CAPITULO 2.5 “PASIONES"
Volví unos pocos días después de nuestro primer contacto. Mi mente, aun no lo entendía, empezaba a disfrutar de esos breves momentos de su compañía. En ese momento no lo entendía pero la naturaleza había jugado un truco biológico en mi cuando me despoje de mi armadura de aislamiento.
Pasaron los meses, y cuando terminaba alguna misión siempre me daba el tiempo para charlar con ella. De algún modo siempre encontraba algún motivo para visitarle.
Paso el tiempo y su comportamiento hacia mi cambio. Primero sus ojos me miraban de modo extraño como si quisieran decirme algo. Luego fueron sus palabras que en su lenguaje me decía lo importante que era estar juntos y lo mucho que le agradaba pasar tiempo conmigo. Sin embargo, una tarde de verano cuando nos despedimos me obsequio un trozo de papel decorado con muchos símbolos que al principio no entendí, pero que al leer las palabras que en el estaban escritas pude saber lo que la chiquilla tenia en su mente.
En su lenguaje decía lo mucho que había pensado en mi, que mi apariencia le era agradable y que estaba perdidamente enamorada de mi. Decía que me amaba mucho por ser un ángel de Dios y que sabia que sus padres en el cielo me habían enviado para cuidar de ella. Que desde el primer día que me había conocido su mente no dejaba de pensar en mi.
Me sentí extrañamente halagado, pero una parte de mi no podía entender todo esto que pasaba. Había leído de esto en los manuales de referencia de mi “Agente de Viajes”, esto era común en la época y a pesar de que era tan común mi mente lógica no alcanzaba a entenderlo. Químicos cerebrales causaban una suerte de locura temporal y hacían que la lógica perdiera sentido para permitir la concepción de un nuevo ser humano. Esto hacia que la mente humana junto a otros trucos biológicos se preparara para concebir.
En casa la seducción y el amor eran algo que la tecnología había derrotado y eliminado. Pasábamos tanto tiempo en el mundo Vi que era muy inusual que tuviéramos contacto personal y por ello y con el paso de los años la seducción se volvió un juego vacío solo dominado por el deseo corporal, evitábamos exponer nuestras emociones y nuestro deseo de sentir que todo estaba bajo nuestro control cambio radicalmente nuestro concepto del amor. Podíamos comprar todo y elegimos nunca sentir dolor o ser vulnerables, nos vendimos a la idea de un control absoluto sobre nuestro mundo y nuestra misma mente que al final nos despojo de esta hermosa locura, después de siglos de increíbles avances técnicos nuestro mundo había erradicado la parte orgánica de la reproducción solo con el fin de hacer mejores seres humanos y mas útiles al sistema.
En su mente yo era un ángel, y a pesar de su juventud de algún modo supo adivinar que mi mente estaba perdiendo terreno ante ella, era muy perceptiva y me dejo saber que ella me enseñaría lo que necesitara saber sobre ser humano. Al creer que yo era un ángel, me mostró una vieja película donde ocurra algo similar a lo que ella creía nos ocurría a nosotros y me pidió que memorizara los pasos para volverme humano. Sentí una extraña ternura ante su petición pero no me negué a cumplir su deseo. Unos días después volví y le mostré cicatrices recientes en mi cuerpo, ella asumió al verlas que ya era un ser humano como ella.
Siempre vio mi cuerpo sin marcas o cicatrices debido al armadura de protección que usaba y esta apariencia inmaculada me hacia parecer extraño, aquel día, sin embargo. me presente sin mi armadura para que pudiera convencerse. Ahora lucia mas humano en sus términos y ello cambio aun mas el como la chiquilla se comportaba conmigo.
Me escribió otra de sus cartas y me hizo prometer que la leería en cuanto tuviese oportunidad, que era muy importante para ella y que deseaba saber lo que yo pensaba de sus palabras en ese papel. Cuando me fui le hice saber que no olvidaría leerla y que volvería pronto con ella. Me recordó que ahora que era humano necesitaría comer, y me entrego algunos alimentos en una bolsa de papel para que los llevara conmigo, y me insistió en que esperaría por mi.
