PANIASIS

1

Bembina: aldea de Nemea. Helánico llama a la ciudad Bembino. El ciudadano se llama bembinita (como estagirita), pero en Riano, bembinata. Se parece en la variación a eginate y eginita. Así, Paniasis en el libro primero de la Heraclea:

la salvajina piel del león bembineta

y de otro lado

2

la piel del monstruoso león bembineta[33]

ESTEBAN DE BIZANCIO, S.V. Bémbina

3A

Cáncer: Ese parece haber sido colocado entre los astros por mediación de Hera. Porque mientras los demás auxiliaban a Heracles en el combate cuando trataba de matar a la Hidra, saltó él solo del lago y le mordió el pie, según dice Paniasis en la Heraclea. Parece que Heracles, encolerizado, lo aplastó con el pie, por lo cual tiene ganada gran honra al contarse entre los doce signos del Zodíaco.

ERATÓSTENES, Catasterismos 11

3B

Se dice que Cáncer fue colocado entre los astros por un favor de Juno[34] porque, cuando Hércules combatía contra la hidra junto al lago de Lema, este cangrejo prendió de un mordisco el pie de Hércules, como dice el autor Paniasis. Enfurecido, Hércules lo trituró de un pisotón, y, distinguido por un favor de Juno con grandes honores, se cuenta en el número de los doce signos.

ESCOLIO A GERMÁNICO, Aratea BP 70, 6

3C

Pues las leyendas dicen que el cangrejo fue colocado entre los astros porque dio un salto y mordió en un pie a Hércules cuando auxiliaba a otros y sacaba a la hidra del lago de Lerna, como cuenta Paniasis en la Heraclea.

ESCOLIO A GERMÁNICO, Aratea G 128, 23

4

Paniasis dice en el libro III de la Heraclea:

Después de haber mezclado con él (este vino) su gran cratera brillante de oro, tomó numerosas copas y bebió la dulce bebida.

ATENEO, 498d

5

A Tione Sémele: usaba dos nombres. Hay quienes también la llaman Dione, como Eurípides en la Antígona: «hijo de Dione, que eres por naturaleza un gran dios, Dioniso, por doquiera irresistible a los mortales».

Algunos dicen que Tione, distinta de Sémele, es la nodriza de Dioniso, como Paniasis, en el libro III de la Heraclea:

Y saltó (Dioniso) con sus pies del regazo de su nodriza, Tione.

ESCOLIO A PÍNDARO, Pítica III 177b

6A

También Homero dice que Aidoneo fue asaeteado por Heracles, y Paniasis cuenta que lo fue el † Eleo Augías[35].

CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, Protréptico II 36, 2

6B

Ese Augeas Heleo es un démon contrario a Plutón, al que Paniasis presenta también asaeteado por Heracles.

ESCOLIO A CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, Protréptico II 36

7A

Pisandro en el libro segundo de la Heraclea[36] dice que la copa en la que Heracles atravesó el Océano era la del Sol, pero que Heracles la recibió de Océano. Acaso porque al héroe le agradaban las copas grandes a causa de su tamaño, los poetas y los narradores forjaron, por chanza, la leyenda de que navegó en una copa. Paniasis, en el libro primero[37] de la Heraclea dice que Heracles se llevó la copa del Sol de manos de Nereo y que navegó hacia Eritea.

ATENEO, 469d

7B

Que Hércules, embarcado en una copa, navegó hasta Eritea, esto es, la isla de Hispania, lo dice Paniasis, egregio escritor de los griegos. Ferécides es su fuente.

MACROBIO, Saturnales V 21, 19

8

O una vaca o alguna res menor: Ninfodoro, el que recorrió Sicilia, y Polieno, así como Paniasis, dicen que llegó a ser guardián de las vacas del Sol † Filacio[38], el que Filostégano dice que era Aiolodoo y que tenía un heroon en Milas.

ESCOLIO A Odisea II 301

9

Paniasis escribió que Teseo y Pirítoo, sobre sus tronos, no presentaban la apariencia de encadenados, sino que la roca les crecía de sus cuerpos, en vez de cadenas.

