Era consciente de ella corriendo tras él hacia la puerta. La camioneta tenía otra de respalo a su derecha. “Entra”, ordenó, abriendo las puertas del vehículo. Ella entró en el revuelto interior, sin respaldo, el cerró la puerta del almacén subiéndose al camión y cerrando la puerta tras de él. En ese mismo instante empezaron a moverse.

"¿Hacia dónde vamos?", Preguntó, al reconocer el olor del conductor, el de Rina, hermana de Kit y el de uno de los soldados más jóvenes Dark River.

“Fuera del presidio. Jamie esperará con un coche allí para ti. ¿Vale?”

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“Me funciona" Apoyó la espalda contra la pared lateral de la camioneta, consciente de Ashaya tratando de hacer lo mismo que él. Estirando las piernas apoyó los pies a casa lado de ella. Ella no dudó en poner sus manos sobre él. “¿No pudieron encontrar algo con una suspensión

mejor?”

No es que le importa el contacto de Ashaya, pero sus dientes estaban a punto de sacudir su cabeza.

“Oh, espera” Se escucharon algunos gemidos mecánicos, una sacudida leve de ruedas, luego el viaje se suavizó . “activé la liberación de tracción. Barker me dijo que este vehículo no está

destinado a llevar gente. Lo sentimos.” Un sonido avergonzado.

"Lo estás haciendo bien." Rina estaba bajo su mando directo, y ahora que había descubierto que él era inmune a su naturaleza sensual, ella se estaba convirtiendo en un buen protector de la manada. Si la chica aprendía a controlar su rápido temperamento de fuego, se convertiría en una de las mejores. Cambió su atención a Ashaya, manteniendo las piernas donde se encontraban “¿Mejor?”

Ella asintió con la cabeza, miró al frente y negó con la cabeza. Extrañamente, él la entendió.

Ella le diría sus secretos, pero no con testigos. Lo aceptaría. Pero no guardaría nada a sus compañeros de manada si era necesario que lo supieran, Ashaya era lo suficientemente inteligente como para saberlo.

“¿Has controlado los paneles de mensajes como te pedí?” Preguntó a Rina, manteniendo su tono de voz bajo, porque la audición de los cambiantes era especialmente grave en los cuartos cerrados.

“Sí. Agárrense” Rina hizo un giro brusco. “He descubierto algo en lo que puedes estar

interesado. ¿Sabías que tenía copias de seguridad en su servidores y la red solo estuvo caída

treinta segundos?”

"¿Sí?"

"Dicen que hay una red de piratas informáticos paranoicos que han hecho negocio creando

servidores secretos en todo el mundo”.

Dorian pensó en eso . "La paranoia no es siempre una mala cosa."

"Así lo afirmaría un friki de los ordenadores", bromeó Rina . "De todos modos, la difusión de

Ashaya está haciendo las rondas en la red, han subido una versión perfecta para estar

seguros. El Consejo parece haber renunciado a tratar de mantenerlo oculto.”

"Entonces soy un éxito" , dijo Ashaya.

Rina hizo un ruido en la parte delantera. "No sé. Muchos de se preguntan si estás a realmente

estás a favor o sólo eres un perro buscando publicidad. Luego están los que te acusan de ser

una perra vengativa, debido a que fuiste retirada de un proyecto de investigación de varios

millones de dólares a favor de otro científico.”

“De modo…” A Ashaya se le llenaron los ojos de una intensa tranquilidad, “que ya que no

fueron capaces de detener la difusión, van a tratar de desacreditarme.”

“Sabías que eso iba a suceder” Dorian la miró, examinándola, sabiendo que nunca tendría una oportunidad mejor. Ella era hermosa, algo que su intensa inteligencia tendía a eclipsar. Y Era hermosa de una manera muy femenina. Sin embargo, faltaba algo, la chispa que la convertía en una belleza extraordinaria.

Él sabía lo que era esa chispa, por supuesto, la había visto hacia unos escasos minutos.

Emoción.

Corazón.

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Alma.

Ashaya se había retirado, había reconstruido sus escudos. Ella había dicho que era necesario, pero no estaba convencido. Él no deseaba estar convencido. Debido a que la mujer le había dicho que estaba acostumbrado a ordenar siempre a su alrededor, infiernos ella era casi perfecta.

“si me preguntaran, creo que deberías hacer otra emisión pronto”, dijo Rina irrumpiendo en sus pensamientos. “En este momento parece como si hubieras dejado todo y salir corriendo,

y eso, no es bueno para tu imagen.”

“No estoy preocupada por mi imagen.”

Dorian negó con la cabeza . “No puede ser, eso es lo que te va a mantener viva.”

“Convertirme en una famosa, no les ha impedido intentar cazarme.”

“Les has dado que pensar.” A su juicio, eso era lo que Zie Zen había dicho. “Probablemente

por eso no estamos en la lista de si la ven la mata, en este momento.”

“Es posible. Pero lo más probable es que quieran tener acceso a los datos que tengo. Ming es

perfectamente capaz de sacarme de mi mente y convertirme en una cascara vacía.”

Dorian la miró a la cara, tenía los hombros delgados, y sabía que tenía la fuerza suficiente para llevar esa carga. "Tú lo golpeaste. Te has mantenido en tu postura cuando habría sido más

fácil correr. Para eso se necesita valor.”

“¿Sabes por qué no he corrido? Iliana se habría quedado. Habría regresado a casa en una

bolsa de cadáveres.”

“Eso no quiere decir que no se necesite valor para salir y lugar por el derecho de tu hijo a

vivir, el derecho de tu pueblo a tener la opción de decidir si se quieren convertir en insectos

de colmena.” Dijo con una precisión infalible.

Ashaya rompió el contacto visual. Dorian veía demasiado con esa mirada azul intensa. “No soy

tan noble. Yo hice lo que hice por egoísmo, por salvar a Keenan.”

Él se encogió de hombros. " Yo lucho contra monstruos para proteger a la manada. Ellos no

están menos muerto porque hago lo que hago por una necesidad egoísta de salvar a los que

amo.”

“Las personas que sobresalen tienen una manera de hacer que esas cabezas vuelen.” Dijo ella apretando la mano en el algodón que cubría la musculatura de la longitud de sus piernas.

“Yo cubro tu espalda”. Había una promesa en esas palabras que le susurraba por la espalda con el exquisito calor de un leopardo. “¿Quieres establecer una nueva transmisión?”

Ella tragó saliva, pero asintió con la cabeza.

“Ya llegamos” El conductor paró el vehículo suavemente.

Dorian ya estaba en movimiento. Ella había esperado eso de él. Podía esperar con una gracia silenciosa de depredador, pero su vida estaba llena de movimiento. Ella miraba como empujaba las puertas y bajaba de un salto. Cuando le tendió la mano para ayudarla a bajar, ella negó con la cabeza para que él fuera por delante con sus compañeros de manada. Sus escudos eran finos como el papel.

Un poco más, y serían inexistentes. Y pensar lo arrogante que una vez había sido, teniendo en cuanta que su defensa del silencio no era más que una imitación.

¡Que broma!

Por supuesto en la red había sido inquebrantable. No había nadie que viviera las emociones a casa momento, cada día, no había quien la desafiara, como ese cambiante salvaje lo hacía. A pág. 111 http://www.carpedreams.blogspot.com

parte de la relación indefinible con Amara, Keenan había sido el único punto de debilidad emocional, y Ming lo había separado de ella durante meses.

Sus labios se apretaron cuando sus pies tocaron el suelo, sabía que, sin importar como, nadie mantendría a su hijo lejos de ella. Casi se había roto cuando la conexión entre ellos quedó eliminada. No era lo suficientemente fuerte para soportar su pérdida una segunda vez.

La conexión.

En el caos de todo lo que había ocurrido, ni siquiera había pensado en cómo había podido ir a Keenan esa mañana. El vínculo estaba roto, nunca olvidaría el desgarrante dolor que sintió cuando se cayó de la PsyNet. Ese vínculo nunca debería haber existido en primer lugar, ahora no tenía forma de buscarlo. Sin embargo, de nuevo tuvo el pensamiento que no tenía nada que ver con la lógica y todo con el amor.

Sintió una mano en su espalda. La voz de Dorian en su oído. “Métete en el coche. En la parte

delantera.”

Se apartó menos de un minuto después. “Esta es una ruta más larga para ir a lo de Tammy”,

dijo Dorian. “Quiero asegurarme de que no nos siguen”

De cara a las sombras creadas por los altos arboles que cubrían el presidio, puso el coche en automático. Mientras que las regiones más forestales, no habían incorporado la navegación automática, esta área estaba lo suficientemente cerca de la ciudad, por lo tanto, lo habían incorporado, al menos la vía principal.

"Ahora", dijo él, deslizando lejos los controles manuales y volviéndose hacia ella, su brazo se puso en el asiento detrás de ella, "Háblame sobre tu gemela."

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CAPÍTULO 26

Los labios de Amara se curvaron hacia arriba cuando el rostro de Ming LeBon apareció en el gran panel de comunicaciones al otro extremo del laboratorio, un laboratorio ubicado en algún lugar del Valle de la Muerte. Ellos se habían traslado después de que ella les dijera que podía encontrar a Ashaya, pero sólo si estaban en el mismo estado. Era una mentira, por supuesto.

Una que había logrado que estuviera más cerca de su hermana.

“Consejero. Confío en que su caza se haya realizado correctamente.”

Ming la miró los ojos negros. Una parte de su cara estaba marcada con un color rojo, de una marca de nacimiento. Algún problema de pigmentación, pensó Amara despreocupada. Muy pocas cosas preocupaban a Amara.

“No”, respondió finalmente Ming . “Las coordenadas no eran correctas.”

“¿De verdad?” Amara jugó a parecer inocente. “Ella estaba allí.”

“Habían indicios de que podría haber estado en la zona. Pero el espacio era demasiado

amplio.”

“Ah.” Ella sonrío y extendió los brazos, con las palmas hacia arriba. “Trataré de hacerlo mejor

la próxima vez.”

"Prefiero que me digas cómo eres capaz de seguir su rastro en el primer lugar."

Ella movió el dedo a modo de reprimenda. “No, no, no. Eso sería romper las reglas.”

“¿Las reglas?”

“Oh, no, consejero.” Amara se rió, y era un acto premeditado . “Los dos sabemos que yo no

estoy muy bien de la cabeza.” Ella sintió una fría delicia al ser deliberadamente ofensiva. “Sin

embargo, eso no afecta a mi inteligencia, así que no me trate como si tuviera el coeficiente

intelectual de un rehabilitado.”

"Mis disculpas."

Ella sabía que las palabras no tenían sentido. Él la estaba complaciendo, porque pensaba que ella podía entregarle el implante que le permitiría controlar a toda la raza Psy. Tal vez lo compartiría con los otros miembros, o tal vez no. Eso no hacia ninguna diferencia para Amara.

“En cuanto a cómo sigo la pista de Ashaya, yo…” Se interrumpió con un grito totalmente teatral. “¡Uy! Casi dejo que el gato salga de la bolsa, que traviesa.”

Ming la miró y ella se preguntó si él estaba esperando que se rompiera. Sin embargo, cuando habló, no esperó nada. “Tú y Ashaya son genéticamente idénticas. Se gestaron en la misma

matriz, se criaron en el mismo entorno.”

"Hasta que me hizo salir corriendo." Ella hizo un mohín. "¿Por qué tuviste que poner una

orden de rehabilitación en mí?"

"Y, sin embargo," él continuó, como si ella no hubiera hablado ", tu eres fundamentalmente

defectuosa, mientras que Ashaya, a pesar de su desafortunada inclinación política, ha sido

siempre un psy perfecto.”

Amara se preguntó si Ming era tan ciego como aparentaba o si su hermana había logrado perfeccionar la máscara con ese alto grado. Ahora bien, si eso era cierto, entonces el juego iba a ser muy interesante. Bien. “Somos un enigma. Tal vez ¿Le interesa estudiarnos antes de

destruirnos?”

“Hablas de tu muerte con mucha facilidad.”

“No soy tonta Ming. Al segundo en que le entregue el implante, sé que estoy muerta, y

también lo está Ashaya.”

“Y eso le da una buena razón para retrasarse.”

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“Cierto”, asintió ella con un gesto descuidado. “Sin embargo, creo que la idea de la

inmortalidad es… atractiva. El implante seguirá vivo mucho tiempo después de que las dos

dejemos de existir.”

“Entonces ¿Estás segura de que lo puedes entregar?”

Ella levantó una ceja, por dentro se reía de un secreto que solo Ashaya y ella conocían. Ming se olvidaría del implante si se daba cuenta de que ya existía algo mejor.

Pero ese era su secreto. Suyo, de Ashaya. . . y de Keenan.

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CAPÍTULO 27

Cuando él sonríe, me podría exigir cualquier cosa que yo se lo daría. Nunca me he sentido más vulnerable en mi vida. Este hombre, este leopardo, me puede romper.

-De los archivos cifrados personales de Ashaya Aleine-

Ashaya respiró hondo. "Mi hermana". Miró hacia los árboles de eucalipto que habían sido traídos a la región en una decisión ecológicamente incorrecta, había sobrevivió pese a todos los intentos de erradicarlos. Cuando un incendio arrasó, se quemaron en una furia de hoguera sublime. “Mi hermana es como esos árboles. Perfecto a la visa, brillante en su diseño, su

cerebro es impecable, su inteligencia asombrosa, pero todo lo que se necesita para

desmoronar esa perfección es un simple fosforo.”

Dorian le rozó el hombro con la punta de los dedos, y se encontró inclinándose hacia él. En ese momento era lo correcto, ella necesitaba su fuerza, necesitaba saber que no estaba sola. “Ella

no sufre de locura.” Continuó Ashaya. “Solo es en la superficie, parece entender la diferencia

entre el bien y el mal. Pero ella… no, no lo hace realmente. Ella hace las cosas sin pensar en

las consecuencias, las personas normales la considerarían cruel.”

Los ojos de Dorian se volvieron un duro pedernal sin previo aviso, los dedos la acariciaban con tranquilidad.

“Sociópata. Ella es a la que has estado protegiendo.”

“Sí” , admitió, negándose a mirar hacia otro lado, negándose a pedir disculpas. “Ella es mi

hermana gemela.” Y le había dado el don más grande la vida de Ashaya. “Era lo único que

podía hacer.”

“No para un Psy de verdad.”

“Supongo que las dos nacimos defectuosas, solo que de maneras diferentes.” Esperó a ver lo que el haría, este depredador odiaba el frio silencio de su raza con una ciega rabia que cortaba.

“El resto Ashaya, dime el resto.”

Era un alivio poder hablar de Amara, sin tener que ocultar la verdad. “Tenemos un vinculo

indisoluble. Por eso siempre me puede encontrar a menos que me esté protegiendo con toda

mi capacidad.” Ella mantuvo su mirada en las vigas rojas distintivas del puente que se levantaba delante, no quería afrontar la ira de Dorian.

Entonces una mano se cerró se cerró en su nuca y su estomago se relajó. Extrañamente se había vuelto aficionada a su tacto. Volviendo la mirada hacia él, se encontró con unos ojos semi cerrados que seguían la línea de su clavícula. De alguna manera, eso le hacía más fácil de llegar lo que seguía. “El vinculo ha estado ahí desde que nacimos, nadie ha sido capaz de

detectarlo. No sé cuanto sabes de las redes psíquicas…”

“Algo”. Él miró hacia arriba y sus ojos trazaron una caricia que ella casi pudo sentir.

Ella apenas de podía contener de esbozar la perfección de sus labios.

“Por lo que he sido capaz de descubrir, en el pasado, las conexiones emocionales eran

visibles en la PsyNet. Pro hoy en día, esos vínculos han sido borrados.” No había más sentimientos de amor, ni odio. Solo vacío . “Ahora cada mente es una entidad separada.”

"¿Sí? Entonces, ¿cómo diablos sabe Keenan que lo amas? "

“Él no lo hace.” Eso la destruiría. Protegería su vida, ella ya le había herido mucho el corazón de su hijo.

"Infiernos que no lo hace." Resopló Dorian. "Es por eso que sacó ese truco, sabía que su

mamá lo dejaría todo y correría hacia él.”

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Ashaya sintió como algo sangraba en su pecho ante esa declaración, y ese choque fue tan poderoso que casi se lo entregó todo. “Eso es un vínculo con Keenan, pero tampoco es

visible.” Su voz se quebró. “Creo que mi intento de mantener el silencio es lo que lo hace

invisible, he dañado a mi propio hijo por el esfuerzo de que no llegaran a mí.”

“Para”. Él apretó la nuca en un gesto que era tan dominante como… tierno.

Despertó más de esas conflictivas emociones que estaban dentro de ella, las mismas cosas que necesitaba mantener contenidas. Porque cuando Amara comenzara a jugar… “Mi gemela no

me matará ni me pondrá en un peligro mortal, por duro que sea el juego. A su manera, creo

que ella me ama, soy su única compañera de juegos, su única amiga. Pero ella podría matar

a Keenan.”

“¿Por qué? Él es un niño, lo que es más importante, hijo de su hermana.”

Su corazón se agitó de nuevo, y esta vez era una emoción diferente, salvaje, cruza, armada con garras y dientes. “Amara”, dijo ella tratando de controlar ese poder violento del nuevo sentimiento . “No lo ve de esa manera. Ella piensa en mí como su pertenencia y de Keenan

como un intruso.” Y eso era un extraño giro en una historia ya torcida.

“¿Estás diciendo que ella es el verdadero peligro?”

“Estoy diciendo que incluso si se las arreglan para mantener al Consejo a raya, Amara nunca

se desentenderá de mí. No importa a donde vaya, me va a encontrar y comenzará a jugar a

sus juegos, tratando de empujarme a la locura.” Tomó una respiración profunda. “Lo peor es,

que como lo siento, ella está empeorando. Es como si mis emociones alimentaran su locura.

Yo creo que un día ella va a impulsarme y le haré daño a Keenan.”

Dorian le inclinó la cara hacía él cuando ella miró hacia otro lado. “¿Qué ha hecho por ti

Shaya?”

“Sigues dejando caer la A de mi nombre.”

“¿Lo hago?”

Otro juego. Pero este no tenía intención de hacer daño. “Dorian tu tacto me desequilibra, y

eso hace a Amara peor, fortalece nuestro vínculo. Si ella se mete dentro de mí, ella puede ver

lo que veo o escuchar lo que oigo. Y yo no la quiero en este coche con nosotros.” No quería compartirlo.

Dorian no podía ignorar su petición, aunque eso le provocaba frustración al leopardo. Él cambió de nuevo a su lado del coche, aprovechando para comprobar que iban de camino a la casa de Tammy.

“Entonces, para encadenar a Amara, ¿Vas a pasar por la vida solo a medias?”

“Si eso mantiene a Keenan seguro, sí.” Fue una respuesta tranquila, pero sus labios temblaron antes de que los presionara en una línea firme.

“Ella es un peligro para el hijo que amas, y sin embargo, la proteges.” Dorian no podía entender eso.

Ashaya dijo: “Ella es mi hermana pequeña, nacida un minuto después de mí. He estado

cuidando de ella toda la vida.”

