Capítulo 26
Cuando Nichols emergió de aquel cubículo cerrado que sus discípulos habían instalado, él era el mismo joven estudioso e irreverente, un dolor en el cuello, que había ganado cierto aumento perceptible en vigor y agilidad. Pero también había un matiz de fondo de una clase indefinible en él.
Yo resolví mantenerlo vigilado; él jugó su parte bien salvo por una ocasión durante la transición, el resbalón que insinuó el cambio en él: Él se inclinó hacia un telescopio que era controlado por un sensor y por supuesto lo aceptó indiferente cuando el telescopio giró hacia él y ajustó la altura, el foco, etc.
Lo que él no sabía era que el mecanismo de auto ajuste no estaba trabajando -había dado señales de un desperfecto y sido desconectado. Pero los servomecanismos del telescopio habían obedecido su silenciosa voluntad, de cualquier modo.
No había tiempo para confrontar a Nichols y a sus compañeros, pero de allí en adelante yo mantuve una vigilancia muy estrecha en ellos.
Dr. Harold Penn, El Breve pero Eterno Viaje del Peter Pan
Para ella, las tribulaciones de la transición eran un tormento múltiple, porque ella no era Una sino Dos.
Marlene había oído a los humanos referirse a los fantasmas y a las visiones, a los recuerdos, y a las quimeras como el lazo espacial. Ella los había oído hablar de los episodios extra corpóreos y de las experiencias después de la muerte. Eran conceptos casi ininteligibles para ella; estar en su cuerpo actual era bastante fantasmagórico, su vida una pesadilla casi inmanejable.
Para el tiempo en que la nave esfera secuestrada se zambulló dentro del abismo gravitacional de la Estrella de Ranaath, ella parecía un fantasma, una cosa semitransparente de ectoplasma desvaneciéndose rápidamente. En un tipo de sueño terminal, ella ignoraba que Scott Bernard mantenía una vigilia de cabecera, sin embargo ello casi lo enloqueció con culpa y angustia.
Los sueños del salto transposicional de Marlene/Ariel eran un tipo de torrente mental de imágenes multipantallas. Ella, también, experimentó el trauma del nacimiento/muerte, entendiéndolo de una manera que ella nunca lo hubiese hecho en otras circunstancias porque en aquel momento los recuerdos nucleicos y perspectivas de la original Marlene Rush volvieron a surgir.
Pero, a la vez, ella sentía la marea celular del Invid como un océano influenciado por la luna dentro de ella, subiendo y bajando. Ariel sabía que toda la tristeza contenida de la gran caída del Invid y la pérdida de su paraíso, rememoraron la unidad de plasma que el Invid compartía y lo que iba a ser una raza literalmente arrancada de una naturaleza humana.
Marlene vio una vez más su juventud, su llegada a la mayoría de edad en la expedición de la REF.
Ariel pasó por su extraño nacimiento, un simulagente desnudo y tiritante, liberado por un huevo depositado por la Protocultura. Marlene: enamorándose del taciturno pero idealista Scott Bernard.
Ariel: los viajes azarantes a través de una Tierra destrozada con los últimos guerreros Robotech.
Marlene recordó el momento, en el puente de una nave estelar acelerando al máximo para librar batalla con los conquistadores Invid, cuando Scott le pidió que se case con él y ella dijo sí. Ariel atestiguó la derrota de su raza y la transfiguración del Invid en un ave fénix de psico-esencia -y vio, también, donde el ave fénix voló.
Ambas eran asimismo observadoras silenciosas de los recuerdos de ambas, como visitantes de salas de proyecciones privadas alienígenas. La conciencia de ellas/ella era torcida violentamente por aquí y por allá por las fuerzas inimaginables que apretujaban a la nave esfera; entre el tormento y la alegría ellas la atenuaban a ella. . .
Hasta allí llegó un momento de trauma profundo, el cese de influencias externas -el surgimiento de la nave en el nuevo-espacio. Con casi un impacto físico, las dos mitades de ella fueron juntadas, integradas enteramente por primera vez.
