4. LA QUIEBRA DEL LIDERAZGO
[1]. Le quedaban quince meses de vida.<<
[2]. Pueden leer esta crónica, lisonjera y meliflua hasta el vómito, en el ABC del 18 de abril de 1979.<<
[3]. Ya, 10 de abril de 1979.<<
[4]. Antonio Fontán.<<
[5]. Fernando Abril Martorell.<<
[6]. Jesús Sancho Rof.<<
[7]. El País, 7 de abril de 1979.<<
[8]. El atentado que sufre el Papa en mayo de 1981 postergará el viaje.<<
[9]. ABC, 23 de septiembre de 1979.<<
[10]. Fue obra de la fotoperiodista Marisa Flores y obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Gráfico en el infausto 1981. Apareció en la «primera» del diario El País, con un pie elocuente: «Adolfo Suárez abandonado».<<
[11]. Carlos Abella, op. cit., p. 378.<<
[12]. Josep Melià, 46.<<
[13]. Historia de la transición, Diario 16, cap. 42.<<
[14]. Ibid.<<
[15]. Diario 16, 19 de mayo de 1977.<<
[16]. El Alcázar, 18 de marzo de 1980.<<
[17]. Historia de la transición, Diario 16, 2.ª parte, 1984, p. 647.<<
[18]. El País, 19 de septiembre de 1980.<<
[19]. Carlos Abella, op. cit., p. 398.<<
[20]. Joaquín Prieto y José Luis Barbería, El enigma del elefante. La conspiración del 23-F, Madrid, 1991.<<
[21]. Está descrita con cierta minuciosidad en El virrei (Barcelona, 1994; edición en catalán), el libro sobre Jordi Pujol escrito por José Antich, p. 81.<<
[22]. El almuerzo en la «Casa dels Canonges», sede de la Generalitat de Cataluña, que citan Prieto y Barbería, me lo confirmó personalmente Miguel Roca Junyent. Por su parte, Enrique Múgica, no sólo niega haber compartido mesa con Pujol y Roca, sino que asegura que jamás ha entrado en la «Casa dels Canonges», y que no vio a ninguno de los dos tras su encuentro con Armada.<<
[23]. Pilar Urbano, p. 57.<<
[24]. Ibid., pp. 58-59.<<
[25]. Ibid., pp. 62-65. También, con muy diferente enfoque, Prieto y Barbería, op. cit., p. 111.<<
[26]. La referencia de Charles T. Powell procede del «sanedrín de Toledo», en la Fundación Ortega y Gasset; por tanto, la fuente hubo de ser con toda probabilidad el propio Suárez.<<
[27]. Carlos Abella, op. cit., p. 425.<<
[28]. Abel Hernández, El quinto poder, Madrid, 1995.<<
[29]. Se trata de monseñor José María Martín Patino, consiliario y albacea de Tarancón, quien con toda seguridad fue el que puso al corriente de esta historia a Abel Hernández. En mi última conversación con Martín Patino, rectificó lo referente a entregar el manuscrito de Tarancón a sus superiores y manifestó que las había hecho desaparecer él, ¡quemándolas!<<
[30]. Prieto y Barbería, en su libro sobre el 23-F ya citado, hacen referencia a esta historia (p. 113) como un bulo que recogieron los golpistas para justificar su intentona en un largo panfleto publicado en el verano de 1981, y que ellos recogen íntegramente (pp. 325 y ss.). Es lógico que los golpistas se atribuyeran la dimisión del presidente Suárez, pero eso no tiene por qué invalidar la existencia de ese almuerzo. Por lo demás, el libro de Prieto y Barbería se publicó en 1991 y el de Abel Hernández es del 95.<<
[31]. El Mundo, 10 de septiembre de 1995.<<
[32]. El Mundo, 22 de septiembre de 1995.<<
[33]. Relata Abad en su benevolente Adolfo Suárez, una tragedia griega: «Me cuenta un destacado personaje político que me pide el anonimato. “Meses antes del golpe de Estado profirió (el Rey) tan feroces críticas contra su presidente que, cuando se desencadenaron los hechos del 23-F, yo pensé: ‘Si a mí me dijo aquello sobre él, qué no le diría a Milans del Bosch’”», p. 100.<<
