Glosario
Abairado: Significa «sumamente airado»; la preposición de ablativo ab refuerza el sentido del verbo airar, irritar.
Acauán (acauã): Ave de rapiña que suele atacar, a las serpientes. El nombre es una onomatopeya de su canto.
Agramado: Otra palabra inventada por el autor: significa entristecido o sometido a una situación dramática.
Alabamén (louvamén): Palabra compuesta de louva (alaba) y amén dando la idea de una oración corta o jaculatoria.
Androso (andraja): Palabra derivada por el autor de la griega andros: hombre, varón; es perfectamente adaptable, como neologismo, al castellano.
Andú (andu): Planta arborescente leguminosa.
Angico: Nombre de varios árboles de la familia de las leguminosas, subfamilia de las mimosas.
Angú (angu): Masa consistente de harina de arroz, maíz o mandioca (yuca) dulce, con agua y sal.
Ani: Ave negra y de cola larga (Crotophaga ani, Lin.), que recibe en el Brasil los nombres de anu y anum. El término que usamos es admitido en castellano.
Arapavaca: Arapabaca, en el Brasil. Nombre que reciben varias plantas de la familia de las loganiáceas; género Spigelia.
Arara: Palabra poco usual en el castellano de la Península. Se suele aplicar al papagayo, pero en este caso se refiere, como en el territorio del Chaco, a una especie de grandes loros de colores muy vistosos.
Araraúna: Véase arara. Arara de color azul.
Araticún (araticu o araticum): Nombre de varios árboles de la familia de las anonáceas, y de sus frutos.
Arazá (araçá): Árbol de la familia de las mirtáceas.
Bacuraú (bacurau): Nombre de varias aves de la familia de las caprimúlgidas.
Barranquero: Natural o habitante del valle, o barranco, del río San Francisco. En portugués, barranqueiro.
Berimbau: Los diccionarios aplican este término a un pequeño instrumento metálico —en castellano, birimbao— que se sujeta con los dientes y se hace vibrar con los dedos, pero nosotros conocemos un complicado instrumento, usado por los negros de la Bahía, que recibe este mismo nombre, y por ello no lo traducimos. Consta de un arco de caña al que va adosada una especie de calabaza del tamaño de un puño con semillas en su interior, y de una cuerda metálica tensada por el arco. El tocador de berimbau produce diferentes sonidos golpeando la cuerda con un vástago, con una campanilla que sujeta con la misma mano que éste, y mediante oscilaciones del instrumento, con las semillas que hay en el interior de la calabaza. Dado que parte de la acción de este libro se desarrolla en tierras de Bahía y que bastantes de sus personajes son bahianos, pensamos que la exclamación berimbau hace referencia a este instrumento, como sinónimo de jaleo, danza y palabras análogas.
Bien-te-vi (bem-tevi): Nombre de varias aves de la familia de las tiránidas. El canto de estos pájaros ha dado lugar a que se los llame con las palabras que éste parece reproducir. De ahí la sensación de Riobaldo, en algún pasaje del libro, de que el pájaro le acusa, como la voz de la conciencia, porque «le ha visto bien», conoce su vida y sus intenciones.
Birro: Nombre común dado a dos aves, una de ellas de la familia de las pícidas (Leuconerpes cándidus, Otto) y otra de la de las tiránidas (Hirundinea bellicosa, Viell).
Bogarí (bogari): Arbusto de la familia de las oleáceas (Jasmimum sambac, Ait.) y de sus flores.
Bugío (bugio): Mono corpulento, con el hueso hioide muy desarrollado y con barba en el mentón. También recibe, entre otros, el nombre de guariba.
Bugre: Indio bravo, en su origen. Después, este sustantivo ha adquirido las significaciones de indio en general y de individuo salvaje, bruto, pérfido o desconfiado.
