Capítulo 7
Mamá, que prosperó en la adversidad, había encontrado su contraste perfecto en Rand. Afortunadamente para mí, ellos eventualmente se abrieron paso por sus diferencias.
María Bartley-Rand, La Flor de la Vida: El Viaje Más Allá de la Protocultura
El equipo se había formado: Scott, Rand, Rook, Annie, Lunk, y Lancer (aunque Scott quería saber si el cantante debía ser contado dos veces). Ninguno de ellos prometió acompañar a Scott por todo el camino hacia el Punto Reflex -si tal lugar en realidad existía; fue simplemente un acuerdo vago entre seis personas que se dirigían en la misma dirección general, cada uno con un propósito particular en mente. Scott quería ver a los Invid derrotados; al menos él esperaba unirse con otros guerreros derribados de la División Marte y establecer una resistencia organizada. Lunk iba en busca de una especie de redención; Annie, por una familia. Pero los objetivos de los otros no estaban bien definidos; sus pasados permanecían no revelados, sus motivos algo sospechosos. Sin embargo, Scott tenía un equipo.
Todo lo que él necesitaba ahora era un plan adecuado.
El plan actual no estaba resultando bien en modo alguno. Antes que correr el riesgo de llamar la atención sobre su última adquisición -el Alpha Fighter al cual Lunk le había dado mantenimiento tan reverentemente después de su mejor dicho precipitada partida del Ejército de la Cruz del Sur- Scott y Lancer habían piloteado el mecha hacia el norte bajo la protección de la noche y lo habían apartado a lo largo del río que marcaba la frontera del territorio aledaño. Lancer permanecería con el Veritech mientras que Scott regresaría al pueblo en su Cyclone para recoger a los otros. Entretanto, Lunk y Annie estarían a cargo de reunir lo que pudieran en cuanto a suministros y alimentos. Rand y Rook asegurarían una ruta segura esforzándose por el cargado APC.
Las cosas se desarrollaron suavemente al principio; Lunk había cumplido con su asignación, y Scott se había reunido con el convoy de APC/Cyclones de acuerdo con el programa. Ellos habían comenzado su largo viaje hacia el norte y entrado en la región montañosa cuando los Invid aparecieron. No había dado provecho dejar atrás a enemigos como Ringo...
Scott mantuvo la delantera a lo largo del escabroso camino de montaña; Rand y Annie estaban a unos cuantos metros detrás, luego venían Lunk en el APC y Rook en su Cyclone rojo. Había al menos cinco Troopers en persecución, con los discos de aniquilación estrellándose contra las superficies de los despeñaderos hacia arriba y hacia abajo del camino.
Scott hizo un ademán a los otros para que se apresuren y aceleró a lo largo de la cuesta árida.
Rook se movió al lado de él y gritó por encima de las explosiones ensordecedoras. "¡Nos están alcanzando!" Para mantener su perfil bajo, ellos habían optado por no vestir sus cascos o armaduras de batalla.
"No tenemos oportunidad a menos que logremos alcanzar el Alpha." Scott se volvió hacia Rand, quien había subido por el lado interior del camino, y le dijo que tomara la delantera. Él y Rook permanecerían detrás para colocarse las armaduras y reconfigurarse para el combate.
Rand comunicó con una seña su aprobación, previno a Annie para que se sujete fuertemente, y se movió entre los espectadores. Pero apenas ellos habían alcanzado la cima cuando dos Invid se elevaron en la vista. Rand aplicó los frenos, haciendo girar al mecha a través de un limpio 180, y regresó colina abajo.
Scott no había siquiera desmontado todavía. "¿Por qué estás volviendo?" él le gritó.
"Nos tienen rodeados," Rand replicó. "Más vale que vayamos a campo traviesa." Él señaló la pendiente empinada sobre el camino y se bajó sus gafas.
"No. Sin desvíos," Scott argumentó. "¡El Alpha está a sólo unos cuantos kilómetros camino abajo -tenemos que abrirnos paso!"
