El sótano
Este relato autobiográfico comienza la mañana en que un estudiante de bachillerato de dieciséis años decide espontáneamente, en el camino del colegio, apartarse de su vida anterior, odiosa por absurda, y tomar “la dirección opuesta”, consiguiendo en el sótano, una tienda de ultramarinos, un puesto de aprendiz, donde tiene el sentimiento liberador, y al mismo tiempo estabilizador, de llevar “una existencia útil” y participar en la vida.Es la época que sigue a la guerra, la época de la escasez y de los cupones de alimentación, el estraperlo, las muchachas que confraternizan de buena gana con los ocupantes americanos, y los que regresan de la guerra. En el sótano, en el límite del poblado de Scherzhauserfeld de Salzburgo, el ghetto empobrecido y triste de los desposeídos, los apestados, los asociales y criminales. Bernhard aprende a conocer a todos los que la sociedad rechaza, y toma partido por esas existencias arrasadas.Durante esa época de fascinante aprendizaje en un lugar extremo, libremente elegido, de la existencia humana, Bernhard comienza a practicar y estudiar intensamente la música después de la jornada de trabajo, y sube en verano al Mónschberg para escuchar, sentado bajo un árbol vecino a la Felsenreitschule, los ensayos del Orfeo de Gluck y de La flauta mágica de Mozart: es su descubrimiento del arte.Con su estilo tan particular. en el que la repetición de palabras y de grupos de palabras desarrolla, a la manera de un tema musical, un pensamiento a la vez obsesivo y obsesionante, Thomas Bernhard prosigue. después de El origen. la historia de su vida, que, al igual que los autorretratos de un pintor en la serie de sus cuadros, se inserta en su obra en un lugar muy especial.“Bernhard califica esos años de aprendizaje en el sótano como la época más importante de su vida. En ella se sentaron los cimientos de una obra literaria que, por su radicalismo, es la única en lengua alemana que puede situarse al lado de la de Samuel Beckett.” (Deutsches Allgemeines Sonntagsblatt)