Capítulo 12

El libro que Lunk había prometido entregar se llamaba Heredarás las Estrellas, una pieza de literatura novelesca especulativa escrita por el célebre escritor británico del siglo XX e inventor James P. Hogan y el primero publicado en 1977. Fue el primero en una serie de novelas que versaba sobre el contacto de la raza humana con una raza alienígena natural de Ganímedes (los Ganimedenses), quienes en muchas maneras eran la antítesis de los Invid de Optera.

Nota al pie de página en Xandu Reem, Un Extraño en Casa: Una Biografía de Scott Bernard

Cuando ellos estuvieron reunidos y viajando hacia el norte una vez más, a pesar de las circunstancias todo seguía igual. Seiscientos cuarenta kilómetros al norte de Trenchtown el equipo fue atacado por cinco Troopers Invid, de los cuales ellos se deshicieron casi sin romper el paso. Scott eliminó a los primeros dos desde el Alpha y dejó el resto del trabajo a los tres Cyclones, piloteados por Rook, Rand, y Lancer, quienes ya se habían vuelto una unidad finamente afilada. No había habido ningún signo de naves Pincer durante varios días, y aunque los Troopers eran fastidiosos, ellos no presentaban una amenaza real con tal que cada uno vislumbrado fuera contado en el campo de batalla.

El terreno desértico los ayudaba a situar fácilmente a los Troopers. Ellos habían dejado la región montañosa detrás. Idos de los bosques y de los oteros deformados de aquellas mesetas, así como también del aire fresco y de los ríos centelleantes que ellos habían venido a dar por sentado. Pero esto no era un desierto verdadero, sin agua e implacable, sino más bien una vasta extensión de tierras bajas áridas, con mesetas solitarias de cimas planas para romper la monotonía del horizonte y suficientes lagos alimentados en la primavera para mantener un amplio surtido de poblados.

Lunk, demandando iguales beneficios de tiempo luego del "retozo en Trench" de Rook -palabras de Rand- estaba capitaneando en el último desvío a lo largo del camino. El grupo se estaba dirigiendo hacia un pueblo llamado Roca Negra, a noventa y seis kilómetros al oeste del camino hacia el norte y se decía que era una comunidad que se las había arreglado para retener el encanto del Viejo Mundo.

El equipo tenía una vista elevada del lugar ahora desde la meseta a unos cuantos kilómetros hacia el este. Roca Negra lucía bonito y compacto, vivificado por agrupamientos de álamos y eucaliptos, y provisto de un cierto drama por la meseta y los redondeados picos que casi lo eclipsaban. Scott hizo una pasada sobre el pueblo en el Alpha, la sombra de forma triangular del VT yendo en paralelo al curso del camino principal, e informó sus avistamientos. Allí había una fuente circular grande y plaza central en el pueblo, con un surtido de construcciones de estilo rústico agrupados a su alrededor y unas pocas calles que radiaban hacia el exterior del cubo como los rayos de una rueda. Scott pudo divisar techos de tejas y calles de adoquines, un campanario de iglesia, y varias personas, algunas de las cuales estaban mirando con asombro hacia el Veritech, mientras que otros fueron de prisa a informar al resto de la gente del pueblo.

Lunk sonrió al apreciar el lugar y apresuró a la van conjuntamente con una exclamación de entusiasmo. Annie estaba junto a él en el asiento del acompañante. Era la misma van de la policía que ellos habían confiscado en Norristown, pero Lunk había quitado la cubierta de lona y dado a la ligera a la cosa un color amarillo verdoso en memoria del amado APC del cual él había tenido que separarse en la región montañosa. Lancer, Rook, y Rand flanqueaban el camión en su Cyclones.

"Realmente espero que podamos conseguir algunos alimentos en este pueblo," Annie dijo después del mensaje de Scott. "¡Me muero de hambre!"

Lunk le esbozó rápidamente a ella una sonrisa de ojos brillantes y le dijo que no se preocupe, entonces volteó hacia Rand, quien había venido a ponerse a la par por el lado del conductor de la van.

"¿Qué tiene de especial este lugar?" Rand gritó contra el viento. "¿Has estado aquí antes?"