Rand bufó y sacudió su cabeza. "Tú ábrete paso, Capitán. Yo me dirijo hacia las colinas." Él puso al Cyclone en cambio y se marchó, escarabajeando hacia arriba de la cuesta llena de surcos, desatendiendo los gritos de Scott para que se detenga. Pero ni un minuto más tarde, Troopers Invid estaban ascendiendo en la vista a ambos extremos del camino, y Scott vio la lógica de la elección de Rand. Él hizo un ademán a Rook y a Lunk e hizo chillar al Cyclone hacia arriba de la colina.
Allí había un tramo árido de meseta en la parte superior de la pendiente, separado de dedos gemelos de un bosque de pinos por grietas empinadas demasiado anchas para saltarlas. Los Troopers Invid se dieron cuenta de su ventaja y comenzaron a desatar vendavales de discos de energía desde sus cañones. Como siempre, parecía haber un esfuerzo hecho para incapacitar antes que para matar a los humanos, pero podía fácilmente haber sido la mala puntería de su parte. En todo caso, la meseta -torbellinos grandes de roca y pizarra curtidas por la intemperie- estaba siendo hecha pedazos y sobrecalentada por las descargas cerradas de los Troopers. El APC de Lunk, más lento y por lejos menos maniobrable que los Cyclones, proveía el mejor objetivo, y los Invid pronto estaban concentrando sus ráfagas de disparos contra ellos. Dentro de la cabina, el enorme hombre estaba rebotando alrededor como un peso muy liviano, apenas en control de la cosa. Cuando un disco cegador pasó muy velozmente a pocos centímetros del transporte, él perdió completamente el control; el APC se estrelló contra una roca y volcó, lanzando a Lunk seis metros en un aterrizaje boca abajo sobre la pizarra. En el último instante, sin embargo, él había asido rápidamente dos sacos de suministros y se las había arreglado para sujetarlos con fuerza durante su breve viaje en el aire. Los sacos suavizaron su caída un poco, pero él perdió el conocimiento momentáneamente a pesar de eso. Volviendo en sí, oyó la voz de Rook detrás de él, advirtiéndole que mantenga su cabeza abajo. Él siguió las instrucciones recibidas y sintió antes que vio al Cyclone rojo moverse muy velozmente sobre él.
Scott y Rand habían atestiguado la colisión y detuvieron sus Cyclones para abrir fuego contra los Troopers, poniendo en juego las armas posteriores. Detrás de ellos, Lunk estaba intentando recoger y reembolsar los artículos desparramados de los sacos.
"¡Lunk!" "¡Olvida esas cosas y vámonos!" Scott gritó.
"¡Pero necesitamos estas baterías de energía de Protocultura para los mechas!" Lunk respondió, agachando repentinamente la cabeza y esquivando una serie de discos de aniquilación que pasaron como Frisbees sobre su cabeza. Los Invid estaban muy cerca ahora, parados derechos y lanzando andanada tras andanada de fuegos de calor blanco. Las explosiones comenzaron a brotar a todo su alrededor, flores de color naranja en la pizarra, y fue forzado a abandonar las provisiones. Él fue en línea recta hacia el Cyclone de Scott que estaba holgado de espacio, montando a horcajadas el asiento posterior en menos de un minuto.
"¡Mi cepillo de dientes!" Lunk se lamentó, mirando hacia atrás al zozobrado APC al tiempo que Scott acelera fuertemente el mecha en un wheelie.
"Perderás los dientes," Scott dijo contra el viento. "Pero eso es mejor que perder la cabeza."
Ellos estaban dirigiéndose colina abajo un momento después, a través de un flujo llano de roca sólida con un bosque atractivo de altos abetos y eucaliptos en su base. Al ellos aproximarse a los árboles, Scott divisó un camino desempedrado y fue hacia él, indicando a los otros que sigan su liderazgo.
