XIII.La
ahogada
PREFACIO
Estas historias
constituyen la primera aparición de miss Marple
en el mundo de los lectores de relatos
policíacos. Miss Marple tiene una ligera
semejanza con mi propia abuela: es también una
anciana blanca y sonrosada, quien, a pesar de
haber llevado una vida muy retirada, siempre demostró tener gran conocimiento de la depravación humana. Lo
cierto es que, ante sus observaciones, uno se
sentía terriblemente ingenuo y crédulo: «Pero ¿tú
te crees eso que te cuentan? No debes hacerlo. ¡Yo nunca me creo
nada!».
Yo disfruto
escribiendo las historias de miss Marple, siento
un profundo afecto por mi dulce anciana. Esperaba
que fuese un éxito... y lo fue. Después de las
seis primeras historias publicadas, me fueron solicitadas otras seis. Miss Marple había venido para
quedarse.
Ha aparecido ya en
varios libros y también en una comedia, y actualmente rivaliza en
popularidad con Hércules Poirot. Recibo muchas cartas. Unas dicen:
«Me gustaría que siempre presentara a miss Marple y no a Poirot», y otras: «Ojalá que su protagonista
fuera siempre Poirot y no miss Marple». Yo siento
predilección por ella. Creo que lo suyo son
historias cortas, le van mejor a su estilo.
Poirot, en cambio, necesita todo un libro para desplegar su
talento.
Considero que, para
aquellos que gusten de ella, estos Trece problemas contienen la auténtica esencia de miss
Marple.
Capítulo
I