Su corazón casi se rompió. Porque el sabia acerca de hermanas pequeñas. Él conocía la clase de vínculo que ese amor generaba, la forma en que eso estaba escrito en piedra, como no se podía hacer daño a esa preciosa vida. A las hermanas pequeñas se les perdonaban cosas que jamás se haría con otras personas. Pero…

“Si ella viene por Keenan, ¿Qué harías?”

“Tú lo sabes” Dijo en un susurro roto “La mataría, y eso, me destruiría.”

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Él pensaba que esa era la verdadera razón por la que él huía, tenía miedo de Amara, pero más aun huía porque temía que su hermana gemela la arrinconara y su única salida fuera pasar sobre el cadáver de su hermana. Un infierno de desastre. “¿Cómo Shaya?” Se encontró a sí mismo preguntando . “¿Cómo es que tú eres tú y ella es…?”

“¿un monstruo?” Completó Ashaya por él. “No lo sé. ¿Los seres humanos no creen en una

cosa llamada alma? Tal vez ese elemento viene predefinido. Tal vez nacimos con diferentes

tipo de almas.”

Al escuchar el corazón destrozado que ella estaba desesperadamente tratando de ocultar, Dorian deseó asegurarle que ella no se encontraría hermana contra hermana. Pero había dejado de hacerse ilusiones hacía mucho tiempo. A veces, el mal ganaba. A veces, las hermanas pequeñas morían.

El cuerpo torturado de Kylie estaba tan fresco en su mente que cuando la mujer moribunda apareció en los escalones del camino delante de él, pensó que estaba viendo un fantasma.

“¡Jesús!”

Él y Ashaya se inclinaron de golpe hacia adelante, tanto que chocaron contra sus limitaciones, los sensores del coche se bloquearon y el coche se paró con un estremecimiento.

Dorian se recuperó en menos de un segundo, salió corriendo y cogió a la mujer mientras se derrumbaba. Sus ojos ya estaban reflejando la bruma de la muerte que se aproximaba, su sencillo blanco tan ensangrentado se aferraban a su esbelta figura. Mostraba destellos de carne desgarrada donde lo que fuera había cortado a través de su cuerpo con una ferocidad letal.

“Aguanta” Dijo, inclinándose para recogerla en sus brazos y poder llevarla al hospital más cercano.

“No puedo hacer que ella conteste telepáticamente.” La carga de Ashaya era tan grande que ni siquiera esto la hacía escapar de su increíble control.

“Síguelo intentándolo” A pesar de que podía oír el corazón de la mujer empezando a tartamudear, la cogió. Ella lo miró, pero él sabía que ella no lo veía. “¿Quién te hizo esto?”

Las respuesta salió extrañamente clara. “Mi padre”.

Tenía el cabello marrón, la suave piel dorada. Y los ojos de un tono negros Psy que agonizaban.

Entonces esos ojos se volvieron grises, su cuerpo flácido contra él. Sus brazos la apretaron, su corazón gritó. Pero los recuerdos que evocaban la vista de esta chica podían esperar. Tanto el leopardo como el hombre, tenía una única prioridad en ese momento, proteger a la mujer que estaba junto a él. Una mano se estrechó alrededor de la chica. “Déjala” dijo él.

Ashaya lo miró. “dori…”

“Está muerta. Enviaran a un equipo Psy a investigar en menos de una hora.” Sascha le había enseñado que la muerte solo era una excusa aceptable para salir de PsyNet. Todos los Psy que salían de la red sin ninguna explicación, eran buscados y no se detenían hasta que encontraban su cuerpo o confirmaban su cuerpo. “Podría ser que haya mandado un mensaje de alerta

telepático. No puedes estar aquí cuando lleguen.”

Ashaya no soltó la mano de la chica. “¿Y tú?”

Él miró a los ojos . "No voy a dejarla sola en la oscuridad."

“Una tonta elección emocional”, dijo Ashaya, pero su voz negaba la afirmación. “Me

encuentro deseando tener la libertad de hacerlo.”

Él negó con la cabeza, las garras intentando salir, presa del pánico, enfadado. “Vete Shaya, la

ruta del coche está programada. Ponlo en automático y lárgate”

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Ella retiró la mano lentamente de alrededor de la niña. "Esto fue un ataque frenético. Ella está

tan mal que no pudo haber venido de muy lejos.”

“¡VETE!”

Su orden la hizo dar un salto y correr de regreso al coche. Un minuto más tarde, estaba junto a él mientras se llevaba a la chica de la carretera a un grupo de árboles bien cuidados que se alineaban en el camino. La línea de verdor actuaba como una valla para el complejo de casas tras él. Pequeños, contenía edificios donde ningún depredador vivía, pero que convenía a los Psíquicos. Era obvio que la chica venía de la casa más cercana.

La puerta estaba abierta, e incluso desde la distancia se podía ver la huella de una mano ensangrentada en la puerta. Se estiraba como si hubiera resbalado. Más sangre estaba secándose por los pasos que bajaban desde el pasillo de entrada, sobre los adoquines blancos, a centímetros de sus pies.

Con cuidado, bordeando su sangre, él llevó el cuerpo de la chica a lo que una vez había sido su hogar. Igual que el lugar del asesinato de Kylie. El aroma de muerte lo golpeó mientras se acercaba.

El mismo enfermo olor que sabía que nunca sería capaz de explicar a cualquier persona que no tuviese el mismo sentido del olfato. Algo había salido terriblemente mal en la forma violenta que estaba la pequeña casa blanca.

Abrió la puerta y lo que vio le hizo desear, por un egoísta instante, él deseó haber pasado conduciendo un minuto antes, y haberse perdido esa carnicería. Ahora bien, estas imágenes quedaron impresas en sus retinas, para ser archivadas junto a las que lo atormentaban noche tras noche.

Abrazó más fuerte a la niña y entró en la casa.

Una única mano delicada mostró lo que tenía que ser el cuerpo de otra mujer en la sala de la izquierda. Echó un vistazo dentro, vio que no podía haber tenido más de trece años. Había sido apuñalada una sola vez, pero el arma había alcanzado su corazón. El preferido mobiliario soso de los Psy estaba volcado, como si hubiera hecho un intento desesperado por escapar. Ella no había logrado alcanzar el umbral.

Sin moverse de su posición en el centro del pasillo, miró a la derecha. Otra habitación. Otro cuerpo. Este era de un varón. Esbelto, tal vez veinte años. Había luchado mucho, sus manos estaban ensangrentadas y rotas mientras yacía boca abajo en la pálida alfombra, el pecho una masa de heridas de arma blanca. La sala era un silencioso testimonio de su lucha por sobrevivir. Las desgastadas sillas de plástico estaban rotas y salpicadas por el óxido de la sangre seca.

Miró la alfombra. Siguiendo el camino de la vida perdida, se encontró con lo que tenía que ser la zona del dormitorio. Descubrió un solitario hombre de mediana edad.

El hombre yacía sobre su espalda, muerto de lo que parecía ser una herida de arma blanca auto infligida en el corazón. Una de sus manos estaba aún envuelta alrededor de la navaja. No había paz en su rostro, nada de esa helada calma Psy. No, este hombre se veía atormentado.

Casi como si hubiera visto un atisbo del mismísimo infierno.

Hubo un destello de movimiento detrás de él. Dorian se volvió lentamente.

El Psy que se había transportado estaba vestido de la cabeza a los pies de negro, como los guardias de élite de los Psy. Su traje llevaba la imagen ya familiar de dos serpientes de oro en combate, el emblema de Ming.

Sus ojos de encontraron. Gris frio Psy. Azul brillante cambiante.

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Dorian lo reconoció al instante. El emblema era de Ming, pero era un hombre de Anthony.

Captado por Zie Zen.

La atención del Psy-TK fue al cuerpo de la niña. “Tienes que irte.” Levantó los brazos.

Dorian la abrazó con más fuerza. “¿Qué vas a hacer con ella?”

“Eliminarla” fue su respuesta implacable. “Borrarlos a todos.”

Dorian apretó la mandíbula. “No. Dime su nombre.”

El macho Psy le sostuvo la mirada durante casi un minuto, luego parpadeó deliberadamente.

Una pieza fina de papel apareció en su mano. “Su identificación de nacimiento.”

“¿No tienes miedo de que hable e esto y tire tu cubierta?”

“No. En una hora, este lugar estará limpio, tan limpio que ni siquiera las narices cambiantes

serían capaces de olfatear la sangre.” Como si quisiera demostrarlo, miró la alfombra y Dorian vio como literalmente las gotas de sangre se desprendían del tejió y de elevaban flotando unos centímetros.

El leopardo de Dorian gruñó bajo en su garganta. “¿Dónde está tu equipo?”

“Vienen en coche.” El hombre levantó los brazos de nuevo. “Dámela a mí y desaparece, no

podre ocultar tu presencia si el equipo de limpieza llega y aún estás aquí.”

“¿Por qué haces esto si no crees en el Consejo?”

“Toda libertad tiene un precio.” Sus ojos pasaron de gris arrastrándose a negro. Dorian vio como más y más sangre comenzaba a salir de las alfombras y paredes. “Tienes que irte. La

PsyNet aun no está lista para saber. Algún día.”

Dorian caminó por la alfombra ya sin ningún rastro y se enfrentó al Psy, el cuerpo de la niña entre ellos. “¿Puedes quitarle el recuerdo de mi?” La justicia Psy podía seleccionar esos recueros y emitirlos por internet al Consejo . “¿Qué pasa con ustedes?”

El Psy cogió a la niño con el mismo cuidado que Dorian se lo entregó. “Estoy cansado” Una declaración calmada . “No puedo borrar más vidas como si no fueran más que marcas en

páginas. Cometeré algún error. Entonces moriré.”

Los oídos de Dorian recogieron el sonido de pasos sobre los adoquines . “Tú no tienes derecho

a estar cansado.” Cogió la identificación del nacimiento de la niña que estaba suspendida en el aire entre ellos. “Cuando puedas escribir su nombre en un monumento, cuando puedes

honrar su sangre, entonces te habrás ganado ese derecho.”

Él no le dio al hombre Psy la oportunidad de responder, dando la vuelta para hacer su camino por la parte trasera mientras el equipo de limpieza entraba por la parte delantera. Mientras se movía podía sentir una pantalla de sangre aumentando detrás de él.

Otra imagen para añadir a su galería de pesadillas.

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CAPÍTULO 28

Dorian se obsesiona fácilmente. Me preocupa. Si camina de nuevo por al abismo, si elige la oscuridad, no estoy segura de que podamos ser capaces de sacarlo.

-E-mail de Sascha Duncan a Tamsyn Ryder-

Ashaya había desobedecido una orden directa de Dorian. Sabía que estaba tomando lo que podía ser un riesgo estúpido, pero había descubierto que no podía dejarlo atrás. Había recorrido unos cuantos kilómetros, levantando cada uno de sus escudos para ocultar su presencia en caso de exploraciones telepáticas, y estacionó a la sombra de un gran árbol. El coche quedó visible desde la carretera, pero no había nada que pudiera hacer al respecto.

Esperaría otros quince minutos. Si él no estaba de vuelta para entonces… La puerta de al lado del conductor se abrió.

“Deslízate al asiento del pasajero.” El tono de Dorian fue cortante, sus ropas estaban manchadas de sangre.

Ella se movió con rapidez, y un segundo más tarde ya estaban en la carretera. “¿Qué has encontrado?”

“Una familia entera muerta. Un asesinato – suicidio”.

Ella tragó saliva. “Alguien violó el silencio”, supuso “Y no pasó al otro lado en su sano juicio.

Hay vagos rumores de lo que está sucediendo…”

“Te dije que obtuvieras la información fuera de aquí.” Con una sacudida Dorian pasó a un camino lateral. “¿Qué coño te crees que estabas haciendo?

Había sido engañada para que bajara la guardia por su aparente calma. Su cabeza de irguió.

“Pensé que posiblemente necesitaras ayu…”

“Soy un centinela,” La interrumpió él, su tono cortante. “Eso significa que puedo cuidar de mí

mismo. Al contrario de lo que tú piensas, no soy un inválido.”

“Yo nunca…”

“Sí, tú nunca piensas” dijo, y ella lo sintió como si hubiera pasado una hoja de afeitar sobre su piel, su enfado era fuerte . “¿Consideraste la forma en que hubiera afectado a Keenan si

hubieras sido capturada o matada?”

La culpa creció en un nudo tenso en su interior. “No.”

“Cristo.”

Ella sintió como el agarre desesperado de sus emociones comenzaban a desenredarse. Trató de retroceder por el deshilachado hilo. No pudo. Sus manos se curvaron. “No emitas juicios

acerca de mis sentimientos hacia mi hijo.”

Keenan era su debilidad. Y Ambos lo sabían .

“¿Qué sentimientos?”

Era un golpe directo, pero ella se mantuvo firme. Ella sabía que tenía razón y que no iba a dejar que la intimidara. “Yo estaba preocupada por ti. Tu reacción emocional ante la niña era

fuerte. Pensé que no podrías hacerlo antes de que el equipo Psy llegara.” Toda su rabia, su necesidad de venganza habían estado en el fondo de su mirada azul cromado.

Dorian le lanzó una mirada furiosa “¿Tienes el cerebro lavado de emociones propias y estas

juzgando las mías? Eso es jodidamente gracioso”, Él negó con la cabeza, la seda de su cabello rubio moviéndose con facilidad.

Ella quería violencia. "La próxima vez," dijo ella, apretando los dientes "Te dejare con tus

impulsos autodestructivos. Eso haría mi vida mucho más simple.”

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Dorian seguía echando humo más de una hora más tarde. Se había duchado en lo de Tammy transformando su ropa por la de repuesto que siempre mantenía ahí. Como Tammy era su sanadora, él venía a menudo sangrando o algo peor. Se puso de pie apoyándose en el marco de la puerta, viendo a Ashaya y a Keenan que se sentaban cordialmente uno al lado del otro en la mesa de picnic del patio.

“¿Quieres hablar de ello?” Dijo una voz cálida de mujer.

Echó un vistazo a Tamsyn. “No. Le dije lo mismo a Sascha antes de irse.”

Ella pasó un brazo alrededor de su cintura, apoyándose en él hasta que éste pasó un brazo por sus hombros. “siempre son tercos.” Sonrió. “Sascha pensó que seriamos un buen equipo para

ti. Siempre estando alrededor. Yo estoy cerca.”

“Malita sea la manada”, murmuró, “Nadie ha oído hablar de la mierda de privacidad.”

Tamsyn rió entre dientes. “¿Y? Ashaya lo esconde bien, pero ahí mucho hielo en los ojos de

una mujer cuando mira a un hombre con peligro de ser hechizado. ¿Qué hiciste?”

“Ella desobedeció una orden directa, se puso a sí misma en peligro.” Vio como Keenan sacaba algo del bolsillo y lo ponía sobre la mesa. Ashaya cogió el objeto poniéndolo firmemente en su puño.

“¿Seguro que estas enfadado con ella y no por lo que viste dentro de esa casa?”

Pensó en las gotitas de sangre de la pared, el olor de hierro metálico en el aire. “Lo que vi en el

interior de la casa era una pesadilla” admitió. “Pero definitivamente estoy furioso con ella.”

El felino asintió con la cabeza dentro de él.

“¿Por qué?” Insistió Tamsyn. “solo hizo lo que cualquier otra mujer hubiera hecho por el

hombre que la atiende en la misma situación.”

Ashaya levantó la vista en ese segundo, e incluso desde tan lejos vio la conciencia primordial en sus ojos. Ella apartó la mirada un instante más tarde, pero el daño ya estaba hecho. Su cuerpo se tensó, la ira transformándose en otra cosa. “Es más fácil mantenerla a distancia

cuando no actúa de manera humana.”

Tammy lo abrazó, absorbiendo su calor en los huesos. “No creo que tu gato quiera mantener

la distancia de ella”

“Ese es el problema.” Él rompió su abrazo. “Le deseo tanto que me estoy quemando desde

dentro, y no puedo justificarlo.” Desde el principio tenía hambre de ella. Pero ahora ese hambre arañaba su corazón.

“El hecho de que ella se Psy…”

Él la cortó con un trazo afilado de la mano. “No es eso. Ella trabajó para el Consejo, Tammy.

¿Cómo me enfrento a la memoria de Kylie si me siento así por una mujer que formaba parte

de la maquinaria que condujo su muerte?”

“Ashaya no tiene nada que ver con Enrique.”

Su gato siseó ante el sonido de ese nombre. “Mantuvo los secretos del Consejo, trabajó para

el mismísimo Ming.”

“Eso no tiene ningún sentidos” Frunciendo el ceño Tammy se cruzó de brazo. “Sascha es hija

de una Consejera, y es cierto que una vez quisiste romper su garganta, pero ahora la adoras.

Faith hizo predicciones para el consejo y nunca reaccionaste ante ella de esa manera. ¿Qué

es lo que hace a Ashaya peor?”

Dorian no podía desvelar el secreto de Ashaya, el amor por su hermana, que estaba más que rota, más que dañada. “déjalo”

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Los ojos de Tammy se abrieron. “Oh dios mío, Dorian, no es solo lujuria ¿No? Estás

empezando a caer por ella. Ella te importa”

Tammy estaba equivocada, pensó Dorian, volviendo a mirar hacia fuera, al patio.

“¿Consideraste la forma en que hubiera afectado a Keenan si hubieras sido capturada o matada?

La verdad era que no había pensado en Ashaya en absoluto. Ella había actuado por… instintos.

La necesidad de proteger de Dorian se estrelló contra ella sin previo aviso, revertiendo en ella con su fuerza bruta.

No era como si hubiese sido extraña esa conducta irracional. Ella estaba acostumbrada a actuar de esa manera en todo lo que tratase de Keenan y Amara. Ambos eran sangre de su sangre, carne de su carne, vinculados a ella por hilos psíquicos e invisibles.

Tenía la sensación de que ella no actuaria con lógica en lo que a ellos se refería.

Pero hoy, había actuado en contra de toda razón y sentido por un hombre que era totalmente ajeno a ella. Ella había ignorado su seguridad, que era la mayor prioridad para la mayoría de los Psy, había hecho caso omiso a su sentido común, caso omiso de sus obligaciones, caso omiso a todo excepto a conducir para asegurarse que Dorian salía con vida.

Ahora, ella estaba sentada frente a su hijo, y en lugar de la culpa que había sentido en primer lugar, ella sentía una especie de paz. Había hecho lo que tenía que hacer, había hecho un paso irrevocable. Un paso de su aparente ‘Silencio’. En la PsyNet seguía protegiendo su mente, pero fuera, el último vestigio de su acondicionamiento había dejado de existir.

Vamos Amara. Susurró . Vamos a terminar con esto. Dorian estaba en lo cierto, ella no podía seguir viviendo la vida solo a medias.

“¿Mami?” La solemne carita de Keenan la miraba con curiosidad. “¿Dónde estás?”

“Estoy aquí” Se puso de pie, caminó alrededor de la mesa y levantó a su hijo en brazos sin esconder nada de lo que sentía. “Te amo bebe. Te amo.”