Dos de los Invid intentaron seguirles la pista pero finalmente se resignaron; era creído ampliamente (pero ciertamente no comprobado) que el Invid tenía cierto respeto temible por los bosques en general. Los Troopers hicieron círculos en el aire por un largo rato, luego comenzaron a desplegarse tratando de cubrir todos los puntos posibles de salida. Mientras tanto, Scott dirigía su banda al norte en un esfuerzo por dar con el río. De acuerdo a su cálculo de posición, ellos estaban ahora algo al oeste de Lancer y del Veritech, pero alcanzando el río los pondría en buena posición para una marcha directa hacia el este.
El bosque se aclaró al ellos abrirse paso hacia el norte, dando paso a una serie de terrazas de hierbas altas que descendían en escalones bien proporcionados hacia el mismo desfiladero del río. La hierba era bastante profunda para ofrecer lugares de ocultación para ellos mismos así como para los Cyclones, de este modo continuaron su avance precavido. No había ninguna señal del enemigo.
"¿Creen que los perdimos?" Lunk preguntó, asomando su cabeza sobre la hierba. Él pudo ver oteros altos y peñascos de piedra en lontananza.
Rand le respondió de cerca. "Seguramente -no hay forma de que esas cosas puedan seguir un rastro a través del bosque. Créeme, lo sé."
"¿Qué les parece algo de comida, entonces?"
Rook se descubrió. "Tú si que eres algo increíble, Lunk."
"Desearía poder-"
"¡Primero casi haces que nos maten, y ahora en todo lo que puedes pensar es en ese voluminoso estómago tuyo!"
"¡Basta ya!" Scott dijo más severamente de lo que era necesario. Él encendió su Cyclone brevemente para leer los displays indicadores del sistema. "Tenías razón acerca de esas baterías de Protocultura, Lunk," él admitió. "Es imperativo que regrese al Alpha. Alguno de ustedes tendrá que alejar a los Invid en caso de que yo me vea bloqueado. No podemos permitirles encontrar la nave."
Rand repentinamente lo hizo callar. "Ahí vienen," él susurró.
El equipo se dejó caer en la hierba, levantando las armas al hacerlo. Minutos más tarde, tres Troopers pudieron ser vistos patrullando el desfiladero, sus scanneres alertas por movimientos en los riscos sobre el río.
"Nadie abra fuego," dijo Scott.
"¿Cómo nos encontraron?" Rand dijo a nadie en particular.
Annie puso sus manos en su pecho. "Apuesto a que escucharon el sonido de mi corazón latiendo."
Rand bajó la vista y miró fijamente al Mars-gallant que Scott le había dado más temprano; era una versión de cañón largo del blaster portátil que el extranjero usaba, de forma algo así como una Y alargada cerrada en la parte de arriba. Es hora de encender esta cosa, él dijo para sus adentros. Pero apenas él presionó el interruptor cuando los Troopers detuvieron su patrullaje a pie y se volvieron hacia ellos.
"¡Abran fuego!" Scott dijo a gritos al formarse esferas de energía fulgente en las bocas de los cañones de los Troopers.
Lunk, Rook, y Rand se pusieron de pie, apuntando sus H-90's contra los invasores. Fuegos de láser en fases se marchitaron en los cuerpos blindados de los Troopers, mientras que discos de aniquilación acometían sobre la terraza cubierta de hierba del acantilado, desencadenando violentas flamas y nubes de humo denso. Dos Invid más aparecieron sobre los acantilados detrás del equipo, añadiendo sus propias descargas cerradas a la arena.
"¡Debemos regresar hacia los árboles!" Rand gritó por encima del zumbido amenazador del fuego de discos y las detonaciones consecutivas.
"¡Está bien pero no en dirección al Alpha!" dijo Scott.
"¡Tú preocúpate por el Alpha. Yo me voy de aquí!"