PAUSANIAS, X 29, 9

10A

(De la constelación Engonasin)[39]. Aquí está Hércules precipitándose encima de la Sierpe, echada hacia atrás la clava, cubierto con una piel de león. Se dice que cuando marchó en busca de las manzanas de oro, como cuenta Paniasis en la Heraclea, había como guardiana de los jardines una sierpe de inmenso tamaño e insomne. Cuando se hubo enfrentado a Hércules y Hércules salió vencedor en medio del mayor peligro, Júpiter honró este trabajo digno de ser recordado y los llevó a ambos entre las estrellas, así que las disposiciones de los dos quedaron como en una lucha. La cabeza de la sierpe, levantada, Hércules oprimiéndola por encima con la rodilla, hollándole la cabeza con el otro pie, la mano derecha alzada con la clava, la izquierda envuelta en la piel del león.

ESCOLIO A GERMÁNICO, Aratea BP 61, 2

10B

Constelación de Engonasin: Eratóstenes dice que éste es Hércules, colocado sobre el dragón del que antes hablamos, y está preparado como para pelear, teniendo en la mano izquierda la piel del león y en la derecha, la clava. Intenta matar al dragón de las Hespérides que, se cree, nunca cerraba los ojos vencidos por el sueño. Se señala que éste fue colocado como guardián de las manzanas. De ello habla también Paniasis en la Heraclea. Júpiter, admirado por la pelea entre ellos, los colocó entre las estrellas. Tiene, pues, el dragón la cabeza levantada, Hércules, apoyado en la rodilla derecha, intenta oprimir con el pie izquierdo la parte derecha de su cabeza, con la mano derecha alzada como para herir y con la izquierda protegida con la piel del león, de forma que aparece combatiendo con el mayor ardor.

HIGINO, Astronómicas II 6

10C

Al dragón de inmenso tamaño, insomne, guardián de los jardines, pese a que había sido destinado a guardar las manzanas de oro por Juno, se dice que lo mató Hércules cuando fue a por las manzanas de oro, según cuenta Paniasis en la Heraclea y que por ello Júpiter honró este trabajo como digno de ser recordado entre los astros y colocó a ambos entre las estrellas. Las disposiciones de éstos quedaron como en un combate, cortada ya la cabeza de la serpiente y él, permaneciendo sobre la rodilla, tendidas las manos hacia arriba, está pintado con el pie derecho alargado contra el dragón, para que se ponga en evidencia el esfuerzo de la lucha. Se representa asimismo que tiene en la mano izquierda la piel del león, para que aparezca destacado por su valor, porque se cuenta que mató al león sin armas.

INTÉRPRETE DE GERMÁNICO, Aratea 42

10D

Engonasin. Ese dicen que es Heracles, el que atacó a la sierpe y se alza en lucha tendiendo la maza y con la piel del león arrollada. Se dice que cuando fue a por las manzanas de oro, mató a la sierpe dejada como guardiana de las mismas[40] (…) por lo que al cumplir el trabajo en medio de gran peligro, considerándolo Zeus trabajo digno de ser recordado, puso entre las estrellas la imagen. Está la sierpe con la cabeza levantada y él, atacándola, apoyado en una rodilla y con el otro pie hollándole la cabeza, tendiendo la mano derecha en la que tiene la maza, como para descargar un golpe, y la mano izquierda cubierta por la piel del león.