Sus palabras describían su enorme deseo de estar conmigo, de que no podía pasar mas tiempo sin mi y que deseaba escapar de ahí para ir a donde yo estuviera. Quería estar en el cielo conmigo y ser mi compañera de vida, formar una familia y una vida juntos. Esa vos suave se grabo lentamente en mi cabeza y esos brazos se volvieron el lugar en el que mas deseaba estar.
Una lagrima resbalo por mi mejilla, no podía decírselo pero deseaba exactamente lo mismo que esa chiquilla. Era curioso, pero jamas en toda mi vida desee tanto como en aquel momento compartir mi vida con alguien. En casa era un cerdo egoísta, tenia todo lo que deseaba y siempre me sentí cómodo pensando que nada había mas que desear de este mundo. Cuando vine a esta era por primera ves me sentí completamente autosuficiente, imaginaba que esta época no tenia nada que ofrecerme mas que sangre sin culpa, pecado sin limite. En casa, siempre me aguardaría la amable perfección de un mundo que era predecible y controlable.
En casa teníamos al amor como un error de la naturaleza, y como error tratábamos de curarlo. Durante siglos la raza humana había sido esclava de esta locura biológica y como seres mas avanzados la habíamos desterrado. Había medicación que prevenía los efectos y consecuencias de estas drogas biológicas que nublaban la mente. Las corporaciones, el ejercito e incluso el publico en general no toleraban nada que no fuese controlable y tanto hombres como mujeres peleando por los empleos de prestigio no podían darse el lujo de sacrificar sus carreras por un amorío o por formar una familia.
La reproducción ya era algo que dependía del estado y este, concebía y criaba a los nuevos seres humanos en un entorno controlado y estable. La familia como invento de la naturaleza había sido tachado de imperfecto y una sociedad como la nuestra no permitía que los nuevos seres humanos fuesen criados sin un motivo mas grande que la supervivencia de nuestra especie. Las ventajas eran evidentes y visibles en nuestra sociedad. Ya nadie tenia que sacrificar su vida en criar a sus reemplazos biológicos y podían hacer de sus largas vidas unas muy productivas. Nuestra era había dado tecnologías que solo una vida dedicada en cuerpo y alma a la investigación podía dar como resultado.
Habíamos por fin salvado a la humanidad de estar encerrada en esta hermosa tierra y le habíamos permitido colonizar nuevos mundos, pero el precio había sido sacrificar nuestro mas preciado regalo de la evoluciona: la concepción humana.
Eramos en suma, los amos manipuladores de las reglas biológicas y nuestro deseo de control se expresaba hasta en los aspectos mas mínimos de nuestra vida.
En mis exámenes médicos Massi encontró mi nuevo desequilibrio hormonal y me ofreció tratarlo, pero me negué esta ves, - estos químicos cerebrales pueden nublar tu percepción y hacer que tomes malas decisiones que comprometan nuestra estancia aquí - afirmo al mostrarme los resultados de mi prueba cerebral, pero le afirme que lo que deseaba era sentir como ser humano y no como una simple maquina. El no estuvo de acuerdo pero respeto mi decisión, menciono lo que el “Agente” nos había dicho sobre dejar nuestra huella genética en esta era, pero lo tranquilice al afirmarle que aquello era imposible y que solo buscaba experimentar algo desconocido. No podía saber que mi decisión tendría consecuencias duraderas y que esto seria la primera de muchas cosas de las cuales me arrepentiría por el resto de mi vida.
Cuando volví a ver a la chiquilla mi mente y mi cuerpo vibraron de la emoción y el sentir esto me hizo olvidar mi charla con Massi y sus advertencias.
Esa chiquilla siempre fue muy intuitiva conmigo, siempre supo lo que mis ojos escondían y de algún modo podía saber cuando mi amor por ella era demasiado grande para ocultarlo. No dijo nada más, solo me abrazo con esos hermosos brazos y se quedo ahí. Jamas entendí como alguien de su edad podía tener sentimientos tan fuertes pero así era, una pasión tan simple y pura, tan enorme como los océanos que rodeaban este mundo. Era extraño, de algún modo ella se volvió mi maestra, me enseñaría todo lo que yo ignoraba del amor y al pensar que era un ángel, también de estar vivo.
Me pidió ser su esposa, algo que me hizo sentir muy halagado y mi afirmación la hizo muy feliz, en ese momento me dijo que jamas había sido tan feliz en toda su vida como lo era ahora.