Él le dio la más dulce de las sonrisas. “Lo sé, mamá.”

A pesar de que su corazón se rompió bajo el látigo de esa voz segura, para ver a Dorian acercarse hacia ella. Su cuerpo se tensó, su corazón dio un vuelco, y su mente se puso frenética con una necesidad tan primitiva y sensual que amenazaba con hacerla esclava de ella.

Dorian habló primero con Keenan. “Tammy hizo galletas.”

Keenan de inmediato se movió. “¡Me gustan las galletas!”

Ashaya lo puso en el suelo y lo vio correr a la casa. “¿ha tomado una decisión sobre sus

cachorros?”

Ashaya asintió con la cabeza, comprendiendo la precaución. Keenan era un telepata fuerte, y a la inversa, los cachorros tienen garras y dientes. “Quiero que tenga amigos.” Para que tuviese una vida.

Dorian se acercó más, apoyándose en contra de la mesa de picnic. “¿Qué te dio?”

“No es asunto tuyo” le espetó ella, no había olvidado su mal genio, ni la forma en que había deliberadamente la había hecho bajar la guardia. Había tardado demasiado tiempo en reconocer el engaño felino, le hizo preguntarse qué secretos se guardaba.

No es que se lo fuera a decir a ella. Ese pensamiento le dio la fuerza a su voz cuando dijo.

“Vete”

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En lugar de cumplir, puso las manos a cada lado de ella en la mesa, encerrándola. “Ellos nos

pueden ver desde la cocina, así que, juega limpio.” Sus ojos brillaron de una manera que volvió la palabra ‘juego’ en algo pecaminosamente sensual.

Ashaya sintió que sus mejillas se calentaban por una respuesta femenina que ella no sabía que tenía la capacidad de experimentar. Dorian se dio cuenta, iba a ser un hombre muy peligroso cuando decidiera jugar limpio. “No hace mucho me gritabas. ¿Por qué ahora el encanto?”

“Te deseo”. Una declaración contundente. “Tenía que elegir entre seguir enfadado contigo

o… “ Hizo una pausa, sus ojos se volvieron hacia el fuego azul frente a ella.

“¿O?” Le solicitó a sabiendas de que no debería, pero incapaz de resistirse.

“O podía alimentar el hambre.”

Ella tragó saliva.

“¿Adivinas que elección elegí?” un susurro de seda que hizo que sus terminaciones nerviosas chisporrotearan en señal de advertencia.

“¿La número uno?” Su voz salió extrañamente ronca.

Él presionó contra ella, grandes y duros muslos contra los suyos. “Incorrecto”. Los ojos de Dorian se deslizaron a sus labios.

“No hay puntos extras para ti. Pero eso está bien, tendré cuidado… la primera vez.”

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CAPÍTULO 29

El algún lugar en las oscuras profundidades de Tenderloin, un lugar al que alguno aún lo llamaba el oscuro corazón de San Francisco, el intercambio se llevó a cabo.

“Cuidado”, fue el sonido que se escuchó cuando una caja casi cayó al suelo del callejón. “Solo

tenemos dos cajas de estas cosas”.

“Más que suficiente”, se burló la otra persona. “Todo lo que necesitas es un éxito ¿No?”

“No con el tiroteo” , dijo la primera voz. “Ahora concéntrate”.

El silencio reinó durante los siguientes diez minutos, hasta que todo estuvo almacenado en su lugar.

“Las palabras de Venecia decían que esta operación se hiciera de un solo movimiento,

tenemos que hacerlo sin llamar la clase incorrecta de atención, nuestra primera prioridad es

permanecer bajo el rada.” El orador esperó para asegurarse de que lo entendían antes de pasar a asuntos más prácticos. “Algunos de nosotros disparara tranquilizantes con pistolas

modificadas, por lo que quiero que todos empiecen a practicar. Si tenemos la oportunidad de

coger a Alain, tenemos que estar preparados. Debido a que solo tendremos un tiro.”

“Entonces, tenemos que asegurarnos de que golpee en la diana la primera vez.”

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CAPÍTULO 30

Dorian no llevaba camisa cuando me dio su ADN. Se me hizo difícil concentrarme. Incluso aunque yo no hubiese sabido su cualidad cambiante, yo hubiese pensado que era un felino cazando. La forma en que se mueve, es un baile erótico… o tal vez eso solo el efecto que tiene sobre mí. Si me atreviese a lazar la precaución al viento y acariciar al gato ¿Mordería mi mano? O ¿Ronronearía?

-A partir de los archivos cifrados personales de Ashaya Aleine-

Dorian llevó a Ashaya de regreso al apartamento esa misma tarde, después de haberle leído una historia a Keenan y asegurarle que volvería a tiempo para cenar. Satisfecho, el muchacho se comprometió con comportarse las horas que ellos estuvieran fuera.

“Es importante que esté con ellos esta noche”, dijo Ashaya, tomando un bocado rápido antes de salir. “Él tiene que saber que esté ahí si me necesita.”

Dorian no discutió su decisión, los niños eran el aspecto más valioso de la manada. Pero eso no significaba que fuera a olvidar la amenaza burlona que había hecho. La culpa, la ira, nada de eso era suficiente para detenerlo. Ashaya Aleine iba a ser suya. “Yo puedo empaquetar sus

cosas y traerlo” Él podía jugar muy bien cuando estaba con el estado de ánimo adecuado.

Ella le lanzó una mirada sospechosa. “No. Es mejor que Keenan no esté conmigo todo el

tiempo. Sólo en caso de…”

Él la besó sin previo aviso, tomándose su tiempo con esos labios carnosos que eran capaces de volverle loco.

“Es mejor que empieces a confiar en mí para mantenerte a salvo”, dijo él en contra del beso húmedo de su boca “O no sé lo que mi ego herido podría hacer.” No vino como una advertencia, sino como una promesa.

Él tenía la intención de continuar enseñándole a cómo cuidar y alimentar el ego masculino en el apartamento, pero cuando llegaron, fue para encontrar a Faith en la parte superior de las escaleras, los dedos tirando de los extremos de la bufanda verde que utilizaba para mantener el pelo hacía atrás. Vaughn descansaba junto a la puerta, enfrente de la pared.

Dorian se movió sin problemas frente a Ashaya. "¿Qué están haciendo aquí?" Mientras que Vaughn era un buen amigo, la relación de Dorian con Faith era un poco más problemática.

“Quería hablar contigo” dijo el cardenal Psy, mordiéndose el labio inferior. “Y con Ashaya”.

El sentido de protección se apoderó de su garganta. “Este pretende ser un lugar seguro.

Podrías haber traído a alguien aquí.”

“No me insultes” Dijo Vaughn, sin cambiar su postura relajada a pesar de la agresión que Dorian sabía que estaba emitiendo. “No fuimos seguidos. Incluso si me hubiera vuelto senil y

perdido la capacidad de detectar si nos siguen, tengo una compañera que es muy buena

detectando amenazas futuras.”

Los ojos de Dorian se movieron a Faith y capto la suave petición en la mirada del cielo nocturno. Él y Faith tenían una comprensión silenciosa. Los Psy-F habían dejado de pronosticar cualquier cosa que no fuera dinero desde hacía 100 años. Tal vez si no lo hubieran hecho. Kylie todavía estaría viva. Pero Faith estaba haciendo lo que sus hermanos no, abrir su mente a un futuro lleno de pesadillas y felicidad. Por ello, se había ganado su respeto.

Subió los escalones, pero continúo manteniendo a Ashaya detrás de él, muy consciente de su inusual tranquilidad. Vaughn tendían a tener ese efecto en aquellos que no lo conocían. El jaguar no podía quedarse dentro, no como Dorian. Vaughn parecía letal, incluso mientras pág. 125 http://www.carpedreams.blogspot.com

estaba jugando con los hilos del cabello rojo oscuro de Faith, con los labios curvados en una satisfacción posesiva.

“Pensaba que lo de coquetear era solo antes del emparejamiento” , dijo Dorian mientras abría la puerta. Empujó a Ashaya para que pasara.

“Entonces, me compadezco de tu pareja,” Vaughn deslizó el pelo de Faith de sus mano, enredando los dedos con los suyos. “Si lo deseas, te puedo dar clases de romances.”

Dorian resopló al mismo tiempo que Faith emitía una risa incrédula . “Y ¿Dónde has aprendido

para dar esas lecciones?” Preguntó ella con un tono de arco que contradecía su sonrisa.

“De ti, ‘red’, ¿De quién si no?” Una sonrisa burlona rozó su cara. Vaughn siguió a Dorian y a Faith al apartamento, pateando la puerta para cerrarla tras de sí.

Ashaya ya estaba en la cocina, calentando agua. “Probablemente el café sea buena idea.”

Dijo mirando a Faith en vez de a él.

La Psy-F soltó la mano de su pareja mientras le devolvía la mirada. “Tú sabes…”

“No” Un rápido movimiento de cabeza. “Pero cuando un Psy-F viene, es mejor estar

preparado. Tú eres Faith NightStar ¿No?”

Cuando Faith asintió con la cabeza y presentó a Vaughn, Dorian se preguntó si la otra pareja había notado lo que había hecho Ashaya con su voz, un hilo fino que asfixiaba el pánico.

Cerrando la distancia entre ellos puso una mano en la parte baja de su espalda . “¿Quieres un

poco de ayuda?” El instinto de protección eran garras en sus venas. Debería haber sido una descarga no deseada. No lo fue. Se sentía bien.

“No.” Era una respuesta terca, pero cuando levantó la vista, vio la verdad. Estaba aterrorizada.

Él llamó la atención de Vaughn. No había manera de tener una conversación privada con el otro centinela en la habitación de al lado, su audición era demasiado aguda.

“¿Te importa si salimos al balcón?” Vaughn ya estaba abriendo las puertas francesas que llevaban a la zona del aire libre.

Dorian le lanzó una mirada de agradecimiento, sabiendo que una vez que las puertas estuvieran cerras el ruido de las calles ahogarían las voces de Ashaya y él. En el instante en que la otra pareja salió, obligó a Ashaya a mirarlo. “Ahora vas a hablar, o haré que lo hagas.”

“Siempre dices eso.” A pesar de sus palabras, entró en sus brazos sin ninguna vacilación, mostrando que confiaba en el leopardo.

“Hey”, él encontró que había curvado su cuerpo sobre el de ella, sus labios rozaron su sien.

“Conocer el futuro no significa que no se pueda cambiar.”

“Yo nunca he temido sentir por mi” susurró “Solo por lo que significaría. Amara estaría

completamente libre, tal vez podría conducir a nuestras muertes. Pero hoy, tengo miedo, y

me gustaría poder borrar este sentimiento de mi mente.”

Pensó en la carnicería que había visto en la pequeña casa blanca, en el cuerpo que había tenido en sus brazos. “Lo sé” Debido a que había tenido esos mismos pensamientos. “Después

de que Kylie fuera asesinada” dijo arrancando una parte del corazón que había protegido con saña “estaba tan enojado que la rabia me comía.” Recordó aquellos días, un pozo lleno de odio y violencia. “Pero nunca quise estar sin emoción ¿Sabes por qué?”

“No.”

“Porque si acabo con la emoción, acabo con Kylie.” Apretó los brazos alrededor de ella, las brazas de su profunda ira agitándose de nuevo. Había arrancado el corazón de Enrique Santano con sus propis manos desnudas, pero su leopardo no había estado satisfecho.

Mientras que los que habían permitido a Enrique vagara libremente siguieran vivos, él seguiría pág. 126 http://www.carpedreams.blogspot.com

cazando. “Nuestras emociones colorean nuestra memoria. Sin ellos, un día sería igual a

otro… y mi hermana se hubiera desvanecido hace mucho tiempo.”

Finalmente se relajó en su agarre, Ashaya retrocedió un poco, esos increíbles ojos lo mantenían esclavizado.

“Deberías oír tu voz cuando hablas de ella. Me duele el corazón y sé que eso no es posible.”

“Sí, lo es. Conoces el amor cuando lo oyes.” Había adorado a Kylie, no tenía ningún problema en admitirlo. “Y ella vive aquí.” Golpeó un puño sobre el pulso de los latidos de su corazón.

“Dorian.” Su mano se levantó como la lo fuera a tocar, pero sacudió la cabeza y se volvió.

“Tengo que preparar el café.”

Él debería haber mantenido las manos en sí mismo. Pero no era muy bueno haciendo lo que debería. Y necesitaba un poco de alegría para aliviar el caos de las emociones que siempre venían con los pensamientos del asesino de su hermana, tal vez algún día dejaría de culparse a sí mismo por no salvarla, pero ese día no era hoy.

Poniendo las manos en las caderas de Ashaya, tiró de ella contra su pecho.

“Dor…”

Las besó en la curva del cuello. “Solo quiero darte un consejo de amigo.” Ella supo bien, pasó la lengua en ella con rápidos movimientos felinos que hicieron que su pulso corriera como un trueno.

Cuando ella pudo coger el aliento como para preguntarle acerca de la advertencia, él sonrió.

“Yo no bromeaba cuando dije lo de tenerte en mi cama. Prepárate para bailar conmigo.”

Pulsando otro beso en la suave calidez de ella, él se echo a tras a su anterior posición.

Le tomó un minuto dejar de mirar su boca cuando ella se volvió hacia él.

“Estás acostumbrado a obtener tu propio camino.”

“¿Y?”

“ahora parece que quieres tomar un bocado de mi.”

Dejó que sus ojos se cerraran a media asta, curvando sus labios en una sonrisa lenta. “Eso es

porque es lo que quiero.”

Encantado por el rubor que rozó sus mejillas, decidió disfrutar un poco más.

“Quiero tenerte de espaldas en mi cama. Luego, quiero abrir tus muslos y…”

“¡El café!” Ella se agarró al borde del mostrador. “Va a estar listo muy pronto.”

“Ah, ¿Si?” Decepcionado, se inclinó hacia delante y mordió ligeramente su oído. “Te diré que

entonces tengo la intención de tomar ese bocado en algún otro momento.” Ella estaba nerviosa, pero sin duda, no tenía miedo. Él se acercó a las puertas del balcón y le hizo una señal a Vaughn para que volvieran. Hubo una punta momentánea de ruido del exterior cuando la parea emparejada entró.

Unos minutos más tarde, Ashaya poner el café en la mesa baja en el centro de la habitación y tomó un asiento en el sofá que daba a la terraza, mientras se apoyaba en la espalda. Faith se sentó en el sofá de enfrente, con Vaughn tendido a su lado.

“¿No quieres un poco?” Preguntó Faith cuando Ashaya no se sirvió café.

Ashaya negó con la cabeza. “No estoy acostumbrada, y tiene a tener un fuerte efecto en mi”.

“entiendo” Faith tomó dos tazas, pasando una a su compañero. “Me he convertido adicta a

las cosas, pero esto es mucho más potente de lo que creía.” Sus palabras eran amables, pero había una sacudidas de movimientos que demostraban su inquietud.

"Sea lo que sea que hayas visto", dijo Ashaya, su tono una fracción demasiado tranquila, ", me

lo dices. Prefiero saber que imaginar”.

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Las manos de Faith temblaron cuando se movió para dejar la taza sobre la mesa. Vaughn le cogió la mano izquierda, pasando la derecha alrededor de su cintura. “Tuve una visión,”

comenzó , “pero es una de esas donde me es imposible decir si el evento podría pasar… o si ya

lo han hecho.”

“una visión pasada”, dijo Ashaya . “Alguien en mi árbol familiar nació una bajo gradiente de

esa especialidad.”

Dorian miró la parte de atrás de su cuello, con ganas de tocarla de nuevo, terminar lo que había comenzado en la cocina. Luchar contra ese impulso iba en contra de todos sus instintos, pero sabía que ella no lo apreciaría. No cuando estaba tratando de aparentar una fachada serena. Ella era tan malditamente buena en eso, que al leopardo le molestaba. A la criatura atrapada dentro de él, no le gustaba ser ignorada.

Fue entonces cuando Ashaya se volvió para hacer frente a su mirada. “¿Has dicho algo?”

Bien, ahora, eso sí que era interesante . “No”

Dándole una mirada escéptica ella volvió su atención a Faith. “¿Qué has visto en esa visión? O

¿flash visual hacia atrás?”

“Ashaya, voy a ser honesta con ustedes” dijo Faith y había un acero en su no que Dorian

sabía que hacía que la gente a menudo se sorprendiera. “Por lo que has dicho, por lo que has

hecho, puedes parecer una rebelde. Sin embargo, la gente miente.”

“Cierto” Ashaya asintió con la cabeza. “Te diré que aun estoy vinculada a la PsyNet, así que

no digas nada que no quieras que el consejo sepa.”

“Es bastante seguro de que ello intentaran obtenerlo de ti.” Vaughn tomó un sorbo de café.

Ashaya se movió una mínima fracción hacía Dorian. “Soy una Psy-M” dijo. “No importa mi

clasificación en el gradiente, es una capacidad no agresiva.”

“Si”, estuvo de acuerdo Faith, pero se detuvo varios segundos . “En cuanto a los secretos, es

muy probable que alguien del consejo ya lo sepa, así que incluso aunque algo se escapara…”

hizo un gesto elocuente. “¿Cuánto sabes de la MentalNet?”

“Que mantiene en orden la red.” Respondió Ashaya. “Hace que sea menos caótica, organiza

las cosas. Algunos dicen que espía para el consejo, otros que es algo así como una divinidad.

Pero en lo que todo el mundo está de acuerdo es en que es la mejor neo sensible, y que su

edad es un completo misterio.”

“No es solo eso” dijo Faith a Ashaya, “Cuando el silencio se arraigó, la MentalNet se dividió

en dos. Una parte es buena, capaz de actuar con sensibilidad. La otra parte, la entidad que se

llama MentalDark, se compone de todas las emociones que el Silencio ha rechazado, en

particular los violentos.”

“Porque” murmuró Ashaya, “las emociones violentas y airadas son las que estamos

condicionando más fuerte.”

Faith asintió con la cabeza. “Cuando deserté, yo estaba cazando a un asesino. Él estaba

contaminado con un tumor maligno de oscuridad. Esa oscuridad es un marcador psíquico de

la MentalDark para controlar a estos individuos mentalmente inestables y tener voz. No solo

se alimenta de maldad, si no que alimenta a los peores asesinos en serie del planeta.”

Ashaya no pareció sorprendida por la revelación de Faith. “El silencio nos separa de un

derecho fundamental de nuestra psique. Tiene sentido que eso se haga eco en el plano

psíquico.” Repentinamente su espalda se puso tiesa como un palo. “Mi gemela”, le dijo a Faith, “Viste la oscuridad que envuelve a mi gemela.”

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“No sé como supe que no eras tú”, dijo Faith “Pero a veces en una visión, yo simplemente sé

las cosas. Y esta vez sabía que la mujer que estaba viendo no era Ashaya Aleine”. Una pausa.

"Ella estaba haciendo cosas terribles. . . asesinato, tortura, sangre".

Vaughn dejó su café y se movió para presionar un beso en la sien de Faith. La Psy-F se apoyó en él, pero sus ojos se quedaron en Ashaya. “¿Fue en el pasado?”

