Javier Díez Moro (Madrid, 1951) escribió su primera novela, “Quejíos y jadeos”, en 2007, y logró publicarla en 2013. Ese mismo año salió al mercado la segunda, “La asesina que gritó justicia”. Y ahora en 2015 aparece “¿Quién teme a Alexandra Vikulov?”, tercera y última novela hasta el momento. Según él, como novelista, todavía está en fase de exploración y aprendizaje. Experto en nada y aprendiz de todo –así se considera a sí mismo-. Anteriormente estuvo dedicado durante muchos años al mundo audiovisual, siendo realizador en TVE, donde además dirigió varios programas y escribió numerosos guiones de todo tipo. Muchos le recuerdan todavía hoy por aquel mítico espacio, titulado "Jazz entre amigos", para La2-TVE, donde fue director y realizador, siendo presentado por su amigo, recientemente desaparecido, Juan Claudio Cifuentes "Cifu". Además es autor de algunos guiones cinematográficos y director del largometraje “WWW.” (2012), estrenado comercialmente en 2014. Posee varios galardones y reconocimientos nacionales e internacionales por su labor de creador au- diovisual: Premio Ondas (1977), Nominación Premios Emmy (1995), Premio ATV (1999), Premio RTVA a la Comunicación Audiovisual(2000), Prix Italia 54 edición, Golden Chest (Bulgaria)... Javier Díez Moro dedica su escaso tiempo libre al activismo político, reconociéndose como un utópico que lucha por lo que él considera la verdadera democracia: la Democracia Participativa.

“¿Quién teme a Alexandra Vikulov?”, inicialmente, formó parte de un antiguo proyecto audiovisual del propio autor, titulado "Pequeñas grandes historias" (2003), que no llegó a producirse. Tras un período largo de maduración y acopio de información, decidió convertirlo en novela. En su opinión, “¿Quién teme a Alexandra Vikulov?” es un thriller de investigación periodística sobre un personaje excepcional y subyugante, y de sus controvertidas actuaciones a lo largo de un período histórico concreto, los años de la Guerra Fría. Pero también es un thriller romántico, desesperadamente romántico, donde pasión y erotismo van de la mano. El autor reivindica el sexo sin complejos como algo esencial en su literatura. En el caso concreto de “¿Quién teme a Alexandra Vikulov?” cree que es consustancial a la historia y, sobre todo, a sus personajes. La novela es también un viaje continuo en el tiempo y en el espacio en busca de una verdad, donde escenarios y ambientes juegan un papel importante.

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