que su autor, René Belbenoit, vivió en carne propia cuanto nos cuenta a lo largo de su relato. En efecto: confinado durante más de quince años en un remoto penal de Cayena —Isla del Diablo— perteneciente a la Guayana francesa, Belbenoit supo de los terribles castigos y torturas que allí se imponían a los presos.

El gobierno francés prohibió la publicación del manuscrito porque la obra se erige en una formidable acusación contra las monstruosidades del sistema carcelario. Durante el período de la Segunda Guerra Mundial, también Gran Bretaña y Estados Unidos prohibieron la publicación del libro, en solidaridad con Francia.

Guillotina seca constituye un toque de atención hacia el tipo de barbaridades que también son posibles en las sociedades llamadas democráticas.