V
Tu cara es porcelana,
blanca, delicada, frágil, llena de luz.
Es el más resplandeciente
de todos los espejos de todas las almas.
Tu cara es dulzura,
es una caricia que nunca se acaba,
es un bienestar de líneas suaves,
un tierno contacto con el paraíso.
Tu cara es armonía,
notas musicales que inundan el aire,
equilibrio de formas que relajan la vista,
el punto de fuga de mis perspectivas.
Tu cara es lirismo,
versos declamados en lenguas antiguas,
fonemas callados que adoran los hombres,
la primera palabra que pronunció Dios.
Tu cara hipnotiza,
transporta mi mente a tiempos pasados,
a lugares ocultos en mi subconsciente,
a infancias alegres que nunca soñé.
Tu cara atormenta,
tesoro escondido de una isla perdida,
felicidad efímera que se desvanece,
golpe de conciencia de lo inalcanzable.
Tu cara me absorbe,
borra de mi ojos el resto del mundo,
vuelve contingente lo más necesario,
único alimento de mi frugal vida.