Abandonando a sus Cyclones, el equipo rompió filas y comenzaron a arrastrarse sobre sus panzas abriéndose camino a través de las hierbas retrocediendo hacia la línea de árboles. Ellos escalaron pendiente tras pendiente, avanzando laboriosamente en una retirada tortuosa a través de cada terraza. La mayor salvación milagrosa vino cuando Rook calculó mal y casi se resbaló dentro de un barranco estrecho; pero Rand estaba allí para ella, halándola hacia arriba y apoyándola mientras ellos corrían. En el bosque otra vez, ellos se dirigieron a los árboles y se ocultaron muy en lo alto en las ramas. Los Troopers Invid estaban patrullando a pie a lo largo del perímetro; dos estaban en realidad encarando el misterio fresco y oscuro al tantear en lo profundo del bosque. Rand pulsó el interruptor de su gallant para encenderlo nuevamente al estar pasando debajo de él uno del segundo grupo. Curiosamente, el Invid se detuvo en seco, su supuesta cabeza rotando hacia arriba.
Rand tomó una aspiración de aliento repentina y profunda -no por miedo sino de comprensión. ¡Por supuesto! él se dijo. En el río ellos se detuvieron cuando yo encendí la batería de poder en mi blaster. Y hace un momento...
Tenía sentido, pero era hora de intentar un experimento para validar sus descubrimientos. Él desarmó la batería de poder, y efectivamente, el Invid perdió interés y se alejó. "Sí, tiene que ser así," Rand dijo suavemente. Él estaba exhalando el miedo contenido cuando algo de color naranja y amenazador repentinamente se dejó caer sobre él desde la rama de más arriba. Su garganta se negó a pronunciar el grito que sus entrañas demandaban, pero tuvo un sobresalto no obstante, levantando el arma como si fuese una cachiporra, sólo para darse cuenta de que era Annie, al revés y colgando de sus rodillas, el cabello pelirrojo como una bandera desplegada.
"¿Estabas hablando solo?" ella demandó. "¿Lo estabas? ¿Huh?"
"¡Nunca vuelvas a espiarme!" Rand se enfureció.
Scott, Rook, y Lunk estaban en el suelo ahora, diciendo a Rand que ya no había moros en la costa. Agitadamente, Rand descendió fuera del árbol.
"Creo que ya sé porque ha sido tan difícil quitarnos de encima a esos horribles monigotes," él anunció. Él señaló con un ademán el interruptor de encendido del arma. "Nos hemos estado delatando cada vez que encendemos nuestros Cyclones o nuestros blasteres."
"¿Cómo es eso?" dijo Lunk.
"Ellos pueden detectar la bio energía emitida por nuestros mecanismos Robotech."
Lunk ayudó a Annie a bajar del árbol. "Puede que tengas razón," él dijo a Rand. "En el río Scott dejó encendido el panel de mando de su Cyclone. Pudieron haberse estado guiando hacia eso."
"¡Exacto!" Rand concordó.
"Tiene sentido," dijo Scott. Eso nunca había sido un tema de discusión en Tirol, pero por otra parte, había muchas cosas respecto a la Tierra que la separaban de Tirol...
"Por supuesto que tiene sentido," Rand estaba continuando. "¿Ellos se alimentan de la Protocultura, ¿correcto? Bien, es como si pudieran olfatear el producto, de la misma manera en que un tiburón es capaz de oler la sangre en el agua."
"Que idea fascinante," Rook dijo desagradablemente.
Annie rió. "¡Excelente! ¿Tú realmente desarrollaste la idea solo, huh?"
Rand sonrió con modestia elaborada.
"¿Seguramente no sucede muy a menudo, ¿o sí?" Rook se mofó.
Rand giró violentamente hacia ella. "¿A sí? ¿Pues además de tu presencia, con qué has contribuido recientemente?"
Las ventanas de la nariz de Rook ardieron. "¡Muy bien, ya basta! ¡Por qué no nos hacemos a un lado y arreglamos esto de una vez por todas!"
"¿Estás segura de que sólo no quieres estar a solas conmigo en los arbustos?" Rand dijo, sonriendo y acariciando su barbilla. "Admítelo-"
"¡Ya basta!" Scott interrumpió, haciendo callar a ambos. "El pelear entre nosotros no va a remediar las cosas de modo alguno. Se supone que somos amigos, en caso de que lo hayan olvidado."
