Homenaje a la soledad

SOLEDAD - jardín

con un sólo árbol.

Desde la infancia

por este camino vamos

mi amigo el poeta y yo.

¡Qué extraño!

Sus pasos todavía vuelan con el polvo.

Mi amistad es para el narciso.

Mi amor es para otra flor

que no mencionaré.

Sediento

sólo me saciará

un agua que no puedo alcanzar.

El que no tengas secretos

también es un secreto.

Sé ausencia

para permanecer como pregunta.

Amo la lluvia

que ama la palidez de la tierra.

Si no actúas

más que para realizar aquello que deseas,

¡qué ínfimo es lo que haces!

Prefiero la traición de la palabra a la palabra,

que la fidelidad de la piedra a la piedra.

¿Tras la altura el descenso?

No lo creo-

Lo alto lleva siempre hacia lo más alto.

Lo que te dices a ti mismo

se lo dices al otro-

aunque no te lo propongas.

No conozco de lo que conozco

más que mi ignorancia

de lo que aún desconozco.

Dicen: lo fácil es imitar.

¡Ah! Si pudiera imitar al mar.

Siempre olvido lo que poseo

para poder liberarme

de lo que me posee.

El individuo es unidad de lo infinito.

La multitud es el infinito de la unidad.

A veces

el sol no puede alumbrarte

y una vela te alumbra.

Mi deseo- que mi capacidad de deseo

sea mayor que mi capacidad

de realizar mis deseos.

Un hombre solo: un ala.

Una mujer sola: un ala rota.

Saldré de mi soledad

mas ¿para ir adónde?

Me pongo frente al espejo

no para mirarme

sino para asegurarme:

¿de verdad eso que veo soy yo?

El arco iris juró

vagar eternamente

porque perdió su primera casa.

Ayer, al despertarme,

vi al sol frotarse los ojos

en el cristal de mi ventana.

Afirmo que el sol es otra sombra,

mas no tengo pruebas.

Afirmo que la luna es otro fuego-

tengo muchas pruebas.

Mis días pasados tienen una tumba

sin cadáver.

¡Qué extraña es mi memoria!:

Un jardín repleto de toda clase de árboles

y no veo ni un sólo fruto.

Las palabras que conozco se han tomado

en un bosque de tristeza.

A veces siento

que el abismo al que me asomo

no es lo bastante amplio para mis pasos.

Confieso mi error-

creo que era acertado.

Siempre que pregunto

me divido en dos:

mi pregunta y yo-

La pregunta busca respuesta,

yo busco otra pregunta.

¿Por qué aquella noche sentí

que el cielo era la guitarra de la noche

y las estrellas sus cuerdas rotas?

¿Será porque dormí solo?

Ahora sé por qué

alaban, a veces, a las tinieblas

los que no sueñan más que con la luz.

Escucho en las palabras campanadas

que anuncian mi tercer nacimiento.

Todo lo que no he escrito

lo he olvidado.

Y ahora es lo que me escribe.

Escribe-

esa es la vía suprema

para leerte a ti mismo

y escuchar al mundo.

Dale los buenos días a tu camino

si quieres que el sol te acompañe.

Me rebelo contra la llama que me guía.

La llama a la que guío

se rebela contra mí.

Abro un lago para el olvido

y ahogo en él mi historia.

Demasiado tarde

para que seas tú mismo y para saber quién eres-

se te escapó la infancia.

Me das tu rostro,

te doy mis pensamientos.

El rugido es nuestra promesa:

puedes guiarme, mar.

Para ser hermano de la mañana

debes confraternizar con la noche.

¿Qué hacer por este cielo

que se marchita en mis hombros?

Para que ardan en ti los bosques de imágenes

basta con calentarte al fuego del sentido.

Al principio fue la pareja,

luego el primer pecado

que se llamó el solo,

el único.

Así escribiré la palabra pareja,

como si excavara una fuente,

y la pronunciaré

como si fuera a brotar agua.

Todo arde en tomo a él-

fuego en el aire,

fuego en el agua.

¿De dónde viene entonces este frío

que penetra en sus miembros?

Puedes protegerte contra todo

menos contra el tiempo.

De "Homenajes" 1988

Versión de María Luisa Prieto