ERATÓSTENES, Catasterismos 4

10E

Si desde el escarchado dragón dirigieras tu mirada hacia la bóveda celeste y desviaras tus ojos a las partes más cercanas del mundo, en el lugar en el que el orbe se hincha más alto que el globo, se ofrecerá a tu vista esa imagen semejante a alguien que se esfuerza; más lejos, la que en tiempos mencionó Arato como desprovista de nombre y de cuyo esfuerzo estuvo también oculta la causa, más conocido por Paniasis, a quien una edad más avanzada le descubrió los orígenes secretos de asuntos repetidamente investigados, pues recuerda que

bajo la dura ley del desmesurado tirano, el Anfitrionida, en la primera flor de la juventud, llegó hasta donde van a parar las lejanías del Mediodía, a las regiones de las Hespérides, a las manzanas de oro, y a la guardiana por siempre desconocedora del lánguido sueño que las vigilaba. Se apoderó de ellas con su mano, después de que aquella sierpe de la madrastra insaciable de odios[41] pereció ante el golpe del vencedor, aflojando la sinuosidad de sus espiras y sus fuertes ataduras.

Cuentan que sostuvo así sus miembros sujetos con la rodilla izquierda y es fama que así se quedó, vencido por el esfuerzo. Y entonces, colocado en el éter, el tirintio fue afianzado en el excelso solio paterno. Júpiter, compadecido por lo duro de sus trabajos, restituyó esta apariencia y permitió que fuese vista como tal desde el Olimpo. He aquí que la propia mano del dios se alza, tendida, hacia los violentos golpes, y la huella de su planta derecha pisa las inclinadas sienes del manchado dragón.

AVIENO, Fenómenos II 169-93

11

Aspis: ciudad de Libia… hay otra isla, según Cleón de Siracusa en su De los Puertos, sin árboles. Aún hay otra más allá de Pisa, según Paniasis en el libro once de la Heraclea.

ESTEBAN DE BIZANCIO, S.V. Aspís

12

De Paniasis:

Vamos, huésped, bebe. También es una cierta excelencia la de aquel varón que en el convite bebe mucho más vino de buena forma y con conocimiento, y que al tiempo anima a otro varón. Y lo mismo, la del que en el banquete y en la lucha es hombre rápido, ocupado en fatigosos combates, donde pocos son los que se muestran audaces y resisten al impetuoso Ares.

Igual gloria le adjudicaría yo al que, cuando asiste a un banquete, se regocija y al tiempo anima al resto de la concurrencia. Pues casi no me parece que está vivo ni que lleva una existencia de hombre animoso, el mortal que, apartando del vino su ánimo, bebe otra bebida, sino un estúpido.

El vino es en efecto un tesoro igual que el fuego para los que habitan sobre la tierra. Es noble, defensor de males[42], compañero de toda canción. pues es la parte amable de la fiesta y del regocijo, de la danza a coro y del delicioso amor, [de la cacería y del doloroso pesar][43].

Por eso, preciso es que, acogiéndolo en el banquete con talante propicio, bebas, y no que, saturado de comida como un buitre, te quedes sentado, rebosante, olvidado de los placeres.

ESTOBEO, XVIII 21

13

Paniasis, el poeta épico, asigna el primer brindis a las Gracias, a las Horas y a Dioniso, el segundo, a Afrodita y de nuevo a Dioniso, y a la Insolencia y la Ruina, el tercero. Paniasis dice:

Les correspondió la primera ronda a las Gracias y las gozosas Horas, así como al clamoroso Dioniso, precisamente los que la hicieron posible.

Después de ellos, les correspondió a la diosa nacida en Chipre, y a Dioniso. Es entonces cuando más grato llega a ser a los hombres beber vino. Si alguien la bebe y se va de regreso a casa desde el dulce banquete, no podría encontrarse con ninguna desgracia.

Pero cuando alguien prosigue hasta la medida de la tercera ronda, bebiendo sin moderación, entonces llega el terrible turno de la Insolencia y la Ruina y acarrea males a los hombres.

Así pues, amigo mío, puesto que conoces el límite en la dulce bebida, vete con tu legítima esposa y manda a dormir a tus camaradas, pues temo que, una vez bebida la tercera ronda de vino dulce como la miel, la Insolencia soliviante la ira en tus mientes y pongas mal fin a una excelente hospitalidad.

Así que déjate convencer y pon freno a tanta bebida.