"¿Oh, de veras?" Rook dijo, con los brazos arqueados y las manos en la cintura. "Pues, no recuerdo que él alguna vez se haya vuelto mi amigo," ella se dirigió a Rand.
"¿Entonces que diablos estás haciendo aquí?" Rand dijo enfurecido. "¡Yo no te invité a venir! Nosotros no necesitamos este tipo de disparate."
Rook y Rand se enfrentaron cara a cara a la defensiva.
"Tranquilícense," Lunk dijo a ambos. "Ya habrá suficiente tiempo para que se peleen después. Pero por ahora tenemos que llegar al Alpha."
"Bésense y hagan las paces," Annie dijo a Rand al alejarse Lunk. "O al menos dense la mano."
"Por mi no hay problema." Rand se encogió de hombros y miró con ira a Rook. "¡Pero quizá deberías preguntarle a la dama de la eterna sonrisa!"
Gradualmente, en fila india, comenzaron a abrirse camino de regreso al río. Rook y Rand abrieron un segundo frente en su guerra cuando Rook insistió en que algo los estaba siguiendo y Rand la llamó paranoide. Scott los regañó de nuevo y ordenó a Lunk caminar entre ellos como un parachoques. Y fue de este modo que los tres hombres se las arreglaron para evitar las sanguijuelas...
Scott y Rand oyeron el grito de Annie y se dieron vuelta a tiempo para ver el descenso de la lluvia de gusanos mutantes. Ellas se dejaron caer desde la bóveda del bosque, instantáneamente fijándose a las dos muchachas.
Lunk hizo un sonido de repugnancia y se alejo hacia atrás. "¡Hay millones de ellas!"
Annie estaba llorando y pataleando. La cara de Rook estaba demudada, todo su cuerpo temblando. "¡Haz algo!" ella gritó a Rand, pero él sólo sonrió. "¡Tú detestable! ¡Quítame estas cosas de encima!" Ella permaneció de pie paralizada, como si no supiera por dónde comenzar -por sus brazos, su cuello, su cara... Precisamente entonces otra sanguijuela se dejó caer de los árboles y aterrizó en su frente; Rook gritó y se desplomó al suelo, sollozando y pateando en señal de frustración.
"No te muevas," Scott le dijo, arrodillándose a su lado y tirando de las sanguijuelas para quitarlas del brazo de Rook. Pero Rand lo detuvo antes de que él hubiera desprendido más de dos o tres. Él tomó el cigarrillo encendido de Lunk y tocó con el extremo encendido a una de las criaturas.
"Basta con acercarles un poco de calor y se irán solas," él explicó al dejarse caer la sanguijuela, siseando. "Quítalas arrancándolas y terminarás dejando al succionador intacto." Metódicamente, él movió el cigarrillo de sanguijuela en sanguijuela.
"A decir verdad, me encanta llevar a las chicas citadinas al bosque" Rand dijo a Scott mientras trabajaba duramente. "Se ven tan lindas cuando empiezan a gritar como locas." Él sonrió a Rook. "Debieron haberse visto..."
Ella hizo una mueca, desviando su mirada del trabajo manual de Rand. "¿Puedes culparme? Es repugnante." Ella se estremeció. "Siento desilusionarte, campesino, pero hay algo nuevo llamado civilización. Quizá has oído hablar de eso."
Rand bufó. "¿Es donde tienen crimen y suciedad, cierto?"
"Es mejor que las pequeñas y asquerosas sanguijuelas chupa sangre de los árboles."
"Aguafiestas," Rand dijo, poniéndose de pie y moviéndose hacia Annie. "Si alguna sanguijuela probó tu sangre no se acercará nunca más a un ser humano."
Rook se puso de pie, enfadada al principio, luego ostentando una sonrisa enigmática, casi seductora. "Lo veremos..." ella dijo, caminando lejos entre los arbustos para registrar por sanguijuelas prohibidas a la búsqueda de Rand.