Ella abrió sus ojos y vio a Scott mirándola atónito. Ella miró hacia abajo y vio que su cuerpo era completamente material otra vez. Ella sintió una tranquilidad y un triunfo pacífico. Ella estaba curada y entera.
Él susurró "Marlene."
Marlene. Sí, ése era el nombre que mejor le sentaba, aunque los recuerdos e identidad de Marlene eran sólo un componente de lo que ella era ahora. Ariel era un nombre que la Regis le había dado caprichosamente, y ella ya no sería Invid nunca más.
Ella yacía en un camastro tendido directamente en el piso de la nave. Scott se puso a su lado en una rodilla, vacilando en tomar su mano pero queriéndolo hacer. "Estás viva. Gracias a Dios."
Él estaba demacrado y contraído, no por la transición al nuevoespacio, ella lo sabía, sino por auto-tortura por lo que él le había hecho a ella. Con las diferentes partes de su mente y psique integradas, ella comprendió lo que él había hecho y cuales presiones externas lo debieron haber llevado a hacerlo.
Su sentido del deber, su fidelidad a su juramento de servicio, sus sentimientos de obligación para con aquellos en el SDF-3: ésas eran cosas humanas, y Marlene las entendía ahora.
"Sí, Scott. Viva." Su mano cubrió el último pedacito de distancia para asir la de él. La expresión de él osciló de asombro y duda a alivio y entusiasmo.
Antes de que él pudiera responder, sin embargo, un rostro apareció sobre su hombro, alargado y pálido con anteojos, luciendo una sonrisa presuntuosa irreprimible. "¿De vuelta a la acción, huh, Marlene? ¡Ases! ¿Scott, no te dije que este corto paseo prorrogaría su vida?"
Allí estaba de pie una de las presiones principales que habían forzado a Scott a tratar a Marlene como él lo había hecho tiempo atrás en el Ark Angel. Scott no sabía si Louie Nichols comprendía cuán afortunado era él de que todo esto haya funcionado; si Marlene había sido hecha pasar por toda su angustia en vano y si perecía, alguien lo habría pagado.
Scott sólo gruñó en respuesta a las incitaciones de Louie y colocó su otra mano sobre la de Marlene. "Descansa, ahora; has pasado un mal rato."
"Scott, sé lo que estoy diciendo. Me he recuperado completamente. Además, presumo que el Doctor Nichols tiene algunas preguntas más para mí."
Ella miró a Louie disimuladamente. Ella todavía tenía aquella extrañeza ultramundana en ella, pero había cierto conocimiento humano detrás de ello ahora. Louie se encontró dándose cuenta de lo atractiva que era ella. "¡Tú lo dijiste, magnífico!"
Scott le arrojó una mirada celosa, y Louie se refrenó un poco. Marlene se puso de pie sin ninguna dificultad, sacudiendo hacia atrás las ondas de cabello color carmesí.
"Um." Scott sonrió torpemente. "Bienvenida a bordo del Peter Pan la nave apresada por la REF." Él se encogió de hombros.
Marlene caminó hacia delante para observar el interior esférico de la nave. Allí no había escasez de espacio; una parte bastante considerable de la legendaria Macross podría haber sido reconstruida dentro de la profunda esfera.
Puentes improvisados, escaleras de mano, y pasarelas conectaban varios niveles y plataformas, y muebles humanos habían sido fijados a sus cubiertas con sustancias adhesivas y correas; los técnicos e ingenieros no pudieron encontrar modo de taladrar o doblar el material de la nave. "'¿Peter Pan?'"
"Sí. 'Segunda estrella desde la derecha, luego directamente hasta el alba, y todo eso,'" Louie proporcionó con uno de sus sutiles encogimientos de hombros. Marlene observó a personas trabajando en el equipo de interfaz requerido para controlar la nave o instalando sistemas de vida en plataformas no usadas. Era curioso ver a las casillas sanitarias portátiles lado a lado con los módulos de tecnología Haydonita y oler raciones calentadas allí donde la Protocultura había sido dada a entender como el único sustento.
