7 BUSCA UN COMPAÑERO DE
INTERCAMBIO
Siguiendo con el enfoque práctico, no hay nada más adecuado para mejorar un idioma que practicarlo asiduamente en situaciones comunicativas reales. Y no hay una situación comunicativa más real que hablar directamente con otra persona de carne y hueso.
Mi consejo es que encuentres a alguien con quien puedas desarrollar un intercambio a largo plazo. Tener a una persona fija de referencia en el intercambio lo hace más interesante, porque te permite no solo practicar el idioma sino profundizar en la relación humana. Ten en cuenta que si cada semana cambias de compañero lingüístico, en todas las ocasiones tu conversación se reducirá a frases como las siguientes:
- My name is…
- I live in…
- It’s nice to meet you... what do you do for a living?
Y otras parecidas. Nunca pasarás de la fase de presentaciones.
Lo anterior no obsta para que intentes aprovechar cualquier oportunidad para hablar con gente nueva, cosa por otra parte muy recomendable porque te puede exponer a una alta diversidad de acentos (yo he estado haciendo intercambio al mismo tiempo con un estadounidense, una australiana y una británica originaria de China) y eso es muy enriquecedor. Pero al mismo tiempo, intenta tener al menos a un compañero de intercambio estable.
El tiempo ideal para una sesión de intercambio está alrededor de una hora. Menos tiempo se suele hacer corto, y más tiempo es fácil que te sature. Otro factor a tener en cuenta es que es muy posible que no puedas dedicar la sesión completa a practicar inglés. Normalmente, la persona que tendrás delante no estará ahí por amor al arte sino porque quiere a su vez practicar una lengua… que no es el inglés sino la lengua que tú dominas (por eso hace el intercambio). Así que una buena práctica es repartir el tiempo: treinta minutos en inglés y otros treinta en castellano (o la lengua que tu domines y que la otra persona quiera aprender).
Existe una alternativa al intercambio que consiste en buscar a alguien que también está aprendiendo inglés. La parte buena es que el total de la sesión estará dedicado a ese idioma, pero el inconveniente es que los dos vais a chapurrear el inglés con mi errores y nadie os va a poder corregir. No obstante, eso sigue siendo mucho mejor que nada. Así que si es tu opción… ¡adelante con ella!
¿Cómo encontrar a una persona para esta tarea? No hay problema, internet está aquí para ayudarte. ¿Recuerdas que en un apartado anterior te recomendaba unirte a comunidades o grupos de practicantes de inglés en las redes sociales? Pues la buena noticia es que con solo manifestar en alguna de ellas tus intenciones encontrarás a varias personas dispuestas a ello. De hecho, hay comunidades de esas que se han creado especialmente para fomentar estos encuentros.
Por cierto, para materializar el intercambio te recomiendo que uses Google Hangouts o Skype.
Otra posibilidad más tradicional es encontrar personas cercanas y realizar los encuentros en persona y no a través de internet. Pregunta en la biblioteca pública más cercana a tu domicilio, ya que es posible que puedan orientarte. También puedes acudir a tu ayuntamiento, pues en ocasiones existen programas de apoyo a inmigrantes que quieren aprender el idioma local. Tú, como hablante de ese idioma, podrás ayudar (aunque deberás asegurarte de que la persona a quien ayudas es angloparlante, claro).