Lunk sacudió su cabeza en negación, manteniendo la sonrisa.

"¿Entonces por qué nos estamos deteniendo aquí?" Annie demandó, uniéndose.

Lunk estiró su mano hacia su espalda y sacó un deteriorado libro de bolsillo del bolsillo posterior de su traje de faena, sosteniéndolo hacia el exterior por la ventana para la inspección de Rand.

"Para cumplir con una promesa que yo le hice a un amigo hace un año," Lunk dijo a ambos. "Para entregar este libro."

Rand miró fijamente a la cosa pero no pudo divisar mucho, excepto que era viejo, amarillo, con las puntas dobladas, y manchado. Alguien había pensado en envolver el libro en plástico protector, pero demasiado tarde para preservar la ilustración de la cubierta.

"¿Qué clase de libro es?" Rand preguntó.

Lunk introdujo el libro y lo observó. "Realmente no lo sé -no lo he leído. Pero fue muy importante para mi amigo para que él me pidiera que se lo trajera a su padre si alguna vez tuviese la oportunidad."

"Bueno, ¿por qué tu amigo no lo entrega él mismo, si es tan importante?"

"Desearía que él pudiera..."

Rand vio a la sonrisa de Lunk apagarse y le preguntó sobre ello.

"Fue durante la invasión Invid," Lunk comenzó. "Mi amigo estaba en patrulla de reconocimiento, y yo estaba asignado para reunirme con él para la extracción. Cuando lo encontré, él estaba tratando de quitarse de encima a un par de Shock Troopers, y pude ver que él estaba herido. Ellos lo atacaron de nuevo mientras que yo... me senté y miré. Cómo pudo el levantarse y correr luego de aquello nunca lo sabré, pero él lo hizo, y se puso en camino hacia el APC. Pensé que todavía había una oportunidad, pero los Invid lo alcanzaron antes de que yo pudiera moverme, y él no tuvo la menor oportunidad."

Annie pudo ver que Lunk se estaba torturando así mismo con el recuerdo pero se quedó inmóvil y le permitió terminar. ¿Fue ésto de lo que él había huido? Annie se preguntó, rememorando los comentarios divulgados meses atrás cuando ellos se habían conocido por primera vez.

"Él exclamaba por mí," Lunk estaba diciendo. "Llamándome para ir en su ayuda, pero no había nada que yo pudiera hacer. Los Invid habían avistado al APC y salieron en mi búsqueda, y no tuve alternativa sino de darme a la fuga.

"Ni siquiera recuerdo cómo yo huí de ellos... Pero todavía puedo oír la voz de mi camarada viniendo por la red táctica, tan fuerte y claro hoy día como yo lo oí entonces, llamándome para que lo ayude. No puedo olvidar..."

La cara de Lunk estaba llena de gotas de sudor, y Annie reprimió un impulso para contenerlo. Pero él lo había superado ahora y en cierta medida sacudiéndose a sí mismo de regreso al presente, mirando fijamente al libro de nuevo.

"Esto tenía un significado especial para él, supongo. Lo que él más quería era que su anciano padre lo tuviera. Yo hice una promesa el día en que él se fue..."

"Oh, Lunk," Annie interrumpió, tocando su brazo delicadamente. "¿Has estado llevando más que ese libro a cuesta, no es así? Me siento tan mal..."

Rand miró dentro por el lado del conductor y notó que Annie estaba llorando. "Lunk," él dijo de repente. "Tenemos un libro para entregar. ¡Así que hagámoslo!"

Lunk vio a la muñeca de Rand hacer girar el acelerador del Cyclone haciéndole hacer un wheelie al mecha y colocarlo en posición de liderazgo. Él sonrió para sus adentros, agradecido por la compañía de sus amigos, y apretó su pie sobre el pedal del acelerador de la van.

***

Roca Negra tenía su propio secreto, un sucio y pequeño secreto comparado con aquel que Lunk llevaba encima como una letra escarlata. Pero nadie en el equipo tenía conciencia de esto todavía; la única cosa inmediatamente obvia era que el pueblo parecía desértico a pesar de las recientes afirmaciones de Scott en contra.