[34]. Su secretario político, Josep Melià, le hace decir a Suárez en vísperas de la dimisión la frase de Maura «Me marcho para que vengan a gobernar los que no me han dejado gobernar», pero está tan forzada en el texto que parece puesta ahí a propósito. Josep Melià, Así cayó Adolfo Suárez, Barcelona, 1981.<<
[35]. En 1979 la UCD había obtenido seis millones trescientos mil votos.<<
[36]. Habrá otra reunión ministerial el miércoles próximo, que apenas durará diez minutos y que no cabe considerar Consejo de Ministros.<<
[37]. Pilar Urbano, por ejemplo, en su libro sobre el 23-F.<<
[38]. Instituto de Concentración Agraria. Por cierto, el mismo lugar donde el presidente Suárez y el vicepresidente Abril pasan con sus familias la Semana Santa de 1979.<<
[39]. José Oneto, Los últimos días de un presidente, Barcelona, 1981.<<
[40]. Josep Melià, que estaba allí, señala que fueron ¡cinco! Josep Melià, op. cit., p. 85.<<
[41]. Leopoldo Calvo Sotelo, Memoria viva de la transición, Barcelona, 1990, p. 25.<<
[42]. Pío Cabanillas, Fernández Ordóñez, Martín Villa, Pérez Llorca, AriasSalgado, Calvo Sotelo.<<
[43]. Javier Tusell, El País, 29 de enero de 1995.<<
[44]. Texto de Sabino Fernández Campo en Veinte años de nuestra vida, cap. 25.<<
[45]. Josep Melià, mallorquín y bien mirado plumilla del momento, describe a este subproducto de la transición de esta guisa: «Otero Novas era un hombre de Fraga y habría seguido su suerte si Suárez no le hubiera llamado a su lado. Buen jurista, gallego retorcido, se hinchó de decir que quería irse del Gobierno. Igual ocurría a su mujer. Pese a haber sido uno de los colaboradores más próximos a Suárez, el que se lo debe todo, se puso en contra suya al dejar de ser ministro y se alineó claramente con los clericales». Josep Melià, op. cit., p. 89.<<
[46]. Ibid.<<
[47]. Declaraciones de Sabino Fernández Campo en los libros de Julia Navarro y Manuel Soriano, ya citados.<<
[48]. Algún historiador directamente implicado en la batalla contra Suárez, como Javier Tusell, calificó la versión de Abel Hernández de «estrambótica».<<
[49]. Este sorprendente texto, que lleva la firma de Adolfo Suárez, se publicó en El Mundo, cap. 10 de la serie 1975-1995. Veinte años de nuestra vida.<<
[50]. Juan Luis Cebrián, Acoso y derribo del presidente Suárez. Memoria de la transición, 1995, cap. 17.<<
[51]. José García Abad, op. cit., p. 33.<<
[52]. El País, 4 de febrero de 1981.<<
[53]. Incluso durante la larga noche del 23-F el esperado mensaje del Rey no se emitió hasta la 1.12 de la madrugada del 24, inmediatamente después de que Armada tuviera que renunciar a intervenir en el Parlamento ante la cerrazón de Tejero.<<
[54]. El título de inventor y promotor del nacional-catolicismo se lo disputaba con Arias Salgado, ex ministro de Información con Franco y padre de Rafael, ministro y colaborador de Adolfo Suárez hasta el último momento.<<
[55]. Padre de Emilio Botín García de los Ríos, actual presidente del Banco de Santander.<<
[56]. Preparación de un golpe de mano, con asalto a La Moncloa incluido, que se desbarató en 1978.<<
[57]. A las diez de la mañana del 24 de febrero, Tejero pondrá como condición para levantar el secuestro a los diputados que sólo se entregará al general Armada.<<
[58]. Pilar Urbano, op. cit., p. 210.<<