Capítulo 1
"Cuídense de los cielos, porque ese terreno de apariencia dulce y bondadosa enmascara un mal y oscuridad que no conocen fronteras. Y no miren al cielo por paz, pues alli reside el infierno. Y cuídense de todos los que descienden de los cielos, pues son los traedores de muerte y destrucción."
Dogma de la Iglesia de las Tragedias Recurrentes citado de "Postguerra: Movimientos geopolíticos y religiosos de las Tierras del Sur, por Weverka T'su
La nave espacial Ark Angel estaba suspendida a 36000 kilómetros de Brazília. Recientemente de vuelta de una larga campaña, era la única perdonada por la furiosa partida transubstancial de los Invid. Una nave entre los escombros de lo que era una derrota victoriosa.
Scott Bernard no sabía si su supervivencia era una bendición o una maldición.
Desde el transbordador podía contemplar a la extraña nave venida del otro lado de la galaxia. Era la nave que habían utilizado los Sentinels como base de operaciones, en los últimos momentos de la campaña. Su apariencia era la de una botella; era transparente y aunque era una nave de tecnología Haydonita, había sido construída en los astilleros de Karbarra y funcionaba con el sekiton, la versión Karbarrana de la Protocultura. Hacía 3 años que no veía a la nave, y 3 meses habían pasado desde la batalla de Reflex Point.
Rodeando a la nave y casi por todos lados en la órbita terrestre, había ruinas de tecnología: restos de la flota de Dolza, del Satélite Fábrica, de las divisiones de la REF Marte, Jupiter, Saturno y Neptuno. Era verdad, la Tierra estaba rodeada de destrucción, pero por lo menos ahora estaba al fin liberada.
Una voz con acento Tiresiano interrumpió sus pensamientos.
"Coronel Bernard," repitió la mujer mientras Scott desviaba la vista.
"¿Si?"
"El General Grant desea informarle que le encontrará ni bien el transbordador entre en la nave. La señora Grant y los Senadores Huxley y Penn se encuentran con el, señor."
Scott asintió.
El transbordador químico en el que estaban viajando era un símbolo del cambio que la ida de la Regis había ocasionado. Lanzado desde una reconstruida base de 25 años de antigüedad en Venezuela Nueva, la cápsula y otras similares eran el único enlace de la humanidad con el espacio cercano. Estaba el Ark Angel, por supuesto, pero este había permanecido en órbita sincronizada desde el ataque final a Reflex Point, la colmena principal de la Reina Invid situada en Norteamérica. Se rumoreaba que una pequeña porción de los mechas de la REF -Alphas y Shadow Fighters, principalmente- todavía funcionaba, pero todos los Cyclones y Veritechs de generaciones anteriores habían cesado.
Nadie sabía que había pasado realmente en Reflex Point. En los momentos posteriores a la partida de los Invid todo tipo de reportes y rumores habían sido oídos por Scott y su grupo de guerrilleros. La flota de la REF fue destruída; sobrevivió. Los Invid habían salido del Sistema Solar; la Regis había transportado a su horda en las Tierras del Sur. El SDF-3 había sido destruido; había llegado para ser tragado por el Ave Fenix luminosa; jamás había aparecido... Eventualmente, Scott confirmó que la flota había sido exterminada -excepto por el Ark Angel- y que el SDF-3 no había aparecido. Ni siquiera se molestó en esperar una verificación. Con la ayuda de Lunk y Rand, se las había arreglado para comandar y reparar un Beta estropeado en la batalla, sólo para darse cuenta que el VT no servía de mucho fuera de la atmósfera y que el Ark Angel se había localizado sobre las Tierras del Sur.
Luego de que pudiera sobrellevar su furia y la decepción, empezó a cobrar sentido. La mayoría del hemisferio norte estaba devastado, y donde mas comenzaría la reconstrucción sino en el sur, donde varias ciudades realmente habían florecido durante la ocupación. Norristown, una vez el sitio de una planta de almacenamiento de Protocultura, fue la primera en surgir como ciudad lider, y fue alli donde Scott decidió establecerse. Tuvo que soportar casi dos meses de espera hasta que el Comando Provisional aprobó su subida al Ark Angel en la cápsula.