ATENEO, 36d-37b

14

Paniasis dice (repite fr. 12, versos 12-5 y 17-19) y luego:

Pero el vino es para los mortales el mejor don de los dioses, espléndido como es. Con él se acomodan todos los cantos, todas las danzas, todos los deseables amores. Todas las penas de los hombres las arroja del corazón si es que se bebe con medida. Pero más allá de la medida, es peor, pues lo acompaña el turno de la Ruina y la Insolencia.

ATENEO, 37a

15

Paniasis, el hijo de Poliarco, que compuso un poema épico sobre Heracles, dice que Castalia es hija de Aqueloo. Dice, pues, acerca de Heracles:

Una vez que atravesó el nevado Parnaso con sus raudos pies, alcanzó el agua inmortal de Castalia, la hija de Aqueloo.

PAUSANIAS, X 8, 9

16

Paniasis cuenta que además de éstos, otros muchos dioses estuvieron al servicio de hombres, y escribe lo siguiente:

Lo sufrió Deméter y lo sufrió el glorioso Zambo de ambos pies, lo sufrió Posidón, sufrió también Apolo el del arco de plata, el servir por un año en casa de un varón mortal. Lo sufrió asimismo Ares de ardido corazón, por coacción de su padre.

CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, Protréptico II 35, 3

17A

En torno al Aqueloo: Algunos escriben «en torno al Aquelesio». Es un río de Lidia del que se nutre el Hilo. Cuando Heracles se volvió loco, los ríos hicieron brotar aguas calientes en aquellos lugares, por lo cual llamó a sus hijos a uno Hilo y al de Ónfale, Aqueles, el que reinó sobre los lidios. También existen unas ninfas Aquelétides, según dice Paniasis.

ESCOLIO A Ilíada XXIV 616

17B

Paniasis dice que Heracles, cuando se volvió loco, consiguió alivio en Lidia gracias al Hilo, que es un río de Lidia, por lo cual también sus dos hijos se llamaron Hilo.

ESCOLIO A APOLONIO DE RODAS, IV 1149

18

Trémile: Licia se llamaba así, por Trémiles, según Paniasis:

Allí habitaba el gran Trémiles, y desposó a su hija, la ninfa Ogigia, a la que llaman Praxídica, sobre el plateado Sibro, cabe el vorticoso río. Los funestos hijos de ésta fueron Tloo, Janto[44], Pínaro y Crago, que, dominador, saqueaba todos los labrantíos.

Sus habitantes se llaman Tremileos. Alejandro dice: «al morir Trémiles, Belerofonte les cambió el nombre de tremileos por licios». Hecateo los llama trémiles en el libro cuarto de las Genealogías.

ESTEBAN DE BIZANCIO, S.V. Tremíle

19A

Apolodoro dice que Asclepio fue aniquilado por el rayo por haber vuelto a la vida a Hipólito. Ameleságoras, que fue a Glauco; Paniasis, que a Tindáreo. Los órficos.., etc.

ESCOLIO A EURÍPIDES, Alcestis 1

19B

He encontrado a algunos que se dice que fueron vueltos a la vida por él (Asclepio): Capaneo y Licurgo, según dice Estesícoro en la Erífila; Hipólito, según dice el autor de la Naupactia, Tindáreo, según dice Paniasis, Himeneo, según dicen los órficos, Glauco, el hijo de Minos, según dice Meleságoras.

APOLODORO, III 10, 3

19C

Han escrito que Asclepio fue aniquilado por Zeus Hesíodo, Pisandro y Ferécides el ateniense, así como Paniasis, Andrón y Acusilao. Eurípides dice lo siguiente: «Zeus, efectivamente, después de matar a mi hijo…»

19D

Los historiadores dicen que Asclepio fue aniquilado por el rayo. Estesícoro, en la Erífila, cuenta que resucitó a algunos de los caídos en Tebas, Polianto de Cirene, en su obra sobre el origen de los Asclepíadas, que curó a las hijas de Preto, que enloquecieron por la cólera de Hera, Paniasis, que porque resucitó el cadáver de Tindáreo.