Ashaya no lo dudó . “No. Ella nunca ha asesinado, nunca ha derramado sangre.”

“¿Estás segura?” La pregunta de Vaughn era un reto.

Su control, pero sus ojos se quedó en Ashaya. "¿Fue punto atrás?"

Dorian no le dijo al otro centinela que retrocediera. No fue necesario. El gato gruñó en silencio con orgullo cuando Ashaya miro a los ojos de Vaughn . “Si,” dijo, “estoy segura. Estoy

conectada a mi hermana gemela a un nivel más allá de las PsyNet. En el segundo en que

Amara se convirtiera en una asesina, el conocimiento sangraría en mi mente. Ella no ha

cruzado esa línea.”

“Te creo” , dijo Faith en voz baja. “Pero ella lo hará, si tu no cambias el futuro.”

“Tal vez mi deserción es lo que la empuja al abismo” Ashaya dejó caer los hombros. “siempre

he sabido que mientras más inestable es mi estado emocional, pero son sus episodios.”

Dorian quería transportarla ante él y pedirle que dejara de lastimar. Apretando los dientes, echó un vistazo a Vaughn . “¿Es eso?”

“Si” El centinela dejó su café y se levantó tirando a Faith con él.

“espera” dijo Faith, los ojos fijos en los de Ashaya. “¿Tenía razón acerca de tu hermana? ¿Ella

esta…?

“¿Perturbada?” continuó Ashaya. “Sí. Ella es más inteligente que la mayoría de las personas,

pero está rota a un nivel fundamental.”

“Entiendo” . Los ojos de Faith mostraban la certeza de que en la PsyNet yodos los Psy-F

terminaban clínicamente dementes. “Hay algo más, no hay manera de probar esto, pero tal

vez vuestra gemelaridad es la razón de que tú y tu hermana sean diferentes.”

Dorian lo entendió antes que Ashaya. "Un reflejo directo de la hermandad en al PsyNet,

¿bueno, malo?"

"No", susurró Ashaya . "Eso no está bien definido. Aún no. Yo tengo fragmentos de maldad, y

ella de bondad.”

Nadie dijo nada, pero todos sabían que, aun cuando ella tenía razón, Faith era un Psy-F que nunca se equivocaba con el futuro. Si no se tomaban medidas para evitarlo, su visión se haría realidad.

Y Amara Aleine se bañaría en sangre de inocentes.

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Cinco minutos más tardes, Faith estaba mirando el verde mate de la pintura del rellano cuando ella y Vaughn se abrieron paso fuera del edificio. Se encontraba dudando sobre si compartir o no una visión diferente con Vaughn. Por lo general, ni siquiera se lo preguntaría, pero esta estaba plagada de minas emocionales, no estaba segura de querer poner ese peso sobre sus hombros…

Entonces él tomo la decisión por ella . “suelta ‘red’” arrastró las palabras mientras salían a una calle empapada por el olor de la bahía. “Te escucho pensar.”

“Hace un tiempo vi algo de Dorian” admitió. “Sobre el momento en que se va a emparejar.”

Lo había visto a él como un leopardo, una criatura con ojos más verdes que azul oscuro.

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“Nunca lo dije porque era un conocimiento lejano. Años, pensé… que el futuro podría

cambiar.”

“¿Me vas a decir los detalles de la visión?”

Después de haber llegado tan lejos, no podía retirarse. Ella se los dio. “Yo no quería darle

falsas esperanzas, ¿Si nunca se hacía realidad?”

“Infiernos” susurró moviendo la cabeza. “¿De verdad crees que será capaz de cambiar algún

día?”

“Lo creía” dejó escapar un suspiro tembloroso. “Esa visión se ha ido, Vaughn. Algo ha

cambiado.”

“¿Qué ves ahora?”

“Nada.” Ella le tomó la mano. “No veo nada alrededor de Dorian. No sé si es porque su futuro

está cambiando.”

“O porque no tiene futuro.” La mandíbula de Vaughn era una línea dura. “Aleine podría

matarle.”

“Él ha hecho su elección” dijo Faith, aunque su corazón era una piedra en la garganta. A veces odiaba el precio que su don exigía. “Igual que nosotros.”

“Eso fue diferente.”

Eso la hizo sonreír. “El consejo también trató de matarte” El recuerdo todavía hacia que todo su cuerpo reaccionara con una mezcla violenta de rabia y miedo. “Nosotros lo conseguimos.

Tengo fe en que Dorian también lo hará.”

Incluso si su futura era una oscuridad sin forma llena de total y absoluto vacío.

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CAPÍTULO 31

Amara no podía verlo, pero sabía que él estaba allí. Ashaya nunca había conseguido mantenerla fuera del todo, no cuando Amara tenía muchas ganas de entrar. Pero él estaba haciendo algo, por lo que Ashaya le daba l espalda a su hermana.

Eso no estaba permitido.

Mientras intentaba entrar de nuevo y romper los escudos de Ashaya, su mirada se posó en una pequeña inyección llena de una dosis letal de narcóticos.

“Tan fácil” susurró. Una solución simple y permanente.

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CAPÍTULO 32

La tentación es un dolor físico. Ahora que lo he visto, que he estado con él, lo he besado, mi mente no deja de bombardearme con imágenes de mi cuerpo entrelazado con el suyo, su pelo de oro brillante contra mi piel, sus poderosas manos contra mis pechos, su lengua agitándose en el mi calor húmedo. Mis manos tiemblan mientras escribo esto. No puedo dormir. No se que me ocurre. ¿Qué me está pasando?

-A partir de los archivos cifrados personales de Ashaya Aleine-

Dorian se sentó junto a Ashaya. Cuando ella no hizo nada para reconocer que estaba ahí, él gruñó bajo en su garganta y tiro hacia tras de su cabeza por la trenza.

“¡Dorian!” le espetó ella, su caparazón agrietándose. “La información de Faith significa que

tengo que mantener…”

“Cállate Shaya.” Envolvió su trenza alrededor de una mano, agarrándole la mandíbula con la otra. “Sí. Tu hermana suena como un problema grave, pero a la mierda, ella vendrá a ti más

pronto que tarde. Espero que sea cuanto antes, porque me niego a dejar que te entierres por

ella. Nosotros pelearemos”

Ashaya no contestó, no dijo una palabra. Si él no hubiera comenzado ya a sentirla como una parte de él, hubiera pensado que la Psy estaba dormida, no habría recogido su angustia detrás de la impecable máscara. “¿Qué es eso?”

Ella apretó los labios. Maldita mujer obstinada. Entrecerró los ojos, ella penó en lo que le había dicho, junto con sus vulnerabilidades. Porque me niego a dejar que te entierres por ella.

“Fuiste enterrada en un terremoto.” Cerca, pensó él cuando sus pestañas revolotearon un instante antes de levantarse resueltamente. “Pero tratar con eso. Diablos, trabajaste en un

laboratorio subterráneo durante meses. Así que no la idea del entierro lo que te asusta… es

la idea de ser enterrada por Amara.”

“Basta” Un susurro ronco. “Déjame ir y detenerlo.”

“Oh, no, Shaya.” él soltó su mentón, pero mantuvo el agarre de su trenza. Tuvo cuidado con su fuerza, pero fue implacable. Sabía que iba a negarse a hablar, a menos que él lo hiciera.

"Así es como va a funcionar " , dijo. “Tú me dices qué demonios hizo tu hermana la loca, o

cada vez que trates de huir o decir una mentira… te daré un beso.”

Sus ojos se abrieron, se calentó con una furia cegadora, un temperamento que nunca antes había mostrado.

“Dorian, a pesar de lo que al Consejo Psy le gusta transmitir a través de su maquinaria de

propaganda, tú no eres un animal. Eres un ser civilizado que entiende el Estado de Derecho.”

Él ya le había dado una advertencia. Así que simplemente le dio un beso. Su boca estaba abierta y oh, era tan tentador meter su lengua en el interior, disfrutar de lo que él anhelaba con cada duro centímetro.

Pero, aunque ella no lo creyera, él estaba tratando de ser bueno. No tenía ni idea de lo que bueno que podía ser.

Al segundo que sus labios se separaron, ella tomó una respiración profunda y trémula que hizo todo tipo de interesantes cosas a sus pechos. Miró hacia abajo y se dio cuenta de que tenía planes para esos pechos, planes pecadores. “Habla.” Ordenó.

“Ni siquiera el Consejo pudo hacerme hablar ¿Qué te hace pensar que tú puedes romperme?”

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Él sonrió, lento, sensual, satisfecho. Finalmente, ella estaba jugando con él. “Yo no quiero

romperte, ‘sugar’” Le dio una sonrisa, bajó la cabeza y lamió el ritmo saltante de su pulso.

“Herir a las mujeres no es mi estilo. Pero creo que tú lo podrías manejar.” Pasó la mano libre por su brazo, “Domesticarte” el más leve de los roces de sus nudillos sobre sus generosos pechos. “devorarte.” Cerró los dientes en la plenitud de su labio inferior y casi olvidó sus buenas intenciones.

El color aumentó en sus mejillas cuando él la dejó en libertad después de robarle un beso, pero ella conocía el ojo por ojo. “Tú me apuntaste con un arma. Me dijiste que matarías si fuera

necesario.”

“Entonces no eras una mujer, eras una científica Psy.” Una respuesta felina, llena de astucia.

Ashaya se dio cuenta de que podía meterse en aguas calientes demasiado rápido si no tenía cuidado.

Podía sentir como su aliento entraba más rápido cuando él comenzó a colocar besos a los largo de su desnudo cuello. “Eso va en contra de tus normas.” No sabía por qué había dicho eso. Era un estímulo flagrante, no había otra manera de tomarlo.

Sus dientes rozaron su pulsa a medida que hablaba en contra de su cuello. “Yo dije que iba a

darte un beso. Nunca dije donde.”

Por supuesto Ashaya sabía sobre la mecánica del sexo, a pesar de que el acto en los Psy había sido eliminado tan pronto la tecnología lo había permitido. Pero, ahora se daba cuenta de que había un agujero gigante en lo referente a la práctica . “Un beso entre dos personas, es por

definición, en los labios.” Argumentó.

Él se rio y podría haber jurado que sintió el sonido sobre su piel. “pero… no se trata de dos

personas besándose. Se trata de ti y de mi.” Abrió la boca en su cuello y lo chupó. Duro.

El calor explotó desde ese punto hacia el exterior, devastando sus defensas aún cuando esa capa extraña de caos estaba entre ella y su gemela, encerrado a Amara de esa intimidad.

“Dorian, por favor.”

Era una declaración ambigua.

Soltó la carne caliente, pero sólo después de un mordisco final de advertencia . “Habla.”

Los brillantes ojos azules se enfrentaron a la de ella, exigiendo una forma de entrega que no sabía cómo dar.

Había pasado toda su vida protegiéndose de quien debería haber sido su único punto de seguridad. La confianza no era fácil . “Qué pasa si Amara…“

“No Vamos a dejar que le haga daño a tu Keenan.” Otro beso, este presionado en los labios entreabiertos. El sabor oscuro de la furia del hombre entro en su boca. “¡Qué mierda! Que lo

intente.”

“Eres un arrogante que ni siquiera se da cuenta de que podría matarte a ti” le esperó ella.

“Puede que sea un Psy-M, puede que sea mi gemela, pero ella tiene la mente calculadora de

una psicópata. Ella no se preocupa sobre honor o valentía. Ella te apuñalará por la espalda,

te disparará con una pistola, te envenenara… ¡Cualquier cosa!”

“Yo sé exactamente lo que un asesino Psy es capaz de hacer.” Él tiro de su cabeza más atrás.

"¡Ella no es un asesina!"

"Está bien." Él no estaba seguro si le enfurecía o le impresionaba su lealtad. “Yo sé cómo

piensan los psicópatas.”

Cuando él comenzó a acariciar su cuello con los nudillos, ella le agarró la muñeca con las dos manos. “Piensas en ella como en una mujer, como en mi. Pero ella no lo es.”

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“Pues dime como es ella.” Era el rostro de un guerrero, cruel, sin piedad. “o… ¿Quieres que te

bese en otra parte?”

Casi podía ver las llamas lamiendo a su paso por el extraordinario color de sus ojos. Luego susurro. “Miénteme, Shaya.”

Sus muslos se apretaron, y sin pensarlo conscientemente se encontró luchando contra el deseo de darle exactamente lo que quería. Esa sensación podría finalmente destruir sus escudos de la PsyNet, exponiéndola a los cazadores. Eso solo le dejaba con una opción. “En mi

decimoséptimo cumpleaños, Amara puso algo en mi vaso de agua.”

Dorian no soltó su cabello, pero relajó su agarre para que se pudiera enderezar. Entonces él escuchó con la atención tranquila y letal del leopardo de su interior.

“Después de que perdiera el conocimiento, me arrastró hasta un hoyo que había cavado

debajo de la casa, era un viejo edificio, levantado en tierra que era propensa a inundaciones.

Nos movieron ahí después de que termináramos el protocolo los dieciséis años.” Ashaya sintió que su piel comenzaba a suda ante el recuerdo de los insectos corriendo por la piel expuesta de su rostro. “El aguajero era poco profundo, pero… suficiente.” Para un impacable puro terror.

Dorian no dijo ni una palabra, pero la soltó. . . sólo para tirar de ella hacia abajo contra su pecho mientras se extendía a lo largo del sofá. Su cabeza, apretada contra su pecho, su mano libre acariciando su brazo.

Ella debería haber peleado con él, pero tenía la sensación de que esta era una batalla que había perdido desde el día en que había hablado con el francotirador en los árboles.

“Vamos” , dijo cuando ella se quedó en silencio. “Te tengo.”

Ella tomó una profunda respiración, aprovechando para introducir su olor en los pulmones.

“Amara había hecho una tapa para el agujero. Nada complicado, sólo listones de maderas

clavados entre ellos, pero agobiaba porque no los podía empujar hacia arriba. Cuando me

desperté, pude ver luz de una antorcha que brillaba colgada de una viga cercana. Traté de

incorporarme, me golpeé la cabeza presa del pánico.” Sus manos estuvieron ensangrentadas en el momento en que se dio cuenta de que no podía salir, sus cuerdas vocales solo eran capaces de emitir gemidos paralizados. Su ‘Silencio’ se había roto de manera irrevocable, mantuvo el control por el recuerdo del dolor, sus entrenadores nunca habían considerado que peor que el terror, peor que el dolor, era la reacción del Silencio.

Su cerebro había sufrido una rotura indemne, tal vez debido a la adrenalina, tal vez por Amara, o porque tal vez nunca había podido ser verdaderamente condicionada. Pero su mente… “Ella estaba allí todo el tiempo, escuchándome. Sabía que no vendría nadie,

también había drogado la bebida de nuestro tutor.”

Curiosamente la maldición que dijo Dorian la hizo sentir más segura. Amara no podía llegar a ella aquí, por lo que se atrevió a pensar por primera vez. “Después de que el ciego pánico

pasara y fui capaz de entender donde estaba, ella empezó a hablar conmigo.”

¿Cómo te siente?

¿Tu condicionamiento ha sido fragmentado o te estás aferrando a algo?

Vamos Ashaya, no seas aguafiestas.

"Le pedí que me dejara salir. Pero ella dijo que el experimento no había terminado todavía.

No sé cuánto tiempo nos quedamos así, tal vez una hora, probablemente dos. Entonces…”

Tenía la garganta seca. Se encontró que tenía las uñas clavadas en el pecho de Dorian y que pág. 134 http://www.carpedreams.blogspot.com

estaba apretando tanto los dientes que le dolía la mandíbula. “Lo siento.” Intentó apartar los dedos pero se encontró en que no podía hacerlo.

“Soy fuerte.” Su voz era como papel de lija sobre una roca. “Puedes agarrarte todo lo que

quieras.”

Ella le tomó la palabra. “Amara comenzó a enterrarme. Algo de tierra cayó a través de las

grisetas por donde había estado pasando la luz, derrumbándose sobre mi cara y mi cuerpo.

Entonces una de las tablas se rompió encima de mi pierna… y yo me rompí.”

El pasado y el presente se combinaron hasta que estuvo segura de que la tierra se cerraba a su alrededor, asfixiándola en una oleada de violentos temblores. “Grité, supliqué, me

comprometí a hacer todo lo que quisiera si me dejaba salir.” Su cuerpo se sacudió ante los recuerdos y sintió que el constante cable de conexión con Amara comenzaba a ganar fuerza.

Pero aún así, su hermana seguía bloqueada. Por el caos que la tocaba con un sentido protector salvaje.

Ella era un ser psíquico, sabía que ese extraño escudo estaba conectado a Dorian, a lo que él le hacía sentir. Trató de seguir con ese pensamiento, pero el terror la succionó. “Me destrocé las

manos, me arranqué las uñas tratando de salir. Mi propia sangre goteaba en mi cara hasta

que todo lo que podía oler era el hierro.”

La mano de Dorian se tensó sobre su nuca. "Escucha el latido de mi corazón, Shaya.

Enfócate".

Atrapada como estaba en la locura de la tumba, sus palabras no hubieran tenido sentido de no ser por el tono de mando que utilizó, ella obedeció. El golpe era duro y constante, seguro. Un salvavidas.

“Me dejó allí por… mucho tiempo.” Su voz se quebró. “Estuve consciente en todo momento.”

“Jesús, bebe ¿Por qué no pediste ayuda a otro Psy? Podrías haber pedido ayuda

telepáticamente.”

“Yo estaba muy fóbica Dorian. Era, literalmente, mi peor pesadilla hecha realidad. En primer

lugar no era lo suficientemente racional como para comunicarme telepáticamente.” Se había convertido en un ser primero lleno de terror. “Y más tarde… Amara es inteligente. Ella me

encerró dentro de sus propios escudos mientras estuve inconsciente. Hubiese podido salir,

pero en momento en que me di cuenta de lo que había hecho, ya pensaba con la suficiente

lógica para saber que no podía pedir ayuda a nadie.”

Dorian murmuró algunas palabras bien escogidas. “Porque si hubieras pedido ayuda, te

hubieran castigado a ti también por romper el ‘Silencio’.”

“sí.” Se apretó más en la calidez que vivía en él, tan fuerte, tan segura. “A esa edad

alcanzamos un valor inestimable, pero no. Ellos nos habrían rehabilitado en un segundo,

hubieran limpiando nuestras mentes hasta que fuéramos poco más que vegetales andantes.

Sabía que para sobrevivir, Tenía que esperar a Amara. Y… sabía que en parte era por mi

culpa.”

Un gruñido sonó muy, muy real.

“Escucha.” Ella puso su mano en puño contra él. “Siempre fue un poco diferente, pero la

mayoría de los genios lo son, incluso en la red. Las cosas realmente comenzaron a

deteriorarse después de que se desarrollara mi claustrofobia. Mi control emocional o la falta

de él alimentan su inestabilidad. Es por eso que he llegado a ser tan buena escondiendo mis

emociones. Incluso dentro de mi propia mente yo tenía que creerme la mentira, pero en

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cualquier momento resbalé y Amara degeneró.” Los brazo de Dorian se cerraron a su alrededor, una banda de acero irrompible.

