Los símbolos se pueden utilizar indistintamente junto con las palabras correspondientes para cada etapa. Proporcionan una ilustración visual del proceso requerido en cada fase.

Cuando estemos pensando con la ayuda de notas escritas, podemos utilizar los diagramas para ilustrar las diferentes etapas de nuestro pensamiento.

En los capítulos posteriores de este libro se tratarán cada una de las cinco etapas del pensamiento con mucho más detalle.

Las situaciones difieren mucho entre sí. En algunas tendremos que pasar mucho tiempo en una etapa y en otras puede que tengamos que poner el énfasis en otra.

En este parte no es necesario que aprendas o memorices las etapas. Cuando llegues al final del libro, verás que puedes recordarlas con facilidad: hay una etapa de aportación y una etapa de producto, y entre ellas una columna con tres etapas del pensamiento.