Desde el momento en que el atractivo periodista Connor McKay se metió en su despacho, Courtney supo que tendría problemas, pero nunca sospechó que se vería fingiendo ser la madre adoptiva de una niña de tres días.
Él estaba decidido a acabar con una organización clandestina de adopción de niños, y necesitaba la colaboración de Courtney, pero jamás esperó sentirse atraído por aquella mujer tan insolente.