Epitafio
Sembraba sus hortalizas con una bayoneta
era diestro y gentil como un bribón
su sabiduría se despertaba sobre todo con el vino
mientras más trabajabas más suerte tenía en el mundo desamparado
pero vivió oscilando entre el insulto en voz baja y la resignación
En una semana de huelgas hizo el amor con su mujer 37 veces
afuera hacía frío
y desde el principio era evidente que vendría la policía
La barriga le surgió de repente como una tos
y las canas en forma mucho más conservadora
un pequeño haz cada diez mil kilómetros
Este epitafio era lo único que le faltaba