Los autores de esta antología compartimos, además de un idioma, una visión sobre la poesía. Estamos convencidos de que la emoción no puede estar de moda, es universal e intemporal, y la poesía tiene que emocionar. Para ello es necesario que comunique, que diga algo, que aporte sentido. En este tiempo marcado por la incertidumbre, para nuestra sorpresa, una gran parte de los nuevos poetas en español se han adscrito a una tendencia tan experimental como oscura. Los discursos fragmentarios, el irracionalismo como dogma y el abuso del artificio han supuesto la ruina de la poesía en muy diferentes etapas de la historia de la literatura. Han hecho tanto daño, que hoy la poesía está considerada como un género difícil que sólo leen los poetas, porque sólo parecen entenderse entre ellos como los habitantes de unas ínsulas extrañas. Creemos que hoy es necesario reivindicar una poesía que comunique, escrita por personas normales, por ciudadanos que no están dispuestos a renunciar al diálogo entre las conciencias a cambio del silencio, el fragmento o las subjetividades ensimismadas a las que nos invita el poder.