Sentí envidia de ella, aunque mis emociones por ella eran intensas, mi parte racional tenia completo control de mi mente y jamas podría desconectar mi mente a un nivel que me permitiera disfrutar de una emoción tan irracional y hermosa. Al menos en ella esta emoción le quitaría por unos momentos la necesidad de racionalizarlo todo y solo necesitaba dejarlo fluir, algo que nosotros ya no éramos capaces de hacer aunque lo desearamos.
Su vos repetía en su lenguaje este deseo, y a pesar de todo, yo lo deseaba también. Sin mi armadura mi mente y cuerpo eran sensibles y vulnerables ante ella, y de pronto me vi abrazándola intensamente como si deseara prolongar ese momento mas allá del tiempo.
Solo pude atreverme a besarle, y en ese beso mi mente y cuerpo se estremecieron como nunca volverían a hacerlo. Ese beso marco mi mente como ninguna simulación pudo jamás. Esa emoción fue tan pura y sincera que ningún software jamas pudo emularla, sentí envidia de que este regalo les hubiera sido dado a ellos sin pedirlo y era hermoso.
Horas después no podía dejar de pensar en lo que la chiquilla me había pedido, y trataba de entender esta parte de esta sociedad que no estaba registrada en ningún libro y era sus costumbres sobre la concepción de sus crías y la vida de sus padres en una forma aceptable por su sociedad. Ella me había pedido unirme ante su dios con ella y juntos formar una familia, de un modo que para ella encerraba un significado hermoso y sincero. Tal ves era su juventud o su inocencia pero deseaba tener algo que ella jamas había tenido y ello me hizo sentir honrado en muchas maneras. Pero también sentí una profunda tristeza de lo que jamas seria y mi pesar se filtro lentamente a todo en mi vida cambiándola para siempre.
Sentí envidia de todos los chiquillos con los que ella alguna ves ella amaría y que tendrían el privilegio de ser su pareja a lo largo de su vida, sentí aun mas envidia de saber que con alguno de ellos un día formaría una familia y concebiría unos hermosos bebes, pero a veces la realidad muerde donde mas duele y mi parte racional me hizo recordar que la distancia genética entre su ADN y el mío era enorme, tal ves demasiado enorme para que pudiéramos franquearla. El matrimonio como lo entendían las personas en esta época era para ofrecer un lugar apropiado para la crianza de los nuevos seres humanos y con todo y sus evidentes fracasos aun era algo que para ellos tenia un significado sagrado tanto en lo emocional como religioso.
Sentí una enorme tristeza de sentir esta alegría de haberla hallado en este lugar imposible y distante, de saber que algo como esta emoción existía y que jamas podría ser posible consumarla, aun cuando ella estuviera lista para mi y ese simple pensamiento me destrozo por dentro. Entendí que el amor era una suerte de locura biológica controlada y que la naturaleza seguramente lo creo para derrotar a mentes frías como la mía y permitir que la especie humana continuara en una época donde la reproducción humana solo era posible por esta vía.
Durante semanas ella me repetía al oído lo feliz que la hacia saber que mi corazón era suyo y que solo seria para mi por el resto de su vida. Aunque al despojarme de mi armadura no podía usar el traductor, entendía fragmentos de su charla y su vos hipnotizaba mi mente. Esos hermosos ojos verdes de pronto se transformaron en algo que me hacia feliz y de pronto esas tardes a su lado se convirtieron en algo que no podía dejar de pensar.
Podía pasar horas leyéndole sus libros y escuchar su suave vos hablarme de su cotidianidad, podía pasar incontables momentos con su cuerpo recostado sobre el mío viendo secuencias de video de su red favorita con temas que de otro modo me eran aburridos. De pronto olvide porque estaba en ese lugar y comence a disfrutar de la magia de esas emociones desconocidas.
Que diferente era esto, imagine, al pensar en la razón por la cual yo había sido concebido en mi propia época. Sentí envidia de cada uno de los seres humanos de esta época, al menos a ellos los había concebido una causa biológica superior y no la simple conveniencia humana.
