Epílogo, septiembre de 2007
Ha pasado casi un año desde los asesinatos de Becker y Donoso. Algunas cosas han cambiado. Adán dejó la política y yo volví a mi puesto de inspectora de homicidios y delitos globales. Marina Tabares sigue contando conmigo para casos especiales. Adán y yo somos ahora viejos amigos y quedamos frecuentemente para almorzar y charlar de todo un poco. Él está rehaciendo su vida privada después de tantos años en la política, se le ve ilusionado y con ganas de abordar una nueva etapa. De nuevo me sorprende su capacidad para implicarse a fondo en los asuntos que decide afrontar. Yo le cuento mis casos sin faltar a mi deber profesional de discreción esperando siempre sus sabios consejos.
Memlick ganó las elecciones sin mayoría absoluta. No llegó a ser presidente por su incapacidad para negociar ningún acuerdo con otros grupos políticos. El concejal de cultura dejó la política y decidió irse a vivir a Lanzarote para dejar atrás todo lo que había pasado.
El juez y la fiscal fueron condenados en uno de esos juicios extrañamente rápidos y, aunque no entraron en la cárcel, fueron apartados de sus funciones durante diez años cada uno. El sumario dio un par de coletazos antes de la sentencia definitiva implicando a diversos miembros del Ministerio de Justicia pero no al ministro cuando se revelaron ciertas conversaciones de la Fiscal con Madrid, pero a ninguno de esos funcionarios les pasó nada pues alegaron que ellos solos cumplían órdenes.
Nunca apareció el ordenador de Becker de Tenerife ni supimos qué había sido del mismo. Salma negó cualquier implicación con dicho asunto.
Tampoco logramos dilucidar quién había conducido aquel Jeep a toda velocidad en la costa inglesa en un frustrado intento de destruir el velero de Robert Denton.
La policía de México continua aún buscando al asesino de López Blay, pero terminé por creer que Salma no había tenido nada que ver y que probablemente la relación del ex de Malena con las drogas y con el Cartel de Baja California era la razón que había sellado su boca para siempre.
Salma me confesó que había sido ella quien había entrado en mi habitación del hotel de México y que había puesto un somnífero suave en mi bebida la noche antes pero no había encontrado nada. Según ella sólo quería saber qué es lo que habíamos averiguado.
Los diarios de Malena finalmente sirvieron como prueba en el juicio. Encontramos el famoso coche verde que nadie había buscado antes y tras el mismo a sus usuarios, que resultaron pertenecer a una banda de albanokosovares que causaba estragos en el sur de Tenerife. Por supuesto negaron sus delitos tozudamente pero ante la retahíla de pruebas que finalmente nuestros compañeros consiguieron, ambos acabaron con sus huesos en la cárcel Tenerife 2 y tuvieron que adaptar su indumentaria de matones del sur de la isla a otra de perfil más bajo y con más abrigo.
Continúo siendo abogada de Salma en Londres. La estafa en los seguros de los proyectos de marinas deportivas en Portofino, Santorini y Cancún aún consume muchas de nuestras horas pero ella se muestra segura y confiada del resultado final, y de que este no acabará con ella ni con su vida. Se solicita para ella una exigua condena de seis meses, por lo que pase lo que pase no pisará la cárcel. Los socios de Becker allanaron el camino no presentando acusación contra ella y apoyándola. De hecho Salma continúa siendo hoy por hoy la Ceo de Becker & Partners. Alicia Scott la ha perdonado y continúan como viejas amigas. A veces nos vemos las tres en Londres. Es raro pero la realidad no siempre es como una imagina.
El proyecto del puerto en la Caleta de Adeje continúa en marcha, aunque aún no ha sido construido. El proyecto se ha adaptado a los restos de la playa levantada del cuaternario pero tiene que esperar a la finalización del expediente de Bien de Interés Cultural que ha iniciado el Cabildo.
Jandali está en una cárcel de Brasil porque no pudo pagar la fianza que le había asignado el juez en el tiempo correspondiente, mientras espera el veredicto definitivo.
Pedro y yo celebramos la inauguración de su piscina en el Támesis la pasada primavera, pasando allí la semana santa en casa de Clara y disfrutando de Londres. A estas aturas aún seguimos sin fijar la fecha de nuestra boda.