Allí había mechas estacionados, también, y pilas de armas, municiones, y artillería; pero ningún arma había sido instalada en la propia nave, ya que fue imposible penetrar su casco para los puertos de disparo y cualquier cosa montada externamente habría sido destruida en la transición.
"Estamos seguros de que nos estamos moviendo muy rápido ahora." Louie se rascó su cabellera de pelos parados: "La cosa es que, no estamos así de seguros de en dónde estamos. Esperaba que tú nos pudieras dar una pista, Marlene."
Al estar ella de pie allí con la mirada fija, lucía la expresión que Scott había visto aquel día cuando ella por primera vez había visto un lago montañés, no mucho tiempo después de que su equipo de milicianos la había hallado. Su hermosura y su deleite en la belleza de la naturaleza simplemente se habían apoderado de él y nunca lo dejaron ir.
Ella sonrió tenuemente, "¿Qué ocurre, Doctor? ¿Temeroso de que los otros piensen que usted está loco si se los dice usted mismo?" Ella volteó hacia Louie, quien estaba por primera vez sin habla. Scott tenía la sensación que detrás de los anteojos, los ojos del domador de bites estaban saltando de su cabeza.
"Ustedes se encuentran en lo que algunos llaman el nuevo-espacio," ella les dijo.
"¿Está el SDF-3 aquí?" La falta de seriedad de Louie lo había dejado. "¿Es la Regis?"
Marlene giró para ver qué efecto tendría en ambos. "El nuevo-espacio es la Regis -es toda la raza Invid, en cierta manera. Estamos fuera de la jurisdicción del tiempo-espacio. Ustedes podrían decir que nos hemos introducido en la mente de la propia Regis transubstanciada."
Louie fue rápido en lograr meter la próxima observación mientras que Scott todavía estaba haciendo ruidos sofocantes y tratando de cambiar las velocidades mentales. "¡Marl! ¡Cariño! ¡Oye! ¡Trabaja conmigo, aquí! ¿Cómo le hablamos a ella?"
Las esquinas de su boca se doblaron hacia arriba muy ligeramente. "Creo que usted está a punto de aprender."
Los dos hombres siguieron su mirada y vieron lo que los demás estaban comenzando a percatarse. En una plataforma cerca del centro del interior de la nave, Aurora estaba de pie, un vislumbre de color azul creciendo a su alrededor. Max Sterling, de pie cerca de ella, había comenzado a dirigirse hacia su hija, pero Miriya lo estaba sujetando. A la vez que ellos miraban, Jean Grant, también, colocó una coercitiva mano en él.
Las personas en todas partes de la nave dejaron de trabajar y se volvieron para mirar a Aurora cuando se percataron de un canto golpeando la mismísima periferia de su percepción.
Au-ro-ra, Au-ro-ra, Au-ro-ra...
El resto del complemento de la nave pareció congelarse, como si ellos estuviesen jugando a estatuas, escuchando el ritmo. Vince Grant, escuchando algún reporte; Shi-Ling, al timón de la interfaz; Dana, equilibrada en un trabajo de mantenimiento en su hovertank todos los ojos puestos en Aurora.
De repente Aurora no estaba sola. Sentados en un anillo alrededor de ella estaban los que parecían hologramas transparentes de niños grandes y pequeños. Ellos estaban sentados repitiendo su mantra, los ojos suavemente brillantes con fuego intenso.
Jean Grant murmuró, "¡Roy!"
"¡Drannin!" Miriya agregó.
Pero ni ellos ni los otros en su círculo dieron una señal de haber oído. Ellos estaban enfocados en Aurora, y ella en ellos. Louie, hipnotizado por ello, también, casi saltó por el aire cuando Marlene habló en su hombro. "'Directamente hasta el alba,' Doctor."
***
Kazianna aterrizó entre rayos de fuego, sus armas listas, cuando mechas y tropas terrestres corriendo rodearon el campo abierto desde todas partes.