La pregunta que había hartado a sus oídos por esos dos meses había sido: "¿Scott qué?"
Parecía que todos los integrantes de las Divisiones Marte y Júpiter habían sido considerados muertos en acción, asi que la persona que clamaba ser el Teniente Scott Bernard del escuadrón 21, División Marte, era un fantasma o un demente.
"Pregúntenle al Doctor Lang sobre Scott Bernard," había presionado. "¡Soy su ahijado, por el amor de Dios!"
Sólo para oir: "Lo sentimos, eh, Teniente Bernard, pero el doctor no está disponible en estos momentos."
Mas tarde, Scott se había enterado que su padrino estaba abordo del desaparecido SDF-3 cuando se había transposicionado en Tirol. Pero mientras tanto había sugerido que el capitán Harrington podría confirmar su identidad. Harrington había comandado la primera ola de Cyclones en el asalto a Reflex Point.
Despues de todo, no es que estuviera reclamando condecoraciones, le explicó Scott a los analistas. Pero lo mínimo que el Comando podía hacer es reconocer lo que había logrado en su trayecto de un año a Reflex Point o aplaudir su victoria sobre el Príncipe Invid Corg aquel dia en los cielos. Ademas, algunos oficiales tambien habían visto entrar a Scott junto con sus amigos dentro de la Colmena para hablar con la Regis.
Pero lamentó haber dicho eso en el momento en que las palabras salían de su boca.
"¿Cómo es eso de que usted hablaba con la Regis, Teniente?" le habían preguntado los agentes de G2. "Usted relató que su apariencia era la de una mujer calva vestida con túnica y de unos 6 metros de alto."
Asi que tuvo que fingir que fue afectado mental y emocionalmente por el stress del combate, obviando en toda declaración a Sera y a Marlene. Pero todo eso había terminado y ahora estaba a punto de reunirse con gente que el conocía y lo protegerían de posteriores interrogatorios.
Para Scott había algo gracioso en su promoción a Coronel, en un ejército que carecía de armas y soldados, un ejército de defensores y liberadores que sólo una muy pequeña parte del mundo no despreciaba.
***
El transbordador atracó en una de las bahías del Ark Angel justo cuando el Sol empezaba a nacer sobre las Tierras del Sur. Scott se dio el lujo de una vista que le había sido negada mas de un año atras, cuando vino en la División Marte. Las nubes, oceános y continentes de su planeta. Por primera vez en años recordó a su padre en la Base Gloval en Marte, cuando apuntaba su dedo hacia un mundo azul que aparecía en el cielo marciano junto a Deimos y Phobos. Mas tarde, a pesar de que sus padres fueran transferidos al mas cercano Satélite Fábrica, Scott Bernard no consideraba a la Tierra como su hogar. Y sus memorias de esas épocas le parecían tan distantes que lo mas parecido a un hogar para el era la luna Tirol del otro lado de la galaxia.
Hacía sólo una semana que se había enterado de que sus padres aun estaban alli.
Pero el tiempo para las memorias terminó cuando sintió que la gravedad artificial de la nave Ark Angel empezaba a surtir efecto en su cuerpo. La nave había cambiado mas por adentro que por afuera, segun pudo apreciar.
Pronto pudo distinguir a Vince Grant, quien sobresalía por su color de pie, altura y prominente ancho de hombros sobre el grupo de civiles, técnicos y militares que estaba agrupados en el lugar. Un ayudante salió a su encuentro para escoltarlo y en unos momentos estuvo ante los Grants y los dos senadores del Concilio Plenipotenciario.
"Coronel Bernard, reportándose," dijo Scott con una venia. "Permiso para abordar, señor."