“Si ella es tan inteligente, también tiene que conocer los factores desencadenantes. Pero ella

permite que tú lleves el peso. Basta Shaya.” El leopardo estaba en su voz, áspera y protectora.

“Tú no tienes la culpa.”

Temblando hundió la cara en él. “Tengo que parar.” Los recuerdos estaban chupándola, poniéndola de espalda en la tumba. “No soy lo suficientemente fuerte como para hacer esto.”

“Te pusiste de pie ante el francotirador cuando mucha personas empezarían a correr desde

que me vieran.”

Las palabras eran duras, pero las yemas de los dedos trazaban su oreja con una suavidad total.

Ella nunca había esperado esa ternura de su francotirador. Se sobresaltó. “Probablemente por

los mezquinos cuentos que te proceden.”

“Esa es mi chica.” El orgullo cubría una especie de brutal posesividad. “Lo has guardado

demasiado tiempo dentro de ti.” Sus labios rozaron por encima de su pelo, su mano la acariciaba firmemente por su espalda. “Es hora de que lo dejes ir.”

Ella se preguntó cómo sería tener esa extraordinaria fuerza de su lado. Dorian jamás se rendiría, sin importar a qué.

“¿Por qué permaneciste consciente?” Pregunto. “¿Cómo?”

"Ella estaba en mi cabeza todo el tiempo." El recuerdo de la violación causada aumentó la bilis en su garganta. “Había estado haciendo eso desde la infancia. Es por eso que mis

escudos son más o menos impenetrables en circunstancias normales” cuando no se estaba ahogando con la emoción. “Simplemente por defensa propia.”

“¿Las intrusiones no fueron recogidas cuando eras más joven?”

Esa era una buena pregunta. “La mayoría de los niños telepáticos entran y salen de las

mentes de los hermanos menores hasta los dos años más o menos. Con los gemelos va en los

dos sentidos. Es algo que se acepta en los niños Psy durante su desarrollo, nos enseña

protección, y la mayoría de los niños lo deja de forma espontanea cuando llega el

momento.”

“Ellos aceptan que no es una cosa aceptable”, dijo Dorian. “Al igual que los cachorros

aprenden que no está bien morder o arañar.”

Ashaya asintió con la cabeza. “Amara nunca dio el salto, no somos dos personas en absoluto.”

“Obviamente, tu aprendiste, o no hubieras desarrollado una personalidad.”

“Tú eres muy inteligente.” No eran muchos los Psy que habían entendido las consecuencias de la interferencia telepática a largo plazo.

“De ninguna manera. Estoy aquí por la cerveza y las chicas.” Su tono era puramente de surfista. “Ahora, para de estancarte.” El letal centinela de DarkRiver estaba de vuelta.

Cualquier persona que se enamorara de ese inocente acto, pensó ella, merecía lo que recibiera. “Tienes razón. Si un niño está dirigido psíquicamente desde una edad temprano, el

niño se convierte en una sombre, un eco de la personalidad controladora. Tuve suerte,

porque Amara nunca hizo nada eso cuando éramos jóvenes. A ella solo le gustaba pasar

conmigo todo el tiempo.”

“tú eres la que tiene la personalidad más fuerte,” dijo en voz baja. “Podrías haber tenido el

control.”

“Nunca lo quise”, la sola idea le daban nauseas. “Con el tiempo conseguí bloquearla bastante

bien. Pero en esa tumba, cuando me fracturé… ella se deslizo dentro. Ella espió mis

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emociones, me empujó cada vez que estaba cerca de perder la conciencia, se aseguró de que

viviera cada momento.”

Despierta, despierta hermana mayor. Cuéntame un poco más, enséñame.

“Ella sabía el miedo que tenía de estar en un lugar pequeño y oscuro. Ella tenía curiosidad

por saber de dónde venía ese miedo, dado que había estado enterrada junto a mi cuando el

terremoto y no había tenido ninguna reacción adversa. Esa fue su justificación para lo que

hizo.” Ashaya sintió un rastro fresco en su mejilla, y no sabía lo que era hasta que la sal le tocó los labios.

Lágrimas.

Ella estaba llorando. Ella que no había derramado una sola lágrima desde esas horas sin sentido atrapado en el color negro de la tumba. “Pero aún así, yo lo protegí. Si ella se, se

rompe, y yo no podía dejar que se destruyera, debido a que “ Su respiración estaba a atrapada, llegando a ser tan irregular, que casi no podía articular palabra.

Pero tenía que terminar, tenía que hacerle ver a Dorian. “Ella es la única persona en todo el

mundo que nunca me entregaría a los demás, ni por dinero, ni por el estado, ni siquiera para

salvar su propia vida.”

Dorian entendía los lazos familiares, la manada, y hoy en día, empezaba a comprender lo que le llevaba a Ashaya proteger a Amara. “No le importaba que no fueras el Psy perfecto.”

“En ese entonces, ella era la que mejor exteriorizaba el Silencio de las dos. La hubieran

creído, pero nunca me amenazó con decirlo. Nunca. Ni una sola vez.” La voz de Ashaya se atascó cuando intentó hablar a través de las lágrimas. “Lo que sucedió, lo que ella o yo

hicimos, era solo entre las dos. Nunca la he traicionado y ella nunca me va a entregar.” Un sollozo le hizo temblar todo el cuerpo. “Pero estoy cansada Dorian. Estoy tan cansada. No

quiero estar atrapada para siempre, pero no puedo ver una salida.”

Dorian podría, pero la cuestión era que, no todo el mundo saldría con vida. Tanto el leopardo como el hombre estaban de acuerdo, Ashaya y Keenan eran suyos para proteger. Perder a un gemelo…

“Hazme olvidarla” Era un susurro, una súplica.

No darle lo que ella quería no era ni siquiera una opción. Él cambió su posición por lo que ella quedó debajo de él. “¿No tienes miedo de que me aproveche?”

Ella se secó las lágrimas. “Por favor.”

“Pídelo bien.”

“¿Por qué no puedo hacer que te enfades? Eso sería muchos besos.”

Él sonrió y comenzó a poner besos a lo largo del borde de sus labios. Él no tenía la intención de abusar de su confianza mientras estaba tan perturbada. Pero, pensó, deslizando sus labios sobre los de ella, los cambiantes sabían todo lo que tenían que saber sobre la curación a través del tacto. Si Shaya necesitaba unas pocas caricias, él estaba más que feliz de hacer el trabajo.

“Abre la boca.”

Ella lo hizo.

Y su erección amenazó con hacer un agujero de mierda en sus pantalones vaqueros.

Ashaya desplazado instintivamente debajo de él, ajustándose justo donde quería estar.

Gimiendo en el beso, él trató de dejar de empujar. Entonces ella se arqueó, frotando su cuerpo contra el suyo.

Él separó los labios. “Shaya, nena, yo no soy tan bueno.”

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“Te he llamado ‘el francotirador’ en mi diario. Sé exactamente lo malo que eres.” Su mano se deslizó bajo su camiseta por su espalda.

Una chispa “Más duro” le dijo cuando sus uñas se clavaron en él.

“¿Te gusta?

“Mmmmm” Él dejó caer su cabeza, cuando ella pasó la mano por su espalda para inclinar su fuerte calor contra él. Él empezó a besas la línea sensible de su cuello. Ashaya necesitaba liberación. Él, maldita sea, le entregaría su liberación. Y cumpliría su promesa de no hacerle daño. Incluso aunque ella lo estaba conduciendo a la locura con esas movimientos urgentes de su cuerpo . “Eso es, nena. Permíteme tomar el relevo.”

Él se movió contra ella, sorprendida, un grito agudo salió de su garganta. “Shh, cariño.

Aguanta para mí.”

Su olor era caliente, salvaje, excitante como el infierno.

En el borde de su control, él tomó su boca en un beso con la boca abierta, poniendo la mano entre sus cuerpos al mismo tiempo, y utilizando la palma de su mano para darle la exploración sexual y la fricción que ella necesitaba. Él no podía soportarlo más. “Vamos, dulce cariño.

Vente por mí.”

"Dorian" . Fue un grito ahogado mientras sus ojos pasaban al negro puro y su cuerpo se curvaba como un arco, sus pechos aplastados contra él.

"Buena chica", susurró. "Buena chica. Con esto debería obtener la santidad. "

Ella no lo escuchó, y eso estaba bien. A él le gustaba verla así, toda suelta, relajada. . . y suya.

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CAPÍTULO 33

Soy latente. Eso me hacía enfadar. Pero eso era antes de que decidiera que me iba a convertir en un centinela. Mi madre piensa que soy un cabezota. Creo que sé lo que quiero.

Y no me va a parar nadie. Mejor que ni siquiera lo intenten.

-De un ensayo titulado “Lo que quiero ser cuando sea grande” de Dorian Christensen, de 8

años “Calificación A+)-

Estuvieron de regreso a la casa de Tammy y Nate en torno a las seis y media.

Algo le golpeó cuando entraron. “¿Tus escudos en la PsyNet?”

“Estoy a salvo.” Ella le dio una mirada de perplejidad. “Yo o debía estarlo. Dorian, lo que

hemos hecho…”

“A caballo regalado no le mires el diente.” Su conjetura era que Amara era la protección de Ashaya. Pero él no quería mencionar a su hermana gemela de nuevo tan pronto. “Mantén tu

cabeza abajo y no seas perezosas con tus escudos.”

Ella asintió con la cabeza. “Buen consejo.”

Le hizo sonreír volver a ori a la científica, al igual que después de que ella acabase de explotar en sus brazos. “Se me olvidó decirte, Rina creó una nueva transmisión para mañana.”

Sus ojos se encontraron. “Tal vez podamos hablar de ello después de la cena.” Una invitación, un gesto de confianza.

“Es una fecha.” Dejó el recuerdo de su color ante el placer en el aire.

“Dorian”.

Sonriendo él le dio un codazo para fuera al piso de arriba . “vete con Keenan, probablemente

esté preguntando donde estas. Yo iré después de hablar con Nate.”

Cuando finalmente llegó arriba, fue para encontrar a la madre y al niño dormidos a pesar de ser pronto, Keenan estaba escondido contra Ashaya que lo sostenía firmemente entre sus brazos.

La visión le causó una violenta patada al corazón.

Y él lo supo.

No podía bailar más alrededor de la verdad. No más suposiciones. Él lo sabía.

Con un dolor brutalmente fuerte en el pecho, salió al pasillo, dejando la puerta entreabierta. El peso de lo que había descubierto le hizo temblar. Ashaya era su pareja. Por eso el leopardo había estado tan loco a su alrededor desde el principio. La había conocido. Pero el hombre había estado demasiado enfadado para escuchar. Así que el felino lo había empujado, con el hambre, con la viciosa necesidad sexual. “Cristo, que ciego he estado.” Y sabía que esa ceguera había sido al menos en parte, voluntaria. Él no había querido sentir esa insoportable ternura por el enemigo.

Era mucho más fácil odiar.

Diez minutos más tarde, cuando pudo volver a respirar, se dirigió a la habitación y cerró la puerta tras de sí. A medida que se deslizaba por la parte de atrás de la puerta, con sus ojos puestos en la cama, le comenzaron a temblar las manos.

La ternura estaba ahí, en el interior, mezclada con un sentido protector salvaje. Lo sentía en sus garras. Cruda, visceral, doloroso. Su juego de esa tarde había hecho que se retrajera el nivel de su hambre, y ahora conscientemente sabía la verdad de lo que ella significaba para él, las ganas de poseerla estaba a punto de aplastarlo.

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Pero él no era un animal, por lo que puso el hambre de nuevo bajo control, y se puso a vigilarla mientras dormía. Era un sueño verdadero, profundo e intenso, como si por fin se sintieran seguros para descansar.

Cuando el leopardo se calmó lo suficiente se le ocurrió que dada la hora actual y el hecho de que se estaban perdiendo una comida, lo más probable era que su compañera y el niño se despertaran durante la noche. Tenía que estar alerta para cuando lo hicieran.

Le susurró la situación a Tammy cuando ella subió para avisarles de la cena, él no hizo caso al resplandor de oro rojo de la luz solar dando paso a la noche y se obligo a dormitar como hacían los soldados cuando era necesario. Un grito hizo que el felino pasar a una posición de pie lo que le pareció un instante más tarde, sin embargo, una mirada al reloj le dijo que eran las nueve y diez.

La casa estaba en silencio, pacifica.

Sin embargo, notaba la respiración acelerada de un niño asustado, y suaves murmullos de una mujer.

“¿Pesadilla?”, preguntó él, después de ejecutar un barrido de seguridad automática, y hacerle saber a Nate que las cosas estaban bajo control cuando el otro centinela apreció. Dorian se volvió a la habitación. “¿Shaya?”

“Sí, una pesadilla.” Ella le miró con una necesidad de tranquilidad en sus ojos. Él no podría haber dejado de caminar por la habitación y hundirse en la cama junto a ella al igual que no podría haber dejado de respirar. “¿Quieres hablar sobre el sueño K-Man?”

Keenan se abrazó más fuerte a su mamá, pero asintió con la cabeza. “Ella me está mirando.”

“¿Quién?”, Preguntó Dorian, a pesar de que ya sabía la respuesta.

“Mi madre.”

Dorian vio palidecer la piel miel oscura de Ashaya. “Tu madre está aquí.”

“No.” Con el ceño fruncido el niño negó con la cabeza . “Mi mamá está aquí, pero mi madre

me está buscando.” Enfatizó la palabra con mucho cuidado. “Ella no me quiere, no como

mamá.”

Dorian pensó que el muchacho estaba confundiendo a Amara y a Ashaya en su mente, pero eso no explicaba el terror que emanaba de Ashaya. “¿Cómo sabes que ella te está buscando?”

“Puedo sentirla hurgando en mi cabeza.” Él frunció el ceño. “Ella no puede ver dentro de mí

porque no estoy en la net. Pero creo que ha visto a mamá.” Un bostezo se asomó en su mandíbula.

“Duerme, cariño”, le susurró Ashaya. “Vamos a mantenerte a salvo.” Era una promesa feroz.

“lo sé”. Una sonrisa infantil, pero los ojos seguían siendo los de un anciano. “¿Dorian?”

“¿Sí chico?” Él cogió la mano que Keenan le tendió. Era caliente y frágil, una preciosa indicación de confianza.

El muchacho luchó contra las alas del sueño para decir: “No dejes que le haga daño a mi

mamá.”

“No lo haré.” Su corazón era un nudo en la garganta. Ashaya sostuvo la pequeña mano de Keenan hasta que volvió a dormirse.

“Así que… ¿Qué es lo que no me estás diciendo?” Preguntó cuando estuvo seguro de que Keenan estaba total y verdaderamente fuera de combate. Su miedo había sido demasiado penetrante para que esto hubiera sido un simple sueño.

La cara de Ashaya estaba marcada con el terror cuando levantó la vista. “Él la llamó su madre,

Dorian”.

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“sois gemelas idénticos y él solo tiene cinco años.”

“Él no debería saber que ella es su madre.” El aliento de Ashaya creció. “Yo lo resucité el día

que nació. Yo, solo yo.”

Ella bien podría haberle lanzado un ladrillo en el pecho. Él no podía hablar.

“Eso significa que no se acaba de meter en su mente, Dorian. Eso significa que ella ha estado

hablando con él.” Su voz se levantó. “¿Quién sabe cuánto tiempo ha estado pasando? Ella ha

podido estar diciéndole cualquier cosa, influenciando en él.”

Recuperando el control, Dorian le apretó un dedo en los labios, “Shh, no lo despiertes.” La vio luchar por dominar su pánico mientras dejaba caer su mano. “Creo que has estado guardando

más secretos.”

Estaba furioso, pero tratando der aparentar lo más tranquilo. “Ya hablaremos de eso más

tarde. Ahora, es necesario que me digas si debemos mover a Keenan.”

“No quiero separarme de él.” Le temblaba la voz. “Pero tienes razón, no podemos estar

juntos, no hasta que Amara haya sido… contenida. Incluso aunque esté bloqueada a él,

intentará venir a mí, así que, cuanto más lejos esté de mi, más seguro estará.”

Dorian lo había figurado. “Voy a tener…”

“No me digas donde estará.” Era una orden . “Yo podría estar en peligro.”

“Puedes salir de la red.” Sabía muy bien que iba a salir de ella, aunque tuviera que arrastrarla pataleando y gritando. “Hay una forma.”

Sus ojos se clavaron en los suyos. “No, no la tengo. Tengo que quedarme.” Era una respuesta firme, pero la necesidad en sus ojos era una cosa salvaje, enfadada. “Amara saldrá

completamente fuera de control si lo hago.”

Sus ojos se estrecharon, pero su obstinación no era algo a lo que podía hacer frente en ese momento.

Él pasó los siguientes minutos con Nate y Tammy haciendo los arreglos para Keenan, que debía moverse hasta la guarida de los SnowDancer, el escondite más lógico. No solo era casi imposible encontrarle a no ser que supiera donde estaba, sino que Judd y su hermano, Walter, serían capaces de mantener un ojo psíquico en Keenan . “Lo voy a llevar…” empezó a decir, sabiendo que Ashaya estaría a salvo bajo la vigilancia de Nate. Y puesto que el otro hombre ya estaba emparejado, el leopardo de Dorian no se opuso a la idea.

“No” interrumpió Tammy. “Sascha tiene que ir con Keenan. Ya la he llamado, tenemos que

controlar si la red es lo suficientemente elástica como para cubrir esa distancia, a pesar del

hecho de que esté conectado directamente a ti.”

“Le prometí que cuidaría de él.” Y Dorian cumplía sus promesas.

Nate frunció el ceño. “Ahora es de la manada. ¿No crees que tenemos derechos sobre él?”

Tanto el hombre como el leopardo se calmaron ante la mención de la sólida fuerza de la manada. “Sí, tú lo tienes” Él se metió una mano por el pelo. “El niño consiguió controlar mi

corazón, Nate.”

“Ellos tienen una manera de hacer eso.” El centinela le dio una palmada en la espalda. “Lo

superaras en algún momento de los próximos cien años.”

Extrañamente eso lo hizo sentir mejor. Debido a que no había manera de que él dejara a su compañera y al choco que ya consideraba suyo.

Lucas y Sascha llegaron menos de una hora más tarde, y Dorian subió corriendo a buscar a Keenan, que había despertado unos veinte minutos antes, con un estruendo en el estómago.

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Dorian le había dado la oportunidad de que Ashaya hiciera que comiera, antes de que preparara a Keenan para el cambio de ubicación.

“Mantén tu mente tranquila.” Decía mientras subía la cremallera de la chaqueta aislante de Keenan. “¿No la escucharas?”

“No lo haré.” Keenan pasó de un pie a otro. “De todos modos su voz se está volviendo

difusa.”

“Eso es bueno. No tengas miedo cariño. Esto es solo para un rato.”

Keenan lanzó sus brazos alrededor de Ashaya. “No tengo miedo, mamá. Puedo sentirte

dentro de mi cabeza. Si te necesito, te llamaré. Sé que vas a venir.”

La cara de Ashaya era de asombro mientras abrazaba a su hijo. “Sí, lo haré.”