Burití (buriti): Se trata de una hermosa palmera, muy abundante en el sertón, que crece al lado de las corrientes de agua y cuyos cocos, al caer al suelo y germinar, van dando lugar al desarrollo de largas hileras de árboles que denuncian desde lejos la existencia del agua. (Mauritia vinífera, Mart.).
Buritirana: Nombre brasileño de la palmera Mauritia aculeatá, H. B. K. No debe confundirse con la palmera burití.
Buritizar (buritizal): Grupo, más o menos numeroso, de buritíes.
Buzo: Juego popular con rodajas de cáscara de naranja, granos de maíz u otras semillas.
Caapora: Nombre dado por los indios a los cultivadores del interior.
Caapoero: Relativo al caapora. En portugués del Brasil, caapoeiro.
Caatinga: Bosque del Nordeste brasileño, compuesto por árboles de hoja caduca, entre los que abundan los espinosos; hay asimismo muchos cactus y su clima es seco y árido.
Caatingar (caatingal): Derivación popular de caatinga, que da idea de la gran extensión de ésta, sin que falte una alusión despectiva.
Cabalanceos: Neologismos del autor, formado por las palabras caballo y balanceo.
Caititú (caititu): Especie de jabalí brasileño.
Caculucage: Nombre que recibe en Minas Gerais la planta herbácea llamada quitoco en el resto del Brasil (Plúchea quitoc, DC.).
Campos Generales: Véase generales.
Canarana: Nombre de varias plantas gramíneas.
Cancán (canca): Ave de la familia de las anátidas (Nomonyx dominicus, Lin).
Canyica (cangica): Maíz cocido con azúcar, leche de coco y canela.
Cañabrava (cana-brava): Planta herbácea de la familia de las amonáceas utilizada en la fabricación de cestas y espuertas.
Capivara: Gran mamífero del orden de los roedores (carpincho, Hydrochoerus hydrochoeris, Lin).
Caraíba: Denominación de la planta borraginácea Cordia calocephala, Cham.
Carnaúba: Especie de palmera que produce una cera muy valorada en el mercado.
Caroá: Planta bromeliácea, cuyas fibras sustituyen en determinadas regiones del Brasil a las del cáñamo y el lino.
Carurú (caruru): Nombre aplicado a varias plantas amarantáceas.
Cayú (caju): Pedúnculo comestible del fruto del cayuelo o anacardo; es una especie de almendra.
Cipó: Nombre de muchas plantas de tallos sarmentosos, algunos de ellos de gran longitud y dureza, que suelen enredarse entre las ramas de otros vegetales.
Comblén: Pronunciación popular de la marca Comblain, de armas de fuego.
Confa: Apócope popular de confabulación.
Cuento (conto): Diez veces cien mil reis. Actualmente equivalente a mil cruzeiros (estamos hablando de 1966-67, cuando fue realizada la traducción [N. del E. D.]).
Crondeubales (crondeubais): Como si dijese carnaubales. Se trata de una corrupción popular: crondeúba, por carnaúba.
Chucrepita: Crepita, con un prefijo onomatopéyico. Es un neologismo del autor que creemos adaptable al castellano.
Desmí: Neologismo formado con el prefijo negativo des y la forma pronominal mi.
Disquiriendo: Neologismo del autor. Concurren en él los verbos disponer, inquirir y querer. Da idea de buena disposición de mando.
Drongo: Del latín drungus, i; cuerpo de tropas, en este caso, pelotón. Se trata de un cultismo que juzgamos admisible en castellano en la misma medida que en portugués.
Embaiados: Véase, unas palabras antes, mbaiá. Los indios mbaiá se disfrazaban con ramas para confundir al enemigo. Embaiado significa disfrazado como los mbaiá.
Embaúba: Árbol de la familia de las moráceas, también llamado umbaúba (Cecropia palmata, Will.).
Embira: Corteza de árbol con la que se hacen cuerdas.
Entremoniada: Neologismo al que concurren las ideas de entremezclar y endemoniar. El autor lo crea al referirse a una oración oscura y sacrílega.