Regresó, el mensaje había sido, sin embargo allí no había ningún signo de la lluvia centelleante que se había llevado en secreto a Gnea y a Dante. Pero había dos figuras en el medio del campo, gateando en derredor alegremente.
Había transmisiones confusas solapándose mutuamente en las redes, pero finalmente Rick consiguió enviar una orden por la frecuencia táctica. "¡Alto el fuego, repito, alto el fuego! Las luces turbulentas regresaron precisamente cuando nuestros elementos de campo estaban entrando en el campo, entonces desaparecieron. Tenemos visual sobre lo que parece ser Gnea y Angelo. Todos los elementos no cedan y no abran fuego a menos que se ordene lo contrario."
Con el campo cubierto desde todos los flancos y otros elementos vigilando por una trampa o un ataque sorpresa, Rick escogió un equipo de reconocimiento y optó por caminar a la punta. Jack Baker, Karen Penn, Lron, y Crysta verificaron sus armas, luego se separaron en una línea de escaramuza, moviéndose hacia delante. Baldan llegó, también, cargando el equipo de comunicaciones enlazado al TIC y al puente del SDF-3.
No había dudas sobre ello, el sargento y la Amazona estaban allí otra vez. Rick no estaba seguro de lo que la agitación de la actividad había sido cuando ellos habían reaparecido primeramente, pero eso seguro lucía como ciertas ropas vestidas apresuradamente.
Él y su equipo se movieron cuidadosamente, examinando el suelo y vigilando el aire alrededor de ellos, pero no había señales de una amenaza. Angelo y Gnea, alistados, estaban vagabundeando alrededor del sitio en donde habían aparecido, aparentemente buscando algo. Cuando Rick se aproximó a ellos y Angelo se cuadró, Gnea estaba tallando una gran X en la tierra con su alabarda, en el sitio en donde ellos habían aparecido de repente en la vista, de ese modo el lugar podría ser encontrado más tarde si fuera necesario.
Angelo echó un saludo nerviosamente bien definido. "Um, Sargento Dante reportándose, señor. Nosotros, ah, eso es-"
"Tómalo con calma, Angelo. Una cosa a la vez. ¿Existe aún alguna amenaza en este lugar?"
El enorme tanquista tragó. "Lo hay, en todas partes en estas regiones, señor. Pero no en mayor grado aquí que en cualquier otra parte."
Gnea se les había unido. Rick no pudo menos que notar que ella se paró más bien cerca de Dante, apoyada sobre su alabarda. "Denme los puntos relevantes primero," Rick les dijo.
El pecho de Angelo se expandió cuando él tomó un profundo y resuelto aliento. Pero Gnea puso la historia en movimiento primero. "Encontramos a la Invid Regis. Todo este nuevo-espacio es su reino. Ella tiene los dispositivos transposicionales del SDF-3 y no los regresará. Ella no quiere que nos vayamos."
Angelo todavía tenía su pecho lleno de aire. Él lo dejó salir con un largo suspiro. "Ella dice que el universo real se está terminando, Almirante." Rick observó la X en la tierra. "¿Sabe ella que nosotros no estamos terminando con él todavía?"
Él dijo aquello para cubrir el hecho de que él estaba confundido. ¿Qué rayos estaba ocurriendo? El SDF-3 había estado en camino a su hogar para combatir a la Regis. ¿Ya estaba la guerra perdida?
Rick miró de Gnea a Dante. "Luce como si estuviéramos envueltos en un endemoniado interrogatorio."
El comunicador sonó. La pequeña pantalla no mostró a un oficial del TIC sino la cara de Lisa. "Rick, hemos tenido un nuevo suceso aquí. Sugiero que vuelvas al ASAP del SDF-3."
Él pasó una mano por su cabello, preguntándose por qué todo aquel no se había puesto blanco. "¿Qué ha sucedido?"
Él podría decir que le llevó a ella cierto esfuerzo calmarse. "Los niños -Roy y los otros. Han hecho contacto con Aurora Sterling. Parece ser que hay una nave de rescate en camino, pero los niños están en algún tipo de trance, y Segundo no los puede despertar de él."