FILODEMO, De la Piedad, pag. 17 Gomperz

20

Ese mismo Paniasis cuenta que Hera Zigia[45] fue asaeteada por el propio Heracles

en la arenosa Pilo.

CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, Protréptico II 36, 2

21

¿No es uno de vosotros Paniasis, quien cuenta que el padre Dite y que la reina Juno fueron heridos por Heracles?

ARNOBIO, Contra los paganos IV 25

22

Enseñan también (los tebanos) la tumba de los hijos que Heracles tuvo de Mégara. En absoluto difiere lo que cuentan sobre su muerte de lo que compusieron en sus poemas Estesícoro de Hímera y Paniasis. Los tebanos añaden también lo siguiente: que Heracles, bajo el efecto de su locura, estuvo a punto de matar también a Anfitrión, pero que antes se apoderó de él el sueño por el golpe de una piedra. Asimismo dicen que fue Atenea la que lo golpeó con esta piedra, a la que llaman Refrenadora[46].

PAUSANIAS, IX 11, 2

24A

Como Metanira, la mujer de Céleo, tenía un hijo, Deméter lo acogió y lo crió. Deseosa de hacerlo inmortal, ponía al fuego por las noches a la criatura y la iba despojando de sus carnes mortales. Pero como Demofonte (pues ese era el nombre del niño) crecía durante el día de un modo anormal, Praxítea se puso a espiarlo y al descubrirlo oculto en el fuego, lanzó un grito, por lo cual el niño fue consumido por el fuego. La diosa se reveló como tal. A Triptólemo, que era el primogénito de los hijos de Metanira, tras dotarlo de un carro de dragones alados, le concedió el trigo. Elevándose con él a través del cielo, sembró todo el mundo habitado. Paniasis dice que Triptólemo era hijo de Eleusis, pues dice que Deméter llegó junto a él. Ferécides en cambio dice que era hijo de Océano y Tierra.

APOLODORO, I 5, 1-2

24B

Cuando Ceres estaba buscando a su hija Prosérpina, llegó junto al rey Eleusino, cuya esposa Cotonea había parido un hijo, Triptólemo, y se fingió ama de cría. La reina la tomó de buen grado como nodriza de su hijo. Como Ceres quería volver inmortal al niño que estaba criando, lo alimentaba de día con leche divina, y de noche, lo ocultaba a escondidas en el fuego. Y así crecía más de lo que suelen los mortales. De modo que, como los padres se admiraban de ello, la espiaron. Cuando Ceres se disponía a ponerlo al fuego, su padre se espantó. Ella, enfurecida, quitó la vida a Eleusino, pero a Triptólemo, al que había criado, le concedió un favor eterno. Pues para propagar los cereales le confió un carro uncido con dragones, transportado en el cual, sembró de cereales todo el orbe de la tierra. Después de que volvió a casa, Céleo, en lugar de corresponder a su favor, lo mandó matar, pero conocido el asunto, por orden de Ceres, le entregó a Triptólemo el reino al que llamó Eleusino por el nombre de su padre. Instauró en honor de Ceres la ceremonia que en griego se llaman las Tesmoforias.

HIGINO, Fábulas 147

25A

Hesíodo dice que éste (Adonis) era hijo de Fénix y Alfesibea. Pausanias dice que de Teante, rey de los asirios, que tenía una hija, Esmirna. Ella, por causa del rencor de Afrodita (pues no la honraba), se enamoró de su padre y, usando a su nodriza como cómplice, compartió por doce noches el lecho con su padre, sin él saberlo. Pero cuando se enteró, desenvainó su espada y se lanzó en su persecución. Ella, a punto de ser cogida, suplicó a los dioses volverse invisible. Los dioses se apiadaron de ella y la convirtieron en el árbol que llaman esmirna (mirra). Diez meses después, el árbol se desgarró y nació el llamado Adonis, al que Afrodita, por su belleza, cuando aún era un niño, lo encerró en un arca, a escondidas de los dioses y se lo confió a Perséfone. Cuando aquélla lo vio, no quiso devolvérselo. Tras llegarse a un juicio en presencia de Zeus, el año se dividió en tres partes, y ordenó que Adonis permaneciera una consigo mismo, otra, con Perséfone y la otra, con Afrodita. Adonis le concedió a Afrodita su propia parte. Luego, Adonis, herido por un jabalí mientras cazaba, murió.