***
Ellos permanecieron en el bosque esta vez antes que arriesgarse a mostrarse en el terreno abierto que bordeaba al río. Luego de dos horas ellos se detuvieron para descansar debajo de una pequeña cascada de una corriente tributaria que alimentaba al desfiladero. Rand desnudó a un árbol joven de sus ramitas y fabricó una caña de pescar para sí mismo. Vadeó hacia una roca en medio de la corriente y tiró su línea. Scott y los otros se sentaron bajo los árboles a lo largo de la ribera.
"Oye, Rand," Annie se mofó. "¿Piensas realmente que puedes atrapar algo con esa ridícula vara tuya?"
Rand frunció el ceño mientras que los demás se rieron. "Sólo esperen y ya verán," él les dijo. "Soy un experto, y si hay una trucha en cualquier parte en este río, yo la pescaré."
Era un paraje agradable, lleno de sonidos de agua, de vida animal, y de sombra fresca disturbada por una brisa suave. "Casi hace que te olvides de donde estás," Scott dijo en tono meditativo.
Rook inclinó la cabeza abstraída. "Lo sé. Comienzo a sentir como si estuviésemos en un día de campo de niños exploradores."
Rand mientras tanto estaba dirigiendo la palabra a su supuesta presa, cuando algo pequeño y magro lo golpeó en la cabeza. Él miró a su alrededor y encontró a Lunk agazapado en una rama que sobresalía horizontalmente de un árbol. "¿Oye, qué te pasa?" Rand comenzó a preguntar.
"Los Invid..." Lunk dijo suavemente, ahuecando sus manos en forma de taza en su boca.
Scott, Annie, y Rook se dirigieron hacia la protección de los arbustos. Rand estaba mirando a su alrededor por un lugar para ocultarse cuando advirtió que la línea se tensó. Él se mantuvo asido de la anclada vara, ignorando las ordenes de Scott para abandonar la presa. Tenía que ser una de cinco kilos al menos, y él no la dejaría ir. Aún así, él pudo sentir al suelo temblar por la aproximación del Trooper. Él haló fuertemente y vio a la trucha arco iris romper el agua; era mayor de lo que él había pensado. Los pasos de los patihendidos del Invid se estaban incrementando; Rand dio un tirón fuerte y trajo a la presa hacia arriba. Pero precisamente entonces la línea se cortó con un chasquido. Al mismo tiempo el Trooper apareció a través de los árboles.
Al decidir que le convendría a él ser el que escapó, Rand arrojó la vara y se zambulló desde la roca.
Lunk estaba todavía en el árbol, parado ahora, su espalda aplanada contra el tronco, cuando el Trooper pasó. Un segundo Trooper avanzó pesadamente en la vista un instante posterior. Asomándose desde los arbustos, su H-90 levantada, Scott vio que los dos estaban enfilando hacia las cataratas. Rand había fracasado por completo para ser visto.
A menos que uno resultase ser un pez.
Quedándose sin aliento cuando el primer Invid golpeó el agua, Rand se había propulsado aguas abajo, aferrándose al fondo rocoso, sólo para toparse con otro par de patas blindadas. Sus pulmones estaban ardiendo, amenazando con implosionar, pero el salir a la superficie no mejoraría necesariamente la situación en modo alguno. Él se contuvo enérgicamente, sintiendo una oscuridad comenzar a notarse en los márgenes de su visión...
Los dos Troopers se detuvieron en el medio del río y giraron sus sensores a través de una exploración de 360 grados. Preocupado por la seguridad de Rand, Scott salió corriendo de su escondite cuando los Invid habían cruzado la corriente e ingresado en el bosque en la orilla opuesta.
Lunk se zambulló, y encontró a su compañero inconsciente sobre el fondo del río, los brazos aún abrazando la piedra grande que él había asido para mantenerse sumergido. Él lo trajo consigo hacia arriba y lo colocó boca abajo sobre la orilla; entonces lo montó a horcajadas y cuidadosamente comenzó a emplear sus gigantescas manos para extraer el agua de los pulmones de Rand.
"¿Se pondrá bien?" Annie preguntó.
Scott inclinó su cabeza. "Sólo se desmayó."
