Empezó entre fieras
«Empezó entre fieras» es una novela originalísima que nos hipnotiza materialmente. Empieza el relato con las fieras del parque zoológico rugiendo al fondo; es decir, empieza entre fieras, pero acaba con la flema de cualquiera. Míster Benton, además de director del parque zoológico de Londres, es un gran aficionado a los reptiles.Posee magníficos ejemplares, que cuida con pasión de coleccionista de obras de arte, enseñándoselos a sus amigos como si se tratara de hallazgos inapreciables.Una noche, cuando varios invitados a cenar llegan a su casa, la encuentran vacía. Benton no aparece por ningún sitio. Al fin lo encuentran en una habitación precintada por dentro, con las rendijas de las ventanas y de las puertas tapadas con papel engomado. La habitación está llena de gas venenoso y allí está muerto Benton, en compañía de uno de los ejemplares más valiosos de sus serpientes. Nadie ha podido salir de la habitación después de precintada. Sin embargo, la muerte de Benton no parece suicidio.¿Se trata de un crimen?¿Cómo, de ser así, pudo escapar el asesino?Este alucinante relato es difícil de leer con sosiego. El lector se ve envuelto en la trama, que llega a dominarle, a obsesionarle, a excitarle.La solución, sencilla, aunque parezca complicada, nos da idea de hasta dónde llega la habilidad del autor para embrollar un caso que, a todas luces, se presenta claro ante los ojos del lector.