Acercándose, Dorian cogió la pequeña mochila que había empacado para Keenan. “Lo vamos a

mantener seguro, Shaya. Te doy mi palabra.”

Ella levantó la vista, una confianza silenciosa en sus ojos de que ella aceptaría al leopardo a su debido tiempo. Asintiendo con la cabeza, besó a Keenan. “Vamos pequeño hombre. Te vas a

dar un paseo.”

En vez de seguirla, Keenan se volvió y tiró de la pierna del pantalón de Dorian con un nivel de confianza que claramente sorprendió a Ashaya. Lo que pareció asustarla aún más fue que Dorian simplemente se dobló y recogió al muchacho. “Vamos Shaya. Tengo que hablar con

Keenan.”

Su frente se arrugó. “Él…”

Dorian negó con la cabeza ligeramente, contento cuando salió de la habitación. “Tienes que

confiar en mí como lo hace tu mamá” le dijo al niño en sus brazos.

“Ella es mala.” Un sentido protector feroz llenaba la pequeña cara. “Ella quiere hacerle daño

a mi mamá.”

“Lo sé. Pero yo sé lo que hago.” Dejó que Keenan viera el borde letal en sus ojos, algo que la mayoría de los niños no hubieran entendido. Sin embargo, Keenan Aleine no era el niño que Dorian había sido a su edad. “Nadie conseguirá acercarse a ella.”

Un pequeño guiño. “¿Dorian?”

“¿Si?”

"Quiero a mi mamá en nuestra red."

El corazón de Dorian le dijo una patada en el pecho. “Ella lo va a estar.” Era la única cosa que no la pondría en peligro sucesivamente. Y eso lo convertía en un animal con afán obsesivo, que así fuera.

Después de que Keenan lo dejara, Ashaya volvió a subir y empezó a guardar sus cosas.

“Tenemos que hacerlo rápido. Los cachorros de Nate y Tammy volvían esta noche ¿No?”

“si.” Ya había tomado la misma decisión, pero el leopardo estaba orgulloso por su necesidad instintiva de proteger a los más jóvenes de la manada. “Definitivamente necesitamos salir de

aquí si Amara está de caza.”

Ashaya se detuvo en el acto cuando cerró su bolso. “Estás enfadado.”

Enfadado ni siquiera se acercaba. “Háblame de cómo es que Amara es la madre de Keenan.”

“No sé si quiero que me gruñas.”

Sus manos se crisparon. “Sugar, estoy a punto de arrancarte la ropa y enseñarte

exactamente lo malo que es que mantengas secretor. Es tu elección. O hablas, o te

desnudas.”

Ashaya sintió que su garganta se secaba . “No me harás daño.”

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"No. Pero apuesto a que puedo hacerte llorar. "

Sus muslos se apretaron y ella sabía que tenía razón. Una parte de ella, la parte que había estado fascinada con Dorian desde el momento en que escuchó por primera vez su voz, estaba tentada a burlarse de él hasta que cumpliera su promesa. Sin embargo, ahora mismo lo que necesitaba era mantener su ingenio.

“Amara es la madre biológica de Keenan. Tanto su nivel de inteligencia como su falta de

tener un mecanismo de seguridad provienen de ella. Pero yo soy su madre en todos los

sentidos que cuentan.”

"No lo voy a discutir." Su tono se había suavizado un poco, pero el gruñido todavía estaba allí, bajo la superficie . "Lo que no entiendo es cómo pudo pasárseles al Consejo. ¿Cómo puede

alguien no saber quien de ustedes estaba embarazada? "

“Somos idénticas para la gente, incluso los Psy son propensos a este defecto, a menudo nos

confunden. No sólo eso, además trabajos en el mismo laboratorio, en los mismos proyectos.

Tomamos la decisión al principio y no fue difícil imitarnos la una a la otra cuando el

embarazo comenzó. En esos meses Amara permaneció a la sombra de mi mente y viceversa.”

Había valido la pena cada doloroso segundo.

“Nosotras tuvimos suerte, cuando me ataron las trompas. Dado que el daño físico no era la

cuestión. Los médicos utilizaron una cirugía mínimamente invasiva.” Si ellos hubieran abierto a Ashaya hubiese habido una buena posibilidad de que descubrieran la mentira.

Dorian cogió la bolsa cerrando la última solapa. “Vamos, me puedes decir el resto de camino.”

Él se dirigió camino abajo, al coche.

Nate y Tammy los vieron marcharse, la posición del centinela con su compañera en el circulo de sus brazos. Yo quiero eso, pensó Dorian. Una familia. Su compañera segura con él. Su niño dormido al alcance de su oído.

Pero en ese segundo, fue mucho más allá, dijo molesto con su compañero . “¿Qué fue lo que

hizo disparar el canje?”, dijo mientras salían a la calle principal.

“No lo hagas, NO ME GRUÑAS.”

No se había dado cuenta de que estaba haciendo un sonido furioso. “Habla.”

Tenía la espada rígida, pero le respondió, hablando tan rápido que casi no podía separar las palabras.

“Amara utilizó sus propios óvulos y espermatozoides de donantes para crear un embrión, que

luego infectó con una enfermedad. Tenía la intención de matar al feto cuando naciera y

diseccionar las secciones de su cerebro para estudiar el proyecto de dicha infección.”

El horror de eso sorprendió a Dorian. Le tomó varios minutos luchar contra la garra protectora de los felinos. “¿Tenía la intención de matar a su propio hijo?” Matar a Keenan.

“Te lo dije” , dijo Ashaya, la voz temblorosa, una mezcla de ira y angustia . ”Amara no ve a la

gente como personas. La única persona que ha visto como a un ser humano es a mí, y hasta

Keenan, fui capaz de evitar que cruzara la línea del asesinato.”

Él trató de envolver su mente alrededor de ese enorme peso, de esa responsabilidad, y no pudo. ¿Cómo infiernos había sobrevivido Ashaya? “No pudo haber sido fácil.”

“En realidad, lo fue” , le dijo para su sorpresa. “Ella es una psicópata, pero no tiene ningún

deseo de matar por sí misma. Es, de hecho, la perfecta científica por su capacidad de ser

completamente imparcial y por que la ciencia es su vida. Todo lo que tenía que hacer era

mantener un ojo hacia fuera para asegurarme de que le estuvieran dando trabajos que

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fueran retos.” Su voz se entrecortó . “Pero esta vez la ciencia iba a llevarla a una muerte. Yo

sabía que la mataría antes de permitirle que hiciera daño al bebe. A excepción…”

Él negó con la cabeza “Yo entiendo que debe ser un infierno considerar matar a tu gemela,

pero las mujeres tienen una manera de ser salvajes por sus cachorros. No eres diferente. ¿Por

qué Amara está aún viva?”

"¿No te das cuenta, Dorian?" Un susurro roto. "Para bien o para mal, ella es su madre

biológica."

Las palabras eran como granadas ocultas, haciendo estallar en la cara. "Ella es la razón por la

que existe ¿Cómo podía robarle a su hijo y luego deshacerme de ella? ¿Cómo podría ir a mi

hijo con la sangre de su madre en mis manos?”

Los cuchillos emocionales se mantenían girando más profundo, más duro. “Así que de alguna

manera la convenciste de que renunciara a los derecho de madre ¿Cómo?”

“Tuve que hablar con ella a su nivel.” Era una respuesta firme, un leopardo luchando por su cachorro. “Tuve que fingir que entendía y aceptaba lo que había hecho. Le hablé de que era

un experimento a largo plazo. Dijo que sería demasiado trabajo, pero le dije que yo me

ocuparía de la parte de largo plazo.”

"La infección, ¡oh, Jesús! ¿Omega? "Era un pensamiento tan vil que el gato se negaba a creer que podía ser verdad.

“En cierto sentido.” El tono era tranquilo, pero las manos le temblaban tanto que se vio apoderándose de una con la otra para inmovilizarlas.

Dorian dejó escapar un lento suspiro. “¿Lo sabe el Consejo?”

“No lo sabían cuando me fui, y dudo mucho que lo sepan ahora. Sólo Amara y yo lo sabemos

todo. Keenan sabe un poco, lo justo para protegerse a sí mismo. Yo desearía que él no

supiera nada.”

“Keenan es un chico inteligente”, murmuró Dorian, el orgullo engrosando su voz , “Y nunca te

traicionaría con Amara” Ella era un monstruo que había planeado matar a su propio hijo.

La discordancia entre las dos era dura, lo que le permitió una respuesta fácil. “¿Zie Zen?”

“Un ex colaborador de nuestra madre. Le pregunté si podía participar en esa mentira sin

preguntarme por qué y aceptó.” Ella lo miró a los ojos. “¿Entiendes ahora por qué me enfadé

contigo cuando no lo trataste con respeto?”

Él inclinó la cabeza. A veces, incluso el leopardo tenía que admitir que había actuado mal.

Aparentemente satisfecha, continuó. “Técnicamente, Keenan no tiene padre biológico,

Amara combinó un increíble número de donantes, lo más probable es que nadie tenga un

reclamo sobre el embrión. Lo usé. Les dije a todos que su análisis de ADN no se alineaba con

Zie Zen porque habíamos experimentado con él in vitro. Ellos no creyeron, después de todo,

somos especialistas en ADN. La comprensión de eso aumentó el valor de Keenan lo que lo

mantuvo a salvo del descubrimiento, mientras que el consejo estaba seguro de que era

importante para mí porque lo estaba usando como un experimento, no se les ocurrió ir más

allá del ADN.”

Por primera vez en horas, Ashaya sintió un fuerte empujón en su mente. Fue una sorpresa, pero retuvo a Amara de nuevo, la tarea mucho más fácil de lo que debería haber sido. Algo había cambiado en ella. Comprobó sus escudos en la PsyNet, relajándose cuando vio que seguía siendo anónima. “Todos sabíamos acerca de la idea de Omega,” continuó, “pero

Amara estaba obsesionada con ella. Salvo, que no veía el punto de hacer a todos infértiles.

Seguirían dejando a los insurgentes vivos y capaces de agitar.”

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Dorian dejó escapar un suspiro de incredulidad. "¿Por qué preocuparse por la procreación,

cuando podrías tener control sobre la vida y la muerte?”

“Sí, ella decidió crear un agente biológico mortal y transmisible fácilmente.”

La frialdad de la bestia dejó frio a la bestia de Dorian. Al mismo tiempo, fue golpeado por la falta casi infantil de preocupación por los demás de Amara. Pensó que la mental Dark tenía que estar involucrada, la doble del mental net era un niño en muchas maneras, una criatura con un retraso en el crecimiento del mundo fuera de su jaula. “¿Qué es lo que hace su virus?”

"No es en realidad un virus. ¿Sabes algo acerca de los priones? "

"He oído algo en alguna parte." Él frunció el ceño, pensando. "¿La enfermedad de las vacas

locas?"

"La encefalopatía espongiforme bovina" , dijo Ashaya. "Los priones son los responsables de

que las encefalopatías espongiformes sean transmisibles a los humanos. Ellos son los

agentes infecciosos más mortíferos en el mundo porque no ha sido descubierta su cura. Las

EEB son la única razón por la que no nos han borrado ya que son muy difíciles de atrapar.”

“Infiernos.” Pero no podía ver la lógica de cómo Amara podía haberlo visto. “¿No son las

proteínas de los priones?” En su movimiento de cabeza dejó escapar un suspiro. “Para ella es

fácil trabajar con ellos.”

Amara y Ashaya podían ver las proteínas sin necesidad de un microscopio.

“Cuando me enteré de lo que estaba haciendo” Dijo Ashaya, la nítida voz del científico creciendo en los bordes desiguales. “simplemente no se detuvo. La ciencia, estaba brillando,

estaba en la vanguardia.” Ella parecía estar esperando una respuesta.

Él le dirigió una mirada oscura. “No voy a culparte por lo que hizo. Adelante.”

“He oído decir a Tammy que podías ser encantador. No he visto ninguna prueba de ello

todavía.”

¡Oh, a su gato le gustaba eso ! “Pensé que era encantador cuando te acaricié hasta el

orgasmo.” Le disparó una mirada llena de calor sexual. “Tengo la intención de hacer más que

eso, justo después de que te enseñe a guardar secretos.”

Sus ojos se estrecharon y el color aumentó en sus mejillas, pero el duelo pareció haberle dado voluntad para seguir adelante. “Yo pasé a controlar las daños, cuando no pude evitar que ella

parara, le hice ver que con eso nos mataría a todos, que esa era la razón para rechazar el

Omega. Fue entonces cuando se dio cuenta de que había que elaborar una forma de

asegurar que la enfermedad permaneciera latente hasta que fuera necesario. Una vez

activada, tendría que haber un medio para poder revertirla o hacerla más lenta. Yo estaba

feliz de que ella trabajara en ello, tener una cura para las enfermedades prionicas era bueno,

pero también era una difícil tarea cuya respuesta a eludido a los científicos durante más de

un siglo.”

“Tú pensaste que lo mejor sería mantenerla ocupada.”

“Sí. Pero” Sus siguientes palabras fueron destruidas con una violenta mezcla de rabia y dolor

“Yo no sabía lo suficiente de priones. Es muy difícil.” Dorian no necesitaba que le explicara el resto. “Así se creó la vida en la placa Petri.” Él se imaginó que era como Amara había pensado. Pero usar a un niño de esa manera era un concepto absolutamente repugnante en su naturaleza. Y, sin embargo, la madre de Keenan era Amara. Era algo que no podía ser ignorado en cualquier decisión que tomaran. Ni tampoco su deber con DarkRiver.

“¿Es contagioso?”

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CAPÍTULO 34

Amara tiró el vaso de vidrio contra la pared y vio el bote del líquido por la blanca superficie sin ver nada.

"¿Señora?"

Echó un vistazo a Keishon Talbot, su asistente, y probablemente la espía de Ming LeBon . "Vete

antes de que te mate”.

La otra mujer se fue sin decir palabra.

Amara lanzó otro vaso, su mente era caótica. Ashaya había hecho algo. El vínculo entre ellas, el que nada podía romper, se estaba debilitando. Se había desplazado siempre en la fuerza de la telepatía, cuando ambas se centraban. Cuando pasaba algo, era fácil saberlo desde el otro extremo.

No ahora.

Algo estaba interfiriendo en la transmisión, Amara aun no sabía cómo era posible. Había considerado todos los parámetros y había llegado a la conclusión más lógica: Él era la causa.

El intruso. Él tenía que ser destruido.

La calma descendió con la decisión.

Pasó por encima de los cristales rotos del suelo y se dirigió hacia afuera, aunque el vínculo psíquico entre ella y Ashaya fuera errático, era suficiente para llevar a Amara hasta su hermana gemela. Los guardias tratarían de detenerla, por supuesto. Pero ellos pensaban que ella era educada, una controlada Psy-M como Ashaya. Por supuesto que Ashaya nunca había estado controlada, pero eso era su secreto.

Cogió varias inyecciones de presión cargadas al andar.

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CAPÍTULO 35

Clay permite demasiado que te salgas con la tuya, Sra. Culo inteligente. Mi compañera me va a adorar tanto, que va a hacer todo lo que diga.

-Dorian Christensen en un mensaje de texto a Talin McKade, hace seis semanas-

¿Es contagiosa?

"No voy a permitir que nadie lo toque", prometió Dorian a Ashaya ", y la manada estará junto a ti." Como él se había puesto de pie por sus compañeras y por los niños . “Pero necesitamos

saberlo.”

“Para capturarlo de él”, dijo Ashaya, su voz gruesa, “tendría que abrir y cortarle una gran

cantidad de su tejido cerebral. Amara tuvo la idea de una oscura enfermedad priónica de

Nueva Guinea. Ella jugó con la proteína hasta que la ingestión fue solo un método de

transmisión, ella no quería que nadie fuera capaz de robar su investigación.”

No podía poner el coche en automático por lo que alargó una mano y enredó los dedos con los suyos.

“¿Es terminal?”

"No." Para su sorpresa, su cara se iluminó. "Keenan esta absoluta y completamente sano y

seguirá de esa manera. No sé lo que Amara le hizo en el tubo de ensayo, pero Dorian, solo sé

que es un milagro… tiene anticuerpos en su sangre.”

Él no era un científico. Tardó un segundo en entenderlo. “Él tiene la respuesta a una cura para

todas las enfermedades causadas por priones.”

Otra idea le vino a la mente, esta vez más oscura . “Él también es la calve para que el Consejo

pueda dar la rienda suelta a Omega.” Era una verdad que nunca podrían descubrir.

Ashaya asintió con la cabeza. “Amara no tenía ni idea acerca de los anticuerpos, saboteé sus

pruebas. Pero no importa, yo sabía que ella iba a venir a por él.” Sus ojos se encontraron y en ellos vio una dolorosa decisión, el sentido protector de sangre de una madre que lo ha ganado por los lazos de unión que se forman antes de nacer. “Los cinco años es la edad que ella

planeó para las disecciones de su cerebro.”

Jesús. "Había establecido un plazo desde el primer día.”

"Sí, al principio. Luego, dos años y medio atrás, cuando Ming comenzó a prestar demasiada

atención y ella pasó a la clandestinidad, pensé que estaba a salvo. "

"Pero ella no lo olvidó", supuso.

"Lo considera el primer paso de su trabajo más importante.”

Sus dedos estaban lo bastante apretados como para crear moretones. Él se dio cuenta de que ella apenas podía mantener las manos juntas. “¿Quieres hablar de otra cosa durante un

rato?” Él no estaba para sutilezas en ese momento, pero tenía que cuidar de ella.

Ella se agarró a la escapatoria ofrecida con una desesperada rapidez. “Sí.”

“¿Qué hay de mi ADN anormal?,” Bromeó, aunque el felino seguía gruñendo con una furia protectora . “¿Puedes arreglarme?”

“Estoy trabajando en ello.” Sus dedos se relajaron cuando pudo encontrar su equilibrio en la ciencia.

Su leopardo rugió contento en señal de aprobación. La fuerza interior de Ashaya era una cosa bella. Sin embargo ella había dejado que él la calmara. Para el alma de su depredador fue una caricia, como si unos dedos largos y con talento hubieran pasado por su piel.

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Eso fue todo lo que hizo.

El calor sexual se convirtió de repente en una garra en su interior, su bestia se acercó más al salvajismo animal. “Dime” Dejándola ir, apretó con ambas manos el volante en un vano esfuerzo para detener la furia primitiva de su reacción. Había esperado demasiado tiempo y ahora su gato no le estaba dando elección. O bien convencía a Ashaya para que se derritiera por él en todos los sentidos… o se ponía lo más lejos posible de ella. Y, ahora misma no habla maldita manera de que la dejara sin su protección.

“Es un rompecabezas”, dijo ella, que sin saberlo, alimentaba su hambre con el remilgo de su voz. Sobre todo ahora que sabía que era desinhibida en la cama. Aún podía oír sus jadeos, los gritos de esa tarde, toda caliente y exigente.

Si no la tenía desnuda y debajo de él pronto, iba a volverse jodidamente loco.

“Tu ADN es idéntico al ADN cambiante normal en todos los aspectos que puedo ver, pero…”

“¿De donde sacaste la muestra de control?” Un destello de calor oscuro salió de él y se conocía lo suficiente a si mismo para identificarlo como una dosis de pura envidia.