El color de Rand comenzó a volver, y esputó algunas bocanadas de agua. Suavemente, Rook pronunció su nombre.
Rand se puso de pie con una energía que sorprendió a todos ellos, golpeando a un confiado Lunk que estaba detrás de él y haciéndolo caer de espaldas en el río. Él miró a su alrededor aturdidamente y se dejó caer sobre sus rodillas exhausto.
"Uh, los Invid ya se fueron," Annie dijo.
"Sí, ya puedes tranquilizarte, Superman," Rook agregó.
Rand sonrió tenuemente.
"Muy bien," Scott dijo, extendiendo su mano a Lunk y ayudándolo a subir a la orilla. "Ahora que ellos se han ido, podemos regresar con Lancer. No podemos estar tan lejos-"
Rook vio a los ojos de Scott abrirse por completo. Ella giró y vio la razón de aquello: Un enorme oso negro, asustado y parado en sus patas traseras, se estaba abriendo paso por el matorral. Scott tenía su arma levantada pero se quedó inmóvil cuando una araña atigrada gigantesca y grotesca se dejo caer de un árbol sobre el cañón del arma. Scott se sobresaltó y emitió un grito de susto, disparando reflexivamente un rayo de la cosa que paso silbando por al lado de la cabeza del oso. Rook se lanzó sobre Annie cuando la enorme garra del animal le cayó encima, fallando por un pelo. Lunk casi recibió el contragolpe y rodó para protegerse.
Rand erró con dos disparos de su propia arma, y la garra derecha del oso conectó con el blaster, echando a él y al arma a rodar en la dirección opuesta. Rand se repuso entre dientes desnudos y garras afiladas, la cara de la muerte negra cubierta de pelos. Él se encomendó al Creador y vislumbró un destello brillante de luz blanca... Pero cuando el humo se disipó, él se encontró todavía con vida y al oso muerto -vaporizado.
El único problema era que allí estaba ahora una nave Invid sobre su cabeza -y no era uno de los Troopers, ¡sino una de las unidades Pincer de color castaño pardo-rojizo!
"¡Vaya, nunca pensé que me alegraría de verlos muchachos!" Rand dijo al ponerse de pie, el olor de la carne asada en el aire. Él se unió al resto del equipo en un trote corto por el bosque.
El Invid abrió fuego sobre ellos al tiempo que ellos corrían, dirigiéndose lejos de la seguridad de los árboles e introduciendo a uno de los Troopers patrulla en la acción. El equipo pronto se encontró arrinconado, cercados en campo abierto por rayos de alta energía y discos de aniquilación. Pero Scott oyó un sonido familiar atravesando el estruendo tumultuoso de los rayos de muerte de los Invid.
Era Lancer, montando uno de los Cyclones abandonados.
Su cabello color lavanda flotando en el viento, él hizo saltar al mecha por encima de un sorprendido Trooper Invid y lo aterrizó a no más de cuatro metros y medio de donde el equipo permanecía amontonado.
"¡Todo lo que tuve que hacer es conducir en dirección del sonido de los cañones!" Lancer dijo a gritos cuando el Cyclone había resbalado de lado para hacer un alto. "¿Qué estás esperando, Scott? ¡Súbete!"
Scott ofreció una plegaria silenciosa a los dioses que gobernaban los bordes blancos de las nubes y se arrojó sobre el asiento posterior. Lancer echó al mecha en un wheelie prolongado que los hizo moverse rápidamente a través de las piernas del perplejo Trooper. Pero la nave Pincer los persiguió, disparando discos continuos de aniquilación desde su curso por encima de la copa de los árboles.
Lancer mantuvo al Cyclone en el bosque para cubrirse. Scott vio que estaban cerca del acantilado del río ahora y se levantó sobre los reposa pies traseros en un esfuerzo por avistar el Alpha. Lancer quitó una mano de los controles y señaló. "¡Al pie del acantilado a la derecha!" él gritó por encima de su hombro.
