Perseguidos por los Señores del Trueno, Clive y los suyos, a los que se ha unido Neville, huyen a través de unos túneles blancos y llegan al nivel 7 de la Mazmorra donde encuentran la Puerta de Dante en la que se lee la inscripción: «Abandonad toda esperanza», y que constituye la entrada del infierno propiamente dicho.

En ese horripilante lugar atraviesan lagos de fuego, ríos de agua hirviendo, abismos sin fondo, nieblas densísimas y cualquier tipo de accidente geográfico o fenómeno que pueda producirse en un infierno. Al pasar por el Lago de las Lamentaciones se encuentran con personas conocidas que sufren, gimen y piden ayuda. Afortunadamente, los aventureros llevan tapones de cera en los oídos, emulando así el paso del navío de Ulises por delante de las sirenas. El grupo llega al Palacio de la Luz del Alba o Palacio del Señor del Infierno, donde descubren que el amo del mismo es el padre de Clive y de Neville. Y, cuando alcanzan el Desierto de la Muerte, hallan la Fábrica Negra, la fábrica de clones. Pero, ahora que han comprobado que los Señores de la Mazmorra utilizan los dobles de las personas, ¿podrán creer algo de lo que ven?

El Lago de Fuego mantiene in crescendo el interés de los lectores por esta apasionante serie de Philip José Farmer, su creador.