Exhalarrastrar: Neologismo formado por las ideas de exhalar y arrastrar y que expresa un arrastre rápido, como de exhalación.
Extremescitar: Neologismo en el que se combinan las ideas de estremecer y excitar.
Farofa: Harina de mandioca tostada o escaldada con manteca o grasa y que a veces se mezcla con huevo, aceitunas o carne.
Franquera: Se dice de la faca fabricada en Franca (Estado de Sâo Paulo).
Fubá: Harina de maíz o de arroz.
Fune: Apócope popular de funeral o funerario.
Gambá: Nombre aplicado a varios marsupiales del género Didelphys.
Gamelera (gameleira): Nombre de varios árboles de la familia de las moráceas.
Garriza (garriça): Ave de la familia de las troglodíticas (Troglodytes músculus, Naum.).
Generales (gerais o geraes): La primera de ellas, muy usada en este libro, que se refiere a las llanuras de la meseta central brasileña, tiene un valor aproximado al de pampa; la segunda es el nombre del estado brasileño en el que se desarrolla la mayor parte de la acción, muy rico en industrias extractivas.
Generalista: Natural o habitante de los campos generales.
Gravatá: Nombre dado a varias plantas bromeliáceas.
Guaimoré: Parece una deformación del substantivo aimoré, con el que se designa a un mono brasileño.
Guará: Mamífero carnicero de la familia de los cánidos (Chrysooyon brachyurus, Desm.). Designa también a un ave de la familia de las íbidas (una especie de flamenco).
Guariba: Nombre aplicado a unos monos que viven en bandas bajo la dirección de un macho viejo.
Guaxinim: Pequeño mamífero carnívoro parecido al mapache. Recibe también el nombre de «mão-pelada» (mano pelada), que es el empleado por el autor.
Ici-í: Nombre tupí de la resina de lentisco y del propio lentisco. El nombre castellano de esta resina es almáciga.
Inambú (inambu o inhambu): Nombre de varias aves de la familia de las tinámidas.
Irara: Animal carnívoro de la familia de los musélidos. (Tayra barbara, Lin.).
Isipó: Véase cipó.
Iza (iça): Hormiga alada hembra.
Januaria: Recibe este nombre el aguardiente fabricado en la ciudad de Januaria, en el Estado de Minas Generales.
Lanalá: Se trata de una explotación fonética de la palabra lana, lã en portugués.
Liso: Llano. No lo traducimos por esta palabra que no pierda su carácter de localismo.
Lobera: Deformación de lobero (lobeiro), especie de cereal. Se dice en el texto que formaba bosque para indicar su abundancia.
Lordazo: Señorón. Es un aumentativo del sustantivo inglés Lord, señor.
Macuco: Ave gallinácea del Brasil.
Mandacarú (mandacaru): Especie de cactus, frecuente en las caatingas.
Mangaba: Fruto de la mangabera (mangabeira).
Mangue: Terreno pantanoso, cercano a las márgenes de los ríos, en el que vegeta la planta del mismo nombre.
Manlixa: Corrupción popular de la marca Mannlicher de armas de fuego.
Maracaná (maracana): Ave de la familia de las Psitácidas (Aramaracana, Vieill.). Es una especie de loro.
María-Gómez (maríagomes): Planta de la familia de las portuláceas (Talinum patens, Willd.).
Marimbú (marimbu): Tierra pantanosa cerca de los ríos, en la que crecen matorrales.
Mato: Terreno inculto, bosque, campo (en oposición a ciudad).
Meletriz: Corrupción de meretriz. Esta palabra es atribuida a Riobaldo, como algunas otras, para expresar su educación rústica, de la misma manera que Cervantes atribuye a Sancho Panza la expresión «marta cebollina» por «marta cibelina».