"¿Dónde están todos?" Lancer dijo a Rook y a Rand al entrar los tres Cyclones a la plaza vacía.

"¿Qué esperabas -la carroza de la bienvenida?" Rook preguntó sarcásticamente. "Después de todo, no les dijimos que Yellow Dancer estaba viniendo al pueblo. Es probable que sea precisamente la hora de la siesta."

Rand dio una mirada alrededor de la plaza, ciertamente él vio a las personas alejándose de las ventanas abiertas y cerrando las persianas en otras. Incluso la fuente central estaba desértica, pero la tierra húmeda en sus alrededores sugería que las personas habían estado allí hace poco tiempo. "¿No encuentras esto algo extraño?" él preguntó a Rook.

"Ambos están imaginando cosas," ella dijo. "No es como si esto no hubiera sucedido antes. Además, hay dos niños justo por allí," ella añadió, señalando a dos jóvenes muchachos ronzando manzanas en las cercanías.

Rand se relajó un poco en eso y hizo marchar su mecha en una segunda vuelta alrededor de la fuente. Él comenzó a evaluar los edificios ahora y comprendió que sus expectativas habían estado bastante equivocadas. En lugar de la aldea de estuco y terracota que él había imaginado, Roca Negra era como algo redimido de lo que solía ser llamado Inglaterra. La arquitectura era de un estilo que él había oído mencionar como Tudor, con ventanas divididas por maineles, gabletes altos, fachadas de ladrillos entre montantes de madera, y empinados techos de tejas. "¿Me dan una mordida?" él oyó a Annie gritar a los niños cuando la van pasaba cerca de ellos. Entonces él avistó el restaurante: El Café de Josh, de acuerdo con la señal sobre la entrada encorvada.

Rook, Lancer, y Lunk siguieron el liderazgo de Rand, pero sólo Lunk se aproximó a investigar. Allí había mesas y sillas preparadas por el frente pero nadie presente para servirlas.

"¡Tráeme unos caramelos de menta!" Annie gritó a Lunk.

Lunk se volteó brevemente para confirmarle, y cuando él giró, allí estaba un hombre bigotudo parado en las puertas oscilantes de la cantina del restaurante.

"El restaurante está cerrado durante la emergencia," el hombre empezó. Él hablaba con un acento español y llevaba puesto un delantal y camisa de trabajo más propios de los abastecedores que de los meseros, pero él estaba gesticulando a Lunk a detenerse de un modo que sugería que él era el dueño del lugar. "Nuestras comunicaciones se han cortado, y estamos escasos de provisiones de todo tipo. Las indicaciones en este momento son que estaremos cerrados alrededor de un mes."

"¡Pero hemos viajado tanto!" Annie gritó por el techo abierto de la van, con desilusión en su voz. "No hemos tenido una comida decente en semanas."

"Ya les dije cual es la situación," el hombre replicó, levantando su puño. Lunk fue desconcertado por el gesto. El hombre era delgado, pero sus ojos oscuros estaban destellando con un enfado que parecían agravar su aspecto. "No hay nada que yo pueda hacer al respecto. No tenemos comida para alimentarlos. Les sugiero que prueben en el próximo pueblo."

El hombre se había movido más allá de Lunk y estaba ahora dando vueltas pata para arriba las sillas del café y colocándolas sobre la mesa. Lunk lo siguió, decidiendo evitar el tema de la comida por un momento e indagar sobre el paradero de Alfred Nader, el padre de su fallecido amigo. Pero la simple pregunta pareció alterar al dueño del restaurante, quien dejó caer una de las sillas al oír mencionar el nombre del hombre.

"¿Qué es lo que lo tiene tan perturbado?" Lunk preguntó, preocupado pero todavía no sospechoso. "Sólo quiero saber cómo puedo encontrar la casa de Alfred Nader. ¿Es demasiado pedir, o está tan escaso de información como lo está de alimento?"

El dueño desvió la mirada penetrante de Lunk y se mantuvo ocupado enderezando la silla. "Debe haberse equivocado de pueblo," él dijo distraídamente. "Yo conozco a todos en el pueblo, y no hay nadie llamado Nader viviendo aquí."