Scott se dio cuenta de que la tierra desaparecía abruptamente más adelante, pero no pudo discernir cuan alto ellos estaban por encima de la terraza inferior. Lancer estaba reduciendo su velocidad al aproximarse al reborde. Scott se inclinó hacia delante para preguntarle cómo él planeaba negociar el salto. Pero de repente Lancer estiró sus brazos hacia arriba y se había ido.
Instintivamente, Scott tomó el control y salvó al mecha de volcar. Él miró sobre su hombro y vio a Lancer acuclillado sobre la rama que sobresalía horizontalmente en la que él se había columpiado, sonriendo y despidiendo a Scott. Scott estaba impresionado. Había sido un acto gimnástico increíble. Pero ninguno de los dos estaba a salvo aún. Un Trooper Invid se abrió paso por el bosque y comenzó a disparar discos de aniquilación. Lancer ejecutó un salto de Tarzan desde el árbol y desapareció en la maleza. Scott bajó su cabeza por el embate del viento y aceleró el Cyclone. Pero el paramento del acantilado estaba cerca ahora, más cerca de lo que él se había dado cuenta, y un instante más tarde él estaba navegando en los cielos azules sobre las copas de los árboles. Él perdió al Cyclone y cayó a plomo independientemente, no había nadie para atraparlo o tomar nota de su grito alarmado...
En otra parte, Lancer se había abierto su camino de regreso hacia el resto del equipo. Él literalmente se tropezó con ellos ni a un kilómetro de donde él había puesto a Scott a cargo del Cyclone. Ellos tenían a tres Troopers Invid tras ellos, devastando el bosque con esporádicas rociadas de fuego. Lancer tomó la punta y los guió por el mismo camino que él y Scott habían seguido con el Cyclone ni una hora antes. El crepúsculo estaba dando paso a la oscuridad ahora, y los sonidos de los cañones Invid y los discos de aniquilación proporcionaban una atmósfera infernal a la escena.
Una vez más los Troopers tuvieron éxito en encajonarlos, y una vez más Rook, Lunk, Annie, y Rand dijeron a gritos adioses el uno al otro mientras que las explosiones hacían llover hojas y la alfombra del bosque por todo el lugar. Pero Scott cambió la suerte. Había sobrevivido a su zambullida en los árboles y se abrió paso hacia el oculto Veritech. La nave Pincer Invid, como él lo explicó más tarde, era historia.
Ahora el Alpha llegó acometiendo en el bosque y eliminó al Trooper cuyos cañones estaban apuntando sobre el equipo. Luego Scott lanzó al VT directamente hacia arriba a los cielos tachonados de estrellas, reconfigurando a Battloid en la parte superior de su ascenso de propulsores y poniendo en escena el rifle/cañón del mecha para habérselas con sus perseguidores. Dos Troopers más cayeron en manos del ataque del Alpha, pero un tercero se las arregló para abrirse camino y acercarse lo suficiente para asestar un manotazo de pinza que condujo a Scott a desplomarse de espaldas hacia el bosque.
El Trooper rugió en una vuelta de barrido extensa y regresó sobre el Battloid derribado. Adentro, Scott se sacudió para aclarar su cabeza y hacer una evaluación rápida de sus opciones al poner al tecno-caballero de pie. Los dispositivos captadores de sonido externos del mecha trajeron los gritos de advertencia del equipo dentro de la cabina, especialmente el grito estridente de Annie: "¡Detrás de ti, Scott! ¡Detrás de ti!"
Scott pensó al Battloid a través de una media vuelta rápida a tiempo para ver al Trooper aproximándose. Él se esforzó por asir las palancas de las cubiertas de los tubos lanzamisiles. El Invid disparó primero, discos deslumbrantes prolongándose y girando con efecto fuera de las bocas de los cañones. Pero la puntería de Scott fue más certera: proyectiles seguidores de calor de cabezas rojas se precipitaron desde los compartimientos de los hombros del Battloid y se dirigieron hacia la forma siniestra del Invid, detonando contra las pinzas y el torso igualmente, y dando vida brevemente a una bola de fuego deslumbrante, un sol de medianoche de color naranja brillante.