APOLODORO, III 14, 4

25B

Además, que Afrodita amó desvergonzadamente a hombres como Adonis lo afirmaron Antímaco, Paniasis, Hesíodo y otros más.

FILODEMO, De la Piedad, pág. 12 Gomperz

25C

Eees: Adonis, según Paniasis.

HESIQUIO, S.V. Eoíen

26

Seleuco dice que Paniasis fue el primero que mencionó golosinas en la narración que hace de los sacrificios humanos entre los egipcios, cuando dice:

añadiendo muchas golosinas y muchos pollos

aun cuando lo dijeron antes Estesícoro e Íbico en el poema titulado los Juegos.

ATENEO, 172d

27

Plagiando totalmente lo de los demás, lo presentaron como propio. Es el caso de Eugamón de Cirene, respecto al libro completo sobre los tesprotos de Museo, de Pisandro de Camiro respecto a la Heraclea de Pisino de Lindo y de Paniasis de Halicarnaso respecto a la Toma de Ecalia de Creófilo de Samos[47].

CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, Stromateis VI 2, 25

28

Seleuco, en el libro quinto de la Heraclea[48]:

¿Cómo cruzaste[49] la corriente de plateados vórtices del Aqueloo, a través de los húmedos caminos de Océano, el ancho río?

PAPIRO DE OXIRRINCO 221, 64, 8-11

29

Mŷthos: ‘lucha de facciones’. En Homero se dice una vez en el canto XXI de la Odisea[50]: ‘poniéndolo como pretexto de una lucha de facciones’. Anacreonte, en el libro segundo de sus poemas, llama mythiétas a los facciosos, respecto a los asambleístas[51]. Paniasis usa mŷthos en el sentido de lucha de facciones[52].

Hubo en tiempos una lucha de facciones provocadora de desunión. Se arrepintió el soberano de ejércitos.

Etymologicum Genvinum, s.v. mŷthos

30

Agua de la Éstige. Se supone en el Hades, como también Paniasis, hablando acerca de Sísifo que estaba en el Hades, dice:

mientras hablaba, lo cubrió el agua de la Éstige.

PAPIRO DE EL CAIRO 65741, 2, 50 ss.

31 (?)

Eurípides y entre nosotros Pacuvio, dice que Anfión y Zeto son hijos de Júpiter y Antíopa (…) Atestigua que pudo llamar a las vacadas con su canto en Tebas. Apolonio en los Argonautas dice que fue cercado por un muro por los hermanos antes mencionados, pero Zeto llevó las piedras a la obra sobre los hombros y Anfión las movió con su canto, si es que efectivamente los sentidos de los animales son vencidos con mayor facilidad que las piedras, † Panoco[53] y Alejandro dicen que la lira le fue dada como regalo por Mercurio, porque fue el primero que liberó Evinara.

PROBO A VIRGILIO, Bucólicas II 23

32 (?)

Existe también un color múrice, por el que también llamaron a la púrpura. También se parece al pasaje de la Heraclea:

La reluciente escama destellaba. A veces se asemejaba a los brillos del esmalte azulado, a veces a los del bronce.

ESCOLIO A NICANDRO, Theriaká 256

33 (?)

Ofioco… Otros demuestran que fue Hércules al dar muerte en Lidia, junto al río Sagaris a la sierpe que mataba a muchos hombres y arrasaba de frutos las orillas, y que por este hecho volvió a Argos honrado por Ónfale, que reinaba allí, con muchos regalos, y fue colocado por Júpiter entre las estrellas por su fortaleza.

HIGINO, Astronómicas II 14

Fragmentos de épica griega arcaica
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