Se produjo una repentina erupción de llamas y explosión que sacudió el suelo. Donde la armadura potenciada de Kazianna había estado parada, allí sólo había hierba quemándose. En lo alto, su armadura lanzada hacia el SDF-3.
***
"¡No se acerque más!"
Segundo lucía ridículamente pequeño bloqueando el camino de Kazianna hacia el círculo de niños, pero él no se movió ni un centímetro cuando ella pareció estar a punto de aplastarlo.
En cambio, ella se detuvo. Los humanos sabían más sobre los jóvenes que ella, y había un tono innegable de fuerza moral en la voz del Microniano.
Sin embargo, tomó mucho mantener su distancia cuando Drannin se sentó hechizado con los otros, pronunciando monótonamente el nombre de Aurora. Lo que enloquecía todo aquello era aquella imagen de Aurora, o el espectro, flotando en el centro del círculo de ellos. Los ojos de ella tenían el mismo resplandor macabro que el de ellos.
Lisa estaba de pie cerca, apenas conteniéndose de ir hacia Roy. "Emilio, si esto es un caso de despertar al sonámbulo, estoy dispuesta a arriesgarme antes que sus mentes sean robadas."
Ella sintió la mano de Rick agarrar la suya y darle un apretón sostenido.
Pero el Dr. Segundo estaba sacudiendo su cabeza. "No es eso. Ellos todavía están en sus cuerpos, por decirlo así, y creo que Aurora lo está, también. Pero este no es el tipo de cosas que usted puede terminar simplemente lanzando agua en la cara de alguien.
"Algún tipo de intercambio de información se está produciendo; todos podemos sentir eso. Permítalo, sospecho que los niños no desistirán hasta que se complete."
Kazianna se movía de un lado a otro como un árbol cimbrando en un monzón, luego conservó su posición. "¿Por cuánto tiempo?"
Antes de que el pediatra pueda contestar, alguien gritó, "¡Miren!"
Aurora estaba mirando más allá del círculo de los niños hacia donde Lisa y el resto estaban de pie. Ella levantó su mano hacia ellos en saludo o despedida -Lisa no pudo decir cual- cuando el canto se hizo más fuerte.
¡Au-ro-ra!
Luego el canto se detuvo, y Aurora desapareció. Roy y los otros se pusieron de pie y de frente a sus padres, sus ojos aún encendidos. Segundo fue lo suficientemente cuerdo como para apartarse esta vez; nada iba a mantener alejada a Kazianna del lado de Drannin. Lisa y Rick corrieron hacia Roy, y otros padres les siguieron.
Lisa abrazó a su hijo, poseído o no. Ella esperó medianamente que él se sintiese pegajoso o inexpresivo en el abrazo de ella, pero él sólo era un niño pequeño al que le haría bien un baño en breve.
Cuando ella se arrodilló al lado de él, sin embargo, él colocó una mano en el hombro de Lisa. "Mami, Aurora estará aquí pronto."
Rick se encorvó hacia abajo al lado de su hijo. "¿Cuándo? ¿Cómo, Roy?"
"Viene en una nave grande y redonda. Nosotros le dijimos cómo encontrarnos. Mami, tenemos que ir."
"Sí, hijo. Te llevaremos a casa en este momento."
Roy sacudió su cabeza, los ojos todavía fulgurando pavorosamente. "Uh uh, quiero decir irnos de aquí. Aurora dijo. Antes de que sea demasiado tarde."
"¿Qué quiso decir ella?" Rick sujetó los hombros de Roy y se forzó a sí mismo a mirar en los ojos brillantes. "¿Cómo que demasiado tarde?"
"Yo se lo puedo decir," él oyó a alguien decir.
Rick y Lisa se pusieron de pie, Lisa teniendo a Roy. Frente a ellos estaban de pie Rem y Minmei, asidos de la mano.
"Y el muchacho tiene razón," Rem agregó. "No hay mucho tiempo."