NODRIZA

Mi nodriza era negra y como estrellas de plata

le brillaban los ojos húmedos en la sombra:

su saliva melodiosa y sus manos palomas mágicas.

¿O era ella la noche, con su par de lunas moradas?


¿Por qué ya no me arrullas, oh noche mía amorosa,

en el valle de yerbas tibias de tu regazo?


En mi silencio a veces aflora fugitiva

una palabra tuya, húmeda de tu aliento,

y cantan las primaveras y su fiebre dormida

quema mi corazón en ese solo pétalo.


Una noche lejana se llegó hasta mi lecho,

una silueta hermosa, esbelta, y en la frente

me besó largamente, como tú: ¿o era acaso

una brisa furtiva que desde tus relatos

venía en puntas de pie y entre sedas ardientes?


…………………


Tú que hiciste a mi lado un trecho de la vía,

¿te acuerdas de ese viento lento, dulce aura,

de canciones y rosas en un país de aromas,

te acuerdas de esos viajes bordeados de fábulas?