Mi madre había concebido usando su propio ADN y el ADN de un hombre desconocido que ella había elegido cuidadosamente basado en sus deseos personales y en un algoritmo que calculaba lo necesario para proveer a los nuevos embriones humanos de un nivel adecuado de inteligencia y control emocional. De todos los embriones que habían sido creados con el ADN seleccionado solo yo había llegado a existir. El resto permanecería congelado de manera indefinida o hasta que una crisis requiriera su activación. De otro modo estos seres humanos jamas tendrían oportunidad de existir y todo ello por una decisión que no era suya.
En mi tiempo era mandatorio que nuestro ADN fuese revisado en busca de potenciales defectos genéticos y mejorado previo al nacimiento, por ello, siempre se elegían los embriones con las características biológicas mas deseables.
No hubo amor o sentimiento alguno involucrado en mi nacimiento, ni un toque de deseo o de pasión, solo la necesidad del estado de preservar el ADN de mi madre a través de un hijo y de darle continuidad a su linea de sangre. Esa chiquilla me mostró algo que para mi era desconocido: el concebir a un ser humano por amor, simple amor.
En casa la gestación era completada en unidades automatizadas, las mujeres no se esclavizaban nueve meses a una cría y podían tener una vida normal sin contratiempos como la familia. Eramos una especie evolucionado pero habíamos perdido tanto en el proceso que este sentimiento me apabullo, me hizo sentir una ira enorme que mi raciocinio no pudo parar. Que habíamos sacrificado en pos de ser mejores y era un regalo hermoso que la naturaleza nos había regalado para hacer mas tolerable la crianza, y era el amor y la pasión, simples pero bellísimos y algo que ninguna tecnología podía emular.
A pesar de mis emociones tan intensas por esa chiquilla tuve que elegir distanciarme de ella, Massi me proporciono una medicación que limito las consecuencias de los químicos cerebrales que causaban esta emoción y pronto se sintió como una sombra lejana, como otra vida. Pero mi parte racional me hizo entender que esto era lo mejor y que esa pasión nublaba mi juicio de una manera brutal.
Aun cuando la pasión desapareció de mi mente y mi cuerpo, no deje de visitar a la chiquilla. Aunque cumplia lo que ella me pedía, mi frialdad al final mato ese hermoso sentimiento que ella tenia para mi. Una tarde de otoño invente una historia de que había sido llamado al cielo para seguir ayudando a salvar almas. Sus lagrimas me destrozaron pero su vos dulce me hizo saber que ella estaría ahí, siempre esperando a que yo un día regresara y cumpliera mi promesa. Le hice saber que así seria y en medio de una lluvia brutal, tal como aquella que nos había presentado la primera ves me despedí de esos hermosos ojos verdes. Conserve cada uno de sus regalos como preciadas posesiones que recordaban mi humanidad.
Al final, creo que añoraba sentir esa hermosa locura que me hacia disfrutar de cosas simples de la vida, un simple beso o un abrazo adquirir un significado muy grande y el deseo se transformaba en algo mas allá del placer. Eran cosas simples que la gente de esa época tenia de manera gratuita pero que para nosotros eran algo que simplemente el dinero no podía pagar.
Después de algunos meses ya no podía recordar como se sentía esa hermosa locura, pero de algún modo siempre me mantuve cerca de ella, cuidandola, tal como había prometido. De algún modo deseaba protegerla y siempre que podía la visitaba aunque fuera por unos minutos.
Sin embargo el tiempo no perdona, la biológica tampoco. Sus emociones por mi se fueron despejando y terminaron pasados algunos meses. Un chiquillo de la escuela se volvió su nuevo amor y perdió interés en mi, de algún modo me sentí aliviado pero no podía evitar sentir celos de este joven, que tendría esos hermosos besos para si.
Deje de visitarla por algún tiempo, pero alguna ves cuando volví a revisar como estaba, desde lejos pude verla mirando al cielo y orando por mi, jamas me sentí tan pleno como al saber que aun estaba en alguna parte de su alma y que sus pensamientos, aunque distintos, aun se dirigían hacia mi. Una lagrima se derramo en mi mejilla, y por ultima ves mire esos hermosos ojos verdes, como si deseara no olvidarlos. Pero el tiempo no perdona, y a veces, el destino es cruel y guarda regalos dolorosos para nosotros.