Mutirón (mutirão): Auxilio gratuito que se prestan los labradores, reuniéndose los colindantes para realizar un determinado trabajo en beneficio de uno de ellos. Éste, en compensación ofrece una fiesta que recibe el mismo nombre.
Nego: Corrupción afectuosa de la palabra negro.
Ofa: Cultismo derivado del latín offa, æ, pedazo, trozo pequeño.
Ourocurí: Nombre de dos especies de palmeras, llamadas también, entre otras denominaciones, oricurí y aricurí.
Paca: Roedor que se alimenta de vegetales y gruñe de manera semejante al cerdo.
Pajear: Comportarse como un pajé o hechicero indio.
Parabellum: Latinismo derivado, al parecer, del célebre aforismo si vis pacem para bellum (si quieres la paz prepara la guerra). La unión de las dos últimas palabras parece designar tanto a un arma como al hecho de asumir la conciencia de jefe de operaciones.
Parnaíba: Como nombre común, designa a un cuchillo largo y estrecho usado para combatir.
Pasopreto (passo-prêto): Especie de pájaro que no hemos conseguido identificar.
Pau-D'arco: Árbol de la familia de las vignoniáceas (Tecota heptaphilla, Mart.). También recibe el nombre de ipé.
Pazoca (Paçoca): Carne asada y desfibrada, amasada con harina de mandioca.
Pequí (pequi): Árbol de la familia de las cariocaráceas (Caryocar brasiliensis, Camb.) y su fruto.
Pequicero (pequizeiro): Nombre con el que también se conoce al árbol llamado pequí.
Piaba: Nombre aplicado a varios peces de agua dulce de la familia de los carácidos.
Piazaba (piaçaba o piassaba): Nombre de dos palmeras cuyas fibras se emplean para hacer escobas.
Pindaíba: Planta de la familia de las anonáceas (Xylopia muricata, Vell.). También recibe este nombre la cuerda hecha con paja de cocotero.
Quem-Quem: Nombre vulgar de la graja blanca.
Quiabo: Fruto capsular cónico, verde y peludo producido por una planta de la familia de las malváceas.
Quijaba: Fruto de un árbol de la familia de las sapotáceas, muy frecuente en la caatinga.
Rapadura: Azúcar mascabado —es decir, que contiene melaza— en panes prismáticos.
Rasclava: Neologismo en el que se acumulan las ideas de rascar y clavar, aplicables al zarpazo de una fiera.
Raso: Esta palabra, en portugués, es un adjetivo que tiene el mismo significado que en castellano pero el autor la emplea, como localismo que conservamos, sustantivándola para designar una llanura.
Rei: Unidad monetaria de pequeñismo valor (véase cuento).
Restible: Cultismo derivado del latín restibilis, e, terreno que se cultiva todos los años.
Roscof: Designación popular de los relojes de la marca Roskopf.
Sabiá: Nombre de un pájaro dentirrostro muy apreciado por la belleza de su canto.
Sací (saci): Ente fantástico representado como un negrito que sólo tiene una pierna y un pie y que persigue a los viajeros tendiéndoles celadas.
Sapé: Nombre de varias plantas gramíneas.
Savitú (savitu): Nombre común de las hormigas del género Atta, comúnmente llamadas saúvas.
Senzala: Grupo de casas o alojamientos destinados a los esclavos.
Seriema: Gran ave zancuda de la familia de las cariámidas (Cariama cristata, Lin).
Sertón (sertão): Palabra que carece de correspondencia en castellano, como ocurrió con las ya admitidas en nuestra lengua jungla y tundra. Designa los terrenos sin cultivar del interior de un continente, cuando éstos no reciben otros nombres particulares. En las traducciones argentinas suele aparecer la forma aceptada por nosotros en este artículo.
Sesmería (sesmaria): Terreno inculto o abandonado que los reyes de Portugal concedían a sesmeiros para que lo cultivasen.
Simaruba: Planta de la familia de las simarbáceas, cuyas raíces y cortezas tienen aplicaciones medicinales.
