[1] La utilización aquí del término «cultura» es equívoco por múltiples razones que resultan diáfanas tras la lectura del capítulo. Sería más exacto utilizar la expresión «inteligencia», o el más pedante y devaluado de «intelectualidad». No obstante, la cuestión se volvía aún más confusa con un título que dijera «¿Hubo transición en la inteligencia?». Decidí mantener ese concepto tan amplio de «cultura» y añadir esta nota con el ánimo de que sirviera de advertencia más que de justificación. <<

[2] El Viejo Topo 4, pp. 9-13. <<

[3] Víctor Farías, Heidegger y el nazismo, Barcelona, 1989 (1.ª ed. en francés, 1987). <<

[4] «Séneca es un patrón para el intelectual que aspira a un puesto en la mesa del poder (…), para el que no queriendo volver la espalda a la razón, quiere participar en la acción, en la historia (…). Séneca fue el primer intelectual moderno (…)», M. Zambrano, El pensamiento vivo de Séneca, pp. 17 y 33. <<

[5] F. Savater, Invitación a la ética, 1982, p. 64. <<

[6] Del que hablo profusamente en El cura y los mandarines (Historia no oficial del Bosque de los Letrados). Cultura y política en España, 1962-1996, Madrid, Akal, 2014. <<