"Concedido," respondió Vince, cambiando a una sonrisa. "Bienvenido a casa, Scott."
"Oh, Scott," dijo Jean, dándole un efusivo abrazo. "Dios, déjame verte."
Scott dio un paso atras para hacerle el favor a Jean, al mismo tiempo que estrechaba las manos con Justine Huxley y el Dr. Penn. Vince y Jean usaban unos nuevos uniformes de la REF, mientras que los senadores usaban cómodos trajes cuyo diseño se había originado en Garuda.
"Que bueno verte de vuelta, muchacho," expresó Harry Penn con sincero tono paternal. "Ojalá Lang y Karen estuvieran aqui con nosotros."
No hubo mención del novio de Karen, Jack Baker; ciertamente no parecía haber amor entre el viejo científico y y Baker. Karen, al igual que Bowie Grant, había elegido embarcarse en el SDF-3. Ojalá todos tengan mas suerte de la que tuvimos Marlene y yo, pensó Scott. Aunque signifique morir juntos.
Las palabras del científico habían creado un silencio entre las cinco personas, algo incompatible con toda la actividad que los rodeaba. "¿Hay alguna noticia?" preguntó Scott, queriendo romper el hielo.
Jean negó con la cabeza, Scott observó que una cara que siempre tenía un toque único de dulzura estaba apesadumbrada. "Hemos recibido unos comunicados parciales de Tirol. La nave se transposicionó poco despues que Reinhardt y los otros. No ha habido comunicación con el SDF-3 desde entonces."
"Creo que deberíamos discutir esto en otro sitio," sugirió Vince. "Todos tenemos que recuperar tiempo perdido."
"Coronel," dijo Huxley antes de que todos se dispusieran a partir, "en verdad deseo disculparme por esta bienvenida algo tenue." Gesticuló alrededor del compartimiento con una mano temblante y envejecida. "Como bien puede imaginar, todos estamos tratando de asumir la pérdida de muchos amigos y compatriotas."
Scott pudo entender que se refería mas bien a la destrucción de la flota que a la desaparición de el SDF-3. "Entiendo, Senadora. No hay necesidad de disculparse."
"Ademas, Coronel," continuó Huxley despues de tomar aliento, "que con el Concilio tratando de convocar juntas con nuestros colegas en el planeta y con los equipos médicos de Jean haciendo lo que pueden... Bueno, estoy segura que comprende, Coronel Bernard."
Scott no envidiaba la tarea de ninguno de los dos grupos, pero estaba seguro que la del Concilio sería la mas dificil. Todos los integrantes habían sido miembros respetables del Gobierno de la Tierra Unida. Pero eso fue antes de la ascendencia del Ejército de la Cruz del Sur, la venida de los Maestros y la ocupación de los Invid, y el faccionalismo y el aislacionamismo que había cundido en esos tiempos. Esos prototipos de líderes alla abajo apenas soportaban a sus vecinos, menos a unos legisladores y teorizadores que estuvieron ausentes por 15 años. Scott no estaba seguro de que Huxley, Penn y el resto habían captado el hecho de que la Tierra era un mundo diferente.
Scott encontró a Vince Grant estudiándolo cuando levantó la mirada.
"Sé que la promoción no parece ser mucho, Scott, pero no hemos podido organizarnos como para poder reconocer y premiar los esfuerzos individuales."
Scott fue tomado de sorpresa. "Disculpe, señor, pero si usted habla de medallas o recomendaciones-"
"Ciertamente te las has ganado, Scott," dijo Jean apresuradamente, mirando a Vince antes de mostrar a Scott una mirada incómoda. "Sólo queremos que sepas-"
Scott sostuvo las palmas de sus manos para detenerla de decir algo mas. Era una farsa, y todos lo sabían -o deberían saberlo. No había héroes esta vez, se dijo Scott, como se había dicho desde hacía 3 meses. No importa quien había hecho que en Reflex Point o en la atmósfera.
Sólo había sobrevivientes.