"Pero usted debió haber oído de él," Lunk presionó. "¿Alfred Nader?..."

"Le aseguro que nunca oí de él," el hombre dijo, levantando su voz y regresando hacia las puertas oscilantes. "¡Ahora váyanse y déjenme en paz!"

"Esto es extraño," Lunk dijo, volviéndose para enfrentar a Rand y a los otros. "Este tipo me dice que Alfred Nader no vive aquí. Pero él está mintiendo, estoy seguro de ello." Lunk echó una mirada hacia atrás a la puerta y caminó hacia la van. "¿Por qué diablos él mentiría de esa manera?"

"Algo apesta," dijo Lancer. "Nader está aquí. Sólo tendremos que encontrarlo por nuestra cuenta."

"Nos separaremos," Rook sugirió.

"Muy bien, yo iré con Lunk," dijo Rand, ya subiendo en el asiento del acompañante de la van. "Nos encontraremos en una hora cerca del puente en las afueras del pueblo."

Lunk agradeció a sus amigos por su apoyo y se colocó tras el volante. Él hizo girar a la van alrededor de la plaza y la dirigió fuera de ella, seguido de cerca por Rook y Lancer, quienes ambos ignoraron los intentos de Annie para unírseles.

"¡Bueno, entonces fastídiense muchachos!" ella dijo a gritos al tiempo que ellos se alejaban rápidamente; entonces ella divisó el Cyclone descuidado de Rand y sonrió ampliamente.

***

Lunk y Rand enfilaron hacia arriba de una de las calles que partía desde la plaza. Había unas cuantas personas por ahí, pero sin excepción ellas desaparecían cuando la van se acercaba. Las persianas se cerraban golpeando sobre sus cabezas, las mujeres cargaban a sus niños hacia adentro, y los hombres gritaban amenazas desde la oscuridad de los espacios interiores. Para la sorpresa de Rand, Lunk parecía conocer su camino.

"Mi amigo acostumbraba contarme todo lo referido a este lugar," Lunk explicó, algo nostálgico. "Él me había contado todo a cerca de su padre, sobre como su viejo era un hombre muy importante -un político o algo por el estilo."

"¿Y el dueño del restaurante nunca oyó de él, huh?" Rand dijo deliberadamente. "¿Qué están tratando de encubrir?"

"Se supone que debería haber una panadería en algún lugar a lo largo de esta calle," Lunk dijo, dejando a la pregunta de Rand sin contestar y mirando en los alrededores. "Allí es," él dijo un momento más tarde. "Unos cuantos puntos de referencia más y seré capaz de encontrar el camino a la casa de Nader sin la ayuda de nadie."

Rand estaba en silencio mientras Lunk daba una vuelta tras otra, el patrón de desapariciones y amenazas continuaba intacto. "Sabes, algo se me acaba de ocurrir," él dijo a Lunk cuando ellos habían alcanzado las afueras del pueblo. "Tal vez ellos estén tratando de proteger a Nader."

"¿Cómo dices?" Lunk preguntó, deteniendo la van.

Rand giró hacia él. "Estas personas no nos conocen. Por todo lo que saben nosotros podríamos ser simpatizantes. Si Nader fue un político, él podría estar en problemas."

"¿Con quién?"

Rand se encogió de hombros. "Los Invid, para comenzar."

El resto del equipo, que se habían encontrado con la misma recepción, habían abandonado su búsqueda y estaban matando el tiempo en las afueras del pueblo, esperando a que Lunk y Rand aparecieran. Rook estaba de pie, apoyada casi casualmente contra la pared de piedra del puente. Lancer y Annie estaban sentados en el terraplén cubierto de hierbas sobre el arroyo.

"Lunk y Rand tendrán que pasar por aquí finalmente," Lancer estaba diciendo a los otros.

Rook coincidió. "Nosotros estamos muy cómodos esperándolos. Pero uno de nosotros tendrá que encontrar a Scott. ¿Dónde creen que él aterrizó el Alpha?... ¡Oigan! ¡Un camión!" ella dijo repentinamente. "Quizás el conductor pueda echar algo de luz en este asunto."