Sobrilegios: Por sortilegios; etimología popular.
Sucuriyú (sucuriju): Serpiente, también llamada sucurí, que alcanza grandes dimensiones y vive habitualmente en los ríos y pantanos.
Suindara: Ave de la familia de las titónidas (Tyto alba tuidara, Griff.).
Surucucú (surucucu): Serpiente venenosísima de la familia de las crotálidas.
Surumpear: Palabra derivada, para buscar una correspondencia con la del texto original, de la castellana surumpe (inflamación de los ojos por efecto de la reverberación solar).
Taliqué: Neologismo que viene a significar como, del mismo modo que, tal que, e ideas afines.
Tanayur a (tanajura): Véase savitú.
Tapera: Hacienda o aldea totalmente abandonada y en ruinas. La palabra es de origen tupí.
Umbucero (umbuzeiro): Árbol de la familia de las anacardiáceas (Spondias tuberosa, Arruda).
Umburana (imburana): Planta de la familia de las burseráceas (Bursera leptophleos, Mart).
Urutáu: Nombre de origen tupí aplicado a varias aves nocturnas.
Urubú: Especie de buitre negro, del tamaño de un cuervo, muy común en el campo y en las ciudades pequeñas.
Vereda: Propiamente significa los valles que bordean a las corrientes de agua menos caudalosas que los ríos, pero en la región en que se desarrolla la acción de este libro son denominadas así las propias corrientes. Es un localismo cuya conservación consideramos imprescindible.
Viles: Neologismo equivalente a «vi a la vez que leí». En él también se expresa una idea de vileza, de acuerdo con el contexto de la frase.
Xú: Corrupción de Exú, divinidad del sincretismo negro, representada en figura de demonio y, por extensión, el propio demonio.
Yabotá (jabota): Hembra de la tortuga terrestre llamada jabuti.
Yaboticaba (jaboticaba, jabuticaba): Fruto de un árbol de la familia de las mirtáceas.
Yaburú (jaburu, jabiru): Ave zancuda de la familia de las cicónidas.
Yaca (jaca): Fruto grande y de complicada estructura de un árbol de la familia de las moráceas.
Yacú (jacu): Nombre común a las aves de la familia de las crácidas.
Yacuba (jacuba): Refresco preparado con agua, harina de mandioca y azúcar o miel, al que a veces se añade aguardiente.
Yaguacacaca (jaguacacaca): Nombre indio de la nutria.
Yagunzo (jagunço): En un principio se dio este nombre a los individuos fanáticos que, a últimos del siglo pasado, se sublevaron, fijando su sede de operaciones en Canudos, en el interior del sertón, constituyendo una aguerrida tropa irregular que exigió grandes sacrificios del Gobierno para ser dominada. Por extensión, se llamó así a los componentes de grupos o bandas, puestos al servicio de los políticos locales o regionales y a quienes eran opuestos a ellos por los grandes hacenderos del interior. Dados sus particulares caracteres sociológicos, es preciso no confundirlos con los cangaceiros ni con los simples bandidos o salteadores. La historia del yaguncismo, aún por hacer, revelará hechos importantes de la historia política brasileña.
Yaó (jaó): Ave de la familia de las tinámidas (Crypturellos undulatus, Temm.).
Yararaca (jararaca): Nombre común a varias serpientes brasileñas de la familia de las crotálidas.
Yaratataca (jaratataca, jaritataca): Carnívoro de la familia de los mustélidos (Conepatus, suffocans, Illiger).
Yatobá (jatobá, jataí): Jataí. Especie de abeja.
Yenipapo (jenipapo): Árbol de la familia de las rubiáceas (Genipa americana, Lin.).
Yoacero (joazeiro, juazeiro): Árbol de la familia de las ramnáceas (Zizyphus joaceiro, Mart.).
Yurema (jurema): Árbol de la familia de las leguminosas (Pithecolobium tortum, Mart.).