“De Tamsyn.” Hizo una pausa, como si estuviera debatiendo la posibilidad de continuar. “Yo

sabía que ibas a reaccionar negativamente si me acercaba a un hombre. Tú eres… posesivo.”

“Sugar, soy mucho más que posesivo.” Su voz ya no era plenamente humana.

“¿Dorian?”

El sonido de su voz de terciopelo y miel espesa se envolvió alrededor de él como un puño de seda. “Estoy tranquilo.” Él centró su atención en conseguir ir a donde necesitaba.

“No voy a dejar que me hables en ese tono.”

¿Ella estaba preocupada por su tono de voz? Si ella no dejaba de incitar a la bestia, estaría caliente y apretada alrededor de su pene antes de que dejaran esa carretera. Gruñó liberando al leopardo de la única manera que podía. “Estoy tranquilo.”

Ashaya parecía sorprendida por el silencio que duró cerca de seis minutos. “Los depredadores

cambiantes están destinados a ser protectores hacia las mujeres.”

Él mantuvo los ojos en la carretera.

“Sus mujeres, en cualquier caso,” dijo ella después de otra pausa.

Quince minutos más y él le mostraría exactamente cómo de protector era.

“supongo que técnicamente, yo soy uno de los enemigos, por lo que el elemento de

protección de la naturaleza no se aplica.”

¿Dónde diablos estaba el desvío? ¡Allí! El vehículo pasó a un camino estrecho de tierra que le do a Ashaya la sensación de estar aislada en la extensa selva de Yosemite. Aunque la mayor parte era un parque nacional, se permitían viviendas bajo unas reglas restringidas.

“¿Dorian?”

Diez minutos más, se dijo él.

“Yo tengo razón ¿No? Me consideras un ene…”

"Shaya," rechinó él, "estás balbuceando".

Eso le hizo cerrar la boca durante varios minutos. “Una reacción nerviosa. Yo debería ser

capaz de manejarlo con las mismas herramientas que utilizaba cuando me sentaba cara a

cara con el consejero Ming LeBon.”

El camino de tierra se convirtió en el más primitivo de los caminos un centenar de metros más adelante.

Cambiando la tracción los llevó a la sombra del bosque de guardianes de las secoyas gigantes.

“Sin embargo ninguna de mis herramientas parece estar funcionando.”

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El coche continúo marchando hacia abajo, maniobrando por el afloramiento de las pequeñas rocas. Incluso utilizando el elemento de tracción, podían causar daños, pero él conocía el bosque lo suficientemente bien para acercarse a nada que no se regenerara rápido. Aunque en ese momento él estaba más preocupado por su polla que por su regeneración. Se iba a romper por la mitad si no bajaba la cremallera pronto.

“No puedo dejar de hablar,” dijo ella, con una abierta sorpresa. “¿Por qué? Mi estómago está

lleno de mariposas, mi corazón está tronando y mis palmas están húmedas.” Hizo una pequeña pausa seguida por un suspiro de alivio. “Debe ser el miedo. Tienes un aspecto muy

amenazador.”

Eso lo hizo. El coche se detuvo delante de una caballa tan bien escondida por el verde, que ni siquiera los felinos la encontrarían si no estaban buscando activamente. Se preguntó que estaría pensando Ashaya de ella.

Pero primero lo primero. “Tú”, dijo volviéndose para mirarla , “nunca vas a ser amenazada por

mi ¿entendido?”

Ella parpadeó. “En realidad, en estos momentos estas…”

“Dime que lo entiendes.” Él se acercó, los ojos entrecerrados.

“Per…”

“Nada de peros. Tienes la capacidad de cabrearme sin siquiera intentarlo, pero antes me

pongo una jodida pistola en la cabeza que poner una mano sobre ti. ¿Está claro?”

Ella estaba aplastada contra puerta, él tenía la mano al lado de su cabeza. Pero su cara era de rebelión. “No. No mientras estés siendo tan agresivo conmigo.”

“Vamos nena, empújame un poco más.” Sonrió.

Ashaya tenía una sensación mala por esa sonrisa, pero era el tipo de sensación mala que hacia que su cuerpo se fusionara de adentro hacia afuera. “Dorian tal vez deberíamos ir dentro de

la casa… Supongo que habrá una casa cerca ¿no?

La sonrisa de Dorian se amplió. “Claro.”

Desconfiando de su acuerdo, espero hasta que él se trasladó hacia atrás y luego salió rápidamente.

Él la siguió unos segundos más tarde con una mochila en su espalda. “Por aquí.” Señaló con la cabeza hacia una gran masa de follaje.

Sus ojos se abrieron cuando él le dio un codazo a una vid salpicada de pequeñas flores blancas y puso su mano sobre un escáner de alta tecnología abriendo así la puerta.

Ella entró en el lugar, a un corredor que ella asumió que llevaba a las instalaciones del cuarto de baño, una sola habitación grande bajo la oscura sombra verde de la selva.

“Luces” Dijo él un segundo más tarde, y los accesorios colocados hábilmente hicieron que pareciera la luz del sol.

“Es todo de cristal.” Suspiró ella, viendo la forma en que había llevado el bosque al interior.

Las hojas y las flores se sentían tan cerca, que ella se sintió tentada a tocarlas con la mano.

Mientras que verdes curvas de sobras eran el exterior, líneas limpias dominaban el interior. La cama ocupaba la parte izquierda, pero con un montón de espacio para moverse alrededor de ella. A su derecha había una cómoda sala de estar, y más allá, un pequeña cocina.

De repente, y sin haber escuchado ninguna orden de voz, todas las luces atenuaron, a excepción de la que iluminó el área de dormir. Se volvió y abrió la boca para preguntarle:

"Oh."

Dorian se estaba desabrochando la camisa.

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Se le estaba secando la garganta mientras pulgada tras pulgada de dorada carne masculina se iba revelando. Un extraño calor atravesó su cuerpo, una turbulenta tormenta interna. Esta tarde, ella había ferrado a él porque necesitaba olvidar. Esta noche, sabía que iba a recordar cada contacto, cada caricia… todas las duras demandas masculinas.

Se encogió de hombros quitándose la camisa, y ella vio que se deslizaba hasta el suelo en un movimiento que parecía ridículamente lento para sus aumentados sentidos. Frente a ella era todo músculos y calor, un leopardo contenido en un cuerpo bendecido con la gracia de mercurio. Cuando Dorian se movió, se sintió obligada a mirar, era una cosa bella de ver.

Ahora, sin su camisa y un aspecto intrínsecamente masculino en su rostro, su gracia se convertía en la de un felino de caza. Y ella sabía muy bien que era la presa.

Sin embargo, se quedó quieta mientras él daba círculos a su alrededor sin hablar antes de detenerse en su espalda. Soltándole la trenza, su pelo se liberó en una salvaje masa rizada.

Luego unas fuertes manos de hombre la acariciaron, deslizando la rebeca por sus brazos.

Debería haberse resistido. . . Pero no pudo encontrar razones para hacerlo. Lo que le había hecho en el sofá, había estado más allá del placer. Quería tocarlo como él la había tocado, para explorarlo, saborearlo. Y, dado que sus escudos en la PsyNet eran milagrosamente sólidos, no tenía motivos para tener miedo.

En cuanto al resto. . . ella no sabía cómo el caos de lo que sentía por Dorian había mantenido a Amara en la bahía, pero lo hizo. En estos momentos robados, era libre.

Para vivir.

Para tocar.

Y ser tocada.

La rebeca hizo un suave sonido al chocar contra el suelo.

"Voy a tomar esto como un sí", dijo Dorian, con los dedos apoyados en sus caderas, en el borde de su cintura. “Si quieres decir que no, hazlo ahora." Dijo enfatizando cada sílaba.

Eso debería haber roto el hechizo sensual, pero todo lo hizo fue liberar su lengua.

“Me estas distrayendo de mi trabajo en lo referente a tu ADN,” dijo, tratando de burlarse de él. Salió mal, ya que no estaba acostumbrada a este tipo de juego. Y su mente no estaba funcionando bien, después de que su cuerpo hubiera tomado en control.

"Estoy latente, no roto."

Algo se calmó dentro de ella, su primitivo corazón, un corazón que había llegado a la vida gritando, sepultado debajo de la tierra. "Eres un francotirador letal, especialmente peligroso,”

dijo ella, hablando con la absoluta verdad, porque parecía incapaz de mentirle. "En muchos

aspectos eres más fuerte que aquellos que saben que pueden recurrir a la fuerza de su

bestia."

Unos dedos inteligentes se deslizaban hacia arriba y debajo de su camiseta, acariciando la piel que se estremeció al primer toque. "Así que ¿por qué molestarse?"

Con un suspiro tembloroso, puso las manos en sus muñecas. "Más lento".

Sus dedos jugaban por sus costillas. "Te dije que el tiempo para decir que no había

terminado."

A pesar de las duras palabras, ella sabía que él nunca le haría daño. Lo sabia de una manera como nunca antes había sabido. Como si la verdad hubiera sido tallada en lo más profundo de su alma. "Yo no voy a decir que no."

En contra de su piel, sus dedos estaban ligeramente rugosos, la quintaesencia de los hombres en una manera que no podía definir. Ella sólo sabía que era una sensación erótica que nunca pág. 150 http://www.carpedreams.blogspot.com

hubiera esperado. "Pero la sensualidad es una droga a la que necesito acostumbrarme en

pequeñas dosis. " Ella pensó que podría haber lo sorprendió cuando sus dedos se detuvieron.

Un instante después, comenzaron a moverse de nuevo, avivando el fuego en su interior con una precisión oscura. "Soy paciente”

"Lo sé." También estaba muy centrado, se había convertido en un miembro poderoso y respetado de su manada a pesar de haber nacido con lo que muchos habrían considerado como un handicap. Pero. . . "Estás herido, Dorian." Su susurro lo congeló. "Puede que sea una

Psy pero puedo sentir tu dolor por no poder haber podido cambiar.” Como lo sabía la desconcertaba pero eso no lo hacia menos cierto.

Dorian sintió como si le hubieran golpeado por esa tranquila afirmación. Había hecho un maldito buen trabajo moviéndose más allá de su fallo genético convenciéndoles a todos, incluso a si mismo, de que eso no importaba. Y en algún nivel, no lo hizo. Estaba orgulloso de en lo que se había convertido, un cambiante por completo capaz de defender su manada, su familia. Pero. . . "No pude salvarla." Una desgarradora confesión.

Ashaya deslizó las manos de él de su camiseta para apretarlas en la suyas. “Por lo que sé,

Enrique Santano era una monstruo en todos los sentidos. No permitas que el eco de su mal

olor enturbien los recuerdos de tu hermana. "

"Me juré destruir el Psi Consejo." El don empático de Sascha lo había salvado de convertirse en una bestia, devastado por la venganza, solo, pero era un hombre depredador cambiante. No podía olvidar.

"Se nutren de Enrique, lo protegieron. Quiero que la sangre fluya en las calles. "

"El odio te destruirá" , susurró. "Va a destruir. . . a nosotros".

Él se estremeció, enterrando la cara en la curva de su cuello. Los rizos de sus cabellos lo amortiguaron con un calor suave que era tan intrínsecamente femenino, que no podía esperar que se lo explicara. Envolviendo sus brazos alrededor de su cintura, simplemente la sostuvo, dejó que lo abrazara, para que aceptara que ella era su compañera. Y que ella provenía de la raza que había sido el blanco de toda su rabia, todo su dolor... por lo que no tendría que enfrentarse a su propia culpa.

Se levantó para presionar contra su mejilla mientras Ashaya inclinaba la cabeza en un dulce gesto de aceptación. "La gente siempre dice que la mayoría de los cambiantes ansían tocar,

pero eso no es verdad. Hace mucho tiempo, mucho antes del silencio, los Psy lo anhelaba

más que cualquier otro. "

Dejó que sus palabras cayeran sobre él como una cariñosa lluvia. Su compañera estaba tratando de moderar su dolor, tratando de decirle que no eran tan diferentes después de todo.

"Estábamos llegando a ser tan mentales, viviendo tanto en el plano psíquico que nos asustó.

Buscamos la sensación física que nos ancla, para traernos de vuelta a la realidad. "

"¿Funcionó?"

Su mano lo frotaba suavemente y sentía que el gato en él se estremecía en señal de rendición.

"Sí", dijo. "Resultó el curso de nuestra historia, con tanta fuerza que incluso el silencio no

podía descarrilarlo. Ni siquiera el más fuerte entre nosotros puede retirarse por completo de

su cuerpo físico. Tocar nos ha salvado. "

"Entonces salvame, Shaya." Él puso su corazón al descubierto, la invitó a lo salvaje.

Dejando caer la mano, se dio la vuelta en sus brazos. Entonces, levantándose de puntillas, ella tomó la cara en las palmas de las manos y lo llevó hacia abajo. Su beso era inocente y vulnerable, una caricia tan suave que le hizo su esclavo entre una respiración y la siguiente.

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"Dorian", dijo ella y se trataba de otra caricia. Una de sus manos descansó sobre su hombro, con los dedos de la otra mano trazó una línea a través de su pómulo, a lo largo de la mandíbula y haca abajo hasta que abrió la mano contra su corazón.

Si ella lo entendía o no, él sabia que estaba siendo marcado de una forma muy femenina.

“Más” Demandó él, ávido, hambriento, listo para tomar.

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CAPÍTULO 36

En lugar de cumplir ella apretó los dedos en su pecho. “Eres increíblemente guapo y

masculino", dijo. "La estructura ósea es perfecta, el pelo rubio, los ojos tan azules que

debería ser imposible. Tu único "defecto" es este tatuaje. " Trazó las tres líneas irregulares de su bíceps derecho. "Es un eco de las marcas de la cara de tu alpha ".

Él asintió con la cabez.

"Un símbolo de lealtad absoluta". Sus labios se separaron. "Saberlo te hace aún más

peligrosamente bella."

Sintió como un calor ruborizaba sus mejillas. Su mirada eran simplemente otro obstáculo que había tenido que superar, como todo lo que a él se refería. "Tomó mucho tiempo para que la

gente me tomara en serio."

"Sí, pero ya ves, Dorian", dijo Ashaya, pasando las manos por el pecho y la espalda hacia arriba, "A mí me intimida. "

"No parecías intimidada en el sofá del apartamento." Él levantó una mano, agarrando su pelo en un puño. Le fascinaba, era tan salvaje, lleno de lo que parecía ser mil colores de negro puro y dorado. Quería saber como se sentiría si lo acariciaba con él. También se pregunto acerca de los colores en otros lugares, más bajos. Sus dedos se cerraron por la anticipación.

"Eso fue una aberración. Sé que hiciste lo que hiciste para ayudarme. " Ella presionó un beso en su pecho y miró a través de sus pestañas. "Esta noche, me pregunto cómo podré estar a la

altura de un hombre tan hermoso. "

Dorian se preguntó si las mujeres nacían con la capacidad de cortar a sus hombres por las rodillas. "Shaya, te miro y pienso en sexo". Rozó con las uñas su pecho, por lo que su polla saltó. “Entonces pienso en todas las formas en que me gustaría tener sexo contigo. Y en

todas ellas implica lamer cada centímetro de ti.” Él inclinó la cabeza, sacó la lengua y la pasó justo por encima del pulso irregular de su cuello. “Dios, me encanta tu piel.”

“¿Mi piel?” Ella miro sin comprender su propio brazo, cuando comenzó a sentir un cosquilleo

“Es de color marrón”

“Es como chocolate derretido, como café con crema, exótico como el desierto y tan

malditamente erótica que en mis sueños te tengo desnuda en las hojas, tu piel suave y

caliente bajo los rayos del sol"

Ella tragó saliva, su respiración agitada. "Tú me haces sonar comestible."

Él ronroneó “Lo eres” Quería desnudarla lentamente, poco a poco, el felino estaba desesperado por saber si su piel era igualmente deliciosa por todas partes para despojar a su lento, poco a poco, el gato estaba desesperado por saber si su piel era la misma deliciosa. “Y si no…” susurró saqueando su boca con un beso “con mucho gusto frotaré cada centímetro de ti

con aceite dulce, trazaré cada centímetro de ti piel hasta el amanecer.”

Ella parecía estar teniendo problemas para respirar. "Dorian, eso no tiene sentido."

"¿No?" Él se mordió el labio inferior y vio que sus pupilas se dilataban cuando sus manos se movieron hacia abajo para agarrar su cintura. "Tengo esta fantasía."

"Oh." Ella se levantó de puntillas, sin darse acercándose a su boca.

Él premió su entusiasmo con otro beso. "Deslizar mi mano de tu nuca, acariciando tu espalda,

por tus dulces curvas, bajando.”

Ella dejó escapar un suspiro estremecido cuando él tomó la parte inferior con una mano. "Yo

dije, lento."

"Sólo estamos hablando."

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Su mirada era una acusación. "Tu sabes perfectamente bien lo que estás haciendo."

Él sonrió, sintiendo el ronroneo del gato de nuevo. Él sabía lo que estaba haciendo. Ashaya era una criatura de intelecto. Ella era tan condenadamente inteligente como nadie que hubiera conocido. Instintivamente sabía que para llegar realmente a ella, para despertar su sensualidad al nivel que necesitaba, tenía que tentar a su mente así como a su cuerpo.

Con una permanente sonrisa coqueta en sus labios, él la soltó y bajo las manos a su cintura.

Ashaya lo miraba sin ocultar su intención femenina mientras el desabrochaba la hebilla del cinturón y tiraba lentamente a través de los aros. Cuando la hebilla de metal chocó contra el suelo ella dio un pequeño salto, pero sus ojos no se movieron de la erección cubierta de vaquero de la cual no hacia ningún esfuerzo por ocultar.

“Quiero que seas mala” , dijo él “un solo toque y me vendré.”

Su pecho subía y bajaba con un ritmo irregular.

Él se movió para abrir el botón superior, rápidamente tiró de él un poco hacia abajo. “Maldita

sea”, dijo sosteniéndole la mirada. “Me olvidé de las botas.” Agarrando una de las dos sillas de la habitación se sentó con las piernas extendidas. Cuando se inclinó para deshacer los cordones de sus botas de combate, él fijó sus ojos detrás de Ashaya.

Incluso estando profundamente concentrado en el sexo, su sentido protector no le permitía dejarla vulnerable. Sólo cuando estuvo seguro de que el panel de seguridad seguía parpadeando ‘seguro’ se sacó la primera bota y la dejó caer.

Ashaya permaneció en su lugar mientras él hacia lo mismo con la segunda. Tampoco se movió cuando se deshizo de los calcetines y se sentó de nuevo. Ella se estaba frotando las manos en la parte delantera de sus suaves pantalones color caqui y la camiseta azul oscuro que moldeaban las curvas de sus pechos.

Húmedo, que pensamiento, sus fosas nasales se dilataron por el olor, su piel estaba húmeda.

Eso le hizo pensar en otras zonas más húmeda, más brillantes.

Gimiendo, se extendió en la silla. “Me duele el pene, Sugar”.