Annie se volvió para dar una mirada al camión. "Parece que se están deteniendo."

Ni uno se movió cuando el camión se detuvo en el puente. Ellos habían visto a dos hombres en la cabina y estaban mirando hacia allí, cuando sin aviso un tercer hombre saltó de la parte posterior cubierta por una lona. Les tomó un momento darse cuenta que él estaba llevando puesto una máscara antigás y lo que parecía ser un equipo de oxiacetileno almacenado en un tanque gemelo en su espalda. Y para el tiempo en que ellos le habían encontrado el sentido era demasiado tarde: El hombre había traído la antorcha del aparejo entre los espectadores y soltado un gas hediondo e irritante de los ojos entre ellos.

Casi inmediatamente Rook y Lancer comenzaron a toser descontroladamente. Por debajo de la nube y por lo tanto algo menos afectada por ello, Annie procuró deslizarse hacia abajo del terraplén y alcanzar el arroyo. Pero los efectos del gas la atraparon; ella sintió un dolor ardiente abrirse paso hacia sus pulmones y cerrarse en un ataque de tos. La nube era tan densa como el humo, pero ella pudo discernir que varios otros hombres habían seguido al líder desde la parte posterior del camión. Ellos, también, tenían puestas máscaras antigás, pero además sostenían bates y cachiporras. Justo antes de que Annie sucumbiera, ella vio a Rook y a Lancer caer cuando porrazos fueron dirigidos contra ellos.

***

Allí había un olivo y un pequeño aljibe circular donde debería haber estado una casa. En otro respecto el lote estaba vacío, las construcciones que lo rodeaban en tres lados estaban quemadas y abandonadas. Confundido, Lunk permaneció de pie mirando fijamente la escena.

"¿Estás seguro de que éste es el lugar?" Rand le preguntó desde la van. Él había sacado una de las pistolas automáticas refrigeradas por aire del ex vehículo policial y la estaba reposando hacia arriba contra su clavícula ahora.

"Sí. Él me dijo que su padre tenía un aljibe y un olivo en su patio trasero. Y allí están. Ahora todo lo que tenemos que hacer es hallar la casa."

Rand frunció el ceño y se alejó de la van para unirse con su amigo. "Debe haber unas veinte casas en este pueblo con un olivo y un aljibe en el patio trasero, Lunk. E incluso si éste fuera el lugar de Nader, él obviamente no se encuentra aquí ahora. No lo sé," Rand agregó con escepticismo. "Quizás él esté muerto, y ése sea el porque todos actúan tan extraño."

Lunk estaba comenzando a contestar cuando Rand oyó el sonido de pasos detrás de él. Él vio sobre su hombro y se encontró enfrentando a media docena de hombres de apariencia enfadada, uno de los cuales estaba cargando un tipo de antorcha para soldar con el equipo en su espalda.

Rand se dio vuelta y retrocedió, poniendo todo lo que él tenía para golpear a Lunk hacia un lado mientras que él se lanzó en la dirección opuesta. Lunk recibió toda la fuerza de la nube de gas en la espalda, pero antes de que los hombres pudieran hacer sus movimientos, Rand había terminado su rolido y estaba apuntando a la antorcha. Él consiguió dar un golpe rápido que decapitó efectivamente la varilla de tubos gemelos de descarga e hizo vacilar a los hombres. Ellos comenzaron a desparramarse cuando Rand comenzó a lanzar tres golpes más, un hacia los pies de cada uno de los hombres que estaban parados en guardia cerca de la van. Los tres saltaron en un tipo de baile improvisado y huyeron conjuntamente con sus camaradas.

Rand llamó a Lunk y fue en línea recta hacia la van, arrojándose él mismo en el asiento del acompañante por la puerta del lado del conductor, Lunk sólo a pasos detrás de él.

A lo lejos, hacia un lado, los hombres se estaban reagrupando para otro ataque.

"¡Marchémonos!" Rand dijo a gritos, golpeando un puño contra el tablero de instrumentos.

"¡Tienes buen sentido, camarada!" Lunk dijo a gritos en respuesta, presionando el acelerador hasta el fondo.