“¿Qué quieres que haga?” Fue una oferta ronce formulada como una pregunta.

Hizo un gesto con el dedo a la camiseta. “Fuera. Por favor.” Puso hasta la última gota de encanto que tenía en su sonrisa.

Ella no sonrió a cambio, pero sus ojos se llenaron con algo caliente. . . exquisitamente posesivo.

Poniendo las manos en el borde inferior de la camiseta, tiró de ella encima de su cabeza en un único y eficaz movimiento. Él se acercó tragando cuando ella hizo lo mismo con el sujetador deportivo negro que tenía debajo.

"Mierda." Tiró abajo la cremallera de sus malditos pantalones, liberando la longitud de su erección.

Sus ojos se fijaron en él. Se lamió los labios. Y tuvo que apretar duro en la base para evitar venirse en ese mismo momento. “Tu no eres tímida.” Su voz sonó ronca, condenadamente caliente para ella.

Ella se acercó, dándole una femenina bienvenida. “Me dijiste que me mirabas y pensabas en

sexo. Yo supongo que te referías a que te gusta mi cuerpo ¿No?” tenía las manos en las caderas, la cabeza inclinada de una manera muy de mujer. Ella tenía una mirada segura, donde casi se perdía el rastro de la incertidumbre de sus ojos. Luego habló y él recordó que su compañera era muy buena ocultando sus temores, sus dolores. “¿Dorian?”

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“Shh, estoy mirando.” Con su mirada trazó el peso de sus exuberantes pechos, bajando al a curva de su cadera que parecía hecha para las manos de un hombre. Siguió bajando. Dios, quería morder su carne, marcarla de la forma más primitiva. El gato se extendió dentro de él en una oleada lánguida de necesidad. Ahora, se dijo, ella está lista.

Su excitación era una droga que estaba absorbiendo por cada uno de sus poros, amenazando con hacer cada una de sus anteriores bromas realidad, podría perderse simplemente por mirarla. En su desesperación se apretó a sí mismo con un poco más de fuerza. “Bebe, si me

gustase tu cuerpo un poco más, podría convertirme en un eunuco tratando de no venirme.”

Ella era aún más sexi de lo que había imaginado, una diosa de cuervas sacada de sus sueños más calientes.

Ella miró su erección, tenía una mirada de fascinación. "¿Por qué…?" sus ojos siguieron la longitud de él, sus dientes hundiéndose en el labio inferior "¿Cómo puede ser que la visión de

verte me excite?”

“Por la misma razón que a mi me gustaría verte dándote placer a ti misma.” ¡Oh, infiernos, el no acababa de decir eso y poner la imagen en su mente! “Joder.” Cerró los ojos apretándolos, tratando de pensar en beisbol, árboles… cualquier otra cosa que no fuera la visión de Ashaya con la mano hundida entre sus piernas, la cabeza echada hacia atrás encontrando la dulce liberación.

No funcionó.

Sus ojos se abrieron cuando Ashaya se inclinó y pasó un solo dedo por su dolorosa polla.

Él se vino.

Ashaya nunca había pensado en el placer antes de conocer a Dorian. Incluso entonces, ella lo había considerado como algo previsible en un sentido general. Cuando la tocó, sintió placer.

Ese era la ecuación. Contacto = Placer. Ni un sola vez había pensando que mirar la haría perder el control, un placer tan profundo y rico que eclipsaría todo lo que había venido antes.

Sus ojos se abrieron después de varios segundos de duración. "Eso no era exactamente lo que

yo tenía en mente."

Ella se sorprendió al ver un atisbo de vergüenza en el azul vibrante . "Dorian", dijo, sin molestarse en ocultar la profundidad de la necesidad que arañaba en ella, “Es la experiencia

más erótica de toda mi vida.”

Un encanto sensual curvó sus labios, malvados y burlones. “Dame unos minutos y te voy a dar

algo con lo que compararlo. Eres tan bonita, Shaya.”

"¿Unos minutos más?" Sintiéndose de pronto tímida, cruzó los brazos sobre su pecho. La sonrisa en su cara se amplió, mostrando la naturaleza salvaje del gato. Eso la hizo pensar con dificultad. “Yo creía que los hombres necesitaban un tiempo de recuperación mas largo para

aparearse.”

“No este gatito.” Al ponerse en pie dijo “Prepárate para jugar.”

Ella tenía el cuerpo tenso cuando él desapareció por el pasillo que asumió llevaba al cuarto de baño. Cuando regresó, estaba completamente desnudo. Se oyó un increíble sonido de anhelo que llenó el aire, y se sorprendió al descubrir que venia de ella. El cuerpo de Dorian estaba totalmente inmóvil. Un segundo más tarde, se trasladó a una velocidad tal que la dejó sin aliento al encontrarlo frente a ella, tirando para separarle los brazos.

"Déjame ver", dijo, ejerciendo una suave presión.

Ella no luchó contra él. "Tengo un hambre…", susurró ella, con miedo a la profundidad de esa necesidad, en lo que exigía de ella. "Es casi doloroso."

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No le dijo que dejara de analizar su interacción, no le acusó de actuar como una niña en vez de como en una mujer normal, los dos temores que había albergado. En su lugar él sonrió y dijo:

“Muéstrame donde.”

Cuando se soltó de sus brazos, extendió la palma de su mano derecha por encima de su ombligo, en parte, tocando la piel, en parte el material de sus pantalones.

"¿Aquí?" Dejando de lado la mano, la sustituyó por la suya. Ella miró hacia abajo, hipnotizada por el contraste erótico. Su mano era densamente masculina en comparación con la suya, los pelos de sus brazos brillaban con la luz, los dedos marcados con cicatrices que se iban desvaneciendo. Era hermoso. Pero cuando él la miró, vio una sorprendente verdad, ella también era hermosa para él.

"Sí", susurró ella, y era más un permiso que una respuesta.

Él le tomó la palabra, este hombre con un alma herida y el corazón de un leopardo, un hombre tan complejo que ella sabía que sería un rompecabezas que podría explorar el resto de su vida, si solo tuviese la oportunidad. Contuvo el aliento cuando cambió la dirección de su mano, sus dedos pulsando por debajo de su cintura y dentro de sus bragas en un movimiento firme.

La sensación explotó detrás de sus párpados. Sintió que sus rodillas se colapsaban, su cuerpo comenzó a temblar con el extremo placer, causando que la oscuridad se deslizase sobre sus ojos. Debería haber estado aterrorizada. Pero era demasiado bueno para pelear. Así que se rindió.

No había tiempo para preocuparse. O para el miedo. Sólo para el placer.

Cuando la oscuridad se retiró, se encontró tumbada en la cama, todavía a medio vestir. . . y siendo vista por ojos humanos que hablaban de una satisfacción muy felina. "te dije

despacio".

Él sonrió. "Oops".

Encanto.

Ese león dormido junto a ella tenía todo un arsenal. De acuerdo a lo que le habían enseñado por su paso por el protocolo del silencio, el encanto tenía aspectos tanto positivos como negativos.

Algunos lo utilizaban como un arma, otros como una herramienta. Pero, se dio cuenta mientras estaba allí cojeando de placer, todo eso cambiaba si estaba involucrada la confianza, y un cambiante. De repente una caricia se convirtió de pronto en un beso. “La primera vez que

nos vimos… nunca pensé que podría ser así.”

Le rodeó el ombligo con el dedo. “Cuando nos conocimos, yo era un bastardo hijo de puta.”

“No creo que eso haya cambiado.”

Él hizo una pausa de su caricia juguetona "¿Ah, sí?"

"Acabo de ganar un pase gratis a través de la bajeza."

Eso le hizo relajarse, una risa ronca fue su respuesta, y cambio de posición para ponerse a sí mismo mas cerca de ella. En esta ocasión su beso fue engañosamente perezoso, una degustación lenta que la hizo suspirar. Cuando él besó un camino por el cuello y el valle entre sus pechos, ella metió las manos en su pelo y se aferró.

El roce de su mandíbula sombreada era áspera en contra de la delicada piel de su pecho. Ella contuvo la respiración. Él murmuró una disculpa, lamiendo con su sensual lengua sobre la herida hasta que ella apenas podía aguantarlo. Había mucho más en esa danza sexual de lo que nunca hubiese podido imaginar. Sobre todo con ese hombre al que ella había llamado francotirador.

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"¿Pensando de nuevo?" Murmuró, apretando los labios en su ombligo.

Ella bajó los ojos para encontrarse con su pesada mirada. "Sobre ti." En sus manos, en su pelo que era suave, elegante. "Sé que mi silencio está roto, pero me crecí en un ambiente donde el control lo era todo. Pensé que sería mucho más difícil. "De confiar, hasta que el cuerpo y la mente estuvieran tan sincronizados, que no pudiera imaginarlo de otra manera.

“Vamos pues, sugar. Cede ante mí un poco más.” Sus pestañas invadieron su piel, cuando puso la frente en contra de ella y plantó otro beso en su ombligo. Cuando se levantó, se quedó de rodillas.

Se apoderó de la cremallera de sus pantalones. "Abajo". Se adaptaba de las palabras a la acción.

Sentía como si estuviera tocando cada centímetro de su recién expuesta carne, sus ojos estaban tan decididos. Ella descubrió que estaba conteniendo el aliento, la soltó en una espiración lenta, le quitó los pantalones y los arrojó a un lado de la cama, dejando su vestido como una última pieza de ropa. Sus bragas eran color negro liso, sin duda nada que ver con las prendas delicadas, de encaje que había visto en los escaparates de las boutiques humanas y cambiantes.

Pero a Dorian no parecía importarle. "Estas húmeda." Él pasó un dedo por la humedad, haciendo que ella se mordiera un grito. Luego lo hizo de nuevo. Y una vez más. Enviando retorcidas sensaciones a través de ella. Pero… no era suficiente.

"Me siento. . . sola. "Ella necesitaba algo, algo importante. Sentía como si debiese ser capaz de ver algo en el plano psíquico, pero era algo tan efímero que se deslizaba fuera de su alcance.

“¿Dorian?” Era casi un sollozo.

“Te tengo”. Un movimiento suave y las bragas se habían ido. “Cristo, eres hermosa.” Fue una exclamación áspera, masculina, luego se extendió sobre sus muslos, susurrándole que se envolviera a su alrededor. Lo hizo, podía sentir como empujaba en ella, duro, caliente, masculino. Ella gritó en medio de un beso cuando empezó a entrar en ella, a estirar los músculos que nunca habían sido utilizados. Solo había un pequeño exquisito dolor, como si su cuerpo hubiera sido hecho para ese hombre, para ese momento. El vacío se desvaneció de s interior, abrumado por la cantidad de sensaciones que su mente estaba tratando de procesar.

Una parte de ella, una parte pequeña y oculta, sabía que algo se le escapaba, pero luego Dorian le mordió ligeramente el hombro y el pensamiento se fragmentó.

"Morder… ¿Está bien?” Jadeó ella, adaptándose al calor abrasador que salía de él dentro de ella.

Él besó un camino por su cuello, la mejilla y de vuelta a sus labios. “Sí, claro.” Deslizó una masculina mano debajo de su trasero, penetrando más profundamente.

Ella se atrevió a morder su cuello.

Él susurró al cabo de una respiración apretándole el trasero. “más”

Ya no era capaz de pensar racionalmente, ella le clavó las uñas e la espalda y le arañó más fuerte. Eso hizo que él gruñera y tirara de su cabeza hacia atrás para darle un beso de fuego.

“Abre.”

Ella en su lugar, le mordió el labio inferior.

Gruñendo la mantuvo en su lugar mientras enredaba su lengua con la suya. Ella envolvió su cuerpo alrededor de él intentando darle la vuelta.

Dorian comenzó a moverse.

Reduciendo la velocidad.

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"Más rápido", dijo ella, separando los labios lejos de la seducción de su boca.

Un masculino calor brillaba en sus ojos azules. “No.” Él saco centímetro a centímetro su torturando… luego empujó de la misma manera. Era como la primera vez una vez más, sus músculos se extendían, su cuerpo temblaba como en un millar de pequeños terremotos.

“Dorian.”

Se mordió el labio con sus dientes pro la liberación. “Tu lo querías lento.”

Sus manos se deslizaron sobre el sudor de su resbaladizo cuerpo, mientras que trataba de instarle a que incrementara el ritmo. Era imposible. Él era ágil y masculinamente muscular ella era suave y femenina. “Ahora quiero rápido.”

“No” . Otra sonrisa, otra retirada lenta y vuelta a entras. “Yo quiero jugar.”

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CAPÍTULO 37

Jugar.

Sí, pensó a través de la bruma erótica de la necesidad sexual, El felino quería jugar. "¿A qué

juego?"

“Iré más rápido si me hablas de ello.”

Ni siquiera estaba segura de que pudiera armar una frase coherente en esta etapa. En su desesperación, apretó los músculos internos. Se le hizo estremecerse y deje caer la cabeza. “Es

eso otra vez" Era una demanda que apuntaba al depredador que era, al centinela que

“Primero vete más rápido.” Ashaya le arañó otra vez, dándose cuenta de que su piel podía soportarlo, y no sólo eso, además le gustaba.

Sonó un gruñido bajo que no debería poder haber venido de una garganta humana. Él quitó las manos de su cuerpo fijándolas a cada lado de su cabeza. "¿Estas jugando con un leopardo, el

Sugar? Eso no es inteligente. "

Ella apretó los músculos otra vez, y vio como su cara se impregnaba con placer. Hizo que su estómago se apretara junto con otras cosas, más bajas. Su curiosidad, su mayor activo en el laboratorio, ahora estaba fija en Dorian. Quería explorar su cuerpo todo lo que pudiese. Ella quería hacerlo de nuevo en mil posiciones diferentes. Quería hacer ronronear al gato.

" Soy capaz de leer tus pensamientos", dijo él con los ojos brillantes.

"¿Puedes?" Ella gimió mientras él seguía los movimientos oh-tan-lentos.

Él le mordió el hombro de nuevo, más fuerte esta vez. Sintió que su cuerpo se vestía con otra capa de caliente humedad hasta que luces comenzaron a chisporrotear en sus ojos. “Déjate

ir”, dijo con una ternura áspera que la deshizo. “Te tengo.”

Sí, pensó. Así que aprovechó la ola de placer, permitió que viajara a través de ella y cuando estaba en la cresta de esa ola enterró el rostro en su cuello lamiendo la sal de su piel Algo muy cercano a un ronroneo retumbó a través de su pecho. Y al fin, comenzó a moverse más rápido, sentía su calor mientras golpeaba en su interior. Ella se aferró a él que la ponía a salvo… Aunque ella ya lo estaba.

Dorian sentía mucho al felino mientras parpadeaba para abrir los ojos después de que el último latido de su corazón se calmase. Su primera reacción era la de comprobar el panel de seguridad. Estaba bien.

Bien.

Porque él no tenia ninguna intención de moverse, su cuerpo se soltó, sus miembros se relajaron y su leopardo se acurrucó en una bola de satisfacción sexual, con una sonrisa felina petulante. Por no habar de que tenia una mujer malditamente sexi en estado de coma a su lado. Sonrió cuando ella gimió quejándose cuando él le pasó los dedos por encima de su abdomen.

Delicada, pensó encantado. Ella era delicada.

Aplanó la palma de su mano sobre ella, metió esa buena sensación en su mente y se envolvió a si mismo como un manto. La culpa la trataría mas adelante, pensó, cuando empezara a aumentar.

Pero no era tan fácil. Los pensamientos no se alejaban de él.

La muerte de su hermana.

El dolor de sus padres.

Su propia rabia violenta.

Y ahora… su placer.

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Pero aunque la realdad dolía como el infierno, no podía arrepentirse.

No es esto.

No con su compañera.

Ashaya volvió la cabeza, mirándole con esos ojos perspicaces. "La emoción es un complejo

sistema, ¿no?"

Él trazó su perfil con el dedo. "Una manera de decirlo."

"A más B no siempre es igual C." Su tono era contemplativo, su piel tibia y sentía una humedad en su palma.

"No." Él bostezo, echó un vistazo al reloj de la mesilla. "Es casi la una de la mañana."

"Hmm." Ella bostezó delicadamente en respuesta al suyo.

"Eso se llama reflejo de pandiculación, ya sabes las ganas de bostezar cuando ves a alguien

hacerlo”.

"Eso es lo que yo llamo conversaciones de almohada." Él bostezó de nuevo y tuvo la sorpresa de ver como una pequeña sonrisa iluminaba su rostro.

Cuando el sueño llegó, fue en un suave susurro. Durmió curvado a su alrededor, sus sentidos alerta ante cualquier toque de un intruso. Pero cuando se despertó no más de noventa minutos más tarde, fue para encontrarse con que Ashaya lo miraba. “Parece como si nunca

hubieras visto un gato en tu cama.”

El color corrió a través de sus pómulos. “Sabes que yo nunca.”

Estaba a punto de tomarle el pelo un poco más cuando vio al borde de un olor que no le pertenecía.

A pesar de que él se movió para coger sus pantalones vaqueros de donde los había dejado, el panel de seguridad advirtió con un ruido una brecha en el perímetro exterior. “Vístete” La sonrisa se le borró, se subió la cremallera de los vaqueros y se dirigió a la puerta. “Estate

alerta, pero no salgas al exterior.”

Salió sin esperar una respuesta. Un minuto después, otro hombre apareció de entre los oscuros y sedosos árboles. Andrew había estado claramente en su forma animal, porque ahora esta desnudo, y muy tranquilo con ello, al igual que cualquier cambiante lo estaría. A pesar de que Dorian era leopardo y Andrew lobo se entendían. La hermana del hombre Snow Dancer también había sido secuestrada por Enrique Santana. A diferencia de Kylie, Brenna había sobrevivido, pero sólo después de pasar por el peor tipo de tortura existente.

Sin embargo, la aceptación de Dorian hacía Andrew sólo era de lejos. En absoluto suficiente para permitir que él estuviera cerca de Ashaya. "¿Qué estás haciendo aquí?" Aunque SnowDancer y DarkRiver tenían libre acceso en el territorio del otro, los lobos preferían atenerse a las elevaciones más altas.

Los ojos de Andrew pasaron por encima del hombro de Dorian. "Puedo olerla".

"No lo hagas."

El macho más joven sonrió. "Su olor también está sobre ti, ¿Es tan sexi como huele?”

Dorian sabía que Andrew estaba deliberadamente apretando la cadena. "¿Por qué no te

acercas y solucionamos el problema?”

“¿Me veo estúpido?”

“Te ves como un lobo.”

Andrew le enseñó los dientes. "Pensé que éramos amigos."

"Y yo pensaba que te habían enviado de vuelta a San Diego."

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El otro hombre se encogió de hombros. "Volví a visitar a mi hermana pequeña, a comprobar

como la trataba esa pareja de ella.”

“Ella está bien,” dijo Dorian, relajándose un poco por la postura deliberadamente agresiva de Andrew. "Tengo un ojo en ella. "

"Sí, lo sé. Ella siempre anda murmurando como ahora tiene tres imbéciles hermanos sobre

protectores.” Resopló Andrew. “Espera a que tenga una niña. No veo como que Judd pueda